Muriéndose se risa se encontraban Pronto e Eli, señalando con descaro a un pobre asiático, víctima de una broma causada por cierto troll sonriente y cierta pelimorada traviesa, quienes también contemplaban la escena, pero con orgullo, tratando de aguantar la risa. La atmósfera estaba llena de risas, pero no por mucho tiempo.

—¡Trixie! —exclamó el experto en babosa-fu, rojo de la rabia. En ese instante, todos cierran sus bocas, y las risas cesan. Los responsables de dicho alboroto corrieron tanto como dieron sus piernas hacia un lugar donde pudieran estar a salvo de lo que les esperaba. La joven mencionada salió de su habitación, con la cabeza gacha, concentrada en su celular. Al alzarla, sus ojos divisaron a un furioso Junjie, con un cabello alborotado y, ¿rosa? Las ganas por soltar una fuerte carcajada no fueron aguantadas, por lo que salió de sus labios, quitándose unos audífonos que llevaba puestos.

—¿Quién fue el muy inteligente? —rió, retorciéndose. El Shane se puso en pie y se posó frente a ella, con una sonrisa de lado, esperando a que su amiga terminara de reír.

Después de que Elixie llegara al refugio, vino Junjie, ese asiático pacífico y, para la mayoría, tremendamente aburrido, que había caído más de seis veces en diferentes bromas la primera semana de su estadía. Sin duda, no le fue muy bien, ya que cierta niña le estaba amargando la existencia.

—¿Quién crees tú? —preguntó el, técnicamente, padre de la traviesa lanzadora ojos aqua. Otro minuto más de risas. No podía creerlo. ¡No le entraba en la cabeza! Una simple niña de solo unos tres meses de edad —pero con mentalidad de trece años de edad— estaba arruinándole la vida a un chico de unos veintitantos años, paciente, y sin duda con mucha experiencia de vida.

—¿Elixie? ¡No inventes! —Junjie estaba indignado: ¿cómo podía ser que, además de que no podía estar tranquilo ni un segundo por el refugio, sin pensar en el hecho de ser atacado con otra broma pesada por una niña, los representantes de ella no estuvieran haciendo nada más que reírse en su cara? ¡Ni siquiera reprenderle! Nada. Solo reír.

El cómplice de la niña salió de su escondite, con una sonrisa de alivio al ver que su amiga no se molestó, porque sino, ¡ay, más les vale que no! Le hizo una seña a Elixie para que saliera, pues no pasaba nada. Ella hizo caso, y se encaminó hacia el topoide, sentándose a su lado.

Miraba con algo de lástima al chico, no podía seguir con esas bromas, pues, tal vez luego se quiera ir, y eso tal vez a sus padres y a sus amigos les desagrade, ya que, aunque tal vez sea algo aburrido, era muy apreciado, hasta por la más insignificante babosa estropeada que había en el refugio. Se mordió el labio, apenada, con algo de remordimiento.

—Lo siento, Junjie. —salió de su boca, tan espontáneo, que ni ella misma se creyó que dijo eso, todos voltearon a verle— Lo siento, ¿bien? No debí meterme con tu cabello, ni arruinar tu acondicionador, porque sé que cuesta dinero —reafirmó. Hasta el mismo chico quedó boquiabierto. Claro, esas palabras no serían suficientes.

—Ah —dijo, elevando una ceja. Todos clavaron sus miradas en él—, por fin te dignaste a disculparte. ¿Y eso? —buena pregunta. Ahora volvieron la vista a Elixie. Ella sonrió tiernamente.

—Tarde o temprano me tenía que arrepentir. ¿No? —respondió, con las manos en su espalda, entrelazadas, en una pose inocente.

Dicho todo eso, se fue corriendo a su cuarto, entre risitas y murmuraciones. Los presentes quedaron extrañados por su comportamiento, pero no fue para tanto, al menos no para ellos.

En la noche, mientras Junjie ordenaba sus cosas, la niña abrió la puerta de su habitación, con las misma sonrisa y la misma mirada que llevaba en la tarde, antes de irse a su alcoba. La silueta del experimento se dibujó en el suelo alfombrado, mientras él volteaba y le veía, algo intimidado, esperando lo peor.

No supo en qué momento comenzó a tenerle miedo. ¿Será el momento en que la vio con su traviesa mirada cuando se la presentaron? ¿O en el momento en el que cayó en su primera broma pesada? ¿O quizá el instante en el que la vio subir de tal forma por las escaleras? No lo sabía, y no pretendía saberlo, le daba vergüenza el asunto.

Al verla ahí, al frente suyo, con ese brillo en sus ojos, no supo qué hacer. Dejó salir un pesado suspiro, revolviéndose el cabello, el cual ya se encontraba limpio y normal. Bajó la vista al suelo, tratando de no ser tan obvio con respecto a su temor hacia ella.

—Sé que no estás feliz por verme —comenzó a hablar, mientras él la volvía a ver, fijando su atención en ella—, pero quiero que seas optimista, y que confíes en que, de ahora en más, las bromas van solo y exclusivamente para Pedro. —rió, refiriéndose a Pronto, y luego elevó la mano derecha, como si estuviera jurando lo que decía.

Dado por concluido lo que mencionó, él se dio media vuelta, planeando volver con lo suyo. Pero unas pequeñas y ágiles manos le tomaron el brazo, causándole escalofríos, y haciéndolo dirigirse de nuevo su vista hacia ella.

—Pero —murmuró, con algo de malicia en esa palabra. Junjie quedó helado con su tacto, observándola, inquieto—, se me ocurrió cambiar de víctima. Solo por hoy, será mi madre. ¿Qué te parece? —deshizo su contacto con ella, volviéndose a indignar. Por fin pudo tener el coraje para reclamarle.

—¡Descarada! ¿Y eso en qué me incumbe? —gritó. Por suerte para ella, nadie escuchó nada.

—Tonto —volvió a decir—. Serás mi cómplice. —lo miró a los ojos, detenidamente, observando lo oscuro y profundo de sus ojos. Notó que estaba nervioso— Pero, ¡ey! Si no quieres, a poco te voy a obligar —comentó de repente—. Sé que la estimas mucho, así que te dejo tranquilo, ¿vale? No he dicho nada.

En un movimiento rápido, él cerró la puerta y rió. Eso confundió a la niña.

—¿Qué broma gastaremos? —Elixie sonrió, tratando de no parecer tan mala. Creía que ahora se había ganado su confianza. Ojo, creía.

—Es una clásica.

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Okay, ya sé lo que pensarán, pero no, Elixie no se enamora de Junjie. Solo será como su tío o algo por el estilo.

Otra cosa por aclarar, y es que Blakk aún no se ha ido de mi historia. Y repito, sé que dirán: "Oie, Music, reatziona, Junjie vino después de que Blakk dijo bay, bay". Sí yo lo sé, pero quise hacer algo diferente. Goon y Blakk no se conocen, y él aún no ha sido derrotado (O sea, como un mundo alternativo). E Eli y Trixie aún no se han dado ese kawaii abrazo. Shoro, shoro T.T

Pero, cambiando de tema, ¡he aquí la "segunda temporada" de ADN Juvenil..! creo :v dedicada a WeAreNever por ser ella y por ser tan sweet with me :3

Punto, final.