Disclaimer: Si Bleach me perteneciera, hubiera vestido a Ichigo con uniforme de Espada. Como no fue así es obvio que le pertenece a Tite Kudo-sama.
Resumen: Toushiro nunca se ha interesado por nada en particular, eso hasta que conoce al capitán del quipo de soccer y nace una muy problemática obsesión. HitsuKarin con una "pequeña sorpresa".
Parejas: Hitsugaya/Karin (ya veremos otras –se aceptan sugerencias.)
Advertencias: Lo dejare para el final.
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Suplícame
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_capitulo uno_
«¿Por qué los adultos explican cosas tan exasperante?» era lo que pensaba el chico peliblanco viendo fijamente al profesor encargado de su nuevo curso. Entendía que este tipo de cosas eran necesarias para los transferidos, pero de verdad que le desesperaba que le explicasen cosas tan obvias como que no debía andar por los pasillos en horas de clases. ¡Y sobre todo a él! Vamos, que fue el presidente estudiantil en la secundaria baja, y de seguro lo hubiera sido en la preparatoria si no fuera que solo se permitían candidatos de segundo y tercer año –y el aun estaba en primero en aquel entonces. De cualquier forma, mientras suspiraba y acumulaba paciencia para el resto del día, aunque ya se le hacia difícil no mandarle una de sus miradas heladas al tipo de pelo blanco y largo que ahora le explicaba que era obligatorio pertenecer a algún club.
Luego de la altamente tediosa charla con el mayor lo acompaño a su nueva clase, 2º 'A'. No le sorprendió que el silencio reinara en cuanto se dejo ver al entrar al salón, tenia muy presente que con el cabello blanco y los ojos aguamarina llamaba demasiado la atención, pero lo verdaderamente molesto es la mala impresión de chico problemático que asumían en él. «Como sea, ya se acostumbraran» pensó mientras miraba a una chica que literalmente se quedo con la boca abierta.
—¿Hinamori-kun, podrías orientar en lo que haga falta a Hitsugaya-kun?— dijo después de una breve presentación sobre él el profesor. Justamente la chica que había dejado caer su quijada se levanto asintiendo.— Ella es la representante de la clase, Hitsugaya-kun. Puedes pedirle lo que necesites. Siéntate junto a Hanakari-kun— un pelirrojo levanto la mano y camino al asiento a su lado.
Luego de mirar al llamativo chico de ojos almendrados y cabello rojo se concentro en la clase, aburrida por cierto. Para nada llegaban a las expectativas que teína de una escuela de ciudad, y teóricamente la preparatoria de Karakura estaba entre las mejores. En algún momento en el que dejo divagar su mente sonó el timbre y antes de darse cuenta tenia a la chica castaña «Hinamori» recordó, a un lado de su pupitre.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte, Hitsugaya-kun?— estuvo tentado a responder aun seco "nada" pero decidió intentar ser amable.
—Nada por ahora, Hinamori-kun— aquello había sonado mas serio de lo que pretendia, aun así la chica ni siquiera lo noto.
—Ya veo. Por favor no dudes en avisarme si necesitas cualquier cosa, y me ayudarías mucho si me comunicas lo antes posible en que club te unirás, se hace un seguimiento muy estricto sobre eso.— explico con una sonrisa.
Se podría decir que la chica le callo bien, o mejor dicho que no le molesto su presencia como solían hacerlo las demás femeninas. Se explico amablemente y no trato de llamar demasiado su atención.
—Entiendo. Lo pensare y decidiré lo antes posible.— la chica asintió en conformidad, y cuando pensó que se estaba por ir volvió hablar.
—¿Qué te gustaría hacer? Podría ayudarte si quieres.— le pareció extraño y un poco invasivo, pero lo dejo de lado, principalmente porque veía que quería ayudarlo sinceramente y porque mientras ella estuviera con él las demás niñas se mantendrían en su lugar, de soslayo podía ver como estaban atentas a la conversación.
—Tal vez el comité estudiantil. —sugirió, la chica hizo una mueca no muy de acuerdo.
—No es considerado un club, además los mejores puestos ya fueron elegidos para este semestre.
—¿Cuáles me recomiendas?— dijo luego de pensar un momento y no encontrar ningún interés en particular. «Rangiku tiene razón, soy demasiado aburrido» pensó sin importarle demasiado en realidad, no era su culpa que nada le presentase un verdadero desafío.
—Veamos— dijo mas para si misma acariciándose la barbilla. — Los mejores son: Kendo, aunque no te lo recomiendo… el profesor Kenpachi es el encargado y, bueno, ya lo conocerás. También esta Soccer, su equipo es el mejor de la ciudad, pero es un poco difícil entrar. Si no te gustan los deportes también esta Caligrafía o el de Fotografía.
—Así que el de soccer es difícil.— comento para si mismo.— De uno al diez ¿cuánto?
—Diez— dijo sin pensarlo a lo que Toushiro casi sonrió conforme.
—Entonces me uniré a ese.— la chica le sonrió encantada, y por momento se pregunto si ese no había sido su plan desde el principio, decidió dejar eso para mas tarde en cuanto volvió a hablar para ofrecerse a acompañarlo después de la ultima clase, solo asintió ya que en ese momento entraba la profesora de Ciencias, y algo en su sonrisa le decía que no tenia que meterse con ella.
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No se había equivocado, aunque esa mujer de cabello largo trenzado tenia una expresión pacifica sin duda emanaba una presencia siniestra, hasta se le erizaron los vellos del brazo cuando el chico pelirrojo a su lado fue el centro de la atención al no saber contestar una pregunta sobre el sistema respiratorio de los mamíferos. Esa si que había sido una clase interesante, no solo por la peculiar profesora, si no también el nivel.
Desfilaron un par de rarezas docentes más. Un pito de imagen descuidada que tenia un abanico, y pasar de su despreocupada personalidad era un monstruo cuando explicaba matemáticas, y luego la menuda profesora de historia, ciertamente de descendencia china, que no soportaba que ni respirasen sonoramente.
Y como lo había dicho, luego de las clases Hinamori lo acompaño al tercer piso –donde tenía cada club su salón –a unirse al afamado club de soccer. Sin duda ahora sabia que la chica era fan del equipo, en el camino la había contado las hazañas que logro en los últimos torneos, haciendo especial énfasis en el capitán que en el último partido luego de lograr una anotación casi imposible con una chilena se había desguinzado el tobillo. Cuando estaba a pasos de la puerta la chica lo detuvo viéndolo seriamente.
—Kurosaki-kun puede ser un poco difícil a veces, probablemente te dirá que no en el principio así que ¡yosh!— dijo alzando un puño dándole ánimos. «Que chica…»
Hinamori fue quien golpeo un par de veces hasta que alguien contesto un "delante". Entraron encontrándose una sala mas que nada administrativa, con un sofa, varios estantes con trofeos y carpetas, además de un escritorio donde frenándolo a ellos estaba un chico de cabello negro sujeto en una pequeña coleta de caballo.
—Hinamori— saludo alzando la vista de unos papeles que revisaba.
—Kurosaku-kun— correspondió la chica, y Toushiro decidió ser espectador por el momento.— Este es Hitsugaya-kun — presento ganándose la evaluativa mirada del chico. Algo en esos ojos negros le molesto. —Por favor acéptelo en el club de soccer. — involuntariamente escapo de su mirada para fijarse en la chica «Se sonrojo –noto al instante, y las pistas encajaron rápidamente para él –así que le gusta este tipo»
—Demasiado flacucho.— sintió su cuello sonar de lo rápido que lo giro para mirar al bastardo que había dicho eso. El moreno estaba como si nada con sus ojos aun puestos en él. «Es oficial, odio a este tipo» — Dime ¿haz practicado soccer antes?... ¿seriamente?
—No.— contesto escuetamente, tragándose de escupirle en la cara que él se veía el doble de "flacucho"
—Lo siento, no voy a perder tiempo contigo.— nunca, en sus 15 años de vida alguien le había dicho tal cosa. Y juro mentalmente que este tipejo se arrepentiría de semejantes palabras.
—No lo perderás— dijo seriamente, cortando lo que fuera a intentar decir Hinamori, lo último que necesitaba su orgullo era una chica defendiéndolo. — Cuando me comprometo con algo lo hago seriamente.
—Aun así.— el moreno recostó completamente su espalda en el silla.— Comprobar tu condición física, entrenarte, buscar tu puesto… no quiero esas preocupaciones a mitad de trimestre con las finales cerca y con una tutora de licencia indefinida — «mas una lesión» agrego mentalmente. Aun así, no se convencía totalmente en despachar al peliblanco, algo en su expresión contenida y el aire competitivo que emitía –fundamental para cualquier atleta –le decía que el chico era bueno. Sobre todo sus penetrantes ojos trasmitiéndole ira y férrea decisión.— Aunque si estas decidido puedo proponerte algo.— dijo sonriendo de lado.
—¿Qué? —demando mas que pregunto.
—Si aguantas el entrenamiento de Kenpachi una semana considerare evaluarte en el campo de soccer.
—De acuerdo— acepto sin pensarlo realmente, ganándose la mirada atónita de la castaña, de la cual ni se fijo, estaba demasiado concentrado en su azul vs negro con el capitán.
—Bien, si eso es todo, los despido. Tengo que ir a la practica, espero te nos incorpores el próximo lunes Shiro-kun.— dijo incorporándose y rodeando el escritorio para salir.
—Hitsugaya Toushiro—corrigió apenas aguantando las ganas de darle un golpe cuando paso a su lado invitándolos a salir.
—Recordare tu nombre cuando valga la pena.— dijo sin mas.— Nos vemos Hinamori.
—¡Hai!— en cierta forma escuchar a la chica le devolvió un poco la conciencia notando que tenia las manos en puños y los músculos tensos.— jeje, por eso te dije que era un poco difícil.— se disculpo la chica girándose a él.
—Hmm.— se limito a contestar mientras seguía con la vista al pelinegro por el pasillo.
—¿Deberíamos ir a hablar con Kenpachi-sensei?
—Vamos.— de nuevo en imperativo hizo a la encargada de la clase acompañarlo.
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Kurosaki Karin, el capitán del equipo de soccer, además de presidente del club de soccer y uno de los representantes deportivos del comité estudiantil camino por los pasillos del segundo piso sin muestras de molestias en su rápido paso, aun así cuidada minuciosamente hacer el menor esfuerzo posible con su pierna derecha. Bajo hasta el primer piso en su recorrido habitual cada vez que iba de la oficina del club –como solían decirle al salón a los que pocos dejaba entrar y otros ni siquiera quieran aparecerse, sabiendo que si eran llamados no era para algo bueno, en la mayoría de las veces –a las canchas detrás del edificio principal.
—¡Taicho!— llamaron a su espalda. — ¿A dónde va?— dijo el chico de cabello rosa que se adelanto hasta alcanzarlo.
—A la biblioteca… ¿No deberías estar ya en el entrenamiento, Hebi?— pregunto entrecerrando sus ojos.
—Tks, el viejo de mierda de química me mando a detención. Taicho, no me diga que va a faltar al entrenamiento de nuevo ¡esos imbéciles hacen lo que se le da la gana!
—Vamos, eres el Vice, no te quejes y ponlos en tu lugar. Aunque es normal que no te hagan caso si cada dos por tres estas llegando tarde.
—Ya te dije que el viejo...
—Si, si. El científico loco, la vieja de historia, el idiota de Urahara siempre tienen la culpa. ¡Compórtate en clase!— Corto el moreno molesto e instantáneamente el chico serpiente, apenas mas alto que el capitán, se cruzo de brazo por el sermón de siempre.
—Dios, estas terribles desde tu lesión. Haber si haces algo cono ese carácter.
—Si quieres que mejore ponte a rezarle al Diez que las cosas salgan como las planeo.— mascullo frunciendo el entrecejo apunto de girarse y retomar su camino.
—Oi, enserio— le detuvo tomándolo del codo.— No te sobre exijas— dijo el pelirrosa suavizando la expresión. Karin le sonrió, sabia que tenia razón, desde que se había lesionado estaba de un humor terrible, explotaba a la mina situación; pero es que simplemente no podía contener toda su frustración y desilusión. Eso le sumaba la licencia de Yoruichi, la profesora encargada del club y el estrés solo ascendía de niveles.
—No te preocupes, tengo un buen presentimiento. Arreglare unas cosas y pasare por la practica a dar de mis "discurso motivacionales"
—De acuerdo, iré a ponerlos a correr hasta que vomiten.— le sonrió el chico dejándolo ir.
Le alzo la mano a modo de saludo y siguió por el pasillo desviándose a la biblioteca en vez del patio trasero. La biblioteca del colegio era normal, varios estantes de madera llenos de un variopinto conjunto de libros, unas cuantas mesas para los estudiantes, también cinco ordenadores para el uso común y un mostrador donde los encargados –todo ellos miembros del club de lectura –manejaban la prestación y administración del los libros y el resto del material escolar. Se acerco la chica de lentes completamente inmersa en el libro entre sus manos.
—¿Donde esta, Ise-sempai? — pregunto a la encargada. Sin levantar la vista le señalo una esquina de la biblioteca.— Gracias.
En sus adentros admitía que tenía un carácter difícil. Tendía a enojarse rápidamente, en especial cuando las cosas no salía como quería, era exigente con todos incluyéndose y su naturaleza sarcástica le hacia chocante para muchos. Siendo el capitán del equipo no solía preocuparse por como traba a las personas, por temor y/o respeto nadie se metía con él y a larga se terminaban acostumbrando a su personalidad… el problema surgía con personas delicadas, entiéndase inseguras o tímidas.
Especialmente cuando tenía que depender de ellos, le desesperada.
«Uno…dos…tres… Recuerda, no alces la voz, no frunces las cejas, no lo mires directamente ¡y cuida tu lengua!» se dijo mientras caminaba hacia un chico pelinegro sentado frente a su laptop.
—Hey, Hanataro.— saludo con su mejor sonrisa amable sonando tranquilo, aun así el chico dio un saltito al escucharlo.
—Ha-hai Kurosaki-sempai. — se encogió en su asiento. «uno… dos…tres…». El capitán negó un par de veces con la cabeza.
—Ya te dije, llámame Karin.— dijo mientras se sentaba frente a él, evitando verlo a la cara pasando sus ojos "distraídamente" por los libros en la mesa.
—¡No!— alzo sus ojos a los del menor inconscientemente y el chico se hundió todo lo que pudo en su silla desviando la mirada.—No, no podría.
—¿Kurosaki entonces?— ofreció tomando un libro de ecología sobre la mesa.
—Pero sempai…— protesto a media voz y Karin cerro los ojos contando hasta diez ¡era tan difícil que no le diga sempai!. De soslayo el chico pudo ver el seño fruncido del capitán, por lo que opto corregirse, no quería tantear su paciencia.— ¿Karin-sama? …¿No entiendo por que no puedo decirle sempai?
El pelinegro suspiro echándose más en la silla. «¿Karin-sama? Quiero creer que eso es un avance»
—Simple Hana. Quiero que seas el manager del quipo, y nadie me llama "sempai" en el equipo, menos alguien que va a estar sobre los jugadores, por eso tampoco puedes llamarme taicho.
—Yo aun no…— trato de hablar lo todo seriamente posible, pero, si es que podia, se había puesto más nervioso por ese diminutivo.
—Vamos Hana, sabes que terminaras aceptando o ¿quieres que Kenpachi aplace tu nota en Deportes?. No haz aprobado ni un examen de condición física en lo que va del año y la una forma de pasar es ser parte de un club deportivo ¿Te crees capas de aguantar el entrenamiento de ping-pong? Y sabes que es el mas liviano de todos.— sonrió de lado clavando sus ojos ónix en su cara cada vez mas palida. «A la mierda la amabilidad, es hora del ataque psicológico» —Sabes que la universidad de medicina del Sereitei es exigente, demasiado. Si te descuidas ¿no seria un desperdicio de todas tus perfectas notas?— pregunto sin esperar una respuestas. — Mi propuesta es mas que conveniente ¿no se vería lindo en tu expediente? "Manager del equipo de soccer de Karakura, destacado en planificación y administración".
—¿Por qué yo?— sonó lamentable mientras bajaba la cabeza. De solo pensar en toda la atención del equipo de soccer sobre él, mas las reuniones con Karin-sama…
—Varias cosas: eres inteligente, responsable, realmente te esfuerzas en todo lo que haces –lastima tu torpeza –y sobre todo, me caes bien. Podría llegar a confiar ciegamente en ti.
—¿Le caigo bien sem– Karin-sama? — pregunto realmente incrédulo, por primera vez buscado mirarle a los ojos.
—Si, ¿no me seria mas fácil amenazarte con darte una paliza en vez que venir a convencerte? — pregunto sin esperar respuesta. — Así que no me hagas rogar y acepta de una vez.
El chico de cabello negro-azulado bajo la cabeza en su última reflexión. No podía evitar tener nauseas de solo pensar en coordinar el equipo, y la simple presencia de Kurosaki le ponía nervios, aunque con esos días en que habían hablado se acostumbro un poco, pero aun quedaba Zabimaru-sempai, de solo recordar al chico serpiente –como lo llamaban por su mirada afilada y destreza física –le hacia querer correr. Luego estaba esa parte de él –que siempre había ignorado –que quería hacerlo, y no solo por las ventajas que había mencionado el moreno, quería superarse, vivir algo nuevo y mas emocionante que estudiar organismos celulares, y cambiarse a si mismo. Lo que había dicho Karin le daba confianza, «Le caigo bien» sus ojos se veían sinceros, quería creerle, era la primera persona que le decía eso, siempre eran quejas a su falta de personalidad…
—¿Por qué te caigo bien?— pregunto casi en un susurro por la vergüenza que le provocaba decir algo así. Por un momento pensó que no le había escuchado al no tener respuesta, hasta que al fin hablo.
—No lo se.— alzo su rostro al escucharlo mas cerca y lo encontró a un palmo de su cara. Le había cerrado su laptop y con su cabeza apoyada en una mano le miraba tranquilo.— Empatía espontanea desde que te vi, creo. Siendo sincero, me jode un poco que la gente te este molestando; pero tienes parte de la culpa, no te haces respetar. Por eso me pareció buena idea obligarte a hacerte respetar.
«Realmente, Karin-sama, no actúas como una persona normal. Obligarme…»
—Supongo que realmente eres una buena persona, Karin-sama «a tu forma»
—Tomare eso como un si. Ahora vamos a ver la práctica y conocer al equipo.
—¡¿Qu-que?¡Por favor espere! —lamentablemente sus ruegos –e intentos de escapar –no sirvieron de nada.
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«Ahora entiendo porque no me recomendaste Kendo, Hinamori» Penso Toushiro acostado medio jadeando en el suelo del dojo luego de la practica que fue obligado a hacer con el uniforme del colegio.
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Extra:
ficha de Hebi Zabimaru
Edad: 15 — Altura: 1.75m — Peso: 60kg
Clase: 2 'b'
Club: Soccer, Vicepresidente, juega de mediocampista.
Comida: Onigiris, en especial los de Yuzu.
Hobbi: Molestar a los profesores.
Algo que odia: Que le ignoren.
ficha de Momo Hinamori
Edad: 15 — Altura: 1.63m — Peso: 56kg
Clase: 2 'a'
Club: Ceremonia del té (encargado: Aizen-sesei) representante de 2do año en el Comité.
Comida: Pasteles de crema y fresa.
Hobbi: Coleccionar fotos de Aizen-sensei
Algo que odia: Las mentiras
ficha de Ukitakei Joushiro
Edad: 34 — 1.78m — Peso: 70kg
Materia: Cívica (tutor del 2 'a')
Club: Protección de los animales
Comida: Dulces comunes
Hobbi: Cuidar de los demás
Algo que odia: el maltrato
¿Y? ¿Y?... ¿Qué piensan?, espero les haya gustado, o que me den una oportunidad, ya que este fic me hace una verdadera ilusión a pesar de lo bizarro que puede ser el cambio de genero de Karin. Puede les parezca raro el nombre en un hombre pero me decidí hacer este fic luego de encontrarme de que también puede ser un nombre masculino, probablemente sepan que la mayoría de los nombres japoneses son para ambos sexos.
¡Estoy muy nerviosa! Y algo avergonzada.
Déjenme advertirles que la pareja principal va hacer yaoi, y con el tiempo seguramente subirá de ranking, por lo menos quiero escribirles un lime.
Cualquier comentario que quieran hacer lo leeré más que encantada siempre y cuando sea con respeto.
—Ruku—
