Karin muchas veces se preguntó ¿Qué es un hogar? Había vivido gran parte de su vida sola y escondiéndose, temerosa de no poder abrir los ojos al día siguiente.

Orochimaru le había ofrecido lo más parecido a uno, había comida y una cama donde dormir ¿Podría aspirar para algo más grande? No, las ilusiones nunca las había tenido, fugaces pensamientos; un "hubiera" entre sueños, pero jamás un objetivo.

Estaba acostumbrada al frío de las noches y el calor asfixiante del día y pensó que estaría bien así, sobrellevar lo más que podía, lo que su cuerpo pudiese soportar por lo menos. Durante mucho tiempo, el nombre Sasuke Uchiha había sido algún tipo razón para dejar una sonrisa genuina en su rostro pero bueno, era un error esperar algo de piedad de alguien que se consumía en el fuego de la irracionalidad.

Karin, no podría definir con total seguridad lo que era un hogar, no lo había tenido como tal, pero no podría decir lo mismo ahora mismo. Un lugar cálido de sonrisas brillantes y cabellos de oro.

Naruto, era su retorno, ahí donde no tenía, donde las lágrimas eran tibias y las risas eran comunes.

Naruto era un plato de ramen caliente, Naruto era sonrisas y "Buenos Días" en las mañanas, Naruto eran quejas sobre el trabajo y bromas inocentes, Naruto era palabras despistadas y gritos exagerados.

Naruto se había convertido en el Sol de su vida, se había convertido en el brillo intenso de sus ojos.

—¿Qué es esto? — pregunta Naruto con la caja adornada en alegres colores.

— Feliz cumpleaños — dice Karin, con las mejillas rojas y voz más ruda de la normal, no se queda para ver la reacción del rubio estaba segura que incluso podría ser más explosiva que la suya.Le besa fugazmente y se marcha de la sala con pasos torpes y apresurados.Naruto quita el bonito lazo color rojo del paquete y lo abre con curiosidad sin esperar que hay adentro aunque tal vez nunca lo espero.Que original la manera en que Karin lo sorprendía.

Con dedos temblorosos y las comisuras de sus labios torcidas en una mueca que difícilmente podría interpretarse como una sonrisa, Naruto sostiene la prueba de embarazo, el pequeño cuadrito marcaba positivo.

"Sacaste el condón premiado, Idiota" dice la nota olvidada al fondo de la caja mientras un eufórico Naruto corre por media casa gritando que va ser padre.

Karin no sabía lo que era tener un hogar propio pero Naruto se había empeñado a mostrarle a construir uno y lo había hecho a su lado.