Bueno, me había leído el manga...pero apenas recientemente me puse a ver el anime y las casualidad no existen so~ (?) -déjenla ser que ni ella se entiende- bueno el caso es que me dieron ganas de escribir algo y aquí lo tienen ^^
Observo la mano que se balanceaba descuidadamente frente a él y la propia se cerro en un puño, quería sostenerla, sabía que no era suave y delicada como las de las mujeres, era la mano de un hombre, un joven trabajador que se ocupaba de las labores del hogar y de sus estudios, sus manos eran ligeramente ásperas y resecas, pero eran increíblemente cálidas y eso le constaba.
Observo un poco ido los largos dedos que en tantas ocasiones se habían aferrado a los suyos, daría lo que fuera por tomarlos una vez más pero sabía que su dueño posiblemente no lo permitiera. Su mirada se elevo un poco observando al pelinegro que andaba por delante suyo, hablando animadamente con su amiga y se trago las ganas de interponerse entre ambos y llevarse a su pareja de la mano… por que sí, era suyo aunque nadie más que ellos lo supiera.
Pero sabía bien que si hacía algo así Watanuki se molestaría mucho, y se molestaría de verdad, no solo con esos berrinches que adoraba hacer cada dos por tres y que si había de ser sincero le hacían mucha gracia.
Alzó la mirada un poco desconcertado, no se dio cuenta del momento en que se había emparejado con él, de Himawari no había ni rastro.
—Eres un idiota— alzó una ceja sin entender a que iba el reclamo — y de los peores, mira que fulminarla de esa manera con esa mirada de muerte tuya
Un muy tenue y prácticamente imperceptible tono rojizo acudió a sus mejillas al escucharlo, no pensó que se fueran a dar cuenta, de todos modos se mantuvo en silencio, tampoco iba a disculparse por ello.
—No habrá comida hoy si no te disculpas— amenazo sabiendo exactamente lo que estaba pensando y en un acto un poco sorpresivo para ambos estiro su mano para entrelazarla con una de las de Doumeki.
El más alto alzo un poco sus manos viendo la forma perfecta en que encajaban y la sensación de calidez que le provocaba un hecho tan sencillo, llevándola a sus labios para depositar un corto beso en ella a modo de agradecimiento.
—Idiota— recalcó volteando la cabeza a otro lado completamente sonrojado, Himawari le había dicho que lo hiciera porque Doumeki se veía molesto y para que no se negara simplemente había corrido riendo suavemente, a ella le alegraba que ellos dos siguieran llevándose tan bien luego de tantos años después de todo.
Shizuka Doumeki se limitó a apretar un poco más esa mano que tantas veces había sostenido en el pasado, la mayoría buscando salvar su vida, tratando de que no se alejara de él, esta vez era una situación completamente diferente pero aun así no pensaba soltarla. Las comisuras de sus labios se elevaron ligeramente en una media sonrisa y el rojo en su rostro se intensifico un poco al darse cuenta de sus propios y cursis pensamientos.
—¡Hey! Doumeki espera— empezó a caminar luego de sentir el tiron en su brazo, intentando desesperadamente por seguirle el ritmo y reclamando en todo momento por la forma tan brusca en que había comenzado a andar, pero en ningún momento dejando ir su mano, esa que para él significaba seguridad, unión, fortaleza, era un vinculo más entre ellos, uno que había rechazado por mucho tiempo, pero hay cosas que simplemente son inevitables.
