¡Saludos!
Este es un SwanQueen AU basado en la película "Seven Pounds" o "Siete almas" los que ya vieron la película saben por dónde va el asunto .Espero sea de su agrado.
Disculpen las faltas de ortografía.
Once Upon time no me pertenece.
Intento contener las lágrimas pero no podía, aquellos sollozos que atravesaban su garganta y quemaban sus labios ya no la dejaban respirar bien. Cogió el teléfono con las manos temblorosas intento marcar el número que la condenaba, se hacía difícil ver con la visión nublada pero aun así presiono las teclas de manera pausada y con una gran bocanada de aire coloco el teléfono en su oído ansiando una contestación rápida y siendo incapaz de detenerse.
-911 Emergencias
-Necesito una ambulancia…
-Ok la tengo ¿En el 9312 de la tercera oeste en los Ángeles?
-Sí en la Habitación 2…
-Bien. ¿Cuál es la emergencia?
La joven resopló ligeramente antes de continuar –Un suicidio - gimoteo mientras temblaba.
-¿Quién es la victima?
El silencio se instaló durante al menos 3 segundos más antes de que la operadora escuchara la respuesta.
-Yo.
Algunas Semanas antes
En siete días se creó el mundo…Y en siete segundos yo destroce el mío….
Entro en la mansión luego de su larga jornada de natación. Era una suerte que su bellísima casa en la playa le proporcionara la libertad de nadar en las cristalinas aguas del mar todas las veces que se lo propusiera, así como si ese océano fuese de su propiedad, suyo y de nadie más. Sentía una enorme paz interior en su hogar… pero sabía muy bien que no la merecía.
Se vistió con su traje ejecutivo impecable como siempre, peino su sedoso cabello, perfumo su cuerpo y sus ropas, observo en el espejo su reflejo, veía con detenimiento sus ojos, mirada cansada y vacía… sabía que no había nada…era como si hubiere muerto.
Resoplando cansada se sentó en aquel banco en el que solía acurrucarse. Vio los papeles a su lado y los leyó.
"Estos son los candidatos que cumplen tus condiciones en la región 5. Recuerda que no los conoces"
Tenía subrayado uno de tantos nombres, chasqueo la lengua elevando la barbilla mientras tomaba el teléfono de la sala para hacer la llamada.
- ¿Puedo enviarle otros de nuestros productos para mañana?
- Oh no, no Gracias ¿Cuál era su nombre?
- Puede llamarme Gold. Voy a necesitar su nombre y apellido para poder acceder a su cuenta
-Mira tengo una idea Señor Gold… Creo que voy a devolverte la carne en persona para que puedas ver con tus propios ojos la comida de perro que me enviaron.
Gold resoplo una tímida risa al teléfono – Eso…eso no va a ser necesario Señorita… ¿porque mejor no me da su apellido? –
- Mills – Contesto de inmediato – Y todo esto sin hablar del cerdo – Continuo la mujer - ¿Has probado el cerdo?
- Pues no la verdad es que no. Lo Cierto es que no soy muy carnívoro, pero he oído hablar estupendamente del cerdo –dijo de manera amable.
- ¿Entonces no comes cerdo?- su ceja se aqueo y sonrió sarcástica como si aquel hombre al teléfono pudiera observarla - ¿Eres judío? ¿Eh? ¿Por eso no comes cerdo, Gold?
- Ah…podemos… ¿Me dice su nombre Señorita Mills?- ignoro sus preguntas.
- Regina –
El hombre tecleo las letras en su computador y al instante una voz robótica resonó con la respuesta - Ningún pedido a nombre de Regina Mills -
-¡Wow espera! ¿Qué fue eso? – La morena parecía sorprendida - ¿esa voz?
-Dice que no hay ningún pedido a nombre de Regina Mills – Repitió Gold
- ¿Oye que ha sido esa voz extraña?
- ¿Qué voz? –se puso nervioso ante la insistencia la mujer.
-¿Eres ciego? – Su risa se dejó oír atreves del teléfono extrañando a Gold -Esto debe ser una broma…. Eres un vendedor de carne ciego….que no come carne –
- Ah… ¿Disculpe?-
-¡Esto sí que es bueno!- El tono de Regina cada vez era más hiriente – ¡Que perdedor! …Seguro nunca te has acostado con nadie
Gold no podía creerlo – ¿Oye ha sido Harris el de contabilidad el que ha liado todo esto? –
La morena lo interrumpió – No me imagino a un vendedor de carne vegetariano y ciego acostándose con una chica
-Yo… estoy intentado ayudarle señorita
- ¿Estas intentado ayudarme? ¿El vendedor de carne ciego está intentado ayudarme? …¡Ya estas empezando a darme pena Gold! Sabes le hecho una ojeada a mi vida y está llena de belleza por todas partes y tú no puedes ver ni una mierda – Gold se encontraba perplejo no lograba creer que aquella mujer al teléfono le estuviera diciendo todas aquellas cosas.
-¿Es eso justo? – Siguió ella - ¿a ti te parece justo? ¿Acaso sabes de color es el mar?
-Es Azul señorita –ignoro su propia turbación
-Es azul señorita- Repitió ella despreciándolo - ¿Por qué no me dices lo que quieres decirme? ¿Ah? …. ¡Dímelo!
-Nuestra compañía le agradece su llamada -
-¡Cobarde! … ¡Eres un cobarde vendedor de carne vegetariano ciego y virgen!... ¡Di lo que quieres decirme! ¡Cobarde!
-Adiós Señorita Mills – finalizo la llamada aun sin contestar las groserías que la morena gritaba.
Regina camino de un lado a otro, frustrada lanzo el teléfono al suelo, respiraba de manera entrecortada por más que se esforzaba por contenerlas, varias lágrimas traicioneras rodaron por sus mejillas se llevó una mano a la boca para no soltar un sollozo. Sin poder controlarse más tomo los papeles de la mesa y los tiro al suelo, pateo una silla a su lado y grito atormentada. Todo esto sin cesar mientras repetía siete nombres. Siete nombres de los cuales solo se podía reconocer uno…Daniel….Daniel Jensen.
Sentada en el cubículo de aquel solitario edificio Regina tecleo varias veces en busca de la persona correcta… a su lado estaba una hoja con varios nombres tachados, ninguno de ellos le parecía indicado… no eran buenos. Suspiro exasperada y bajo el cursor hacia la barra de búsqueda.
Vio de nuevo la hoja a su lado y probo con uno de los pocos nombres que aún no estaban tachados en su lista.
La base de datos de hacienda desplego toda la información financiera de aquella persona .Sus cuentas estaban en rojo por las altos gastos médicos que tenía. Regina miró fijamente la foto de la joven rubia mientras su ceño se fruncía con intensidad.
Emma Swan, 28 años de edad, tenía rara enfermedad cardiaca.
La morena la contemplo por un tiempo, chasqueo la lengua y arrugo la nariz – Veamos si te puedo ayudar Emma Swan – su susurro fue suave, imprimió la información y salió de aquel lugar con el único objetico de ir al encuentro de la rubia y averiguar si esta merecía su ayuda.
Dejen sus cometarios y Tómense la libertad de dar su opinión sea cual sea. Hasta la próxima.
