Disclaimer: Sólo las ideas aquí planteadas son mías. Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.
Persistencia contra voluntad.
Se arrojó a sus brazos de una manera desesperada, besó sus labios con fuerza y velocidad, salvajemente. Intentó invadir la boca de su acompañante con su lengua de una manera brusca y necesitada, pero él le impidió adentrarse más a ella. Los brazos del joven agrandaron la distancia entre sus cuerpos, alejando al instante al muchacho de él. El rubio no quería detener dicho momento pero los impulsos de Sasori por separarse de él le ganaron a su fuerza.
—¿Qué haces? —interrogó el muchacho de hebras rojizas; era verdad, él tenía un cierto deseo por su compañero, pero todo fue tan repentino que no supo reaccionar.
—Pensé que tú… —Deidara no pudo siquiera terminar la frase, ya que antes de ello Sasori le había dado la espalda y caminaba en dirección contraria a dónde se hallaba su compañero— Sasori, ¿qué pasa con la misión? —el aludido hizo omiso caso a las palabras del joven de celestes ojos y continuó caminando, evitando a toda costa volver la mirada a donde éste.
El rubio introdujo su mano en la bolsa hallada a su costado y como de costumbre, unos instantes después de sacarla, una figura, que parecía un ave de arcilla blanca descendió hasta el suelo y aumentó considerablemente su tamaño al tocar el éste. El autor de dicho arte montó el ave que acababa de realizar y se elevó por los cielos, alejándose cada vez más de su compañero.
Sasori caminaba con la misma pasividad que siempre tenía, sólo pensando si de verdad acababa de pasar lo que él creía. Deidara, en el tiempo que habían compartido puesto en las comisiones que les daba Akatsuki, había mostrado ser un muchacho impulsivo y que nunca se quedaba con las ganas de hacer algo.
Siguió caminando, reconociendo que era una tontería haber abrumando de dicha manera el momento tan perfecto que Deidara le daba la oportunidad de tener. Pero, claro, como era de esperarse, eso no lo demostraría, y se mantendría exactamente de la misma manera que hasta entonces. No se inmutaría ni por eso ni por nada.
Pero… la persistencia de Deidara, tal vez, podría más que la fuerza de voluntad del joven pelirrojo.
