¡Nuevo Fic! Mi segundo villano favorito es el Joker y como ayer volví a ver The Dark Knight, esta idea se me ocurrió y no contuve las ganas de escribir, xD
¡Espero les guste!
I. Visita a Arkham.
Ya habían pasado 8 años desde la muerte del caballero blanco de Gotham, Harvey Dent, y desde que todas las autoridades tenían el deber de atrapar o asesinar, dependiendo de la situación, al forajido Batman, culpable del asesinato de Dent y de otros policías.
Claro está, que desde que se declaró la cacería, Batman no apareció nunca más. Por lo tanto, muchos periodistas ganaron grandes cantidades de dinero a costa del desaparecido Batman, con innumerables teorías de su ausencia y del porqué asesinó a Harvey Dent.
Isabella Queen era la excepción. Ella no quería hablar de lo mismo, por lo tanto, buscaba nuevas historias que escribir y publicar para que la gente tuviese algo distinto que leer. Y así huir del "BatSpam", como Isabella le llamaba a esa revolución enfermiza.
—No sé qué escribir —gimió Isabella, golpeando su cabeza contra el escritorio.
—Si es por saber, claro que sabes y tienes bastante que escribir. Que no quieras es otra cosa.
—Batman, Batman, Dent, Batman. ¡No! ¿Acaso no se dan cuenta de que ya es tedioso hablar de lo mismo? Mi columna es la más leída porque escribo cosas diferentes a Batman o Dent.
—Y ahora se te acabaron las ideas.
—Pues... Tal vez. Revisaré algunos archivos viejos a ver que encuentro.
—Ve al sótano 2. Allí encontrarás de todo.
—Gracias Erika.
Isabella se encaminó hasta el lugar, se colocó unos guantes de látex y una mascarilla, ya que había muchos papeles de 20 a 25 años de antigüedad junto con los de 10 años y de algunos meses.
Ella se dirigió hasta los archivos de hace 8 años y se dispuso a leer, hasta que encontró algo que le llamó la atención:
El Joker amenaza con asesinar al alcalde, posiblemente en el funeral del Comisionado Loeb
— ¿Joker? —susurró algo confundida.
Se llevó el artículo hasta su escritorio y se dispuso a buscar más sobre el Joker.
— ¿Conseguiste algo? —le preguntó Erika al ver que Isabella estaba metida de cabeza en su investigación.
—Sí. Sobre un individuo que se hace llamar "Joker".
A Erika le dio un escalofrío e Isabella lo notó al instante.
— ¿Sabes de quién hablo?
— ¿Quién no? Ese hombre hizo explotar el Hospital General, sus secuaces asesinaron, o los hombres del mafioso Maroni, al comisionado Loeb, a la jueza Surillo y a la asistente, y novia de Harvey Dent, Rachel Dawes. Y a muchos más. Es un ladrón, asesino y demente que debe estar en Arkham ahora.
—Jamás escuché de él.
—En aquellos días ni siquiera eras una pasante. Y la muerte de Dent opacó los actos del Joker. Nadie más se acordó de él. Sólo los familiares de sus víctimas.
— ¿Dijiste Arkham?
—Sí. ¿Por...? Espera, ¿piensas entrevistar a ese psicópata?
— ¿Por qué no? Me parece injusto que nadie hable de él. Después de lo que hizo... Quiero saber de él pero de su propia boca.
—Está en una celda de nivel 1. ¿Crees qué te dejarán entrar tan fácilmente?
—Pues, ya veremos, Erika. Pero entrevistaré al Joker, sea como sea.
Isabella hizo unas llamadas hasta poder contactar a James Gordon, el comisionado que regía para ese momento. Isabella y James se habían conocido unos meses atrás en una entrevista que ella le hizo a causa de la ley Dent y se habían vuelto buenos amigos.
Gordon dijo que quería hablar con ella en privado así que la joven salió de su oficina, feliz de salir de su monotonía.
—Muchas gracias por atenderme sin cita, comisionado.
—No hay de qué, de todos modos no tenía mucho por hacer. Además, eres mi amiga y quiero lo mejor para ti…
—No me dejará ir a Arkham, ¿verdad?
—Aún lo estoy pensando, Isabella.
— ¡Comisionado se lo pido, por favor! Usted sabe bien mi desagrado por la obsesión que tienen hacia Dent, pero más que todo por Batman. Quizás el pobre hombre está muerto y lo siguen fastidiando.
—Que Dios le guarde... —masculló Gordon, pero Isabella logró escucharle. Ella frunció el ceño pero siguió hablando.
—No hablaré con él al aire libre. Él estará en su celda y yo fuera de ella, así que no habrá peligro.
—Yo estuve frente a frente con ese hombre, y te aseguro de que esa celda no será problema para él si te quiere en sus manos.
—Hábleme de él entonces si no me dejará ir a Arkham —dijo Isabella cruzándose los brazos.
Gordon respiró hondo y abrió una carpeta que tenía sobre su escritorio.
—Cuando llamaste y me hablaste de él, busqué de inmediato su archivo. Bien, jamás supimos quién era, de sus huellas no apareció nada, tampoco de su ADN, es como si fuese un ser que nunca nació o que al menos nunca registraron. Era un "nadie", así le llamé en mi archivo.
— ¿Cómo lo atrapaste? —preguntó Isabella casi con una sonrisa mientras apretaba con fuerza su grabadora y escribía palabras claves en su block de notas.
—Batman y Dent le pusieron una trampa, haciéndole creer que Dent era Batman y nuestros oficiales de policía le encarcelaron, por cierto yo estaba aparentemente "muerto", pero en realidad yo era el que conducía el búnker que transportaba a Dent. Entre una cosa y otra, Batman quedó vulnerable ante el Joker y cuando éste estuvo a punto de clavarle uno de sus cuchillos, como bien sabía hacer, le detuve con mi escopeta.
—Bien, continúe —suplicó Isabella, empapándose de cosas nuevas.
—Cuando lo llevamos a la comisaría fue cuando nos dimos cuenta de que no sabíamos quién era y jamás lo sabríamos, pero fue entonces que nos avisaron de que Dent había desaparecido al igual que su novia, la señorita Dawes.
Isabella recordó el apellido de Rachel y empezó a enlazar las cosas en su mente.
—Pero, ¿Dent no estaba en custodia?
—Sí, pero al atrapar al Joker se descubrió la jugada y se retiraron los cargos de inmediato.
—Oh, bien, prosiga.
—Intentamos entrevistarlo pero no decía ni una sola palabra, hasta que dentro de sus juegos nos dio a entender de que sabía el paradero de Dent, pero claro está que no nos diría nada, así que llamé a la artillería pesada y Batman continuó la entrevista.
Isabella hizo una mueca y Gordon soltó unas carcajadas.
—Sí, hubo golpes incluso.
—Muy de Batman —sonrió Isabella mientras jugaba con su bolígrafo.
Gordon sonrió y se quedó meditabundo un par de minutos, Isabella carraspeó la garganta y James logró volver a la realidad.
—Lo siento.
—Descuide, señor, fueron momentos de adrenalina que vale la pena anhelar.
—Vaya, pero no de ese tipo de adrenalina, ¡no!
Isabella se rió entre dientes y Gordon siguió hablando.
—Todo fue su plan, el que le apresáramos, porque una vez nos fuimos, explotó la comisaría y se fue con Lau, un chino que servía para la mafia de Maroni.
Isabella estaba en shock pero luego sonrió.
— ¿Aún quieres verlo?
— ¡Eso no se pregunta, Gordon! —exclamó abriendo los ojos más de lo normal. El aludido alzó las cejas y ella bajó la mirada —. Lo siento, comisionado.
—Descuida y toma —le entregó una orden para poder entrevistar al Joker las veces que quisiera.
— ¿De-de verdad, comisionado? ¡Gracias! —lo abrazó con fuerza y Gordon le correspondió al abrazo entre risas.
—Pero ten mucho cuidado, ¿de acuerdo? Ehm, ¿quieres que te acompañe?
—Quizás se sentirá intimidado por su presencia, prefiero ir sola. Pero gracias por su ayuda de todas formas.
—Para eso estoy aquí, Isabella.
La joven periodista se encaminó hasta Arkham, el horrible manicomio que su tío habitó hasta el día de su muerte; el lugar que tantas pesadillas le causaba, tanto dolor.
Al llegar, mostró su autorización a cada encargado de Arkham para que no le hicieran perder más tiempo.
—El paciente se encuentra en terapia ahora, debe esperar hasta que termine y lo traslademos hasta su celda —dijo una encargada con cara grasienta y acento sureño.
Isabella esperó el tiempo suficiente que aprovechó para hacer su introducción en su block de notas. Borraba y volvía a escribir, se limpiaba el sudor de su mano constantemente hasta que un timbre le asustó.
—Ya puede ver al paciente, señorita Queen.
