El amo de las pesadillas
Un cantico infantil anuncia mi llegada.
Soy una sombra entre luz.
Las niñas jugando tan inocentes les advierten a sus mayores sobre mí.
Los pasados horrores causados por mi estando con vida los atrapan sin piedad en la locura.
Una locura que yo mismo logre crear.
Uno, dos ya viene por ti… la primera advertencia de mi llegada
Tres, cuatro cierra tu puerta, nada podrá frenarme estando libre
Cinco, seis toma el crucifijo, yo mismo soy un Dios
Siete, ocho quédate hasta tarde, otra de las precauciones que se deben tomar ante mi presencia.
Pero lo más importante que jamás debes olvidar…
Nueve, diez, nunca dormirás de nuevo.
Tras esas ultimas silabas el rechinido de una serie de cuchillas se escuchan, buscando y asechando por la siguiente víctima.
Yo no puedo morir soy inmortal junto al mundo, como un dios, eterno como los sueños, el mundo que controlo, yo soy su amo, su dueño, soy el maestro, el maestro de las pesadillas.
