Nota de la T.: Hola :D He venido a traerles una traducción de un fic Laven que personalmente me ha encantado, es hermoso. Espero que esta traducción sea lo suficientemente buena para estar a la altura de la historia original.
El título original de la historia es Stalking Lavi Bookman. La palabra anglosajona Stalking significa acecho. Esta palabra es usada para describir un cuadro psicológico conocido como síndrome del acoso apremiante (sucede cuando alguien se obsesiona con molestar a otra persona en particular). Es solo una aclaración para que entiendan de que va el fic XD Pero estoy algo insegura si la traducción del título es correcta, si ven que estoy equivocada no duden en corregirme :)
Debo advertirles que el fic tiene temática yaoi así que si no les agrada el género lo mejor es que no lean la historia, de esta manera se ahorran muchas molestias.
Nota del A.: ¡Hola!
Esto es un experimento interesante para mí. No solo es mi primer fanfic en, oh, cuatro o cinco años, también es mi primer intento de escribir en este fandom en particular. Es TAMBIÉN mi primer intento de escribir sobre una pareja. Así que ya veremos como todo esto va.
Una pequeña nota de explicación: Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para mantenerme fiel a las personalidades de los cuatro grandes (Allen, Lavi, Lenalee y Kanda)en este fic. Sin embargo, ¿los personajes secundarios aleatorios serán tan fieles a su personalidad? Bueno, no tanto. Esta historia se supone que tiene un buen número de elementos absurdos, y el comportamiento de estos personajes caerá en esa categoría. Pero yo quiero utilizar los personajes del anime en lugar de poner OCs al azar. Déjenme saber sus ideas u opiniones sobre como manejo a estos personajes, ¡los consejos siempre se agradecen!
Ahora ¡Adelante!
Disclaimer: D. Gray- Man pertenece a Katsura Hoshino y el fic Lavi Bookman al acecho pertenece a SwingTree85 (yo solo lo traduzco u.u)
Allen Walker sonrió, reajustando su agarre a la caja de cartón que tenía marcado la palabra "Cocina", mientras se deslizaba fuera de la parte posterior de su oxidado Jeep Cherokee rojo. No son muchos los estudiantes de primer año pertenecientes a la Universidad Orden Negra a los que se les permite vivir fuera del campus, y mucho menos en una casa que ellos mismos habían pagado y comprado. Pero la administración se refiere a esto como un "caso especial". Allen Walker siempre fue un caso especial.
Perdió a su padre adoptivo, Mana, a los doce años de edad, y fue enviado a vivir con su psicótico (según la humilde opinión de Allen) padrino, Cross Marian. Esos seis años fueron un infierno, y todos a su alrededor sabían que debían tomar con calma al pobre niño huérfano que vivía en tales circunstancias desafortunadas. Todo esto casi fue suficiente para que Allen se resienta con Mana por dejarle en manos de un tutor legal que estaba obviamente desequilibrado.
Pero sólo casi.
En la actualidad Allen tiene dieciocho años y puede acceder al fondo fiduciario (1) sorprendentemente grande que Mana le había dejado. En vez de vivir en los dormitorios y dar más dinero a la escuela de lo estrictamente era necesario, decidió comprar una casa para vivir durante sus cuatro años en la Universidad. Cuando se graduara, él vendería el lugar y esperaba conseguir todo su dinero de vuelta. Tal vez incluso obtener algunos beneficios de la venta.
Allen levantó la caja y comenzó a caminar por la acera hasta la puerta principal. En realidad su puerta de entrada, se corrigió en silencio. Todavía no podía creer que iba a estar viviendo en su propia casa, en otra ciudad, lejos de su tío y sus preocupaciones propias de la infancia.
Se abrió paso a través de la puerta de pantalla y caminó por la sala con el propósito de llegar a la cocina. La casa era relativamente pequeña, en contraste con las casas en las que vivía antes, pero Allen no necesitaba mucho espacio ya que él se encuentra viviendo solo. La cocina tenía nuevos aparatos electrodomésticos, y un pequeño rincón de la parte trasera se encontraba un comedor desgastado con sillas que no le hacían juego. La sala era pequeña y estrecha, pero la chimenea en el medio de la pared del fondo compensó la falencia. Arriba había dos dormitorios, uno en la que Allen dormía, y el otro que utilizó como oficina. El cuarto de baño tenía una ducha con una bañera de inmersión profunda, también tenía una cortina de baño con un estridente decorado de flores azules. El sótano tenía un almacén, una lavadora vieja y una secadora rota. El interruptor de la luz no funcionaba en el lugar, así que tenía que lavar su ropa con una linterna. Realmente tendría que arreglar eso pronto, decidió el peliblanco.
Dejó la caja en el suelo de la cocina con un ruido metálico suave y pasó sus manos sobre el mostrador desgastado de la cocina. El lugar era bastante viejo, construido en 1907, pero tenía un montón de encanto, que es lo que Allen había amado más cuando su agente de bienes raíces le había mostrado el lugar. La casa estaba ubicada en un barrio que estaba a sólo dos cuadras del campus, pero la mayoría de las viviendas de los estudiantes estaban en dirección opuesta a su hogar. Debido a esto, el área era, en gran parte, todavía residencial y la calle estaba llena de familias. Sólo la vecina casa ubicada a la izquierda del hogar de Allen, la casa ubicada al otro lado de la calle y dos cercanas casas fueron ocupadas por los estudiantes. El agente de bienes raíces de Allen había mencionado algo sobre sus nuevos vecinos, ellos estaban disgustados ya que su tranquila calle lentamente estaba siendo invadida por estudiantes, pero le dijo a Allen que no tenía nada de qué preocuparse porque parecía "un muchacho tranquilo." Cosa que, de hecho, lo era. Así que Allen no pensó mucho acerca de estas preocupaciones.
Aunque tal vez si debería preocuparse, porque cuando regresó a su Jeep por otra caja, vio a un hombre calvo, de pie, en el patio delantero de una casa ubicada en esquina opuesta a la suya. El hombre estaba mirando fijamente la puerta principal de Allen, y como el peliblanco corrió por la parte delantera, los ojos del hombre se abrieron y comenzaron a caminar resueltamente hacia él. Allen se detuvo al lado del árbol gigante de ginkgo (2) en su patio y esperó.
–¡Tú, allí!– El hombre gritó. –¡El muchacho joven!
–¿Sí, señor?– Allen preguntó educadamente cuando el hombre lo llamó. –¿Le puedo ayudar en algo?
–¿Dónde están tus padres?– El hombre preguntó con suspicacia flagrante. –Me gustaría hablar con ellos.
Allen ahogó un suspiro. –No tengo padres, señor. Estoy viviendo solo. Compré esta casa por mi cuenta.
El hombre se quedó sin aliento. –¡Pero no tienes más de doce años!– Exclamó.
–Señor, se lo aseguro, tengo dieciocho y legalmente soy un adulto. ¿Puedo ayudarle en algo?– Allen se habría molestado por el comentario grosero del hombre, pero estaba acostumbrado a los comentarios acerca de su aparente estatura y edad.
–Eres un estudiante de universidad–. Dijo el hombre, más que preguntar. Cualquier cortesía que pudo haber estado presente en su voz antes del descubrimiento (era seguro que Allen no la había detectado) desapareció, fue reemplazado por una cantidad sorprendente de veneno.
–Sí señor–. Respondió Allen, con cautela.
–Le dije claramente a Guzol que no venda su casa a estudiantes–. El hombre se alteró mucho. –¡Mírese! Tienes el pelo teñido de blanco y además está ese extraño tatuaje en tu rostro. ¡Ay, los jóvenes de hoy! Sin respeto por sus cuerpos o por sus vecinos–. Lanzó una mirada oscura a la casa de al lado de Allen. El peliblanco sospechó que los estudiantes que vivían allí eran los culpables del arrebato enloquecido de este hombre.
–Um, señor, le puedo asegurar que... ah...–. Se calló tentadoramente.
–Mi nombre es George, y represento a este barrio–. Dijo el hombre. Allen le tendió la mano temblorosa, pero George sólo la miró como si fuera un insecto particularmente horripilante. Allen la retiró a toda prisa y la escondió detrás de su espalda.
–Bueno, Sr. George–. Dijo Allen, un poco tenso. –Le puedo asegurar que este es mi color de pelo natural, y la marca en el rostro es una cicatriz–. Pasó un dedo sobre ella antes de continuar. –Soy tranquilo y respetuoso. Trabajo duro en la escuela y no me importa las fiestas. Le prometo que no voy a causar ningún problema." Le ofreció una sonrisa débil, que George, también, ignoró.
–Todavía no confío en ti–. Declaró George, que comenzó a darse la vuelta y a alejarse. –Vamos a tener una reunión de vecinos sobre este asunto ¡Esta locura tiene que parar!– Gritó, corriendo por la calle hacia su casa. Él cerró la puerta con fuerza, que ocasionó una mueca de dolor en el rostro de Allen.
–Genial, justo lo que necesito–. Allen murmuró para sí mismo mientras sacaba otra caja de la parte trasera de su coche. Caminó por la acera y dejó la caja, que estaba llena de sus artefactos de oficina, a los pies de las escaleras. Su buen humor se había evaporado, dejándole una sensación de cansancio y molestia. De todas maneras, ¿Ese hombre quien se creía? Allen había comprado esta casa con su propio dinero. Era de su propiedad y podía hacer lo que quisiera con ella.
Allen estaba tan distraído por esta nueva injusticia que ni siquiera vio a una chica de cabellos castaños, de cuclillas, detrás de los arbustos hasta que pasó delante de ella tres veces. Cuando por fin lo notó, se detuvo y la observó, con la cabeza ladeada ligeramente a la izquierda con un gesto de confusión. Ella estaba mirando hacia la casa de al lado con una expresión de anhelo esperanzado. No se dio cuenta en absoluto de la presencia de Allen.
–Um, ¿perdón?– Allen murmuró.
–¡Ah! – Ella gritó, volteándose.
–Oh, la asusté, ¡lo siento!– Allen se disculpó, agachándose para ayudarla a levantarse. Agarró su brazo y miró el rostro aterrorizado de la joven. Allen pasó el flequillo sobre la cicatriz en su ojo izquierdo y le ofreció una sonrisa tranquilizadora.
–¿Quién eres?– La chica susurró. Ella tenía los ojos claros y por alguna razón vestía un kimono rosado.
–Mi nombre es Allen Walker ¿Quién eres y por qué estás agachada en mis arbustos?
–¡Oh!– Exclamó ella, con su rostro sonrojado. –Um. Mi nombre es Chomesuke. Lo siento, no me di cuenta que alguien ya estaba viviendo aquí. Lavi no me dijo que la casa había sido vendida. Pero supongo que no debería sorprenderme. Lavi en realidad nunca me dice nada...– Y, para horror de Allen, ella comenzó a llorar ahí mismo, en su jardín delantero.
–Uh–. Dijo de forma inteligente, cuando los sollozos atormentaron el cuerpo delgado de la castaña.
–¿Por qué me está haciendo esto!– La chica se lamentó. –¡Él sabe lo mucho que lo amo! ¿Por qué, Dios?– De hecho, ella sacudió su puño en dirección al cielo, y Allen tuvo que contener la risa. No sería bueno para esta pobre chica que lo viera riéndose de su dolor.
–¿Quién es él?– Preguntó Allen, tratando de ser reconfortante y comprensivo. Colocó una mano vacilante sobre su hombro y se sintió aliviado cuando ella no trató de morderlo.
–¡El amor de mi vida! Lo conocí en una de sus fiestas y, ¡supe enseguida que era amor a primera vista!– La chica declaró, mientras hipaba. –Él vive allí–. Señaló a la casa que George había mirado antes. –No creo que él quiera verme más. Él no me devuelve las llamadas, y cada vez que visito su casa sus compañeros de habitación me dan excusas estúpidas, sé que está ahí, escondiéndose de mí–. Ella dirigió su vista hacia la casa de nuevo, con nostalgia. –¿Por qué me haces esto, mi amor?– Susurró.
Tal vez porque eres una loca aterradora, Allen quiso decir. Lo que dijo en su lugar fue –¿Tal vez sólo ha estado ocupado? Sabes que la universidad está comenzando en tres días.
–Nah, la escuela no es difícil para Lavi ¡Es un genio!– Ella suspiró. –¿Quieres ver qué aspecto tiene?– Chomesuke preguntó al azar, sacando una carpeta de color rosa brillante de la nada.
–Uh–. Allen dijo de nuevo, sorprendido por su repentino cambio de ánimo.
–¡Mira!– Ella dijo con alegría, lanzando la tapa abierta con un broche de oro. Dentro había un collage de fotos, decorado con corazones brillantes y estrellas dibujadas hechas con, suponía Allen, pegamento brillante. Cada imagen era del mismo chico: un pelirrojo alto con un parche en el ojo derecho. En algunas de las fotos estaba sonriendo a la cámara, pero en la mayoría parecía como si él ni siquiera supiera que la foto estaba siendo tomada.
¡Acosador! Allen pensó, haciendo una mueca. Chomesuke puso mala cara, ante la incomprensión de sus expresiones de afecto.
–Eres un chico, no eres capaz de comprender su belleza–. Suspiró, acariciando la página amorosamente. Allen se dio cuenta de que muchas de las imágenes fueron recortadas, como si hubiera habido otras personas en ellas que fueron cortadas.
–Entonces, ¿él es tu novio? – Preguntó Allen. Obviamente no debía haber dicho eso porque Chomesuke comenzó a gemir de nuevo. Allen fulminó con la mirada a la casa de al lado, esa persona llamada Lavi debía salir y hacer frente a este problema en vez de verterlos en él.
–Yo-yo-yo creía que lo era, pero luego lo vi en una fiesta con otra chica y cuando traté de confrontarlo ¡se escapó!
–Espera. Así que ustedes estaban saliendo, entonces, de repente, él estaba con otra chica ¿sin siquiera decírtelo?– Allen gritó, indignado por el comportamiento del pelirrojo. –Pasó todo ese tiempo contigo, y luego simplemente te dejó? De todas maneras ¿Cuánto tiempo estaban saliendo?
–Oh, bueno, he salido con él alrededor de una semana...–. dijo Chomesuke pensativa.
Un momento.
–¿Qué?– Dijo Allen. –¿Una semana?
–Una semana de pura felicidad–. Chomesuke suspiró de nuevo. –Él es un caballero.
Sí, a excepción de la parte en la que al parecer es un sinvergüenza mujeriego, pensó Allen. Este tipo Lavi se parecía a su Maestro Cross. Pensé que por fin había alejado de todo eso. Genial, justo necesitaba un vecino así...
–¿Le darías un mensaje?– Chomesuke declaró. –Eres nuevo, y lindo, así que Lavi probablemente estará interesado en conocerte. Es seguro que te invitará a una de sus fiestas. Por favor, mándale mis saludos. Y dile que lo extraño y lo amo y que haría cualquier cosa para recuperarlo y hacer que nuestra relación funcione.
–Bueno... – comenzó Allen, retrocediendo un poco. No quería ser el mensajero de nadie, en especial si se le pedía entregar un mensaje así.
–Por favor, uh, ¿Cuál era tu nombre?– Chomesuke rogó, lanzándose sobre él. Allen cayó al suelo, aturdido por el golpe y molesto porque esa chica no se había molestado en recordar su nombre.
–Es Allen–. Dijo débilmente, empujando sus hombros. –Y me estás aplastando.
–Por favor, dime que le dirás a Lavi mi mensaje ¡Por favor!
–Bueno, bueno, se lo diré. Pero, por favor, señorita, quítese de encima, me estas aplastando.
–¡Eres tan amable!– Chomesuke chilló, con los ojos brillantes. Ella lo apretujó aún más con un abrazo asfixiante, luego saltó a sus pies. –Volveré más tarde. Me dices su respuesta, ¿de acuerdo?– Entonces ella se fue corriendo por la acera, agitando su mano sobre el hombro.
Allen permaneció tendido en la hierba, desconcertado por lo que le había pasado. En primer lugar su vecino, obviamente desequilibrado, lo abordó, luego es atacado por una chica enferma de amor.
Más bien, una demente, Allen pensó de manera poco amable.
–¿Se ha ido?– Preguntó una voz desconocida.
Allen miró a la casa de al lado. Asomado en la ventana superior izquierda estaba el chico que aparecía en las fotos de Chomesuke. Se veía preocupado, pero cuando vio que Allen estaba solo, su rostro se relajó en una burlona sonrisa engreída. –Gracias por lo de hace un momento. Hombre, no sabía qué hacer. He estado atrapado en la casa por cerca de dos horas porque sabía que ella estaba ahí–. Se estremeció dramáticamente, luego sonrió de nuevo. –¡Te debo una, hombre! Cuando tenga algo de tiempo, voy a pasar por aquí y voy a saludarte. ¡Hasta más tarde!– Saludó alegremente y luego sacó la cabeza de la ventana. Un momento después, Allen oyó que la puerta trasera de su casa se abría, seguida por el ruido de un motor de un coche dando vueltas. Hubo un chirrido de neumáticos, y luego el chico pelirrojo se había ido.
Justo cuando pensaba que tenía la oportunidad de vivir una vida normal, Allen pensó miserablemente. Dejó caer la cabeza sobre la hierba, exasperado. Luego se quedó mirando el cielo de finales de agosto y se preguntó qué demonios le estaba pasando a su vida.
Aclaraciones:
(1) Heredero o legatario a quien el testador manda transmitir los bienes a otra u otras personas, o darles determinada inversión.
(2) El ginkgo es un árbol que pertenece al género de árboles caducifolios (es decir, a los árboles que pierden las hojas durante las estaciones frías o secas) El ginkgo alcanza entre 12 y 37 m de altura. Sus hojas tienen forma de abanico.
Nota de la T.: ¿Qué les pareció? ¿Continúo la traducción? ¿O lo dejo así? Ustedes, amables lectores, tienen la última palabra, estoy a sus órdenes ;)
En caso de que les agrade la traducción debo decir que la velocidad de la actualización será relativa a la cantidad de reviews que reciba. En cuanto más reviews me den, las actualizaciones serán más rápidas. Todo está en sus manos :D
