Este es un nuevo trabajo es la traducción de una fic que me encanta escrita por la autora brasilera Carol . Espero que les guste.

Manual de Supervivencia con Ginebra Weasley.

Capítulo 1 – Cuidado: ¡Ella tiene TPM!

Es gracioso como algunas elecciones pueden cambiar tu vida. Y mucho. Un día tu única y exclusiva preocupación es como lograr tener más y más galeones, y al otro, solo quieres poder desviarte de un objeto volador identificado (en este caso, un libro, uno enorme) lanzado en tu dirección.

Probablemente no debí estar en perfecto juicio cuando le propuse que viviéramos juntos. Talvez haya sido el calor del momento, porque ella realmente tiene algún poder sobre mi, que me hace hacer cosas sin pensar, ser espontáneo. O quien sabe, simplemente no quise separarme de ella nunca.

Es exactamente en eso que resulta hacer las cosas sin pensar.

Volviendo al asunto del libro volador. Una cosa que toda madre debería enseñarle a sus hijos (o por lo menos a los heterosexuales):

1. Nunca irrites a una mujer que tiene TPM.

2. Cuando ella te diga "¡Sal del frente ahora!", créeme, es mejor que te quites antes de que alcance algún objeto.

3. Y la más importante de todas: bajo ninguna hipótesis, dile que tiene TPM.

Esas son las consecuencias de vivir con una Weasley. Creo que debería venir con una plaquita del Ministerio de Salud:

"Convivir diariamente con Ginebra Weasley causa dependencia y te deja aun más enamorado."

5:00 AM

Pasando la mano por el espacio vacío al lado derecho de la cama, Ginny abrió los ojos lentamente "El no esta aquí, para variar". Comenzó a desperezarse en la cama como un felino, y sintió una bola de pelos a sus pies moverse. Entonces se sentó en la cama y cogió a la gata:

-¿Dónde estará nuestro copito (de nieve) hein Liz?- la gatita soltó un maullido alto y salto de las piernas de su dueña, yendo en dirección de la puerta.

Ella salió del cuarto, siguiendo a la gata, en dirección al escritorio de el. Liz ya estaba allí, arañando la puerta.

-Ya se que esta ahí, calma Liz.- dijo abriendo la puerta.

Y allí estaba el, con la cabeza apoyada en una de las manos, evitando que algunos cabellos rubios le cayeran sobre los ojos. Ginny inclino un poco la cabeza hacia el lado, para intentar ver si tenía los ojos abiertos "Por este ángulo parece tan inofensivo casi angelical..." inclino la cabeza hacia el lado opuesto "Uau, por este se ve increíblemente sexy..."

-¿Draco, estas despierto?

El levanto la cabeza lentamente, acomodándose las gafas.

-Sabes Ginebra aun no desarrolle la técnica de dormir con los ojos abiertos...

-Por Merlín, Draco, deja de ser tan grosero, solo quería saber si te habías quedado dormido sentado.

-No fui grosero, solo conteste directamente una pregunta idiota.

-¿Me llamaste idiota? Eres un cretino.- Ginny grito saliendo del escritorio tirando la puerta.

Draco, se quito las gafas, tirándolas sobre la mesa y masajeándose los ojos.

-Genial, allá vamos de nuevo, a las 5 de la mañana.

Se levanto y fue caminando lentamente hacia el cuarto, donde encontró la puerta cerrada. Forzó la perilla varias veces, antes de golpear levemente la puerta:

-¡Abre, Ginny!

-¡No!- una voz apagada respondió.

-Vamos pequeña, no quieres que entre a la fuerza en mi propio cuarto, ¿cierto?

-¡Déjame sola Malfoy!

-"Alohomorra"- susurro Draco, antes de entrar al cuarto.

Ginny estaba sentada en la mitad de la cama, con los brazos cruzados, una cara muy enojada y las orejas extremadamente rojas, lo que indicaba que estaba muy nerviosa.

-¡Te dije que me dejaras en paz!

-Escúchame pequeña, no quise decir que eras idiota. Es que siempre me malinterpretas cuando estas con TPM.

-¡Ah! Ustedes los hombres, ahora creen que tienen el derecho de irritar a una mujer y culpar a la TPM. ¡No tengo TPM!- Ginny ahora gritaba.- ¡Sal del frente, Draco!.

-No.- le dijo parándose frente a la puerta, cruzando los brazos desafiador.

-¡Sal del frente antes de que pierda la cabeza!

El solo rodó los ojos, pareciendo cada vez más indiferente a la rabia de la chica. Ella, extendió la mano hacia una de las mesas de noche, cogiendo uno de los enormes libros que Draco acostumbraba leer en la cama.

-Sino te vas voy a lanzártelo.

-Lo dudo- comenzó a decir lentamente, pero fue interrumpido por el libro golpeándole la cabeza, se toco el sitio donde recibió el golpe, antes de sentirse tonto y caer al suelo sentado.

-¡Por Merlín!- ella se tapo la boca asustada, corriendo hacia el lado de el. - ¡Discúlpame, amor! ¡No era mi intención que te pegara! ¡solo era para que pasara cerquita y te asustara!

Ginny se sentó en el suelo a su lado, intentando quitarle la mano de la cabeza, para ver como estaba.

-¿Te sientes bien? ¿Te duele mucho? Draco, si no quitas la mano nunca voy a ver como estas.

Con mucha lucha, Ginny logro alejar la mano de Draco, y lo hizo colocar la cabeza en sus piernas. El golpe había sido fuerte, se podía ver que le saldría un enorme chichón.

--Quédate quieto, voy por hielo.- Ella intento levantarse, pero Draco la tomo de la mano.

-No, quédate aquí, conmigo.- le pidió.

Ella pareció pensarlo por unos instantes, mas se rindió al pedido del rubio. Sentándose de nuevo en el suelo con la espalda apoyada en la pared acomodándole la cabeza en sus piernas, comenzando a acariciarle el cabello.

-¿Draco?

-¿Hummm?

-Me vas a disculpar, ¿no?

-Algún día... talvez...

-Si no me disculpas y haces que sienta con la conciencia pesada por haberte golpeado, voy a llamarte copito frente a mis hermanos.

-Dios, obtener perdón por chantaje no es una actitud muy Grifindor. Mucho menos intentar matar a tu prometido con su nuevo libro de pociones.

-Pues si, la convivencia con un cierto Slytherin de ojos grisáceos...- diciendo eso Ginny bajo la cabeza, uniendo sus labios a los de el.