Disclaimer: El maravilloso mundo de Harry Potter le pertenece a la diosa J. K. Rowling, yo solo uso sus personajes para mi mero entretenimiento y el suyo. Buscando satisfacer mi necesidad de historias sobre estos.
Harry James Potter no recordaba un cumpleaños feliz de su infancia, estaba seguro que no era cosa de su memoria sino más bien cosa del destino.
Harry James Potter nació el 31 de Julio de 1980 y con él una profecía, que un año más tarde lo llevaría al único cumpleaños con su padre y sin nadie más que ellos. Y aun así con todas esas situaciones podría asegurar que fue el mejor cumpleaños de su vida. La escoba de juguete que le regalo su padrino y el libro de cuentos que le dio Remus, objetos que recupero cuando limpió las ruinas de la casa del Valle de Godric.
Los siguientes 10 cumpleaños los pasó con sus tíos Dursley y los podía recordar pero no como cumpleaños feliz, podía asegurar que el único cumpleaños feliz con los Dursley fue a los 11 años cuando se enteró que era mago. De ahí en adelante sus cumpleaños mejoraron, no era que fueran los mejores, pero la presencia de personas que recordaban su cumpleaños, que no fueran los Dursley, así más aceptable su vida y más placenteros sus cumpleaños.
Sin embargo, esas festividades son tiempo del pasado. Ahora Harry Potter tenía los mejores cumpleaños del mundo junto a su esposa y sus tres hijos.
Era 31 de Julio del 2018, recién estaba amaneciendo en el Valle de Godric. Él escuchaba algunos ruidos en la planta baja de la casa y por el lugar vacío a su lado supo que tanto su esposa y sus hijos estaban tramando algo en la parte baja, también entendió que si bajaba en ese instante sus hijos lo iban a odiar por levantarse tan temprano cuando era su día libre. Harry, ahí acostado, sonrió hace mucho el comenzó amar su cumpleaños especialmente después de la guerra.
31 de Julio de 1998;
La Madriguera
Harry estaba dormido en su cama en el cuarto de Ron, su mejor amigo, hace casi 3 meses había sido la guerra y aunque los sucesos aún estaban reciente la señora Weasley había insistido en que debía por lo menos haber un pastel de cumpleaños. Harry hizo de todo para negarse, no quería celebrar nada, mucho menos con George tan deprimido.
—No seas idiota, Potter. Fred va a venir a jalarme las patas si impido un bailongo— había dicho George cuando Harry lo utilizo de excusa.
Harry se sentía mal porque, en realidad, el no debió usar la ausencia de Fred como excusa cuando él no quería celebrar nada. La simple razón de negarse a celebrar sus 18 años era únicamente él y nadie más que él.
—Harry— esa era la voz de Ginny tratando de despertarlo pero él no quería —Harry sé que no quieres nada de esto pero hazlo por nosotros necesitamos algo con lo cual distraernos— dijo Ginny sentándose en la cama.
Por Ginny, Harry haría cualquier cosa incluido bajar y fingir que estaba pasando el mejor cumpleaños de su vida.
Ya era de noche y muchos ya se habían ido a sus casas. En La Madriguera solo quedaban los señores Weasley, Ron, Hermione, Ginny y Harry. Harry caminaba por el terreno de La Madriguera hacia donde había un pequeño lago se sentó en la orilla de este. La idea del cumpleaños no resulto mala, había sido una distracción para todos incluso para él.
—Gracias— Ginny se sentaba a su lado en el lago —Gracias, por aguantar todo esto— dijo mirando hacia la casa —Sé que te fastidia pero fue de ayuda—.
Harry puso su mano encima de la de Ginny —Haría todo por ti Ginny, aunque sea volver a vivir la guerra—.
Ginny sonrió, puso su cabeza en el hombro de Harry y pasaron ahí sentados mirando a las ranas y a los sapos, croar y comer. No era un sitio romántico pero en ese momento su relación había vuelto a comenzar.
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Harry se había levantado al final. Ya el sol había salido al completo y aun se podía escuchar ruidos en el piso de abajo, también estaba seguro que vivo más de una vez pasar una melena pelirroja por el pasillo. El azabache sabía que todavía no podía bajar, su instinto de supervivencia ante furias pelirrojas se lo advertía, recorrió la habitación y tomo el libro de Quidditch a través de los tiempos para distraerse.
Falló en su objetivo porque en medio del libro una foto del y Ginny en un partido de profesional de quidditch.
31 de Julio del 2000;
Algún bar de Londres Muggle
Harry estaba sentado en una mesa tomando un vaso de vodka con Ron a su lado, el cual miraba de manera penetrante hacia donde esta Hermione y Ginny bailando junto a otras chicas, compañeras del equipo de Quidditch de Ginny.
— ¿Por qué bailan así? — dijo Ron ofuscado de como el vestido rojo pegado al cuerpo que llevaba Hermione se subía más cuando ella bailaba.
Harry sonrió ante los celos de su amigo. Para él era igual si el pequeño vestido negro, strappers, que llevaba Ginny se subía cada vez que ella se agachaba o si su bonito trasero se definía más. Para Harry, lo único importante era que Ginny se divirtiera mientras bailará únicamente con chicas. Después de todo Ginny ama bailar y él tenía dos pies izquierdos, no la podía obligar a quedarse toda la noche, aunque fuera su cumpleaños, a su lado.
Ginny se separó de sus amigas y camino, como modelo, hacia donde estaban Ron y él. Se sentó en las piernas del azabache y le quito el vaso que tenía en la mano para después besarlo apasionadamente. —Hey, que sigo aquí— dijo Ron.
—Deja los celos de hermano y novio, párate y lárgate a bailar con Hermione. Yo le hago compañía a Harry—.
Y que compañía. Desde su cumpleaños pasado y este, eran dos en total, esa era su parte favorita. Hacer el amor con su ninfa pelirroja. Sea en la playa, cuando cumplió 19 años, o en un baño de un bar, lo que hicieron esa noche.
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Después del pequeño recuerdo, debido a la foto, tuvo que darse un baño de agua fría para bajar el problema en su ropa interior. Una vez fresco y de nuevo en su cama Harry no puedo evitar rememorar esa parte que tanto amaba de sus cumpleaños.
En la piscina de la casa de Francia de sus abuelos o cuando tuvo una misión el día que cumplió 22 años, y era su primer cumpleaños como matrimonio, él llegó a su habitación de hotel y Ginny estaba desnuda en medio de la cama con su melena roja tapando sus atributos. Harry recordaba cada uno, como hace dos años cuando todos fueron acampar y se escaparon mientras todos dormían a una cascada cerca. En definitiva esa era su parte favorita.
Harry se asomó por la puerta de su cuarto cuando vio una melena pelirroja con rizos corre por el pasillo hacia las escaleras, el azabache escucho más voces que antes. Ahora no solo estaba su esposa y sus tres hijos, sino también sus mejores amigos con sus hijos. Harry sabía por dónde iba eso así que se comenzó a vestir para esperar que pudiera bajar porque ahora no solo su vida corría peligro por dos pelirrojas más bien por tres pelirrojas y el mal genio de su mejor amiga.
31 de Julio del 2003;
La Madriguera
Para Harry Potter su vida no podía ir mejor tenía una familia, una muy grande algo que él siempre quiso, junto a una esposa amorosa. A su vida solo le faltaban niños de cabello azabache y niñas pelirrojas con ojos verdes esmeraldas o almendrados corriendo por la casa en el Valle de Godric, jugando con sus primos en La Madriguera.
—Por los 24 años de Harry— dijo el señor Weasley alzando su copa con champagne. Se escuchó un "Salud" máximo y Harry se sentía en familia, en paz, se sentía genial.
—Okey, vamos abrir los regalos— dijo la Sra. Weasley, era como una costumbre o más bien un juego inmaduro entre los hombres. El cumpleañero escogía el que más le gusta, normalmente el de la esposa, y el resto le daba un galeón a esa persona. La señora Weasley le molesta, a Fleur le parecía un juego inocente, a Audrey, Angelina y Ginny les divertía la inmadurez de sus parejas y a Hermione no le agradaba pero de igual manera participaba.
Harry recibió boletos de Quidditch de parte de Bill y Fleur, el clásico suéter de parte de los señores Weasley, unos dragones miniaturas de parte de Charlie (La señora Weasley pegó el grito al cielo), Audrey y Percy le dieron un cachorrito negro, George y Angelina le dieron un viaje a un pueblito mágico de Irlanda, y sus mejores amigos le dieron parte de los Chudley Cannons (Ron había comprado el equipo hace 6 meses, Hermione seguía en desacuerdo), Teddy le dio un álbum de fotos de Ginny y él, pero sin duda el regalo que más le gusto fue el de Ginny y no el que venía en la noche.
—Toca el mío— dijo Ginny poniendo teniéndole una cajita azul con un lazo rosa, no era ni muy grande ni tan pequeña.
Harry abrió la caja y saco un palito con dos rayita, dos pares de guantes para bebe rosa y azul.
—Por las barbas de Merlín, Ginny— dijo Hermione. Las mujeres estaban emocionadas mientras los chicos no entendían nada, Harry seguía observando el contenido de la caja sin entender.
—Potter me exasperas— dijo Hermione, que estaba detrás de Harry, dándole un golpe en la cabeza —Es la manera de Ginny de decirte que vas hacer papá—.
—Voy hacer…— dijo Harry levantándose de la silla —Demonios pelirroja esto es lo mejor del mundo— abrazo a Ginny.
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Sin duda Ginny le había dado 3 razones más por las cual luchar, amaba a sus tres hijos aunque lo exasperaran con sus travesuras y peleas, adoraba las vacaciones de verano, llegar a casa y escuchar las voces de sus 3 terremotos.
—Papi— dijo su último terremoto en la puerta.
—Moco me mando mamá a mí— dijo el mayor entrando a su cuarto sin pedir permiso.
—Mentira me envió a mí— dijo Albus —Papá dice mamá…—.
—Que ya bajes a desayunar— gritaron Lily y James interrumpiendo a su hermano.
— ¡JA! Lo dije yo tontos— dijo James antes de salir corriendo con sus dos hermanos menores atrás.
Harry se levantó para bajar atrás de sus hijos cuando vio a Lily parada al inició de la escalera —Feliz cumpleaños, papi— dijo poniéndose en puntitas y dándole un beso en la mejilla para después correr escalera abajo gritando —Yo, le dije feliz cumpleaños antes que todos— dijo Lily.
Entró a la cocina donde estaban todos los Weasley incluido su ahijado, en la entrada había un letrero que decía "Felices 38 años". Todos se acercaron a decirle feliz cumpleaños. El señor Weasley con un apretón de manos, la señora Weasley con esos abrazos que te dejan sin aire, Bill y Charlie le dieron unos de esos abrazos varoniles, Audrey y Fleur lo abrazaron, Roxanne le dijo algo de Quidditch y George le hizo una broma, Hermione lo abrazo hasta que Ron los separo, Ron le dio una cerveza muggle que Rose les quito a ambos alegando que ni siquiera habían desayunado para ponerse a beber, Ginny le dio un beso. Sus sobrinas y sus sobrinos lo abrazaron. Teddy lo abrazo y le dio las gracias por ser como un padre para él.
Harry amaba su enorme familia y adoraba celebrar su cumpleaños. De alguna manera el volvía a ser un adolescente cada vez que estaba cerca su cumpleaños, contaba las horas esperando que así pasaran más rápido pero sobretodo aprovechaba al máximo las horas que celebraba junto a su familia ya sea en su casa, o en la casa de cualquiera, en La Madriguera, en alguna parte perdida del mundo. Lo importante, para Harry, era estar junto a su familia.
Ya en la noche cuando todos se habían ido a su casa, y sus terremotos también. Teddy a su departamento, James donde el Tío George, Albus donde Scorpius y Lily donde Alice.
—Feliz cumpleaños, amor— dijo Ginny saliendo del baño con una batita de satín blanca que le llegaba a medio muslo.
En definitiva esa seguía siendo su parte favorita de su cumpleaños.
Hola, una vez más espero que hayan disfrutado de esta historia. En realidad la escribí para el 31 de Julio cuando Harry cumplió 38 años pero todavía no la había podido subir. Gracias por leerla y espero con ansias sus reviews. Vale recalcar que únicamente el un one shot, no va a tener más partes. Always
