Disclaimer: los personajes le pertenecen a Rick Riordan.
3 días. Esa era su deuda.
Al principio no querías pagarla, le parecía algo absurdo al hijo de Hades, después de todo él había salido bastante bien parado. Aunque no admita públicamente, su magia del inframundo estaría suspendida durante una temporada.
Él no es de esas personas que rompen sus promesas. Pero aun así le parecía absurda. La noche se acercaba, y todavía no se decidía. Una gran parte de el le decía que vaya, que cosas buenas podía resultar de esa experiencia, pero la otra, le provocaba temor y nervios de lo que podía llegar a pasar.
Cuando el último rayo del atardecer ilumino su negro, le dio el valor de ir. Pagaría su deuda ¿Qué podía salir mal? Eran 3 días, el solo, en la enfermería bajo los cuidados de Will…una idea bastante atractiva…
Parado en la puerta de la enfermería sentía un cosquilleó en su panza aumentando. ¿Felicidad? ¿Nervios? ¿Ansioso? ¿Deseoso? No sabía que pensar. Siempre que el hijo de Apolo andaba cerca, los cables de sus sentimientos cruzaban y las chispas aparecían en su estómago. ¿Por qué tenía que ser así?
Vislumbro el destello dorado del cabello de Will, estaba de espaldas a él. La sangre en sus venas corría cada vez más rápido, la presión aumentaba. Las manos se le humedecieron, y en la frente sentía un frío sudor. No se veía en el espejo pero sus entrañas le decían que se estaba poniendo pálido.
No sabía cuánto más podía aguantar, iba a explotar en cualquier momento.
Will se volteó y los ojos de Nico hicieron contacto con el destello azul de sus ojos. Ese destello accionó el gatillo de la bomba que él era. Todo lo que sentía fue imposible de soportar, su vista se nublo y todo se volvió negro.
La cabeza le dolía, poco a poco abrió los ojos. ¿Dónde estaba? Al parecer en una cama de la enfermería. Giro la cabeza y el reloj que estaba en la mesita marcaba las 3 de la mañana ¿Se había desmayado? Estúpidos nervios, no podía creer lo había pasado.
Sentía un peso sobre su pecho. Levantó la cabeza. Esos cabellos rubios, la tez bronceada…era obvio quién era. Era divertido ver como Will se había dormido sobre él.
Suspirando Nico pensó: " A cualquiera puede pasarle".
Palabras:382.
