Mantecado con Chocolate
Resumen:
Kagome Higurashi, una de las mejores cheff's de su ciudad (Francia). Se ve obligada a compartir "su" cocina con el hijo de su jefe, creando sentimientos nunca antes vividos para ella. Ambos en equipo se les ha encargado la misión de crear un platillo/postre nuevo. Algo dulce y delicioso… algo… sabroso, algo como… ¿Mantecado con chocolate?[SesshKag
Edad Kagome: 22 años.
Edad Sesshoumaru: 26 años.
Edad Sango: 22 años.
Edad Miroku: 24 años.
Aclaraciones:
Es un SesshxKag.
Si eres fan de Kagura¿Qué haces aquí?
Rin es la sobrina de Kagome.
Sango y Miroku también trabajan en el Restaurante Taisho.
Hakudoshi en este Fic, es más alto que como es en la serie.
Los personajes en este fic viven en Francia
Si tienes más dudas respecto al fanfic, agrégame a tus contactos y te las contestare. Mi email es: uno
Ensalada¿Picante?
Se encontraba preparando el almuerzo de su casa. Solo vivía ella con su sobrina, después de la muerte de su hermana (madre de su sobrina) en un asalto cuando se encontraba depositando dinero en el banco, la habia dejado a cargo de su hija.
¿Cómo se le pudo ocurrir a su hermana siquiera pensar que ella tenía la capacidad completa como para cuidar a una niña de siete años?
Ósea, no es que le faltara el dinero, pero no tenía la experiencia suficiente… Pero no podía hacer nada era cuidarla ella o mandarla a un reformatorio y obviamente no podía hacer eso.
Trabajaba por las noches en un restaurante cinco estrellas de un amigo de su padre (fallecido) no por nada era una de las mejores cheff's de Francia. A veces se llevaba a la pequeña Rin al trabajo pero solo los viernes, sábados o días feriados. Ya que la pequeña no podía desvelarse a los días de escuela.
Terminó de cocinar y se sentó en la mesa poniendo los platos esperando que la niña empezara a comer.
-No tengo hambre.- Susurró la niña.
-Rin¿Qué sucede? Tienes ya un par de días que no comes. ¿Porque?- Preguntó la sin experiencia Kagome.
-…-
-Esta bien si no me quieres contar, pero eso no te da derecho a no comer. Si quieres crecer tienes que aunque sea probar bocado.- Regañó Kagome.
-¿Hoy te acompañare al restaurante o me dejaras con el tío Kouga?- Preguntó Rin tratando de cambiar de tema.
-No, Kouga tiene una cita con Ayame, así que no podrá cuidarte. Vendrás conmigo.- Anunció la azabache.
-Hai. ¿Te podré ayudar en la cocina?-
-Mmm, tal vez a pelar las papas. Tienes que preguntarle al Sr. Inu-no-Taisho- Recomendó.
Inu-no-Taisho era dueño del lugar donde trabajaba. Un señor amable, cariñoso, y paternal. Bueno con ella era así. Eso se debía a que ella era su más preciada cheff y porque era hija de un hombre al que reconocio como su hermano.
Recogió los platos y guardo la comida que habian dejado en la nevera.
Después de asear su departamento, se baño y cambio. Lo mismo hizo Rin. Kagome simplemente se puso una camisa manga larga negra, unos jeans y una bufanda azul. Rin se vistió con un simple vestido rojo, un suéter marrón y su bufanda roja. Ambas partieron al restaurante, después de caminar por unos veinte minutos, llegaron a dichoso lugar. Muchas personas saludaban a Kagome¿Quién no? Era una mujer hermosísima que solo contaba con veintidós años.
En las puertas de la cocina se encontraba un hombre de cabello plateado, cuerpo musculoso y unos extraños ojos dorados.
-Kagome-chan, que bueno que llegaste. ¿Pero que es esto? Pequeña Rin, mírate estas grandísima. ¿Hacía ya cuanto tiempo que no te veíamos por aquí?- Saludo el Sr. Taisho. Entregándole a Kagome un mantel blanco para que no se ensuciara la ropa. Se quitó la bufanda y se lo puso.
-Konichiwa, InuTaisho-sama- Saludó la pequeña Rin.
-Pequeña no entiendo¿Cuántas veces te he dicho que solo me digas, InuTaisho o abuelo? jajajaja- Bromeó.
-Jajajaja, muchas.-
-InuTaisho-sama¿Cómo está la gente hoy?- Preguntó Kagome.
-Hmmp, bueno estamos bien pero…-
-¿Pero…?-
-Onigumo viene está noche con su familia.-
-"Hay no, por favor que se le espiche un caucho. Que no venga, que no venga, que no venga¡Que no venga! Kami¿Por qué eres tan cruel conmigo¿Qué he hecho para merecer esto?"- Pensó Kagome. –Ya veo, Rin-chan supongo que hoy si me vas a ayudar.- Le sonrió a la pequeña.
-Espero que hagan su mejor esfuerzo, Kagome-chan, Rin-chan.- Sin más que decir el señor Taisho se retiro de hay dándole paso a Kagome y a Rin para entrar a la cocina.
Al entrar se encontraron con caras conocidas, entre ellas, Sango Takeda, mejor amiga de Kagome, Miroku Houshi, podría decirse ¿novio de sango? Y su mejor amigo. Estos dos salieron a su encuentro para saludar a las recien llegadas.
-¡Kya! Rin-chan, que bueno que viniste. Ya te extrañábamos por aquí jeje.- Comenzó Sango.
-Hai, Sango-chan.-
-Rin-sama¿Qué nos ayudara a cocinar hoy?- Preguntó con una sonrisa Miroku.
-Pero miren a quien tenemos aquí, no es nada mas y nada menos que la intento de cocina y la enana de su sobrina.- Habló una mujer de cabellos negros y ojos rojos acercándose al grupo.
-Kagura, no molestes.- Defendió Kagome.
-No si yo nada más pasaba para saludarlas.-
-Pues aquí nadie te quiere, bruja fea.- Insulto Rin dejando en ridículo a Kagura frente a todo personal de servicio.
-Mira mocosa, conmigo no te metas…- Pero no pudo terminar porque fue interrumpida por Kagome.
-Y tú tampoco con nosotros. Además, no lo tomes como un insulto. Tómalo como un caluroso "Hola"- Después de decir esto toda la cocina empezó a reírse dejando por segunda vez a Kagura en ridículo.
-Está me las pagaras, Kagome.- Terminó Kagura para después volver a sus oficios en la cocina.
-Vaya, no por nada son tía y sobrina.- Bromeó Miroku.
-Tu mismo lo has dicho.- Esta vez fue Sango la que bromeó.
-Canelones de pollo para la mesa cinco.- Anunció el mesonero. –Ah, Kagome-chan que bueno que has llegado. Cocina este encargo por favor.-
-Hai, Shippo-chan.- Shippo era el mesonero.
-Por cierto Kagome-chan, oí que parece que hay varias personas que se han quejado por que no hay muchas variedades en los postres. ¿Piensas hacer algo al respecto?- Preguntó Sango ayudándola a acomodar el pedido reciente de la mesa cinco. (Los canelones de pollo)
-Lo he pensado, pero no puedo hacerlo sin la autorización del Sr. InuTaisho, eso lo sabes mejor que yo. Rin-chan, pásame la salsa picante.- Le ordenó a la niña, quien se la paso casi al instante. –Además sabes que soy un desastre en ese tema de los postres.-
-Kagome¿Cómo puedes ser así? Eres a la primera cheff que conozco que no le gustan los postres.- Suspiro Sango
-Jajajaja, creo que la primera y la única.- A este comentario Miroku se llevo un zape por parte de Kagome. –La agresividad es el lenguaje de las chicas de hoy en día.-
-¡Shippo-chan, ya está listo!- Gritó Kagome terminando de ponerle el decorado a los platos con unas hojas con olor que habia cortado Rin.
-Arigatou, Kagome-chan.- Agradeció Shippo para después salir con los platos en los brazos tipo mesonero.
-Rin-chan¿Tienes sueño?- Preguntó Kagome.
-Ie, quiero seguir cocinando contigo, tía Kagome.- Contestó la pequeña Rin con una sonrisa.
-¡Escuchen¡Onigumo Masashi y su familia han llegado!- Gritó Shippo entrando a la cocina con gotas de sudor en la frente.
Hmmp¿Cómo describir a Onigumo Masashi? Empezare desde el principio. Onigumo Masashi un crítico de primera. Reconocido a nivel internacional por haberle quitado una estrella de las cinco a el Restaurante Goshinboku en Italia.
Era un hombre temido que junto a su esposa, Kanna Shido y sus hijos, Naraku Masashi y Hakudoshi Masashi destrozaban a los mejores restaurantes. ¿Por qué lo hacían? Porque eran personas malvadas, esa era la única explicación.
-Haber Shippo-chan, tranquilízate¿Vale?- Habló Kagome.
-Shippo-chan hazle caso a mi tía. Tranquilízate y ve a entregarles la carta.- Ordenó Rin.
-Hai, Rin-chan. Arigatou.- Agradeció Shippo para luego salir de la cocina en dirección a la mesa en donde se encontraba dichosa familia.
A lo dicho por Rin; Kagome, Sango y Miroku se quedaron con cara de WTF. ¿Cómo era posible que una niña de siete años hablara tan maduramente? Se preguntaban en sus mentes.
-"Tranquilo, respira hondo."- Pensó Shippo. –Bue… bue… buenas no… noches. ¿Qué… que… les… pue… puedo ofre… ofrecer… para to… tomar?- Tartamudeó Shippo.
-Hmmp, pésimo servicio.- Anotó en una libreta un señor con una cara de demonio. Obviamente ese era Onigumo Masashi.
-Pues¿tienen el nuevo vino blanco que salió?- Preguntó una mujer al lado del crítico. Tenía el cabello blanco canoso y era muy pálida, aparte de enana. Tenía buen físico pero se confundía con el exceso de maquillaje que llevaba puesto.
-Ha… hai.- Tragó saliva mientras anotaba en su libreta las ordenes.
-Yo quiero una Coca Cola Light. Me traes un vaso a parte con hielo.- Ordenó un joven de cabello¿morado? Y ojos perlados. Parece que era el menor de la familia puesto que tenía cuerpo de un joven de trece o catorce años.
-Si… joven.-
-Por el momento deseo tomar una limonada con granadina. Ha y que le pongan una rodaja de limón encima del vaso.- Esta vez el que hablo debió de ser Naraku Masashi. Un joven alto de cabello negro, ojos rojos y un delineado morado encima de los mismos. Tenía cuerpo atlético de un joven de veintitrés o veinticuatro años.
-Y… ¿El señor… que desea… ordenar?- Esta vez trago un gran sorbo de saliva.
-Deseo tomar el mejor whisky que tengan. No nos hagan esperar- Ordenó el Sr. Masashi.
-Ensegui…da- Shippo salio caminando… mas bien corriendo hacia la cocina. En lo que entro lo único que pudo hacer fue abrazar a Kagome.
-¿Shippo-chan¿Cómo te fue?-
-Kagome-chan no me obligues a volver a ir.-
-Ohh, lamento oír eso.- Entró El Sr. Taisho a la cocina. –Sin embargo lo dejare pasar. Atiende las mesas uno, tres y siete. Kagome tu encárgate de los pedidos de la familia Masashi-
-…- Cinco minutos de silencio por la muerte del Libertador. No mentira, pero que trauma tener que servir a esa familia.
-Ejem, ejem.- Tosió Kagome haciéndose notar en la mesa de los Masashi. Llevaba una bandeja con los pedidos. –Buenas noches.-
-Hola, linda. ¿Qué te trae por aquí?- Coqueteó Naraku.
-Baka, es obvio que vino a traer las bebidas.- Habló Hakudoshi.
-¿Por qué no vino el otro mesonero, Srta. Higurashi?- Preguntó Onigumo ignorando a sus dos hijos.
-Hmmp, Shippo-chan no está en buenas condiciones para trabajar.-
-Si lo note algo mal, sabes la voz eso. Espero que se recupere pronto.- Dijo con sarcasmo Kanna.
-Y dime linda¿Cuál es tu nombre?- Preguntó Naraku. Kagome iba a contestarle pero Onigumo se le adelanto.
-Naraku, no acoses a la Srta. Higurashi.-
-Pero…-
-Ejem, disculpen pero… ¿Qué desean para cenar?- Preguntó Kagome.
-Para mis dos hijos, pasta a los cuatro quesos.- Empezó Kanna. Kagome iba anotando todo lo que Kanna le decía. –Para mí, una ensalada cesar, con salsa americana. Y para mi lindo esposo, carne a la plancha. Que lo traigan caliente, por favor.-
-Enseguida Sra. Masashi.-
-Srta. Higurashi, espero una buena cena de su parte.-
-Así será, Sr. Masashi.- Contestó Kagome con educadeza cuando por dentro de sí quería era lanzarle una cachetada a ese tal Naraku.
-¡Ahhh! Si supieras lo mujeriego que es ese estupido de Naraku.- Se quejó Kagome metiendo la pasta en la olla con agua caliente.
-Jajajaja, amiga si tú lo dices.- Se burló Sango.
-¿Ehh¿En donde se metió Rin-chan?-
-Venita en la frente Esta jugando con Miroku a cocinar.- Contestó Sango con un deje de molestia.
-¿Por qué te molesta?-
-¡Por que están jugando con mis ollas!- Gritó Sango señalando a Miroku a Rin.
-Gotita en la frente Sango-chan, deja de decir tonterías y ponte a trabajar en la ensalada de la tipa esa.-
-Hai. Kagome-chan, por cierto quería comentarte que…-
-Sango, si vas a empezar a hablar del postre, ya te dije que…-
-¡No! No es eso. Es que, estoy algo preocupada.-
-No te preocupes, si Rin-chan rompe tus ollas yo te las pago.-
-Venita en la frente ¡Kagome! No es eso. Ahora déjame hablar…-
-Hai, hai, hai. Habla.-
-Bueno veras… en la cocina somos solo; Tú, Miroku, Kagura, Yura, Jaken-sama y yo.- Tomo un respiro. –Tú te encargas de cocinar, Miroku hace las bebidas, Kagura le pone sabor a las sopas, Yura limpia los trastes al mismo tiempo que corta las verduras, Jaken-sama cocina y corta todo tipo de carnes (Pescados, liebres, venados, etc.) y yo me encargo de condimentar todo lo que prepares y verificar si todo está en orden.-
-Aja, dime algo que no sepa.- Bostezó Kagome.
-Venita en la frente El hecho es que siempre en las cocinas de restaurantes Franceses hay dos cheff's…-
-¿Ah que te refieres?- Preguntó confundida.
-A lo que me refiero es que no me sorprende que en un día de estos el Sr. InuTaisho contrate a otro Cheff.-
-¡Keh¡No hables bobadas! No creo que InuTaisho-sama desee contratar más personal de servicio, ya somos muchos.-
-Hmmp, yo opino lo mismo que Sango.- Dijo Miroku recién llegando al lugar donde estaban Kagome y Sango.
-Silencio. Sango¿Ya está lista la ensalada?-
-Hai. Toma.- Entregándole el plato con la ensalada.
-Hmmp, esto huele delicioso, Kagomesita de mi vida.- Habló Naraku.
-Disculpe Sr. Naraku, demo, mi nombre es Kagome. KA-GO-ME. Con su permiso…-
-Espere Srta. Kagome, esta ensalada… ¿Tiene picante?- Preguntó Kanna.
-No Sra.-
-Supongo que esta bien. Bueno ya retírate.-
-"Maldita zorra"- Pensó.
-¡Es tan zorra! Esa tipa es una…-
-¡Kagome! Que esta Rin presente.- Recordó Miroku.
-¿…¿Qué ibas a decir Kagome-chan?- Preguntó una inocente Rin.
-Etto…-
-Lo que Kagome-chan iba a decir era que esa tipa es una persona muy buena. Dono al hospital para niños con problemas muchos millones¿sabias?- Mintió Sango.
-¿¡Enserio!? Que genial.- Asumió Rin con brillitos en los ojos.
-Si… eso era lo que iba a decir.- Susurró Kagome.
-¡No lo puedo creer! Le voy a pedir su autógrafo.-
-¡No¡Rin, espera!- Muy tarde Rin ya habia salido de la cocina.
Iba a salir a buscarla cuando oyó un grito de afuera…
-¡AHHHHHHHHH¡ESTA ENSALADA TIENE PICANTE¡ME VOY A MORIR!- Gritó al parecer¿Kanna Masashi¿De que estaba hablando?
Cuando salió de la cocina pudo ver a un par de metros de ella a Rin y en la mesa donde se sentaban los Masashi a Kanna con las manos en la cabeza, la cual estaba roja como un tomate.
-¡Amor, resiste!- Gritaba Onigumo mientras sus hijos gritaban, "mama, mama¿¡Que te pasa!?" Cosas por el estilo. El Sr. InuTaisho llamo a una ambulancia que a los cinco minutos ya estaba allí, antes de que montaran a la Sra. Masashi en está, ella grito:
-¡Higurashi! Maldita fuiste tú. ¡Tú me dijiste que no tenía picante!-
-¿¡Nani!?- Gritó el Sr. Taisho mirando a Kagome.
-Ya veras InuTaisho, me vengare de está.- Sentenció el Sr. Masashi.
-Chicos, estoy decepcionado de ustedes.- Habló el Sr. Taisho cuando el restaurante quedo vacío.
-Demo, InuTaisho-sama…- Empezó Sango.
-¡Pero nada! Kagome, se puede saber¿Por qué le diste a la Sra. Kanna esa ensalada picante cuando sabias que ella era alérgica?-
Kagome lo miro indignada.
-¿¡De que está hablando¡Esa ensalada no tenía ningún picante! La preparo Sango y yo misma la revise antes de llevársela cerciorándome de que no llevara nada picante.- Se defendió Kagome.
-¿Insinúas que todo lo que pasó fue puro teatro…?-
-¡InuTaisho-sama! Kagome-chan no miente. Yo lo vi con mis propios ojos. ¡Solo estaba actuando!-
-¿De que hablas, Rin?-
-Vera, todo empezó cuando Sango-chan me dijo que ella habia donado mucho dinero al hospital para niños con problemas…-
Flash Back.
POV Rin.
¡Waooo! No lo puedo creer, que genial que alguien haya donado tanto dinero a los niños especiales. ¿Por qué Kagome-chan me grito "¡No¡Rin, espera!"¿Será que ella también querrá un autógrafo de la Sra. Kanna…¡Esperen¿Qué rayos le esta poniendo a la ensalada de Sango-chan¿Por qué su cara se volvió roja de repente cuando la probó? –Pensó Rin-chan viendo como Kanna le ponía una salsa roja a la ensalada.- ¿Por qué esta gritando que mi tía es una maldita¡No entiendo nada!
Fin POV Rin.
Fin Flash Back.
-¿Eso… fue lo que pasó?- Preguntó sorprendido InuTaisho.
-¡Hai!- Gritó Rin.
-No lo puedo creer. ¡Yo lo sabia! Esa maldita serpiente.- Se quejó Kagome.
-Váyanse a casa.- Ordenó InuTaisho. –Mañana hablaremos del asunto, ya es muy tarde. Descansen.-
Sin más que decir cada uno partió a su casa pensando en el suceso que habia ocurrido hace poco en el Restaurante Taisho.
Continuara…
En el proximo capitulo….
-¡Oye! Fíjate por donde vas.- Protestó con el que parecer se habia chocado.
-Óyeme¿¡Que te pasa¡Eras tú el que venia distraído!-
-¡Keh! Niña tonta.-
-Hey, te hice una pregunta.-
-Ha, que descarado y entrometido eres. Eso no te importa.-
-Oye estaba tratando de ser amable y tu me sales con una grosería.-
-¡Ahh¿Ahora soy yo la grosera?-
-Venita en la frente ¿Por qué no quieres decirme quien eres?-
-Por que siempre que le pides a alguien su nombre, debes dar el tuyo primero.- Aclaró Kagome.
-Ahh bueno, si es así mi nombre es…-
-Aja¿Y que quiere que yo haga¿Que la amarre a una silla y le apunte con una pistola diciéndole que si no deja de hacer eso la matare?- Insinuó Kagome.
-Gotita en la cabeza Ehhh… bueno… yo…- Balbuceó la Sra.
-Con todo respeto Sra. Directora… No sea ridícula, eso sucede cuando las niñas están en la edad de la pequeña Rin.-
Mas en el proxx capii de "Mantecado con chocolate" jejejejej!
