Diclaimer: Todo a Meyer, nada mio.
Summary: "Eso solo sucede cuando la esposa no es lo suficientemente buena, Rosalie" Drabble cortito
Dirty Little Secret
Rochester, 1933.
—. ¡Royce!... ¡Royce! —
Rosalie corría por los pasillos de la mansión King buscando a su pronto esposo, Royce King II. Siguió buscando, al no encontrarlo en la habitación que le había señalado su suegra hace poco.
Le preguntó a una criada que limpiaba el polvo de los viejos cuadros – a Rosalie siempre le había dado escalofríos mirar esos cuadros – de los antepasados de Royce. La criada le dijo – no con cierto miedo – que él estaba en el estudio de su padre con una amiga intima de la familia. Esto a Rosalie no le preocupó, Royce antes había hecho esto, pero nunca había pasado nada importante, según él. A Rosalie nunca la engañarían tan vulgarmente con otra debido a su belleza.
Caminó por los estrechos y desiertos pasillos de aquella mansión, nunca se había dado cuenta del laberinto que era esa casa. Pasó varias veces por habitaciones vacías y llenas de polvo, Llegó al estudio del señor King I. Rosalie se acomodó el vestido y el peinado, no quería que Royce o su amiga pensaran que no era digna de Royce. Se enderezó el collar que su prometido le había dado el día de su cumpleaños y procedió a abrir la puerta.
Lo que se encontró allí, no era lo que se esperaba encontrar, nunca en sus diecinueve años de vida había pensado que eso le podría pasar a ella. Desde que su madre la instruyó sobre el matrimonio, nunca le había preparado para cuando algo así sucediera. Su madre le había dicho que llevaría una vida de casada complaciendo a su esposo en todo lo que él necesitara, que ella seria sumisa con él y no lo abandonaría nunca ni formaría ningún escándalo.
"Eso solo sucede cuando la esposa no es lo suficientemente buena, Rosalie"
Ella se quedó parada en el marco de la puerta viendo como Royce volcaba la pasión, que antes era para Rosalie, sobre "la amiga intima de la familia". Lo único que él hizo fue levantar la cabeza y con la voz mas monótona que tenía dijo:
—. Mañana hablamos. —
Con eso se cerró la puerta, dejándola en la oscuridad de esos aterradores pasillos.
