KHR! es de Akira amano. Lo único mio aquí son los personajes originales.
Nate: Si me permiten...*Empieza correr de un lado gritando de la felicidad, hasta que una piedra random aparece y cae al suelo dramáticamente*
Nero: Nate-san, esta bien? *le da golpecitos con una varita*
Nate: *Se levanta como si no hubiera pasado nada* Por fin!
Nero: Eh?
Nate: Si usted ha llegado a este fanfic sin haber leido antes "Rayos!", le recomiendo que busque le de clic a donde dice "Nate-awesome-Kirkland" y busque la historia con tal nombre. Ya que esta es la secuela de ese fanfic!
Nero: Luego de 1654131068541613651 intentos, por fin nate-san se decidio de publicar la secuela.
Nate: Si mi mente no me falla y la "demo" no se me perdió, esta secuela es mas larga que la historia original.
Nero: Sin mas que decir, los dejamos leer la tan tardada secuela.
―Hermano, por favor… ―Kaoru miro por vigésima vez a su hermano, tenía alrededor de treinta minutos pidiéndole lo mismo.
―No sé...Sabes que no hay forma de que te protejas por ti misma, tanto tu caja-arma como tu anillo se perdieron.
La menor frunció el ceño levemente, mientras cruzaba sus brazos. Sus mejillas se inflaron como cual niña pequeña en pleno berrinche. El mayor jalo una de las mejillas de la chica, quien soltó un quejido.
―Está bien, puedes ir…pero iras acompañada de weiβ―En la cara de la rubia se creó una sonrisa y rápidamente salto a los brazos de su hermano.
―Gracias, Fabrizzio.
―Sono tuo fratello... Non è la necessità di riconoscere il fatto che voglio vedere quel sorriso sul tuo viso*.
―Credo che sia così*.
El rubio mayor esbozo en sus labios al ver a Kaoru cruzar la puerta, hace dos años no dejaba de llorar porque quería regresar a Japón y varias veces le grito que le odiaba una y otra vez. Pero eso no podía ser para toda la vida, lentamente su relación paso a ser la misma de antes, aunque él sabía que Kaoru seguía guardándose algo.
Kaoru camino por el pasillo dando –literalmente– saltos de felicidad, aunque paro al sentir algo engancharse a su pierna, bajo la mirada para encontrarse con un niño de aparentemente dos años abrazando felizmente su pierna.
La chica sonrió y tomo al niño en brazos, quien movió sus brazos de un lado a otro en señal de felicidad.
―Ritsu, te escapaste de donde estaban Tania y Raike, verdad? ―Kaoru observo como las mejillas del pequeño pelirrojo se inflaban y este asentía levemente―. Eres un niño malo y por eso te voy a comer a besos!
Kaoru empezó a picotear las mejillas del niño, mientras este reía por las cosquillas que los labios de la mayor causaban.
―Eh! Entonces yo también quiero ser una niña mala! ―Kaoru levanto la vista y se encontró con una niña de aparentemente cinco años de cabello blanco, siendo el final un arcoíris. A su lado caminaba un niño que aparentaba más edad que la niña, este era de cabello negro.
Kaoru camino hacia donde estaban los otros dos niños y dejo al pequeño pelirrojo en el suelo.
― ¿Quieren ir a tomar un helado?―Pregunto mientras los tres asentían.
―Irán solos? ―Kaoru volteo al escucharlos la voz de Weiβ, quien era un poco diferente a hace dos años atrás, era más alto y tenía el cabello más largo.
―Acompáñanos, tío!
La albina se acercó se acercó a él lo jalo a donde estaban los dos niños y la chica, quien solo inflo las mejillas en señal de puchero.
―Estoy celosa.
Los niños y el albino solo pudieron reírse ante la frase de la chica.
Ahora estaban sentados en una mesa de la heladería favorita de la rubia, estaban charlando con los niños de cosas que no poseían sentido.
―Por cierto…
Todos miraron a la rubia con curiosidad, se había quedado pensativa por unos cuantos minutos.
― ¿Pasa algo, Kaoru? ―El albino sabía que era algo malo –al menos para él y para la salud mental de la chica–, ya que esa expresión la conocía muy pero muy bien.
―Pues…―El chico miro a Kaoru, la incertidumbre le carcomía por dentro―. Mañana nos vamos a Japón, Vacchan*.
―…Que?!
Los tres niños y el albino se quedaron helados, la expresión de Kaoru era una de entre dolor y felicidad, cosa que dejaba un poco curioso al de cabellos blancos.
―Solo será un tiempo, eso es seguro.
Kaoru siguió comiendo su helado, aunque la felicidad que tenía hace horas había desaparecido completamente. Luego de eso los niños siguieron conversando, aunque pocas veces Kaoru respondía, que era lo que había pasado para que la rubia estuviera asi?
Al llegar de nuevo a la mansión, la rubia rápidamente se dirigió a su habitación, siendo seguida por el albino quien estaba un poco preocupado por el estado mental.
―Kaoru, ¿Podemos hablar? ―La chica bajo la cabeza y un leve "si" salió de sus labios, El de cabello largo soltó un suspiro y luego siguió a la rubia a su cuarto―.
Al entrar, Kaoru se dejó caer encima de la cama y tomo una almohada para empezar a abrazarla, el mayor solo se acostó a su lado y miro al techo.
―… ¿Te sientes bien, Kaoru?
―Luzco como si estuviera bien? ―El albino se giró para mirarla, la rubia estaba a punto de llorar―. Porque si lo hago, no lo estoy…Tengo mucho miedo.
―Todo estará bien, no hay porque temer…yo estaré aquí para cuidarte, porque ese es mi deber como guardián.
El albino se acercó a la frente de la chica y le dio un pequeño beso, en estos dos años Kaoru se había abierto con él y eso se lo agradecía, ya que de esa forma estaba asegurando cumplir la promesa que le hizo a la otra Kaoru y la que le había hecho a la Kaoru que estaba frente de él.
―Nunca me dejaras, cierto?
―Nunca.
La mañana del día siguiente fue rápida, Kaoru realmente quería llegar a Japón rápido, arreglo las maletas con la velocidad del rayo y antes de ir a darse un baño, alguien toco su puerta.
―Puedo entrar, Mamma?
La chica camino a la puerta y la abrió recibiendo al pequeño pelinegro, quien sentía sus manos sudar y sus rodillas temblar.
―Bueno días, Raike! ―La chica le sonrió, mientras el chico le abrazaba―. ¿Dormiste bien?
―Sí, pero…
―Pero?
―T-Tengo algo que preguntarte, Mamma.
Kaoru ladeo la cabeza, el niño estaba muy nervioso y poco seguro de lo que iba a decir. No sabía por qué, pero cada vez que hablaba con Raike este siempre estaba tan nervioso.
―…P-Puedo ir contigo a-a Japón? ―Los ojos de Kaoru se ampliaron ante la sorpresa, realmente la pregunta del chico le había tomado desprevenido―. Eso e-es un "no"?
―Quieres venir? ―El chico asintió enérgicamente, mientras una sonrisa se extendía en sus labios―. Está bien, puedes hacerlo. Te ayudo a arreglar tu ropa?
―Por favor.
―Entonces vienes con nosotros, Raike? ―El niño asintió, mientras Kaoru sonreía levemente―. Estoy seguro que Japón te encantara, sobretodo en esta época que todo es rosa.
―Rosa?
―Sí―Kaoru respondió mientras buscaba su teléfono en su bolso, al encontrarlo le mostró una imagen en a que se veía la puerta de una escuela, rodeada de grandes árboles de los cuales caían sutiles y casi imperceptibles pétalos de un rosa pálido―, Vacchan se refiere a la época del crecimiento de los cerezos.
―Señorita, su vuelo está listo.
―Gracias.
*: Soy tu hermano ... Se trata de la necesidad de reconocer el hecho de que yo quiero ver esa sonrisa en tu cara.
*:Supongo que es así.
*: La pronunciacion de "weiβ" es "Vaigh", "Vacchan" es un apodo que une la dos silabas "Va" (Del nombre del albino) y "Cchan" (De la palabra Ka-chan, que en Japones significa madre).
Nate: Si este es el principio de nuestro nuevo comienzo, muchas cosas cambian y otras están por cambiar. Gracias por leer.
¿Review? :DD
