LA ULTIMA OPORTUNIDAD

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Summary:

Hinata Después de diecisiete años teniendo al rubio en su pensamiento provocándole rencor y odio como los deseos de venganza a la persona que más había amado y él cual era padre de su hijo (al que nunca conoció), regresaba Japón a lado de su esposo Sasuke Uchiha a tomar el mando del Hospital principal de Tokio, tendría que retomar el pasado que le había destruido la vida y sobretodo enfrentarse a Naruto Uzumaki el hombre que a pesar de tantos años no había podido olvidar ni dejar amar, su eterno tormento, pero en el que tanto tiempo soñó con proclamar su venganza. Sin imaginarse que ese encuentro era el mismo destino, quien le ponía en sus manos "La Última Oportunidad", para estar al lado del rubio, el verdadero amor de su vida. ¿Será más fuerte el deseo de proclamar su venganza o el del amor que le profesa y enterró en su corazón?

Mentiras al descubierto, intriga, amor, deseo, pasión un sin fin de emociones que llevaran a Hinata a su propio limite. Colocando en sus manos la posibilidades para ser feliz o rechazar el amor.

El siguiente fic tiene lenguaje altisonante, como escenas subidas de tono y lemon.

Me encanta el drama como ya hice mención, para que no les sorprenda. Los personajes son propiedad Masashi Kishimoto, pero tomó prestado los nombres para darle forma a mí loca historia. Sin más aquí se la dejó espero les guste.


CAPITULO 1: EL REGRESO.

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*Hinata*

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Me quedé atrapada en un trance en mis viejas memorias de antaño ya eran diecisiete años desde que no miraba su rostro pero seguía fresco en mí memoria, como el sabor de sus labios, mi mente me martirizaba con su recuerdo como si hubiera sido ayer el día que lo abandone, como con mí corazón roto junto con mis sueños de permanecer a su lado, mi pequeño Boruto palpitando en mí vientre; apenas me había enterado de su pequeñita existencia en un mundo de situaciones desesperantes como humillantes, mi maleta me acompañaba y el coraje que llevaba en el corazón junto con mi hijo eran mi motor para no derrumbarme, jamás había deseado con tanto fulgor y necesidad hacerle daño a alguien quería, deseaba vengarme de Ino (la que estupidamente considere mí mejor amiga), pero sobre todo de Naruto Uzumaki, mí inocencia como la trágica bancarrota de mi familia había servido de burla y diversión para ellos como el gran amor que le había entregado. No dejaba de maldecirme como fui tan estúpida, creer en las palabras y juramentos que él hace diecisiete años me había hecho.

-Hinata, Hinata…

Escuchaba a lo lejos trayéndome de regreso a mi realidad, sentí alrededor de mi cuerpo como sus brazos me abrazaban mientras me jalaban al costado de mi esposo., él era tan cálido, pero mi culpa no desaparecía, como era que el destino y el corazón se encaprichaban de tal manera, ¿porque no era posible amar, a quien realmente merecía tu amor?...

-¿En qué tanto piensas Hinata?

Me pronunciaba Sasuke mientras me acurrucaba en su regazo, la noche era fría igual que mi alma, mi único calor era la chimenea, los brazos de Sasuke, el hombre que estaba a mi lado, el que había criado a mi hijo como suyo y al que Boruto llamaba Padre, ellos eran mi sol, ante mis tormentosos recuerdos. Y ante el maldito pasado que no dejaba de arrastrar.

-En nada cariño, en Boruto (y en él, siempre él, pensé para mí), -Que ya llegó el momento que tanto me temía, decirle la verdad aunque con eso me ganaré su desprecio.

-Eso no pasara él te adora - Sasuke siempre tan tierno, levantándome el ánimo,

- Aun recuerdo ese día que me encontraste en la terminal cuando lo único que me cubría era el manto helado de la madrugada, -¿porque me salvaste?- le pronunciaba, al recordar cómo la angustia era mi única compañera.

Me miraba tiernamente con sus ojos negros.

- Porque te amaba Hinata y me partió el alma saber lo que Uzumaki e Ino te habían hecho o más bien nos habían hecho-Me aferre a sus brazos recordando...

Flash back:

Entraba a la que yo creía mi casa al que yo pensaba mi respaldo, como mi futuro, deje la bolsa en el comedor, contenta, entusiasmada; ¿como le daría la noticia?... me preguntaba, solo necesitaba la confirmación de Sasuke. Me dirigí a la recamara ya que se escuchaban ruidos extraños y era demasiado temprano como para que Naruto estuviera de vuelta, subí las escaleras y la vista se me empezó al nublar al ver en el piso el saco de Naruto junto con una chaqueta que reconocía perfectamente ¡Ino! pensé y me acerque a la habitación cuando abrí la puerta frenéticamente mi mundo se desmoronaba ante aquella repulsiva escena. Naruto e Ino debajo de mis sábanas en mí en "nuestra recámara", donde un mil de veces me proclamo amor eterno, maldición el dolor que sentía era tan fuerte que empezó a ser físico.

- ¡Cómo pudiste!, fue lo único que pronuncie cerrando la puerta, mientras mi cuerpo temblaba.

-¡Hinata! - Escuche su grito frenético mientras que Ino le decía -fue lo mejor déjala ir.

Baje la escaleras velozmente me dirigí al despacho donde se encontraban todos mis papeles eufóricamente los busque, cuando Naruto apareció pálido detrás de mí.

-¡Quítate!- le pronuncie con odio mientras me abría paso.

-Hinata espera, tengo que explicarte la cosas no son como piensas.

Reí sarcásticamente- ¡No son como lo pienso! Uzumaki, porque hace unos instantes me quedo muy claro al subir a nuestra recámara, más bien de ahora y para siempre ¡tu maldita recamara!

-Exactamente son como las piensas nos amamos, - Entró pronunciando Ino mientras lo tomaba de un brazo.

-Ino cállate por favor la miraba con desesperación.

-¿Callarme?, cuánto tiempo me decías que Hinata te estorbaba que seguías con ella por lastima, por compromiso porque era lo único que ella tenía.

No pensaba quedarme ahí parada escuchando, mi cuerpo apenas y podía estar de pie, si quiera podía mantener la conciencia ante este mal físico que sentía que provenía de mi alma torturada.

-Lastima- chasque con la lengua.

-¡Cállate Ino!, ¡Cállate!

-¿Porque debería? Naruto.

Me abrí paso a la fuerza mientras Ino jalaba a Naruto tome de mi bolso mientras escuchaba maldecir una y mil veces a mi espalda.

-Que no era lo que querías- le pronunciaba la rubia, -¡Cállate Ino!, De una vez maldita sea ¡CÁLLATE!

-¡Son unos bastardos!- le grite al acercarme a la puerta- ni Sasuke ni yo merecíamos esto pero nos hicieron un grandísimo favor, son basura, -Le dije mientras en mi manos con nerviosismo tome lo que era el papel de mi burla, tome el acta de matrimonio la troce y la tiré.

-Dilo que quieras querida pero me Salí con la mía.-Me pronunciaba la hipócrita rubia a la que creía mi amiga, la desfachatez de su sonrisa era insultante.Tanto descaro era ya un insulto, Naruto me miraba gélido mientras su cara se tornaba pálida por completo al mirar los trozos de papel frente de él, tomé mi bolsa me acerque a la puerta cuando el timbre sonó la abrí bruscamente de un jalón.

- Sasuke- exclame casi como plegaria,

-Hinata aquí están los resultados- me decía mientras sacudía el sobre en su mano - ¿pero qué te pasa?, - Me miraba suplicándole una respuesta cuando de reojo miro la incómoda escena.

-¡Qué diablos!, Ino, Naruto lo sabía, sabía que eras un imbécil Naruto y que no merecías a Hinata y de ti Ino no me extraña, no me equivoque contigo-Me miró mientras mi ojos se inundaron de lágrimas ya no podía más.

-Di lo que quieras no me importa- le pronunciaba, mientras se refugiaba detrás del que era mi aun esposo, Naruto no pronunciaba palabra simplemente estaba paralizado. Ya no podía con tanta repulsión la escena todo al mismo tiempo verlos en medio de la sala en las mínimas prendas que llevaban mientras que Sasuke me miraba preocupado, salí casi corriendo, mientras que Sasuke les gritaba basura.Corrí como pude por la calle no quería parar, no quería detenerme simplemente quería despertar de esa horrible pesadilla.

Fin Flash Back

Los brazos de Sasuke me despertaron del trance al sentirlos bajar a mi vientre mientras lo apretaba suavemente.

-No te tortures todo estará bien, pero ¿estás segura de regresar a Japón?

-Tenemos que - mientras los escalofríos me recorrían, después de tantos años me enfrentaría nuevamente al pasado, pero tenía que ser franca no podía huirle todo la vida tanto Naruto como Boruto tarde o temprano se enterarían que eran padre e hijo. Claro que ya no era la misma niñita tierna y tonta, ahora era fría, calculadora y sobretodo preparada, ya no era la estúpida chica de diecisiete años de la cual se habían burlado, y a la cual le habían hecho la vida añicos de un momento para otro; apenas dando a luz a Boruto, con el apoyo de Sasuke retome mi carrera, ahora era una mujer preparada con experiencia y dueña de un gran imperio empresarial del cual la mayoría de los hospitales dependían para su funcionamiento de las nuevas actualizaciones en la rama de la medicina.

Sasuke era considerada una eminencia médica y la verdad a pesar de todo lo que él había hecho por mi, no podía mentirme seguía amando a Naruto y me maldecía por eso, Sasuke le dio una familia, un verdadero hogar, un estatus, todo lo que una mujer soñaba. Pero yo seguía amando a aquel rubio, ojos celestes al que le había una vez entregado todo, por más que quisiera engañarse.

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*Naruto*

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Los últimos copos de nieve empezaron a caer por su balcón, la primavera estaba a unos dias, y mientras recordaba como Hinata con su hermosa cabellera negra se acunaban en mis brazos, como cada tarde mientras le contaba todo mi día, nunca dejaría de maldecirme.

¿Qué haría ahora?, ¿pensaría en mí?, ¿a caso sí dejó de amarme?, ¡maldita sea! ya eran diecisiete años y no la sacaba de mi pensamiento Hinata mi hermosa Hinata, todos esos años torturándome por la estupidez cometida, por desconfiar de Hinata por la injurias de Ino y por sus malditas inseguridades, me odiaba, la soledad era mí única y tan merecida compañía.

Si tan solo supieras cuantas veces me maldije Hinata, por no rogarte de rodillas que me perdonaras por no buscarte por cada parte del mundo hasta encontrarte.

Pero la noticia de su regreso era lo más mencionado en la ciudad y no me importaba que estuviera casada con Sasuke, yo sabía que ese amor tan puro que me tenía no podía morir así, no se dé donde sacaría el valor pero le haría frente, tengo que verte, tengo que contarte el lado de la historia que no has escuchado y sobre todo que tengo que decirte que son diecisiete años esperándote, añorando tu perdón, el deseo volverme a perder en esos labios carmesí que me acompañaban cada noche, no me importaba tener que luchar con Sasuke o contra quien fuera por recuperarte. Y así lo haría no más tiempo perdido.

La imagen de esa maldita tarde, del rostro de Hinata cuando me encontró en la habitación con Ino me atormentaban cada día, pero como era imbécil, quería recuperar a Hinata y no tenía nada que ofrecerle mi imperio se fue al demonio, sus excesos y sobretodo el karma le estaba cobrando la factura. Mis padres Kushina como Minato estaban tan contrariados como decepcionados de mí, de la porquería de vida que llevaba, y sobre todo de hecho que arruine nuestro matrimonio, ¿como maldita sea pudo culpar a Hinata de conspiración? solo por sus malditos celos, inseguridades y sobretodo como pudo serle infiel con la novia de su mejor amigo. Pero ahora me podía quejar, enderece mi vida y realmente aplique la redención, pensando de alguna manera volver a ser digna de Hinata.

Pero el muy cabron de Sasuke no perdió el tiempo; en cuanto tuvo la mínima oportunidad la aprovecho perfectamente para quedarse con Hinata,

Esta vez Dobe no me importa nada, ella es mía y siempre lo ha sido, te lo juro, recuperaré a Hinata. Perderla me regresó dolorosamente la cordura, como la madurez que necesitaba para componer mi vida.

Hace ya varios años Kushina, le pidió resignarse a que la actitud de Hinata era compresible.

Pero no jamás se resignaría a perderla.

Era su última oportunidad…

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*HINATA*

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En cuanto el avión aterrizo sentí el revuelo en mi estomago, ni siquiera prestaba atención a lo que Sasuke me mencionaba del equipaje, lo nervios comenzaron a llenarla de una manera abrupta, mientras el vehículo avanzaba sobre las calles de la ciudad dirigiéndose a la mansión Uchiha, veía pasar mis recuerdos sobre esas calles que una vez fueron testigo de mi estupidez. No, no me podía permitir flaquear. Ahora no, tenía que terminar lo que empecé años atrás.

-Hinata

-¿Dime?-le sonreí.

-Ya estamos en casa Cariño. – Me pronunció Sasuke con su sonrisa de comercial, mientras me tendía la mano para bajar de vehículo. Y aquí vamos, mis tacones resonaban en el piso de mármol de la sala de estar, ahora que estaba de regreso no podía flaquear no ahora…

Flash Back:

-Te amo Hinata

- Y yo a ti Naruto, júrame que jamás me dejaras sola, júrame que estaremos juntos siempre.

–Te lo juro pequeña

Sus manos se deslizaban sobre mi espalda, mientras me perdía en su ojos esos ojos más azules que cielo, me embriagaba del sabor de su boca, me perdía en olor de su piel, mis manos viajaban a los botones de su camisa, mientras su boca se perdía en mi cuello.

–Hinata ¿Quiero que seas mía?

–Y yo quiero ser tuya-le pronunciaba como mi corazón lo gritaba. Mientras nuestros cuerpos se dejaban llevar por el ritmo que pautaban nuestros labios.

¡Maldita sea!, otra vez, me pronunciaba mientras me ponía de pie, no otra vez ese maldito sueño, porque, tanto tiempo que mis memorias no me torturaban, respire profundo. Oportuno momento para que el subconsciente hiciera de las suyas.

Fin flash back

– Sasuke- pronuncié mientras me percataba que no estaba en la cama.

Automáticamente giré mi mirada al buro, en donde se encontraba una pequeña nota con un vaso de jugo a lado; sin duda con la impecable caligrafía de Sasuke.

Cariño:

Me llamaron a primera hora, al parecer hubo junta de emergencia en hospital, no te quise despertar, un beso…

P.D. ¿Comemos juntos?, Llámame nena…

Porque ahora al recordar mi sueño, solamente me sentía más culpable él no se merecía esto, me metí a la ducha, me apresure a estar lista para dirigirme al que ahora sería mi corporativo, a penas y tome mi desayuno.

Tome la avenida que a pesar de tantos años sin recorrerla, seguía conociendo perfectamente y ahí justo enfrente de mí estaba el parque, en el cual empezó mi mentira y mi dolor, casi como si algo me poseyera estacione cerca de la acera el volvo, me baje casi en automático, camine tan rápido como los tacones de abuja me lo permitieron, y justo ante mis ojos casi al fondo del parque estaba ahí el cerezo, igual de hermoso y frondoso como en cada primavera, el pelo me chocaba en la cara por la brisa cuando las memorias de antaño regresaron. Estaba perfectamente marcado el corazón en la corteza del árbol, mi nombre junto al de él, las lágrimas inundaron mi rostro al recordar

Flash back:

-¡Hinata! Cásate conmigo, se que desde pequeños estamos comprometidos, pero eso no me importa para mí no hay nadie más con quien quisiera estar.

–Naruto-kun- le pronuncie conmocionada ante el hermoso anillo que había en su mano, las flores del cerezo caían a nuestro alrededor. Mientras colocaba el anillo en mi mano y me levantaba girando por los aires. Apenas con 16 años acepte ser su esposa, estaba sola, solo lo tenía a él, con mis padres, muertos mi hermana y primo en el extranjero él era mi mundo.

-! Te hare tan feliz!, lo juro Hinata- Y así comenzó la mentira, los preparativos de mi boda. Sus padres extasiados aunque pensaban que yo era muy joven ya que Naruto me llevaba cinco años, pero a mí no me importaba lo amaba, recordaba como su cara realmente irradiaba felicidad, si que fue un grandioso actor cuando pronunció sus votos, sus labios posando mis labios, recorriendo mi cuello con sus manos, mientras me decía .

- te amo- recargados en este mismo cerezo.

Fin del Flas Back.

Maldita mentira me pronuncie mientras, me sacaba casi a rastras de ahí, tendría que regresar a rayar esa corteza y borrar ese maldito corazón !Que cabron¡, ¿Cuántos arboles mas habrá masacrado estos años?, Hinata concéntrate me repetía despacio...

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*Naruto*

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¡Hinata!, pronunciaba el rubio mientras caminaba, en el parque, se dirigía directamente al cerezo donde una vez prometió amarla, ese lugar era lo único que le traía calma.

-¿Dónde estarás?- preguntaba para mis adentros, cuando mi maldita mente me jugaba la peor de las jugarretas. ¡Qué Diablos!, dijo tallándose los ojos, Hinata mi Hinata, si es ella, me confirmaba mirando a lo lejos una mujer de cabellera azabache, larga, ya no era lacia como ella lo llevaba si no algo ondulado; pero era su mismo rostro de ternura y no dejaba de verse menos que perfecta, pero por ¡Dios!, se veía hermosa, traía un vestido rojo que se movía simultáneamente con ella marcando sus curvas perfectamente.

Ya no quedaba nada de la criatura tierna, ahora era una mujer, una mujer hermosa, una sexi y atractiva mujer la que una vez fue mi esposa. Y que a pesar de solo mirarla hacia acelerar su corazón como la primera vez que la beso en el mismo cerezo del que ella se alejaba.

Corrí frenéticamente, tenía que alcanzarla tenía que verla, tenía que hablarle.

-!Hinata¡- grite eufóricamente, atrayendo la atención de todas las personas alrededor.

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*HINATA*

¡Esa voz¡, mi corazón se aceleró, gire rápidamente, mientras veía al rubio correr hacia mí, no ahora no... El pánico me invadió.

Tengo que salir de aquí, acelere el paso tanto como pude, de milagro no tropecé, cuando una mano me tomo por el hombro y me giro, se dilataron mis pupilas cuando caí en la conciencia que era él...


Hasta aquí el capítulo de hoy, espero la trama les guste habrá lemon, se los advierto, poco a poco se irán incorporando los personajes y si les adelanto habrá BoruSarada, como mucho Drama… Espero sus comentarios, como que la historia les guste, nos leemos en la próxima, espero subir el siguiente capítulo en unos dos días XD. Por cierto un agradecimiento a Niza Trujillo por sus recomendaciones a la hora de escribir este FanFic. XD