Antes que nada, esta historia parte de algunos de los hechos reales de la serie y del manga, sin embargo contiene cambios de mi parte en tiempo, forma y algunos personajes. Naruto y todos sus elementos pertenecen a su creador, esta es solo una versión de la historia :)
¡Espero que la disfruten!
Capitulo 1
Tiempo había pasado ya desde la ultima gran guerra y la Aldea de la Hoja había cambiado en todo el sentido de la palabra, el pueblo y los guerreros sobrevivientes se habían esforzado y usado toda su energía para reparar y regresar a su hogar el esplendor que había poseído durante los tiempos de gloria, finalmente había algo de paz para todos y cada uno de sus habitantes y Kakashi ahora como el nuevo Hokage pretendía que aquella tranquilidad se quedara por mucho tiempo.
Sin embargo, no había calma del todo para Hinata, la princesa Hyuga se había confesado durante la guerra defendiendo a su primer amor y había pronunciado aquellas palabras desde lo más profundo de su corazón a su amado guerrero de cabellos dorados, más no había recibido respuesta alguna. Entendía que luego de la batalla y ahora bajo la enseñanza de Kakashi para ser el siguiente Hokage todo su tiempo y su atención estaban enfocados en su sueño, además, estaba consciente de su propia actitud tímida que la mantenía al margen de exigir una respuesta, más había llegado a su limite, la duda y el miedo comenzaban a devorar su corazón contagiando aquella angustia a su alma, tenía que saber lo que el joven guerrero sentía aún si temía por la respuesta.
Fue así que una tarde se lleno de valor, salió de casa aun bajo la amenaza de tormenta que anunciaban las nubes grises en el cielo y llevo sus pasos hasta el bosque en donde había citado al ojiazul. Estaba tan nerviosa que sus manos le temblaban involuntariamente, pero se controló al sentirlo cerca, al verlo en el horizonte mirando al cielo con una ligera sonrisa en los labios, ni siquiera aquel oscuro panorama podía intimidar al despreocupado campeón.
- Naruto-kun... – Pronuncio suavemente la chica detrás de el para llamar su atención, este se giro a ella y le recibió con una gran sonrisa
- ¡Hinata-chan me da gusto que llegaras! - contesto con alegría el joven - dime ¿sucede algo? Tu mensaje sonaba algo urgente
- Yo ... no quise alarr...alamarte es solo que… Naruto-kun yo… necesito…- trataba de decir la chica pero era como si las palabras escaparan de su boca sin orden - se que hay muchas cosas en tu cabeza ahora y se que estas buscando cumplir tu sueño pero yo.. tal vez no sea del todo el momento pero de verdad yo... – tomo aire y lo dejo salir despacio – necesito saber, de verdad necesito saberlo, conocer tu respuesta… no quise presionarte antes pero… ya no puedo esperar – dijo ella mirándolo a los ojos con los propios que eran suplicantes, buscaba en los azules algo que le indicara lo que pasaba por su mente y fue así que vio en ellos como un tumulto de sentimientos se formo, por un lado no quería herirla, era su mejor amiga, la persona en la que más confiaba pero…
- Hinata yo… yo… Hinata-chan tu eres especial para mi, más especial de lo que cualquier otra persona podría ser, te valoro y confiaría mi vida a ti sin duda alguna pero… yo no puedo… no puedo verte de la forma que deseas, yo no soy ese alguien que te verá como tu deseas, yo te quiero... pero no de esa forma – dijo el buscando las palabras que pudieran herir lo menos posible a su amiga, la verdad era que la había evadido por un tiempo, estaba confundido y no quería lastimarla, su inmadura mente llego a pensar incluso que si no decía nada, si mantenía su relación con ella como siempre había sido con el tiempo olvidaría que se lo había confesado, pero era más que obvio que no sería así. La chica se quedó callada, la expresión en su rostro no cambio sin embargo sus ojos lo decían todo, su corazón se estaba desmoronando poco a poco como arena con el viento, pero había ganado algo de orgullo durante la guerra y con fuerza evito que las lagrimas brotaran de sus ojos cristalinos mientras hablaba.
- Gracias Naruto-Kun, se que eres sincero en tu respuesta y de verdad la aprecio, no deseo quitarte más el tiempo, debo irme– y sin esperar a que el chico respondiera dio media vuelta y se marcho a paso rápido pero seguro ignorando el llamado del rubio
- Idiota – dejo salir Sasuke de sus labios luego de toda aquella escena, observaba desde la rama de un árbol a unos metros de ellos como la chica de cabello azul oscuro salía a paso rápido del lugar tratando de ocultar, con mucho esfuerzo, el profundo dolor que estaba sintiendo, Naruto era un idiota en toda la extensión de la palabra, no entendía como era que nunca se había dado cuenta de los sentimientos de la chica que por obvias razones siempre terminaba perdiendo el conocimiento cerca de él, era completamente absurdo como alguien podía ser tan torpe y además ahora le rompiera el corazón a la joven sin entender realmente la importancia de lo que estaba diciendo. En fin lo hecho, hecho estaba y no pretendía seguir perdiendo el tiempo con aquellas tonterías, la verdad había tenido una buena mañana entrenando y estaba satisfecho con su progreso así que no dejaría que la cursi escena arruinara su día. Su progreso ... progreso no apreciado, pensó, había regresado a la aldea como por muchos años le habían insistido, sobre todo Naruto, pero aun no le tenían la suficiente confianza o al menos no como para mandarle a misiones fuera del poblado por miedo a que no volviera nuevamente, así pues pasaba mucho tiempo sin hacer nada de importancia y había decidido que lo mejor era aprovecharlo para entrenar.
No se preocupaba, idiotas ellos si no confiaban en el, a decir verdad era lo mejor pues tampoco se sentía cómodo con los aldeanos, no era como si él se conformara con regresar a ser un lacayo para una aldea que ni siquiera agradecía el sacrificio enorme que su Clan había hecho por ellos, la rabia que sentía por todo lo que había pasado, por todo lo que había tenido que soportar solo para regresar a un lugar al que ni siquiera le querían seguía presente, pero había aprendido a controlarla, había regresado solo por el torpe de su amigo, solo porque se lo debía a el y nada más.
El idiota de su amigo que había provocado toda aquella escena frente a él sin saberlo, había aprovechado bien su día y había decidido descansar por un rato sobre aquella rama cuando la patética confesión sucedió, en definitiva algo de lo que no necesitaba enterarse y un ejemplo más de lo simple de la mente de Naruto, ya no le sorprendía, suspiro y bajo de la rama notando las inmensas nubes negras que se estaban formado, una fuerte tormenta estaba sobre ellos y lo mejor era volver a casa antes de que se presentara.
La gotas comenzaron a caer sobre ella confundiéndose poco a poco con sus propias lagrimas, eran frías pero ella ya ni las sentía, no, lo único que sentía era dolor, vergüenza y humillación, tan solo era una tonta que había pensado por un segundo que tal vez no era la niñita que todo el mundo pensaba que era, que tal vez Naruto vería algo más en ella así como ella había visto mucho más que solo el envase de un demonio en el, pero se había equivocado, este era un ejemplo más de su mente torpe e infantil siempre pensando en la llegada de su príncipe azul, que ahora sabía nunca llegaría. Y si ya no podía tener su vida soñada con el, si no podía ser algo más con el ¿entonces que tenía? no había nada atrás, ciertamente su familia no la consideraba apta para nada importante, al menos no su padre y ahora sin la luz que el joven de cabello dorado le brindaba… realmente no había nada… ¿cierto?
La luz de un rayo y el fuerte estruendo que le siguió la sacaron de su pensamiento y aclararon su mente turbia, no, ya no podía dejar que toda su esperanza cayera sobre el amor no correspondido por el muchacho, ni siquiera era justo para el, esta había sido una lección más y cambiaría a partir de ella, esta vez si aprendería, si quería algo más, tendría que demostrar que era alguien más, era momento de cambiar, de ser mejor y más fuerte, les demostraría a todos que se habían equivocado al subestimarla. Una nueva meta se estaba formando en su cabeza y estaba consciente que el primer paso para lograrla sería muy difícil, no solo porque comenzaría con una nueva vida si no porque lograr pasar el obstáculo de su camino, sería casi imposible, pero buscaría la forma de hacerlo, no importaba que tendría que hacer esta vez lo haría.
Tres días, tres días llevaba ya la intensa lluvia sin parar, por un lado se había vuelto un fastidio ya que algunos negocios habían tenido que cerrar debido a la falta de clientela por la lluvia, así que no había mucha comida que comprar, y por el otro lado era agradable, por lo menos así los campos de entrenamiento públicos estaban vacíos, todos se decían grandes ninjas pero llegada una inclemencia natural regresaban a sus casas asustados, eran estupidos obviamente.
El por su parte estaba acostumbrado, años lejos de la villa como un fugitivo le habían hecho adaptarse a todo tipo de inclemencia volviéndose resistente a ellas, incluso cómodo con ellas. Parecía que podría disfrutar de esa ventaja y tener todo el campo para el solo con sus entrenamientos pero por tercera ocasión ahí estaba ella, entrenando desde muy temprano por lo visto, ahora golpeaba un Dummy de madera y por las heridas en sus manos y nudillos llevaba gran parte del día haciéndolo.
¿acaso esta era su idea de un drama por lo pasado con Naruto? ¿Buscaba llamar su atención? O peor aun ¿pelearía por el? ¿acaso retaría a…? Su pensamiento se vio interrumpido cuando la vio arrodillarse en el suelo, cubría sus manos con fuerza, estaba claro que finalmente estaba sintiendo el dolor en ellas, curioso, algo que no entendía, se acerco hasta ella.
Hinata frotaba sus manos con fuerza, sangraban y con el agua de la lluvia le ardían, había pasado todo el día entrenando en su técnica y había estado tan concentrada en ella que no había notado lo grave de las heridas en su manos por el esfuerzo hasta que ya no pudo moverlas con facilidad, se sentía terrible nuevamente, ni siquiera eso podía hacer bien, no podía entrenar como era debido, tan solo demostraba que era débil.
- ¿estas llorando? – escucho la voz detrás de ella, no solía escucharla mucho sin embargo la reconocía, sabía a quien pertenecía, no quiso verlo, no quería que viera en sus ojos las amenazantes lagrimas que le darían la razón y que además confirmarían que era débil
- es la lluvia – contesto ella extrañamente segura, sin ningún tartamudeo
- supongo, sería tonto que lloraras por entrenar – dijo él pasando a un lado de la chica llegando hasta el Dummy, este tenía marcas profundas en la madera, la Hyuga había golpeado con mucha fuerza, tal vez no era tan débil como aparentaba - ¿qué estas haciendo aquí?
- No necesito molestarlo con mis problemas Uchiha-San – contesto ella suavemente, era increíble, esa era su forma de decirle que no se metiera en sus problemas, amable, pero osada para los estándares de la chica
- Como sea – termino el pelinegro con un tono que demostraba que sinceramente no le interesaba lo que pasara con ella, así encamino sus pasos para salir de ahí y buscar otro lugar donde entrenar, Hinata lo vio, noto como el estaba desinteresado y en un instante una serie de pensamientos atravesaron su cabeza, aquel joven, aquel que casi era ya un hombre, era uno de los más fuertes y duros shinobis de toda la historia, era serio y jamás demostraba sus sentimientos, lo que le daba la ventaja de nunca dejarse llevar por ellos, tal vez eso era lo que a ella le hacía falta, siempre había sido amable, siempre había buscado ayudar a los demás y la mejor forma de hacerlo era entendiendo los sentimientos del otro, pero eso le había hecho vulnerable ante ellos y ante los propios, entonces tal vez …
- ¡Uchiha San! – gritó con fuerza haciendo que el joven se detuviera, este tan solo la miro por sobre su hombro y estaba a punto de retirarse sin darle más importancia cuando ella corrió hasta el a toda prisa y se dejo caer de rodillas a modo de suplica, lo que dejo aun más sorprendido al muchacho – por favor, le pido… le suplico me deje aprender de usted, por favor, entréneme, conviértame en su aprendiz – el no dijo nada, al principio se sintió ofendido ¿pero quien se creía esa niña que era para pedirle tal cosa? ¿A caso se burlaba de el? ¿Es que a caso ella también era una de sus fans y esta era su idea, su plan para acercarse a el? Además ¿quien le había dado permiso para acercarse a el?
- Lárgate niña – dijo intentando retirarse pero de nuevo esta se lo impidió acercándose de rodillas y con la cabeza baja a el
- Por favor, quiero ser más fuerte, necesito ser más fuerte y solo usted puede mostrarme como
- Dijiste que no querías molestarme con tus problemas, déjame tranquilo, ve y entrena con tu equipo
- No puedo hacerlo, ellos no me ayudaran, me tendrán lastima como me la han tenido todos a mi alrededor y no me harán pelear, jamás van ayudarme a ser más fuerte
- ¿Estas acaso…?
- Usted es el Shinobi más fuerte que conozco y el más sereno también, no se deja guiar por sus emociones y por el contrario las controla haciéndolas a un lado para que su poder fluya, yo debo aprender, puedo aprender a ser más fuerte, a ser más ágil y a controlarme más pero no puedo hacerlo sola
- ¿qué es lo que quieres? ¿por qué conmigo? - pregunto el con una voz sin sentimiento
- Porque quiero ser como usted
- ¿Cual es tu idea niña? ¿usarme para llamar la atención del idiota?
- ¡no! Lo que quiero es ser más fuerte
- ¿por qué? ¿dime porque?
- Porque necesito ser más fuerte
- ¡No! – gruño el pelinegro al tiempo que se agachaba a la altura de la chica y la tomaba con fuerza de los hombros – dime porque, dime la verdadera razón si de verdad quieres mi ayuda – ella entonces levanto la mirada y la fijo en la del muchacho, las lagrimas ya comenzaban a salir de sus blancos ojos pero había firmeza en ellos, creencia en la idea que tenía detrás de ellos
- porque debo ser más fuerte si quiero recuperar mi vida
- ¿qué tontería es esa? ¿haces esto para recuperar a Naruto?
- No es una tontería… y Naruto esta fuera de ella, no lo hago por el, ¡lo hago por mi! – grito sin dejar de mirar al moreno que había guardado silencio – toda mi vida he sido despreciada, considerada una inútil por todos, incluso por mi familia al grado que mi padre se dio por vencido conmigo sin siquiera intentarlo, me humillo diciendo que ya no esperaría nada de mi, porque jamás lograría nada, me despojo de mi titulo y volvió heredera a Hanabi – contó ella soltándose del agarre del muchacho alejándose un poco de el – al principio no me importo, pensé que era lo mejor, que ella lo haría bien, no le di importancia porque mis ojos estaban puestos en otro lado, en la idea, en el sueño de que Naruto vendría por mi, no me importaba lo que pensara mi familia porque al final haría una familia con el… pero nunca paso ni pasará y ahora que ya no lo tengo en el horizonte me doy cuenta de todo lo que he perdido, de todo lo que he sacrificado por él… y lo quiero de regreso – el chico tan solo continuo mirándola fijamente, extrañado en el interior por sus palabras, por la fuerza y decisión que había en ellas, no había tartamudeado ni una sola vez al pronunciarlas – voy a pelear por mi titulo y planeo recuperarlo, yo haré honorable mi clan, se que puedo hacerlo y así además demostrarles que se han equivocado conmigo, pero necesito ser mas fuerte para logarlo y… por el momento no puedo hacerlo sola – sin pensarlo más nuevamente se dejo caer en sus rodillas inclinando la cabeza al suelo – por favor Uchiha- San permitame aprender de usted… yo...
- Al amanecer- contesto el al tiempo que le daba la espada- deberás estar aquí al amanecer para comenzar, si llegas tarde será tu primera y ultima clase… - y sin decir nada más se marcho, Hinata le agradeció con una reverencia y no subió su mirada hasta que se sintió segura que se había ido.
¿por qué había aceptado? Se preguntaba el uchiha, le molestaba y le molestaba de sobre manera, pero tenía que aceptar que había entendido sus palabras, el también había conocido el desprecio de su padre que no tenía ojos más que para su hermano mayor, y luego de la masacre… bueno el… jamás pudo demostrarle que se equivocaba, que el también era fuerte e inteligente como Itachi, que el también era un hijo valioso, además el también, por mucho tiempo y hasta esta noche la había menospreciado, nunca le había dado importancia ni siquiera para mirarla o para recordar que había estado en su mismo salón durante los años de la academia, pensaba que la princesa Hyuga no era más que una delicada flor disfrazada de Ninja, pero la firmeza en las palabras que había pronunciado le habían demostrado que tal vez y solo tal vez muy en el fondo había algo más.
Además lo haría como un favor, no a ella si no a Naruto, limpiaría el desastre que había hecho con la confesión sabiendo que así limpiaría su conciencia, si la chica lograba su cometido olvidaría el dolor que le habían causado y Naruto se sentiría menos culpable por lo que había hecho, seguramente aun no entendía lo grave de las palabras pero … seguramente se sentía miserable por como la había hecho sentir. En fin dejaría que su curiosidad ganara por esta vez y aceptaría el reto de entrenarla, si lograba tener su titulo de vuelta demostraría que el, Uchiha Sasuke no fallaba en nada, ni como maestro.
