Ojo por ojo
Le tomó la mano con delicadeza, miro su rostro, su pelo, su cuerpo, todo en ella era perfecto, cada día la amaba con más intensidad, era la única persona que merecía sus sonrisas, su cariño, su amor, su vida. Ella lo miro a los ojos, acaricio su rostro, una sonrisa se mostró en ella y él se la devolvió.
Lamentaba profundamente tenerla en ese lugar y en esas condiciones, ella era una reina, su reina y merecía lo mejor, pero simplemente... La vida no lo había beneficiado en ningún sentido.
Había visto y sentido esas patadas enérgicas de la nueva vida que esperaba ver la luz del día y no estaba dispuesto que viviera en esa situación, pues era su nuevo motivo para levantarse cada mañana, para olvidar que no había comido en días, un motivo para simplemente, intentarlo una vez más, con la esperanza de que ese sería un día mejor. Cada noche daba todo lo mejor de sí, esperando encantarle al público, que lo alabarán, que rieran con él, que por una vez estuviera seguro de que por el mes próximo tendría un techo donde dormir, que tuviera para darle una vida digna a su amada y a su descendencia.
Pero siempre terminaba igual, lo sacaban del escenario a rastras, con su traje de esa noche manchado de comida lanzada por los comensales, molestos y aburridos, el trataba de quedarse, aunque lo jalonearan y los de seguridad llegaran por él, siempre estaba ahí, tratando de que aunque sea alguien se riera y le permitieran quedarse, pero nunca pasaba y cuando al fin lograban sacarlo del lugar le daban unos cuantos billetes por lastima, se levantaba con la cabeza baja y caminaba lentamente a su casa, limpiándose poco a poco y si la suerte lo acompañaba al menos un poco, quedándose bajo la lluvia para que el traje se limpiara, siempre llegaba a casa con una sonrisa, que aunque no le llegara a los ojos lograra hacerle creer a la mujer que lo esperaba, que solo había sido una noche con poco público y por eso la paga había sido mínima. Así, ella no se decepcionaría, ni se frustraría.
Había ocasiones en que sus ojos azules se volvían color chocolate, su sonrisa de porcelana cambiaba un poco, encendiendo algo en su interior que le molestaba, que lo hacía querer dispararle y quitarle la sonrisa del rostro, pero simplemente no podía hacerlo, tantas veces que le había apuntado a la cabeza y al final ella con toda la intención se lanzaba a sus brazos, envolviéndolo con su calor y aroma, haciendo que olvidara sus intenciones iniciales, la tomaba de la cintura y la acercaba con fuerza a su cuerpo, guardaba el arma y con su mano libre jalaba su pelo multicolor, haciendo que lo viera a los ojos, se perdía en su mirada y ella juguetona se acercaba más, envolviendo sus piernas en una de las de él, enrollando su verde cabello en sus manos llenas de anillos.
Los besos siempre eran llenos de lujuria y desesperación por parte de los dos, como si no fueran a tener la oportunidad de más. En parte, ella lo sentía así, no sabía en qué momento de verdad le dispararía, a pesar de todo lo que había dejado atrás por él y el tiempo juntos.
En la cama no había palabras de amor, ni gestos cariñosos, ella siempre quedaba marcada de una manera u otra, gestos que demostraban lo posesivo que era, mordiendo en donde todos pudieran notarlo, dejando un moretón que no se quitaba en al menos una semana. Su rostro era intocable, debía de estar siempre perfecto, pero su cuello, su espalda, sus clavículas e incluso sus piernas temblaban ante el roce de sus labios, a la espera de una nueva marca, ella como venganza arañaba su espalda y mordía su cuello, encendiéndolo más y provocando reacciones duras de su parte.
Tomo sus muñecas y las puso sobre su cabeza, con una mano era suficiente para detener su movimiento, con la otra sostenía su cadera para moverla a voluntad, su piel de porcelana lo hacía enloquecer, aunque un poco menos blanca que la suya, era su marca de por vida, él la había creado y a él le debía todo, observo el tatuaje sobre su pecho izquierdo, el primero que se había hecho, después el que tenía en su pelvis, "Afortunado" había sido una sorpresa el verlo ahí la primera vez, pero dejo el tema por la paz, esa forma de ser iba bien con su arlequín, mientras reía por eso, un fuerte dolor de cabeza se hizo presente, silenciando sus carcajadas y haciendo que soltara a Harley, se separó de golpe cuando vio a alguien más debajo de él, alguien que no era Harley, "Ella" sonreía, mientras lo miraba intensamente a los ojos. Se levantó y vistió, tomó sus armas y sus llaves, salió de ahí con prisa mientras escuchaba la horrible voz que lo hacía estremecer, no era su yo anterior, ni la voz de Harley molestándolo, no, Ella había apareció de nuevo, torturándolo y haciéndolo enloquecer.
Cuando llego al Lamborghini dio un portazo y se puso en marcha por entre las avenidas de Gotham, saltándose señales de tránsito, transeúntes descuidados y autos lentos, hasta que se encontró solo, pero ella seguía molestándolo, con ese llanto hartante, la risa y al final llamándolo por su nombre entre gritos.
Un recuerdo se hizo presente, dejo de ver la carretera frente a el y se vio a si mismo frente a un espejo con un traje de mala calidad, con cabello castaño, cejas, piel color carne y unos ojos llenos de inocencia y sueños, era al menos 20 años mas joven, con una sonrisa común y sus dientes intactos, estuvo confundido al principio y entro en pánico cuando no podía moverse a voluntad, como si su cuerpo no le perteneciera, sintió unas pequeñas manos sobre sus hombros, acariciándolos, el otro cuerpo se acercó a él, mucho más pequeño, cuando volteo observo a una mujer rubia, apenas le llegaba al hombro, llevaba puesto un vestido holgado que la hacía ver muy ancha, la tomo entre sus brazos y la levanto del suelo riendo con ella, sus ojos chocolate lo atrapaban, pero en el fondo sentía remordimiento, algo no estaba bien y le molestaba no saberlo.
-¿Listo para un nuevo día? Sé que esta vez te ira mejor amor, todos te alabaran- La voz lo hizo estremecer, era Ella, la que lo molestaba cada vez que se acercaba a una mujer y que había desaparecido un tiempo después de que Harley apareciera, algo había hecho que regresara.
-Eres afortunado ¿Lo sabias?, me tienes a mí y a Junior, te aseguro que será tan inteligente como tú- No entendió del todo hasta Jack se arrodillo y beso el estómago de la mujer, entonces comprendió, un bebe, se sintió arder, había recuperado su cuerpo y se había alejado horrorizado de ella, su sonrisa tierna había desaparecido y en su lugar una macabra y burlesca había aparecido, no debía asustarse, él era el Joker, el rey de Gotham, pero algo lo hacía estremecer, se alejó hasta chocar con la pared, en ese momento todo se volvió negro y solo ella quedo frente a él.
-¿Pasa algo? ¿estas bien cariño? Oh, ¿Estas emocionado por el bebe? Ya sabes, lo sabes ¿no? El nunca nació- Acaricio su estómago abultado, sonrió un poco y después volvió su mirada hacia el-De seguro hubiera nacido con tu sonrisa, es una lástima, quien lo diría, al final la suerte no está de tu lado, Jack- Comenzó a reír y sin saber que hacer o lo que sentía él le siguió.
Los chirridos de las llantas derrapando lo hicieron reaccionar del todo, freno de golpe para detenerse un momento antes de caer al agua, sudaba y la risa no se iba, no podía controlarla, sentía sus ojos arder junto con una fuerte punzada en la cabeza, golpeo el techo del auto varias veces con su mano izquierda y con la derecha apretaba fuerte el volante, cuando su respiración bajo de intensidad, manejo hacia el muelle comercial entre todos los contenedores, cuando llego al correcto bajo del auto dando un portazo, su celular no paraba de sonar, lo silencio, seguro de que solo era Harley, el contenedor morado y rojo –único en ese lugar- era un escondite de emergencia, abastecido para dos personas, entro sin preocuparse de nada, se sentó en uno de los cómodos sillones y se quedó mirando al techo un largo rato, tratando de poner las memorias en lo más profundo y oscuro de su mente, tal vez así Ella desaparecería al fin.
Se fue, pero solo un corto periodo de tiempo, algo había detonado su aparición y no se iba, por más que hiciera, que olvidara, que se entretuviera en otras cosas Ella aparecía de repente entre la gente, en la peleas con Batman, mientras estaba con Harley o mientras estaban planeando en su oficina, en esas ocasiones se quedaba quieta a su vista sin decir nada y sin moverse, pero se veía tan real, que incluso llego a gastar balas en ella, Jack había cayado su voz, solamente había hablado una vez en mucho tiempo y fue solamente para decirle que no la lastimara.
-Maldito miserable- Susurro por lo bajo, Harley pensando que le hablaba a ella presto mucha atención a sus palabras siguientes. - Eres tan miserable que le besas los pies, ¿Quieres que no la lastime? ¿Acaso no te has enterado? Está muerta al igual que tu- Su mirada se mantenía fija en la gente bailando en el casino. Unos segundos después comenzó a reír. Harley confundida se acabó el trago que tenía en la mano y miro hacia donde el lo hacía, sin encontrar nada interesante, había escuchado todo lo que dijo, pero no le tomo la suficiente importancia como para preguntarle.
Johnny entro y anuncio que uno de sus clientes quería hablar con J, el lo miro y asintió con la cabeza, mantenía sus manos sobre su bastón, Johnny salió de ahí rápido, sintiendo la tensión, hoy no era un buen día para J.
-¿Quieres que me quede?- Al no recibir respuesta y al parecer ni siquiera una mínima atención, Harley se levantó indignada y salió del lugar para dirigirse a las jaulas, llamaría su atención de otra manera, el la observo salir y
-Vaya, no sé cómo conseguiste una mujer así, es que ¡Solo mírala! Es como si nunca comiera e hiciera ejercicio siempre, si yo fuera ella ya te hubiera dejado y me buscaría a alguien como Bruce Wayne, ese hombre es… ah pero tenías que arruinarle la piel y la cabeza, es una verdadera lástima- Volteo inmediatamente al lugar donde antes estaba Harley, ahora Ella lo ocupaba, era la primera vez que se le aparecía así, con un vestido rojo ajustado que ni a las rodillas le llegaba, cabello suelto, maquillaje muy ligero y unos tacones de punta del mismo color, no llevaba ninguna joya, solo su anillo de bodas.
-¿Qué? No podía aparecerme aquí en fachas como siempre, soy una mujer, ante todo, ¿No me dirás que me veo linda? Con este vestido te volvías loco ¿Lo recuerdas? - Espero una respuesta, pero él se quedó callado, pensando que si no le hablaba ella se iría, aunque tampoco era como si lo recordara. Ni siquiera podía recordar el maldito nombre de la rubia que se presentaba ante el cómo alucinación.
–No, es obvio que no lo haces, éramos jóvenes, yo era alguien inteligente, iba bien en la universidad, pero se me ocurrió enamorarme de un fracasado que quería ser comediante, pensándolo bien, a Harleen le paso igual ¿no?, una chica que tenía un futuro excelente y mírala ahora, tratando de llamar tu atención, que triste, también terminara muriendo como yo, aunque quieras evitarlo.- J le apuntaba a la cabeza, la furia que había provocado se notaba en sus ojos, ella rio mientras veía a las personas afuera de esa sala VIP.- Tienes visitas cariño y una excelente vista, disfrútala- Levanto su mano, que había obtenido una copa de algún lugar y le guiño el ojo, J escucho la puerta abrirse, dejo de apuntarle y escucho exclamaciones de la gente de afuera, prestando atención a la jaula principal quedando cautivado por el baile que Harley estaba haciendo junto con la otra bailarina.
-Por fin nos conocemos- Por el rabillo del ojo noto que alguien quería estrechar su mano, primer error. Ese hombre iría poco a poco cavando su propia tumba.
-El no estrecha manos, siéntate, toma algo. - Johnny llevaba tanto tiempo con él, que era el único hombre que tenía el derecho de sentarse cerca mientras hacía negocios, como muchas veces antes, lo hizo, asegurándose de que el nuevo posible socio no hiciera nada estúpido.
-Oh vamos, préstale un poco de atención al chico, es nuevo y quiere agradarle al rey, no seas tan cruel. - Ella lo rodeo con un brazo mientras se sentaba a su lado, no le respondió, claro que escuchaba al tipo enfrente de el, pero no le daría toda su atención hasta que dijera algo interesante.
-Oye J, en nombre de todos: Bienvenido. Quise venir a darte las gracias en persona. Me haces ganar mucho dinero, tu ganas mucho dinero. - Al parecer no diría nada interesante, acabaría con el de una vez, primero para que Ella se fuera y segunda porque Harley de verdad se estaba esmerando esa noche.
-Oh, ¿Estas adulándome? Ha Ha Ha- Cubrió con su mano izquierda su sonrisa metálica, mostrando la tatuada, como la que tenía años antes- Amo a este tipo…. Es tan intenso. - Pudo sentir como el hombre de enfrente se tensaba mientras se quitaba sus lentes,
Johnny solo asintió con la cabeza a lo que su jefe decía, definitivamente ese no sería un buen día. Una fuerte exclamación del publico de afuera se hizo escuchar, los tres hombres en la sala observaron a Harley quedándose sola en la jaula.
-Tienes mucha suerte, es una perra mala.
-Oh ¿Es como lo escuche? ¿Ofendió a tu reina? Oh y no solo eso, que la haya ofendido es que le estaba prestando más atención de la necesaria ¡Vamos! ¡Juega con él y luego mátalo! - Dejo de mirar a Harley para mirarlo a él, Ella tenía razón, le había prestado demasiada atención.
-Mátalo, que no se meta con Harley, es nuestra, nuestra, que no la vea ¡Mátalo! haz que vea quien manda aquí, es nuestra reina- Jack había aparecido, sentándose con total libertad a su lado, escucho que ella reía y Jack se le unía, era como si se complementaran, algo se encendió dentro de su ser, quería divertirse y lo haría con el hombre que tenía enfrente.
-Sí, así es- Agito su brazo derecho señalando a su arlequín, mientras las risas se hacían más fuertes, lentamente se fue levantando, vio la mirada que se implantaba en el moreno, estaba comenzando a asustarse. - El fuego en mi interior, el cosquilleo en mi entrepierna- Mientras más gestos hacia más intimidaba al hombre, por lo que acercándose siguió hablando.-La única y sin igual, la infame: ¡Harley Quinn!- Silbo para que viniera con el, desde ese momento todo se volvió borroso, mientras escuchaba cada vez más fuertes las risas y susurros de los otros en su cabeza.
El rugir del motor lo ponía al cien, el auto purpura iba a máxima velocidad por las calles de Gotham, esquivando desde autos a transeúntes despistados, su risa se hacía escuchar por donde el pasaba y junto a él, su compañera Harley Quinn, que con una risa, aunque menos macabra acompañaba a la primera siempre.
Harley se sostenía fuerte de la puerta, miraba al hombre a su lado, los ojos le brillaban de éxtasis y ella al ver eso, sonrió aún mas, había sido una buena noche después de todo, J volvió a acelerar y ella temerosa se sostuvo mas fuerte, el auto no tenia cinturones de seguridad y aunque lo hiciera lucir mejor, era un peligro teniéndole a él al volante, pero no le importaba, estaba segura que no chocarían, nunca lo habían hecho y esta no sería la noche, dieron vuelta para pasar por una de las avenidas principales, dejándose escuchar, a los pocos segundos, por el retrovisor el Batmovil apareció, J lo noto al instante y mostrando su sonrisa, la observo por unos instantes.
-Oh, tenemos compañía- Su sonrisa aumento aún mas y después dirigió su vista al frente, ignorando a Harley de nuevo.
-Batsy, Batsy, Batsy- Movió un poco los hombros y regreso la vista al frente, ya podía sentir la adrenalina corriendo por sus venas, pero algo, muy en el fondo, la advertía de que algo sucedería.
-Sal del auto mientras puedas- La voz de Harleen, siempre aparecía en esos momentos, diciéndole que algo malo pasaría, pero como siempre, la ignoraba, rio un segundo, cuando sintió un golpe proveniente del techo, bajo la cabeza y furiosa tomo el arma que estaba en el maletero. -¡Estúpido Bats, arruinas nuestra cita!- Y disparo al techo, intentando que el murciélago cayera, acompañadas de las risas de J, Batman no cayo, el auto dio vuelta en una esquina y Harley aun sin prestar atención, trato de aferrarse más al auto, cuando vio que no les quedaba calle, comenzó a asustarse y esta vez, no fue Harley la que hablo.
-Puddin…- Escucho que Batman había abandonado el auto y ahora con los nervios de punta, grito lo último que pudo, Harleen deseo que J la escuchara y la rescatara- ¡Puddin, no sé nadar! - Cubrió su rostro y tomo aire para ver como caía el auto.
Batman se lanzó al agua, no dejaría que el Joker escapara y aunque Harley lo hiciera no sería de mucha importancia, pero para su sorpresa solo la mujer estaba en el auto y ni una señal del payaso, su cuerpo había salido por la parte de enfrente y parecía estar desmayada, se acercó lentamente y levanto su cabeza, de repente ella abrió los ojos e intento cortarlo con un cuchillo, pero un golpe basto para dejarla KO.
La llevo a la superficie donde su auto lo esperaba, al notar que no respiraba, aunque con asco empezó con el RCP, así continuo unos segundos hasta que Harley tomo su cara y transformo el acto en un beso. Batman la separo de el tomándola del cuello y azotándola al auto, ella se tomó la libertad de reír y el enojado la puso de espaldas para esposarla.
-Vaya Bats, si querías esta posición desde el principio, solo bastaba con decírmelo, oh pero no te asustes si ves muchos moretones en esa parte HA HA, Mr. J puede ser muy duro a veces- Aplasto más su cara contra el auto, haciendo que no pudiera hablar con claridad.
-Muy tentadora tu oferta, pero no quiero meterme donde él ya lo hizo, gracias…. No vaya a ser que me contagie de algo- Ella se removió para tratar de liberarse.
-¡Hey! ¡Idiota! El aparecerá en cualquier momento, ¡suéltame de una vez! - La obligo a ponerse de pie y la llevo a la parte trasera el auto, donde ponía a los prisioneros.
-Tu y yo sabemos que no lo hará Quinn, ahora disfruta de la vista, porque no volverás a ver nada que no sea una celda.
-Dime algo B-man ¿Por qué el favor ah? Podrías haber dejado mi cadáver por ahí y…- Batman azoto su cabeza contra una de las paredes del auto donde ya se encontraba sentada, aun consciente, ella le escupió en la cara. -Habla, dilo, ¿Qué planeas rata? - Se miraron unos segundos, ojos cafés contra ojos azules, ella fue la primera en apartar la mirada, mirando hacia el cielo, esperando una respuesta.
-El me arrebato algo importante para mi, era mi turno de hacer lo mismo- Volteo a verlo al fin, asombrada por la revelación, Batman cerró la puerta, mientras ella reía a pierna suelta, su vista ya comenzaba a ponerse borrosa y le dolía el cuerpo, lo último que vio fue el edificio de Industrias Wayne, tan grande e imponente, antes de desmayarse.
-Te dije que escaparas mientras podías Harley-
Llego a la mansión empapado y enojado, no podía sacarse de la cabeza las últimas palabras de Harley, tenía que ser una puta broma, ¿quién no sabría nadar viviendo en una isla? Fue arrojando la ropa al piso mientras caminaba a la habitación principal, una ducha rápida no hizo que sus pensamientos se aclararan, salió rápidamente y encendió la televisión, poniendo el canal de noticias, si Harley había sido atrapada tenía que aparecer el milagro en la televisión.
Pero nada, ni un rastro, ni un rumor, era como si se la hubiera tragado la tierra, para cuando amaneció, sus manos temblaban de rabia, el murciélago había hecho algo nuevo, se estaba riendo de él, eso era seguro.
-O tal vez está muerta. – Ella se había sentado en el suelo, había aparecido ya hace varias horas, pero se mantuvo en silencio.
- ¿Muerta? ¿Es cierto lo que dice? ¡Respóndeme! - Jack apareció frente a él, obstaculizando la televisión, se jalo el pelo y pareció querer tocarlo, pero se detuvo antes de hacerlo- Muerta, muerta, muerta, no, no, mi pastel de calabaza no puede estar muerta ¡No puede! - J se sobo la cabeza, tratando de tranquilizarse, no era momento de pensar en lo peor, de seguro ella llegaría en cualquier momento, como veces anteriores y la recibiría como si nada hubiese pasado, sí, eso pasaría, tenía que pasar, esa niña era difícil de atrapar, Batman no podría haberla atrapado.
Pero Harley nunca llego.
Y Arkham ardió por eso, mientras un payaso de risa apagada y ojos de demonio la buscaba en cada una de las celdas, desesperado, matando a diestra y siniestra, pero no apareció, su risa no fue escuchada junto con la del Rey, ni ese día, ni el siguiente.
Mientras era jaloneada por el murciélago trataba de grabar en su mente esos tétricos pasillos, no era Blackgate, ni Arkham, Bat la había llevado a un lugar nuevo y mientras más se adentraban, mas perdía las esperanzas de poder salir, escucho gritos desesperados, risas y algunos ruegos, pero aun así mantenía la cabeza arriba, como una Reina, su vestido aunque arruinado, le daba el glamour que ella siempre portaba, los guardias miraban a Batman con miedo y a ella con asco, aun así, se permitió reír, en su mente ya estaba planeando como asesinar a cada uno.
Llegaron a una jaula, no podía creer lo que veía ¿En serio la encerraría ahí?, otros prisioneros podían verla desde el pequeño agujero en sus celdas, un casi imperceptible temblor se presentó en su cuerpo, no era de miedo, claro que no, era de coraje, impotencia, no podía escaparse sin saber dónde estaba, podría acabar muerta y para acabarla en su encierro no tendría ni un segundo de privacidad.
-Tienes que estar jugando Bats…-
-Oh no, aquí es donde te quedaras ¿Querías atención no? Pues aquí la tienes. - La empujo hacia adentro, tirándola al suelo por perder el equilibrio, ella volteo justo en el momento en el que el cerraba la puerta.
- ¡Esta te saldrá caro! ¡Mr J vendrá por mí! Y después, te haremos la vida imposible, ya lo veras ¡Me las pagaras! HA HA HA- Sus risas se fueron apagando poco a poco mientras perdía de vista la silueta del murciélago, cuatro guardias la observaban a la distancia y en el fondo, algo dentro de ella se rompió. En el fondo, una voz conocida para ella le repetía una frase.
-El no vendrá y lo sabes-
No era como que le gustaran mucho los rascacielos, eso no era lo suyo, pero honestamente no tenía ganas de nada, ni una risa había salido de el en varios días y para colmo Scarecrow había hecho de las suyas en la ciudad y la gente había terminado con demasiadas alucinaciones, más de lo normal y el, ahí sin poder contaminar su sangre lo suficiente como para caer inconsciente, en un intento por olvidar y dejar de escuchar las voces, que ahora eran tres.
Aun se podían escuchar gritos en la ciudad y era de esperarse, el gas del miedo había sido expandido por toda la ciudad y un poco mas que se había llevado el viento hacia la ciudad vecina, tomo mas de la botella en su mano, sintiendo el ardiente liquido bajar por su garganta, abrió los ojos lentamente, a lo lejos Metrópolis se veía en todo su esplendor y unos grados más hacia la derecha, el tétrico edificio de Arkham Asylum se dejaba ver.
-Parece ser que tu no fuiste afectado- Tomo otro trago sin tomar muy en cuenta quien estaba detrás, sus manos comenzaron a temblar ¿Acaso venía a burlarse? ¿Qué más quería de el?.
-Sabes muy bien que su toxina no me afecta, ni siquiera inyectada, no te hagas el tonto Bats- Se levantó lentamente y dio media vuelta, el enmascarado lo observaba de arriba a abajo, analizándolo y eso lo molesto de sobremanera, le lanzo la botella, que fue esquivada sin problemas, dando de lleno en la pared y rompiéndose en mil pedazos, después de bastante tiempo una risa salió de él, pero los dos notaron que era diferente, balanceo su cuerpo de atrás y hacia delante, notando como el de negro se tensaba cada vez que se acercaba más a caer.
- ¿Qué le hiciste? ¿Dónde está? Dímelo, ¡Dilo!- Logro ver sentados a los tres en una esquina, en el borde del edificio, recientemente tenían la costumbre de aparecer en cualquier momento quedándose quietos y en silencio, paso su mirada por cada uno, pero se quedó mirando a la de piel pálida, inconsciente, con el vestido dorado y negro recargada en el hombro del castaño, mientras Ella le acariciaba el pelo, los dos de piel carne con una gran sonrisa en el rostro, pero Ella cínicamente reía en silencio, mirándolo a los ojos, mientras con su otra mano simulaba una pistola que le apuntaba a la cabeza a su arlequín.
Batman miro a la dirección donde él lo hacía, sin notar nada extraño, J empezó a hiperventilar, apretar los dientes y finalmente saco su arma, apuntando hacia algo que no lograba ver, disparo dos veces y cuando pensó que lo haría de nuevo tomo el arma con las dos manos golpeándose la frente con el callón, parecía pensar algo, cerró los ojos un momento y le apunto a él. -
Lo único que tengo que decir es que no la volverás a ver- Dos balas impactaron a su costado, rozándole apenas, J gruñía y sin esperarlo se acercó, apuntándole a la cabeza.
-Lo diré solo una vez más…¿Dónde está?- Bruce sonrió, no podía creer lo que estaba viendo, al parecer, si le importaba la chica.
-No la encontraras y si lo hicieras es imposible recuperarla, me arrebataste algo importante para mi Joker, era mi turno de hacer lo mismo- Noto la cara de desconcierto del payaso y aprovechando eso, lo empujó hacia atrás, haciéndolo caer al suelo.
-Ojo por ojo, diente por diente y pájaro por reina, espero que lo comprendas, Puddin- Con su ego al máximo Batman esquivo las balas, un batarang fue lanzado, golpeando al payaso en la cabeza, a J no le dio tiempo de reaccionar hasta que ya veía al murciélago perderse entre los edificios.
Lanzo el arma con fuerza lejos de él, mientras reía, con qué era eso, bien, pues le declararía la guerra al murciélago, la encontraría y la traería devuelta con él, devuelta a casa.
Pero los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses y Harley aun no aparecía. Arrojo el hacha hacia algún lugar de la habitación, los cuchillos se le habían acabado hace bastante tiempo y no sabía en donde habían caído, todos sus juguetes estaban en el suelo, junto con todo lo que había sido roto, quemado y baleado, se tiro al suelo, mientras sostenía con sus manos su cabeza, en un intento por callarlos a los tres, por parar de verlos, por tener un momento de silencio.
-¡Basta, cállense, malditos miserables! - Se levantó rápidamente, Jack fue el primero al que vio, en una esquina, llorando y diciendo cosas inentendibles, miraba al techo sin prestarle atención a J, el cual se le acerco y cuando lo iba a tomar por la camisa, su mano traspaso su cuerpo.
-Sabes que no puedes eliminarme, eres mío y yo soy tuyo, somos uno, por mi existes tú, soy el recuerdo de tu pasado, ¿Te estorbo? Pues lo lamento, pero por más que te electrocuten yo seguiré aquí y no puedo irme por mi voluntad, pero te lo imploro, tráela de vuelta, la necesito, ¡La necesitamos!, sabes, te motivare con algo.- Al fin lo miro, ahora que lo notaba, a pesar de los ácidos seguían viéndose igual, parecía no haber envejecido, pero Jack tenía unos ojos llenos de melancolía y resignación, en cambio los del Joker estaban llenos de rabia, locura y en lo más profundo, escondiéndose, dolor.
Se le acerco y J caminaba cada vez más hacia atrás, era una alucinación, lo sabía, pero se veía tan real y Jack había cambiado su porte, se veía seguro e incluso amenazador.
-La necesitas más de lo que crees, tienes, a tu extraña manera una obsesión por ella y yo, tu parte más vulnerable, la ama, junta esas dos y tendrás una bomba de tiempo, si no te apresuras, no la recuperaras jamás y te lo advierto, no me callare nunca, estaré contigo hasta que mueras o te mate Batman, lo que pase primero. - Había logrado que retrocediera hasta la pared contraria, encerrándolo entre él y la pared, pero entro en razón y frunció el ceño ¿Amor?
Ese sentimiento no existía para él, así como su pasado, fuera lo que fuera que sucedió, no importaba, era alguien nuevo y mejor, no se dejaría manipular por su mente, paso sobre la alucinación, desapareciéndola y camino al centro, Ella se mantenía en silencio observando a Harley, sentada en una de las sillas aun sin romper y viendo al infinito, nunca hablaba, solo reía y eso era aún más desesperante, pero lo peor es que se mantenía con el vestido de aquel día en el que habían caído al agua, su cabello arruinado al igual que su maquillaje, recordándole que Batman se la había llevado y que se había burlado, arrebatándole su más hermoso diamante.
-¡Con un carajo, habla, muévete, tócame, golpéame, grita, baila para mí, haz algo!- Harley, contrario a lo que esperaba se contrajo en la silla, cubriéndose la cara con las manos, comenzando a temblar.
-¡No Puddin, por favor no!- J no se había movido ni un centímetro, pero al notar la voz de Harley algo se movió dentro de él, no le gusto que le temiera, ella nunca lo había hecho, o ignoraba sus gritos y golpees o le hacía frente, llegando a pelear mano a mano, pero nunca había hecho eso, nunca. -¡Cuando más te necesitaba, me abandonaste, me dejaste ahí, sin importarte mi vida, te necesito, ven por mí, me lastiman, ayúdame!- El llanto comenzó y para su sorpresa, empezó a mecerse a sí misma, cantando una débil canción que no entendía.
-No te veo moviéndote amor. - Ella se había puesto junto a la puerta que daba al pasillo del edificio, miro a Harley una vez más, esta vez, por un segundo, vio su pelo largo y sin colores, vestida solamente con la ropa interior baja, mientras reía y lloraba al mismo tiempo. Tomo sus cosas y salió apresurado, comenzaría a buscar con los de su categoría y por sus propios métodos.
JulietaPFP 29/1/17 16:54
Ok, ok tenía unas personitas en este Fandom que querían que escribiera un nuevo One Shot y bueno dije que lo intentaría ¡pero salió algo más largo! ¡Dios! Y todo por estar viendo los detrás de escenas de Suicide Squad xD (es más, de una de ellas en específico vino toda esta idea loca) pero no se emocionen creo que a lo máximo serán 4 capítulos nada más, bueno, espero contar con su apoyo en esta historia.
Y no lo olviden recibo críticas y comentarios de apoyo :D
