Bueno, primero que nada bienvenidos a este fic.

Quisiera aclarar unas cosas antes de empezar:

Este fic es de contenido maduro.

Las parejas no voy a anunciarlas

No daré muchos detalles sobre la trama, quiero que sea una sorpresa.

Tendrá personajes inventados.

No pienso tratar mal a X personaje solo porque no me agradan (cof* cof* Sakura *cof *cof). Quiero darles el mejor desarrollo posible y hacer de esta historia algo interesante.

Tendrá algunos elementos de Samurai X/Ruroni Kenshin pero no es un crossrover total.

Finalmente, si bien este es un fanfic de Naruto y por tanto se desarrollará en este universo, pienso explorar muchas cosas.

Sin mas que agregar y esperando que lo disfruten tanto como yo al escribirlo, aquí vamos.

En la academia ninja de la aldea de Konoha era un día especial tanto para los alumnos como secretamente para su maestro: era el último día de escuela y si pasaban los exámenes serían ninjas.

La clase todavía no empezaba y los futuros shinobis hablaban entre ellos, la mayoría no ocultaba su alegría de dejar la escuela y comenzar sus carreras en el mundo.

De pronto entró el maestro y todos los menores se callaron para posteriormente sentarse en sus respectivos lugares, con ansias contenidas.

Un chico estuvo mirando por la ventana en todo momento, sin mostrar mucho interés en sus compañeros. Sus agudos sentidos le avisaron de la presencia del chunin antes de que cualquier otro lo notara, incluso Kiba Inuzuka quien tenía sentidos muy agudos.

No escuchó el discurso de Iruka, solo siguió divagando en su mente, después de tanto tiempo volver a este lugar le resultaba raro. Era como si todos esos años fuera de la aldea ahora no eran nada más que un mero sueño ahora opacado por la incorruptible realidad. Se sentía raro, extranjero en su lugar de nacimiento. De verdad extrañaba muchas cosas, pero no todo era malo. Al menos volvía a ver a sus viejos amigos Kiba, Shikamaru, Chouji y su mejor amigo Kisho.

Este último lo había bombardeado con preguntas al momento en que estuvieron solos, le habló de lo que había pasado en la aldea, le preguntó si le trajo regalos, si volvería a su viejo departamento, si ahora quería ir al distrito rojo y cobrar esa recompensa. Lo hizo sentirse como si ese viaje de 7 años solo fueron unas vacaciones y ahora le tocaba volver a su vida diaria, aunque claro ahora podía defenderse de los ataques tanto de ninjas como de simples civiles.

Sin embargo el odio y la oscuridad en su interior no se apagaban, se mezclaban con la tristeza formando una nomenclatura de malas intenciones. Al darse cuenta de que ya era hora de los exámenes prestó atención.

- Bueno, comenzaremos con los exámenes escritos, después la prueba de ninjutsu y luego saldremos afuera para el lanzamiento de shuriken y kunai y la prueba de taijutsu. Naruto no puedes usar tu espada.

Todos miraron al susodicho, cuyas vestimentas no combinaban culturalmente con las de todos ellos. Llevaba unos pantalones hakama blancosy un kimono de color violeta, ambos presuntamente de seda. En su cadera había una muy hermosa katana envainada junto a una tanto. La vaina al igual que el mango eran negros. Sus rubios cabellos estaban atados en una coleta alta, en honor a su difunto maestro.

Unos susurros comenzaron a oírse por parte de las fangirl de Sasuke, el último Uchiha. Como todas hablaban al mismo tiempo era dificil entender bien lo que decían pero era obvio que se burlaban del samurái rubio, en especial Sakura, pero un poco de su instinto asesino las hizo callar.

-De acuerdo, Iruka-sensei.

A Iruka le encantaba la disciplinada actitud del chico, a pesar de no agradarle mucho tampoco lo odiaba. Era neutral hacia su persona pues era educado y desde que se integró hace dos semanas no había tenido ningún problema con él. Sin embargo le tenía miedo, pues sabía que era más fuerte que el.

Luego del pequeño cruce de palabras, él y su amigo Mizuki empezaron a repartir hojas con preguntas a todos en el salón. Algunos como Chouji o Kiba estaban a punto de arrancarse el cabello por el dolor de cabeza que les producía pensar en esas cosas aburridas que casi ni estudiaron. Otros como Shino o Sasuke ni siquiera vacilaban al escribir en sus hojas.

Una hora mas tarde los exámenes eran recogidos por los chunin, a pesar de las protestas de algunos alumnos.

-Espero que les haya ido bien, esa prueba es el 30% de su calificación final. Ahora haremos el examen de ninjutsu. Deberán hacer los tres jutsus básicos para pasar, pero si añaden otro tendrán puntos de bonificación. Primero…

Casi todos los civiles pasaron, increíblemente. Los herederos de clan obviamente pasaron y obtuvieron puntos extra al hacer un jutsu de su clan. Los últimos en la lista eran Naruto Uzumaki, Sai y Kisho Yamamoto.

-Bien Naruto, tu sigues.

Calmadamente caminó hasta el frente de la clase.

-Bien, primero henge.

Luego del humo característico del jutsu, se pudo ver a alguien muy temible. Un delgado hombre que llevaba pantalones hakama y kimono ciruela. Su mejilla tenía una cicatríz en forma de X, y una katana igual a la de Naruto. Alguien así no da mucho miedo normalmente. Sí, normalmente. Pero esos ojos sí que daban miedo. Eran los ojos de un verdadero asesino, ese que no tenía reparo en matar a quién sea.

Sasuke tuvo un pequeño flashback al pasado al mirarlos. Mientras mas los veía más recordaba a su hermano. El resto de la clase se sintió muy intimidada, tenían la sensación de que en cualquier momento saltaría a matarlos a todos. De pronto el samurái rubio canceló el jutsu y todos los chicos respiraron tranquilos al volver a ver a ese rubio de ojos azules tristes. Sasuke exhaló un suspiro que ni sabía que contenía.

-B-bien Na-Naruto. Un exelente henge. A-ahora un kawarimi.

Iruka, quién no estuvo mucho tiempo en el campo de batalla, estaba francamente aterrado. Pero como el maestro que era intentaba no demostrarlo. Si un alumno podía infundirle miedo, entonces en algún momento todos podrían.

De repente una silla reemplaza al chico y este se encuentra parado donde antes estaba el mueble. Un kawarimi perfecto.

-Bien Naruto, ahora un Bushin no jutsu.

Asintiendo con la cabeza, hace un sello con sus manos y crea 20 clones perfectos dejando impresionados a todos. De pronto uno lanza un puñetazo a Iruka y este, al sentir el peligro, atrapa el puñetazo con facilidad.

-¡¿Qué intentabas hacer?!

De pronto se da cuenta, no es una ilusión, es real. Al momento que su cerebro llega a tal conclusión todos los clones al unísono golpean sus pies contra el piso confirmando las sospechas de Iruka. No eran simples bushins, eran kage bushins.

-¡Wow! Naruto ¡ese es un jutsu de clase A! Tienes puntos extras.

Naruto, asintiendo con la cabeza al impresionable hombre, se sentó en su lugar dando a entender que era todo lo que haría para esta prueba.

-Bien, ahora sigues tu Sai.

El pálido chico asintió con la cabeza. Hizo un perfecto henge del hokage con voz incluida, un kawarimi con una silla cercana y unos 8 bushin. Además hizo un Choujou Giga, dejando a todos impresionados. Nadie sabía que Sai podía hacer eso, de hecho, ninguno conocía bien a Sai…

Ante este pensamiento colectivo, casi todos sintieron pena por él. Sai por su parte solo sonrió falsamente y volvió a su lugar.

-Kishio, tu turno.

Naruto dejó de mirar por la ventana y prestó algo de atención a su mejor amigo. Kishio Yamamoto vestía unas sandalias ninja, pantalón negro ANBU, una remera de color rojo y una gabardina negra con montones de bolsillos. Su cara era muy guapa y tenía una sonrisa "cautivadora" según chicas de la escuela combinando con sus ojos café claro. Su pelo era negro, largo y muy lacio. Poseía una piel tersa y ligeramente, muy ligeramente pálida. A pesar de estas características no se interesaba mucho por las mujeres (u hombres) ni estas se interesaban mucho en él.

-Hai, sensei.

Su voz era enérgica, amable y suave.

Hizo un bushin de una sensual mujer en kimono rojo en una provocativa pose, haciendo que cierta parte de la anatomía de varios chicos se hiciera notable si se levantaban de sus asientos. Luego un henge con la pobre silla que era usada por casi todos para el kawarimi y 8 bushins.

-Muy bien ¿algún otro jutsu para más nota?

-No Iruka-sensei, esos son todos los que sé.

Al ver asentir al maestro se dirigió a su asiento al final de la sala.

Naruto sabía que eso era una mentira, él sabía otros jutsus pero a diferencia de casi toda su generación los dejaba como secretos. Le gustaba eso de su amigo, era un verdadero ninja, uno de los pocos en esta generación, y por qué no decirlo, en la aldea.

-Debo decir que estoy impresionado. Casi todos son buenos con Ninjutsu y estoy seguro que lo hicieron bien en el examen escrito -ante la mención de tal cosa Kiba y Chouji empezaron a orar en sus mentes que sus respuestas fueran correctas- Ahora vamos afuera.

Todos siguieron a Iruka al patio mientras Mizuki corregía los exámenes mientras maldecía a Iruka y su suerte por ganarlo en el piedra, papel o tijeras. Suspiró mientras corregía la prueba de un chico, hoy era el día.

En el patio de la escuela todos se acercaban a su maestro quien estaba dándole la espalda a muchos blancos.

-Esta prueba es simple, tienen diez shuriken y diez kunai. Hay 20 blancos y cada uno tiene cinco puntos. Si le dan al centro son cinco puntos, si se alejan un poco cuatro y así sucesivamente. Bien ¡Empiecen!

La mayoría de los hijos de civiles lo hicieron fatal, salvo Kishio, Sakura y Sai, quienes tuvieron puntuaciones de 79, 68 y 74 respectivamente. Los herederos de clan lo hicieron bastante bien, Kiba sacó 73, Shino 81, Shikamaru 60 (solo lo suficiente para pasar pues es muy vago), Hinata 92, Chouji 78, Ino 75 y Sasuke 98.

Era el turno de Naruto y todos deseaban verlo tirar. Algunos por desprestigiar al samurái por entrar a una academia ninja, otros por mera curiosidad, y otros por conocer los talentos de sus compañeros.

De su porta kunai saco tres y lanzó una rápidamente dando en el blanco, luego otra, y luego otra. Las armas se incrustaban con atemorizante precisión en los blancos. Repitió el proceso hasta dar en todos los blancos dejando boquiabiertos a casi todos sus compañeros. Repitió el mismo proceso con los shuriken y dio en casi todos los blancos pues uno se le escapó del blanco principal.

-Naruto tu tienes la segunda mejor puntuación con 96 puntos.

Iruka estaba impresionado con el chico, mientras que cierto Uchiha estaba que hervía de ira.

Sasuke, quién quería el título de novato del año frunció el ceño al samurái que lo ignoraba olímpicamente como si ni siquiera estuviera presente, haciendo que se enoje todavía más. El título de novato del año y genio iba a ser de él y su clan. No permitiría que ningún samurái le ganara, aún si era el alumno del legendario Hittokiri Battousai.

-Es hora de la prueba final: Taijutsu. Las reglas son simples, si salen del círculo, pierden. No pueden utilizar jutsus ni armas y obviamente no pueden matar a su oponente, si lo hacen serán llevados a juicio y jamás podrán volverse ninjas. Primero pelearán las chicas

Reglas estrictas pero simples.

Los combates fueron, en opinión de Naruto, terribles. Casi todas dejaban enormes aberturas en sus posturas y no golpeaban correctamente, incluso una agarró de los pelos a otra. Los penúltimos combates eran Sakura Haruno vs Ino Yamanaka y Hinata Hyuga vs Yui Nagato.

El primer combate era lamentable, a los cinco segundos Naruto perdió el interés como en casi todas las peleas femeninas y cerró los ojos dejándose llevar por los recuerdos. El segundo al menos fue decente. Esa tal Yui mantenía una buena pelea con Hinata. Frunció el ceño al ver que Hinata no estaba perdiendo porque su oponente fuera excepcional en Taijutsu, sino porque ella no quería lastimara gravemente. El Juuken del clan Hyuga puede causar graves heridas al cuerpo del oponente, inclusive es capaz de matar fácilmente. Consiente de ello, Hinata intentaba dar golpes que no dañaran mucho a Yui.

Era una actitud noble, pero en la vida real debías vencer a tu oponente rápidamente y de ser posible sin dejarlo atacar. A Hinata le faltaba entender eso.

-La ganadora de este año es: Hyuga Hinata.

Todos aplaudieron a la chica, quien se sonrojó profundamente y se sentó lejos de todos.

-Bien, ahora les toca a los chicos. ¡Empiecen!

Al menos estas fueron menos lamentables que las anteriores, con excepción de casi todos los hijos de civiles. La pelea Kiba vs Chouji terminó cuando el Inuzuka llamó gordo a Chouji y este se sentó sobre él dejándolo K.O. La de Shikamaru vs Kishio terminó cuando el perezoso Nara se rindió, alegando que era muy molesto el asunto. La batalla entre Sai y Shino fue la mejor hasta ese momento, pero terminó con la victoria del pálido chico.

Las peleas siguieron hasta que finalmente solo quedaron Sasuke y Naruto. El Uchiha veía con arrogancia a su oponente, y dicho oponente le miraba con aburrimiento, como si ya supiera cual era el resultado.

Enfurecido por eso, apenas se dio la señal para comenzar prácticamente saltó sobre el joven guerrero. Sin embargo este solo esquivaba todos sus ataques retrocediendo a cada momento. Para Naruto hubiera sido muy fácil ganar pues el taijutsu Uchiha solo funcionaba correctamente cuando poseías el Sharingan, sino dejabas muchas aperturas y era difícil cambiar de posición.

Sasuke sonrió intentando dar una patada baja al samurái y empujarlo fuera del ring. Increíblemente funcionó y el rubio perdió el combate.

-¡Alto! ¡Ganador, Uchiha Sasuke!

Naruto no era tonto, si todos creían que Uchiha Sasuke le venció tan facil, entonces le subestimarían. A él nunca le importó ganar, solo quería que creyeran que era débil.

Todas las fans del Uchiha empezaron a aplaudir y a gritar, dejando a todos los chicos y algunas chicas casi sordos.

Iruka, ya cansado del bullicio, les obligó a callarse con su Cabeza Flotante no Jutsu y los llevó adentro muy para el alivio de quienes no veían a Sasuke como un dios reencarnado.

Adentro Mizuki ya había terminado su labor y luego de unos minutos todos tenían sus notas. Desgraciadamente ⅓ de la clase no pasó, y estos se pusieron a llorar, molestando increíblemente a Naruto.

-Por los dioses, si hasta les hacen un favor. Siendo tan débiles no durarían ni una hora fuera de la aldea.

Unos escasos momentos mas tarde los llorones pararon, el maestro dio su discurso sobre la voluntad del fuego y el compañerismo y un montón de otras cosas absurdas.

Al sonar la campana casi todos salieron en estampida del lugar, si algo o alguien se hubiera atravesado en su camino de seguro tendría un par de huesos rotos mínimo.

Los que no pasaron iban con un andar mas tranquilo, demasiado tranquilo. Parecían esos zombis que veías en las viejas películas del cine, esos lentos que solo quieren morderte para que te vuelvas como ellos.

Naruto escapó tranquilamente de esta horda de muertos, esquivando con gran agilidad a todos los fracasados civiles. Los esquivaba de una forma prácticamente mágica, ni si quiera le notaban al pasar entre ellos.

Afuera muchos padres animaban a sus hijos por haber pasado, otros los consolaban por no haberlo hecho y Sasuke era felicitado por muchos civiles y fangirls, daban miedo. Parecían un culto al seguro que muchos quería chupar su saco púbico.

Click

Un kunai con una nota se clavó en el árbol. Después de comprobar que no era explosivo lo leyó. Lo quemó con un encendedor al terminar y empezó a caminar por las calles de la aldea.

Las miradas de odio quemaban como cenizas en su cuello y su espalda, pero nadie tenía el coraje suficiente para atacarlo después de una pequeña demostración de "fuerza" al llegar a Konoha. Iba de camino a la tienda de comestibles, sería descortés no llevar nada a su casa, en especial después de no haber estado allí durante años. Se preguntaba como sería ahora. ¿La habría decorado de forma diferente? ¿Cómo sería ahora?

Una caminata de quince minutos mas tarde estaba en la tienda.

Tanto tiempo en Tetsu no Kuni le había hecho olvidar los problemas que tenía en Konoha cada vez que trataba de comprar algo. Problemas tales como ser expulsado, que le cobraran de más, que le dieran productos ya vencidos y en casos extremos, palizas.

Recordó todo eso cuando al entrar en una tienda el dueño empezó a gritarle.

-¡Largo! ¡Aquí no le vendemos a demonios! ¡Esto no es Tutsu no Kuni donde demonios como tú pueden andar libremente por ahí. Ahora estás en Konoha y nosotros no les vendemos a seres como tú!

Genial, simplemente genial. El dueño del lugar también era de los que lo odiaban por ser un Jinchuriki.

Al ver que no se movía, el hombre intentó atacarle con un cuchillo que estaba en el mostrador, seguramente usado para cortar carne y otras cosas. Pero claro, Naruto no estaba dispuesto a dejarse golpear nunca más.

Tan pronto como se acercó lo suficiente le quitó el cuchillo con un movimiento de aikido rompiendo la muñeca del hombre en el proceso.

El pobre tonto estaba en el suelo con dolor y miedo mientras miraba a los amarillos ojos de Naruto. Por supuesto, antes que todo esto pasara el rubio utilizó sus sentidos para comprobar que estuvieran solos, que la ventana estuviera cerrada y que nadie pasara cerca para reportarlo.

De pronto al ser insoportable el dolor el dueño del lugar gritó. Pero el grito duró solo unos segundos antes de que fuera tomado de la cabeza y esta fuera estrellada violentamente contra una viga. Ya estaba durmiendo, para siempre.

Solo para asegurarse de que estuviera muerto le atravesó la cabeza por el ojo, y con un pequeño movimiento separó la parte superior del cráneo del resto del cuerpo.

Sacó un pañuelo de su kimono y limpió primero a su espada y luego su cara. Lo bueno de su ropa era que la sangre se mezclaba con el color, por lo que nadie podría decir que antes estuvo en contacto con esta. Cerró la puerta para evitar visitas indeseadas.

Suspirando por la idiotez del hombre, continuó con sus compras ignorando al cadáver. La sangre había hecho imposible sacar varios artículos cercanos al cuerpo, pero afortunadamente casi todo lo que necesitaba estaba alejado de este. El chico de ojos azules tomó una bolsa de plástico y cargó en esta muchos comestibles.

Exactamente 26 minutos más tarde

Después de conseguir todo lo que necesitaba estaba por irse. Justo en se momento escuchó la puerta de trasera abrirse.

-¿Cariño?

Esta persona había abierto rápidamente la puerta y entró. Era obvio que era la esposa del dueño de la tienda. Vio a Naruto con shock e ira pues ella era de las muchas personas que le odiaban, antes de ponerse rígida al ver al cadáver en el suelo.

-Cariño… ¡Goro, no! ¡NO! ¡NO! ¡NO! *buaaa* Goro *snif* *snif* *snif*

La mujer cayó de rodillas y empezó a llorar desconsoladamente sobre el cadáver de su marido.

Naruto disfrutaba viendo el tormento de la fémina y se puso a su espalda para contemplarlo mejor. Sinceramente deseaba tener un lienzo y pintura para inmortalizar el hermoso momento. Ella estaba en silencio, excepto por unos contados sollozos con hipo y tristeza que flotaban en el aire, casi como formas de vida nacidas del sufrimiento. Casi podía tocar las emociones que emanaba. Era simplemente hermoso. ¡Una lástima de verdad! Pero todo lo bueno tiene que terminar

Minutos mas tarde el Jinchiriki hizo notar su presencia para terminar el trabajo y salir pronto. No quería que una tercera persona le atrapara en este horrible acto.

-No te preocupes, ahora mismo te le unirás.

Desenvainó la espada lentamente.

Al escuchar la voz del asesino, la mujer se levantó rápidamente mientras intentaba apuñalar con su mirada al monstruo que puso fin de forma brutal a la vida de su marido.

-¡M-monstru-o-o! ¡No va-vas a salirte con la tu-tuya! ¡Vo-voy a asegurarme de que te ejecuten por esto! ¡Vas a morir como deberías haberlo hecho cuando naciste maldito demon-

Pero la mujer no pudo terminar porque una katana muy filosa le cortó primero la mejilla, luego una parte de la oreja, y finalmente el cráneo. Todo esto en menos de un segundo.

Con un movimiento de muñeca la katana se movió separando en dos su cabeza, dejando salir un chorro de lluvia roja junto a unos dientes que se esparcieron por el lugar. Cayó al suelo con dureza característica del fin de la vida.

En cuanto a Naruto, este sacó el mismo pañuelo y limpió nuevamente la katana y su cara. Antes de salir, junto a la puerta, vio unos envases de líquido para lámparas. Así que rápidamente derramó el líquido por todo el lugar con cuidado de no derramar nada sobre su ropa, dejando un camino de líquido que terminaba en la puerta de atrás.

Sacó su encendedor y un paquete de cigarrillos. Prendió uno y le dio tres caladas antes de tirarlo al piso para que iniciara una reacción en cadena con el líquido inflamable. Cuando todo se bañó con la luz de purificación, atravesó la puerta de atrás. Así evitaba ser relacionado con el incidente.

Ya unas calles mas alejado de todo pudo ver a una multitud de civiles hablando en voz alta sobre el horrible incendio y que eran buenas personas, que no se merecían eso y bla bla bla. Por otra parte unos ninja apagaban el incendio con jutsus Suiton de bajo rango.

Alejándose discretamente, el samurái sonreía.

Pasó por la familiar puerta del distrito rojo, un sitio donde veías un prostíbulo en cada esquina y bares a montones junto con casinos. Este era un lugar de placer, donde la lujuria y el pecado se encontraban y pasaban fogosas noches de pasión. A la mañana la lujuria se vestía sin mirar a su amante, se iba sin decirle nada. Pero ambos sabían tácitamente que a la siguiente noche se encontrarían una vez más.

Este era de los lugares favoritos del rubio, no no era por eso, aunque en algún momento de seguro venía a hacerlo, quién sabe.

Le encantaba este lugar, pues muchos de aquí eran extranjeros, así que disponía de aceptación. Era el único lugar donde no le miraban con odio. Además de que al estar casi siempre ocupados con otras cosas aún si lo odiaban no lo notaban. Pero, por sobre todas las cosas, era porque aquí vivía su amigo Kishio.

Justo en paralelo a un bar estaba su casa. Era muy grande, mas que casa era una mansión. Algunas lámparas afuera hacían al lugar muy llamativo, y los hombres sonrientes dando ofertas no ayudaban tampoco en cuanto a sutileza. La iluminación le deslumbró al entrar y un anfitrión se le acercó. En ningún momento dejo esa cara de póquer que usaba siempre que entraba a este tipo de lugares. Dioses, sí que se veía raro llegar con una bolsa de comestibles.

-¡Wow! Este lugar si que ha mejorado.

Y no era para menos la sorpresa, la última vez este lugar era un basurero. Desde que Kishio era el dueño, parece que ha mejorado bastante. Ahora había una bella decoración con muchos cuadros hermosos en cada paréd y colores dignos de la nobleza.

-¡Bienvenido respetable cliente! ¡Hoy está de suerte, tenemos una oferta en las bebidas!

Su rostro sonriente ocultaba codicia. Observó a unos sujetos muy borrachos hablando con unas chicas, la escena se repetía en ocho habitaciones más.

-Vengo a ver a Kishio, dile que Naruto está aquí.

De inmediato el rostro del anfitrión se puso serio, con paso lento se acercó a un guardia para susurrarle algo al oído. Después de eso desapareció hacia el lado opuesto de el aparente bar de anfitrionas.

El gigantesco tipo se fue por unas escaleras. Era bastante sorprendente lo rápido que se movía sin ser notado, de seguro tenía formación ninja.

Un minuto más tarde el gigantesco sujeto volvió.

-El señor te verá ahora, por favor acompáñame.

Su voz concordaba con su cuerpo, era grave. En ella se notaba la devoción por su señor.

-¿Cuánto has hecho en mi ausencia Kishio? ¿Cómo rayos levantaste este basurero y lo convertiste en semejante cosa?

Empezaron a subir las escaleras desde planta baja hasta el tercer piso, donde se encontraba la oficina del jefe. El primer piso era como un gigantesco pasillo con casi 10 puertas con sellos de silencio por fuera. Las paredes eran rojas y las puertas doradas, decoración característica de ese tipo de lugares. Esta parte era obviamente donde se pagaba por sexo. No le prestó mucha atención, de todos modos ya sabía que era el lugar era un prostíbulo.

El tercer piso era igual, pero mejor decorado, con paredes azul y tenía algunos guardias. Aquí si que le picó la curiosidad, pero no hizo pregunta alguna. Le preguntaría a Kishio después.

El cuarto piso tenía la oficina principal, donde además vivía el jefe. Estaba bellamente decorado, y cada tanto unas hermosísimas mujeres salían de varios cuartos y los veían sorprendidas. Seguramente no muchos entraban aquí, posiblemente nadie además del dueño y los trabajadores.

El guardia tocó la puerta dando tres golpes.

-El señor te espera adentro.

Se retiró inmediatamente al terminar su labor.

Cuando vio al tipo alejarse de su vista, entró. El lugar estaba lleno de objetos raros. Algunos instrumentos ceremoniales, otros armas, adornos de todo el continente, cuadros de bellas pinceladas y al fondo un juego de té de una fina porcelana.

Sobre una silla muy fina estaba un clon de su amigo haciendo el papeleo amontonado en un escritorio de cedro negro. El original estaba en un sillón que se veía cómodo leyendo un libro. Apenas lo vio el clon se desvaneció en una nube de humo blanco.

-¡Por fin llegaste! ¿Qué te tomó tanto tiempo?

-Nada importante, solo estaba buscando un lugar que no me arrancara la cabeza por comida podrida. Había olvidado los problemas que tenía para conseguir cualquier cosa en este lugar.

-Oh, así que era eso... bueno, dame eso y lo llevaré a la cocina. Hana-chan cocina muy bien, espera, ya la llamo.

Kishio marcó en el teléfono que estaba en su escritorio.

-Hana-chan ¿podrías venir un momento? No, no es nada muy importante solo quería que mi invitado probara tus delicias. Vamos, no te sientas avergonzada, eres muy buena cocinera. Bien, solo entra cuando llegues.

No tuvieron que esperar mucho para que esa tal Hana apareciera. Era una mujer de unos 20-25 años de un rizado cabello castaño, ojos azabache y vestía un pantalón ajustado azul, botas negras y una remera de manga larga roja. Parecía tímida. No la reconocía de ningún lado, de seguro había llegado a la aldea después de que se fuera.

-Umm, buenas noches. Es un placer.

Su voz era femenina y muy agradable, le agradaba la chica. Un poco avergonzada tomó los ingredientes que habían quedado sobre la mesa de cedro, y caminó hasta la cocina.

El aparente dueño del lugar se acercó hasta una esquina que tenía varias botellas y sacó tres.

-Estará listo en un momento. Bebamos mientras.

El primer trago es para evaluar la bebida, que por cierto era de buena calidad y de exquisito sabor, y para dejar de lado algunas de sus formalidades.

-Que buen sake, hace mucho que no pruebo uno así.

-Jaja, me alegro que te guste. Lo conseguí por un precio muy bajo a unos cobradores de morosos. Lo vendían así para que el tipo que les debía no saldara su deuda jamás.

-No importa donde estés, esos tipos siempre son unos malditos.

-Sí, eso supongo. Pero seguro debe haber alguno por ahí que sea honesto.

-¡JA! ¿Cobradores de morosos honestos? Si claro.

-Bueno, hay todo tipo de personas en el mundo, no sería extraño que hubiera uno.

-Yo no creo, y aún si lo hubiera no creo jamás conocerlo.

-¿Quién sabe? Ahora que serás ninja deberás viajar por muchos lugares. Podrías encontrar uno.

-Primero: sabes que es contra mi voluntad, solo acepté volver a este asqueroso lugar solo porque así evitaba una lluvia de sangre de mi gente. Y segundo: no creo que me dejen vagar mucho, digo, soy "el arma humana de Konoha".

Solo un segunde de decir esto se escuchó una hermosa voz de la cocina.

-¡Ya casi está listo!

-Bien, vamos a la mesa.

Sorprendido, Naruto preguntó

-¿No comeremos aquí?

-¿Comer aquí? Psht ¿No creerás que voy a comer en mi oficina, verdad? eso solo lo hago cuando tengo mucho trabajo. Vamos al comedor.

Empezó a caminar y Naruto le siguió. Pasaron por la cocina donde Hana cocinaba un delicioso nabe sin mirarlos hasta un comedor simple de un estilo occidental amueblado en color negro con un gran ventanal que daba una preciosa vista a toda la aldea. Se sentaron en una mesa suficientemente grande como para que 10 personas se sentaran, donde ya estaba puesto un mantel, platos, vasos y el sake para acompañar al nabe.

Tras ellos se acercaba la cocinera con la olla, la cual al parecer era algo pesada para ella pero no pedía ayuda.

La dejó en un lugar donde ambos pudieran servirse sin tener que pararse y se retiró. Ambos entonces se sirvieron la comida.

-¡Wow! Está delicioso.

-¿Verdad? Hana-chan es muy buena cocinera, de hecho ella es quien me prepara todas las comidas desde hace dos años.

-¿Sigues sin aprender a cocinar? Pensé que en algún momento aprenderías por necesidad.

-Lo intenté, pero soy un desastre. No puedo cocinar nada elaborado.

-¿Cómo sobreviviste estos años entonces?

-Restaurantes.

-Que despilfarro de dinero.

-Antes sí que fue gran problema, una vez me ingresaron por intoxicación alimenticia. Unos huevos duros en mal estado.

-¿Y no te diste cuenta de que estaban podridos? Jajajaja

-No lo estaban, pero al cocinarlos algo debió salir mal…

-¡JAJAJAJA!

-¡No te rías!

-¡Pe-pero es que es jajaja tan jajaja gracioso!

-Ya he mejorado…

-Jajaja espero. Recuerdo esa cosa violeta que me diste en el día de la amistad ¿qué rayos era? Estuve en el hospital cinco días y no me curaba. Ni siquiera cuando se me rompía un hueso tardaba tanto en recuperarme!

-¡Ya te dije que lo sentía!

El ambiente era mucho mas amigable luego de la segunda botella. Los dos conversaban de todo lo que había pasado en su vida cuando no se vieron. A la cuarta botella la lengua se les soltaba haciendo que salieran preguntas y respuestas de todo tipo.

-Kishio, hay algo que quiero preguntarte. ¿Cómo rayos hiciste para levantar este lugar? La última vez que vine esto era un basurero.

-Ohhh, eso. Bueno, veras, luego de que mi madre muriera y de que tu te fueras a Tetsu no Kuni, ese idiota de Shingen trataba a las mujeres e incluso a los hombres como basura haciéndolos trabajar el doble y sin pagarles bien. Era un idiota avaricioso antes, pero pareciera que estaba intentando que nos matáramos trabajando en serio. Así que hice un plan con todos aquí para que firmara las escrituras a mi nombre, y funcionó. Después solo tuve que… encargarme de él y el lugar ya era mío. Hice reparaciones, expandí algunos lugares y después abrí abajo un club de anfitrionas porque desde lo de los Uchiha se asignaron ANBUS para vigilar el barrio y la prostitución era dificil de ejercerla, afortunadamente se fueron un tiempo después dejando solo chunin. Suficiente de mí, ahora cuéntame como fueron esos años en Tetsu no Kuni, señor aprendiz del Battousai~.

-Bueno, cuando llegué a Tetsu no Kuni Kenshin-sensei me llevó a donde se estaba hospedando, nunca nos quedábamos mucho tiempo en un solo lugar por miedo a que nos encontraran las fuerzas enemigas, en especial los del Shinsengumi, a pesar de que entonces no conocían su cara. Mi entrenamiento comenzó solo una semana después y continuó hasta dos años antes de que terminara la guerra. Un año después de eso mi querido sensei murió y yo estuve al cuidado del Ishin Shihi de Mifune-sama. Aprendí muchas cosas de él y reforzé otras que ya sabía. Era muy feliz allí, sabes… y vino Konoha y lo arruinó todo.

En este punto la voz de Naruto era muy oscura y al mencionar Konoha pareciera que se estaba tragando algo muy amargo. Su buen amigo asintió con la cabeza con una cara de póquer.

-Oí de eso y no fue fácil sacar conclusiones. Prácticamente les declaraban la guerra a los samurái si no te devolvían, y con las fuerzas militares mermadas por la guerra civil era muy dificil que ganaran, incluso si lo hacían no sobrevivirían a otra batalla con países que quisieran aprovecharse de ellos. Por lo que llegó a mis oídos estaban dispuestos a pelear hasta el último de ellos.

-Sí, y no quería mas muertes innecesarias. Acepté volver y sufrir aquí antes que dejar a mi patria desangrarse por unos imbéciles.

La expresión de Kishio se suavizó. Admiraba y al mismo tiempo envidiaba ligeramente esa devoción patriótica, que según decían era característica de los samurái. Ojalá él tuviera algo parecido.

-Me sorprende que te pusieran como gennin, creía que te harían jounin al menos por tus habilidades.

-Querían que tuviera "una adolescencia tranquila como cualquier otro gennin".

Bufó

-Jajajaja, nunca me deja de sorprender la hipocresía de los altos mandos. Quieren que tengas una adolescencia tranquila y sin embargo vas a ser un ninja jajaja.

-¿Sabes cuáles serán los equipos gennin?

-Claro que lo se. ¿Por quién me tomas?

-¿Cuánto vas a cobrarme?

-Nada.

Eso tomó por sorpresa al rubio, su amigo era bastante tacaño y no daba información gratis.

-Consideralo como un favor. Y ya te voy avisando que no puedes negarte.

Ah, eso sí sonaba como algo que Kishio diría. Conociéndolo de seguro le pediría algo que era totalmente irracional y peligroso como pago. Peor aún, como experiencia previa sabía que si se negaba le cobraría el equivalente al sueldo mensual de un ANBU y si negaba pagar la información jamás la conocería. Suspiró y se masajeo las cienes ante la migraña que le estaba dando el pensar como se cobraría el favor su amigo.

-Escucha: los equipos del uno al seis tienen un 100% de fallar y están compuestos por civiles poco entrenados y sin mucha materia gris, y las fans de Sasuke que son incluso peores que eso. Los que importan son los siguientes: el equipo siete en el que estás tú, el señor venganza y su banshee rosa-

Ante la mención de quiénes formaban su equipo el espadachín se golpeó la cabeza contra la mesa repetidas veces haciendo reír a su compañero de mesa.

-Su sensei será Hatake Kakashi, un experto en ninjutsu y que tiene un sharingan en uno de sus ojos, y van a ser un equipo todo terreno que pueda actuar en cualquier situación. El equipo ocho lo van a conformar Inuzuka Kiba, Hyuga Hinata y Aburame Shino, su sensei va a ser Yuuhi Kurenai, una experta en genjutsu y serán un equipo de rastreo. El equipo nueve ya está activo así que paso al diez que será el nuevo trío Ino-Shika-Cho a cargo del hijo del Sandaime, Sarutobi Asuma que usa unas cuchillas cargadas con chakra futon y ninjutsu de katon y futon. Finalmente está mi equipo, el equipo once, que lo formaremos Sai, Hikari Ukiyo y yo, seremos un equipo de espionaje y asesinato.

-Umm, ya veo.

Naruto se frotaba una migraña que le había atacado al imaginar sus días junto a esos dos en lo que Kishio se reía de su desgracia. Pasaron unos minutos hablando de trivialidades y viejas anécdotas.

-Fue muy agradable, pero ya debo irme. Te veo mañana Kishio, oh y felicita a Hana-san por la comida.

-Espera, te acompaño abajo.

Dicho esto empezaron a bajar tranquilamente y en silencio hasta la planta baja. Una vez allí intercambiaron palabras y cada uno se fue por su propio lado.

Caminando en las oscuras calles de Konoha apenas iluminadas en este barrio muchos se sentirían algo atemorizados, si no es que mucho. Pero él era un destajador, y los destajadores le temían a pocas cosas, las cuales podía contar con los dedos de una mano.

En el camino pensó en su gente, en su maestro y en la esposa de este, en sus amigos en Konoha, en Kishio, en la madre de este, y finalmente pensó en lo que el futuro le depararía.

Cerca de media hora más tarde llegó a su apartamento que estaba cerca de la entrada al barrio rojo. Abrió la puerta del lugar que era prácticamente un basurero cayéndose a pedazos. Se acercó a la cama, tomó la manta que estaba sobre esta y se fue a la esquina a dormir. Nunca hay que bajar la guardia, incluso mientras duermes.

Esa noche Naruto lloró en sueños pues soñó con el pasado.

Soñó con los bellísimos paisajes de su patria, soñó con sus amigos muertos.

Soñó que era un niño otra vez junto a Kenshin y Tomoe y era feliz.

El despertar iba a ser amargo…

Continuará

Bien, hasta aquí el primer capítulo de mi fic. Espero que les guste y que lo sigan.

¡Hasta pronto!