Como diría una amiga mía: ¡ustedes son unas bellas! (o bellos, dependiendo). No sé si se podrán imaginar mi cara cuando revisé mi correo y encontré un montón de mensajes de fanfiction, me puse toda roja y me dije2: ¡me quieren! ¡Si me quieren! Con lagrimitas en los ojos y todo, me emocioné muchísimo. Y bueno, como saben, ahora vienen mis agradecimientos a todos ustedes: a REMULA BLACK, Winry Uchiha Nightray, Lazulley, Hikuraiken, AliceIggyKirkland, FeliciaVongola y reika-nejo-jin-forever por agregar mis historias anteriores a sus favoritas; a bickyta lovegood cullen, Krytical, MyobiXHitachiin y Mara-tan por dejar reviews; y a Noru Bondevik y Lay. Kirkland por dejar reviews, agregar las historias anteriores a favorite stories y/o agregarme a sus autores favoritos.

Contestando a tu pregunta bickyta: cariño, Matthew se encontraba en tan mal estado que hasta lo habría arroyado una bicicleta y no se acordaría de ello.

A parte de eso, en sí Krytical no dejó un review formal, sólo me dio el curioso dato de que al parecer London Bridge era la historia 10000 que se subía de Alfred y Arthur, ella (o él) no habla español pero de todas formas se animó a dejar el mensaje.

Puede que esta historia empiece con esta clasificación y que tal vez luego tenga que cambiarla, pero les avisaré si eso llega a ocurrir.

Sin más que comentarles, las dejo con el prefacio de esta historia de la que estoy escribiendo las últimas palabras en el teléfono ya que mi computadora pone doses raros cada vez que escribo en ella. Trataré de actualizar cada semana. Disfruten.

Titanic: A Little Love Story

Prefacio: Siete Días

La tripulación escogida para viajar en el magnífico barco que portaba el titulo de insumergible tenía todo preparado. Todos los boletos del viaje inaugural habían sido vendidos y lo único que faltaba era que el barco llegara a puerto dentro de dos días desde el puerto en el que había sido construido: los astilleros de Harland and Wolff, en Belfast, Irlanda del Norte.

La emoción estaba presente en todos los que embarcarían en poco más de cuarenta y ocho horas, deseosos de llegar a América en el navío que hasta los momentos era el más lujoso de los de la compañía White Star Line, incluso más que su nave gemela el Royal Mail Steamship Olympic. Todos pensaban en la brisa marina, en las gotas saladas que salpicaban el rostro refrescando del tibio sol que se cernía sobre el barco.

Arthur Kirkland estaba terminando de empacar sus pertenencias en el baúl que llevaría consigo hasta América. Su cabello rubio dorado estaba despeinado, ese el tema de discusión preferido de su madre "¿Cómo es posible que andes por ahí tan desaliñado?" ¿Qué podía hacer él? Peinar su cabello era más difícil que hacer que los rosales de su madre florecieran (nunca había sucedido y dudaba mucho que fuera a pasar, no es que su madre tuviera talento para la botánica).

La familia Kirkland se había asentado en Londres muchas generaciones atrás y el señor Kirkland pensó que era el momento oportuno para cambiar de aires, aprender de una nueva cultura y disfrutar del paisaje. Ciertamente esta idea no entusiasmaba mucho a Arthur ya que iba a dejar a todos sus conocidos y todo lo que le era familiar y agradable, iba a dejar su patria y no tenía opción. Tenía que irse porque así lo decía su padre.

Se tiró en la cama y se quedó largo rato observando el techo raso de la habitación ya vacía. El sol se estaba poniendo en el horizonte cuando el cansancio pudo con él y se quedó dormido.

.:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:..:°:.

Alfred F. Jones arreglaba sus últimas pertenencias en su maleta. Había ido a Inglaterra a trabajar y francamente no se acostumbraba al ambiente del país, quería volver a su tierra natal y aprovechó el momento para irse en el Royal Mail Steamship Titanic, tan solo le tomaría seis días estar de vuelta en Estados Unidos, devuelta en su amada América.

Pensar que había viajado a tierras inglesas recién graduado de psicólogo (aunque sus padres se preguntaban quien estaría tan loco como para quererlo a él de psicólogo) pensando que trabajaría mejor en aquel país, mucho menos ajetreado que su tierra madre... pero después de dos años extrañaba tanto a su querida Nueva York que ya no soportaba permanecer más tiempo lejos de ella.

Metió los últimos dos libros que le faltaban por empacar en la maleta y la cerró. Se acercó a la ventana abierta y disfrutó del aire frío que pasaba a aquellas horas justo después del anochecer. Nubes oscuras se arremolinaban en el horizonte, se avecinaba una tormenta. Cerró la ventana y se cambió de ropa para irse a dormir. Se arrebujó bajo las mantas y cayó bajo el encanto del sueño al poco tiempo.

En el astillero de Harland and Wolff los ingenieros trataban de controlar el incendio que se había iniciado en una de las veintinueve calderas cuando estaban terminando de inspeccionar la nave.

Lograron sofocar las llamas después de varias horas de intentos fallidos y revisaron que no hubiese ocurrido nada que pudiese perjudicar al barco. No hubo razón alguna para procurarse, todo estaba en perfectas condiciones.

El RMS Titanic haría, definitivamente, su viaje inaugural el 10 de Abril, dentro de dos días.

To Be Continue…

Este es el primer fic largo que me he animado a escribir desde que me digné a volver a presentarme por esta página, espero que el prefacio haya sido de su agrado queridos lectores, en cerio que los quiero muchísimo, me animan a escribir un montón y otra vez muchas gracias a todas esas hermosas personas que mencioné en la parte de arriba, espero que les vaya genial. Nos vemos en el próximo capitulo.

Hibari-Yuuki01