No tengo derechos sobre ningún personaje de juego de tronos y sus respectivas sagas, series.

Sera una mezcla tanto de la serie como de los libros, tomando lo importante de ambas partes.

Advertencia: Este fic contiene escenas de violencia, contenido explicito, etc. Muertes de Personajes principales.

*Puntos a tener en cuenta. El norte lleva varios años intentando colonizar las tierras mas allá de la muralla, la guardia de la noche esta en un estado aun mucho peor que en la serie y los libros.

*No hay caminantes blancos al menos no en esta primera parte.

*Existen varios tipos de dragones y otras criaturas mágicas sin salirme necesariamente de lo canónico de la mitología de GOT.

*Es un mundo alterno donde Jon no tuvo a Robb, ni a su padre todo el tiempo. Es el ultimo hombre de la sangre Stark, ya que Bran y Rickon no nacieron. En este mundo Jon tuvo que madurar y crecer rápidamente, no tuvo tiempo para detenerse y preguntarse que significaba ser un bastardo.

Summary: En medio de su egoísmo les pidió a los dioses que se llevaran al niño sin madre, que lo alejaran para nunca volverlo a ver. La peste llego y los dioses le arrebataron a su primogénito y su amado esposo. Ahora el Bastardo es un Stark, se sienta en la mesa de su amado Ned.

Jon Stark el señor de Invernalia, guardián del Norte y el hombre que podría llegar a ser Rey.


I

La biblioteca había sido su escondite durante muchos años, siempre venia acá para escapar de las miradas de Lady Stark. Esos que lo observaban con detalle que lo juzgaban continuamente, Jon le temía a esa mujer por lo cruel que podía llegar hacer con él, no era que alguna vez hubiera llegado azotarlo o golpearlo, pero la esposa de su padre tenia un fuerte disfrute en fingir que Jon no existía.

Pero esta vez Jon no estaba huyendo o escondiéndose, estaba leyendo con desesperación intentando encontrar alguna cura o algo que el maestre Luwin hubiera dejado pasar por alto.

Porque la peste había llegado, primero había sido él, luego fue la sirvienta de la cocina quien había comenzado a presentar los síntomas, luego habían sido varios guardias y a finalizar el mes la mitad de Invernalia estaba en un estado lamentable. La peste llego con fuerza arrebatando varias vidas para ese momento.

Jon no quería pensar en que era un castigo de algún cruel Dios, pero a su corta edad Jon entendió perfectamente las palabras que Lady Stark había dicho en el Septo – Llevarse al niño lejos, a un lugar donde jamás lo vuelva a ver – Esa mujer había deseado su muerte pensaba el pequeño de tan solo nueve años. Eso ahora no importaba pensaba, su padre y su hermano Robb estaban gravemente enfermos.

Al menos sus hermanas Sansa y Arya habían sido enviadas a Aguasdulces cuando la mitad de castillo se habían enfermado gravemente. Lady Catelyn se había negado a ir con ellas para poder cuidar de su esposo y primogénito.

Fue entonces cuando escucho el sonido de la campana de la torre sonar con fuerza, luego los gritos de varias mujeres de una forma tan desgarradora que Jon intento mantener la cama.

Tomo el libro con fuerza intentando limpiar las lagrimas que corrían por su rostro. Tenia que encontrar alguna forma de salvar a su familia, pero cuando escucho las puertas de la biblioteca siendo abiertas volteo para encontrar al Maestre Luwin observándolo con tristeza.

"¡Ven conmigo muchacho!"

Jon negó con su rostro mientras apretaba con mas fuerza el libro y continuaba su lectura.

"No puedo maestre, aun estoy leyendo sobre la medicina de los salvajes"

El maestre lo miraba en silencio mientras Jon apretaba con mas fuerza el libro que poseía, realmente poco sabia que algo en esas paginas pudiera ayudarle.

"¡Lo siento!"

Luego vio como entraba uno de los guardias de su padre, Jory Cassel quien se adelantó rápidamente y tomo a Jon con fuerza para apartarlo del libro, Jon se negaba a ser separado de este, escuchaba con mas fuerza los gritos de una mujer y se daba cuenta que algo malo había sucedido, pero no quería descubrirlo.

Jon fue arrastrado lejos de la Biblioteca y lo llevaron a los aposentos de su padre, nunca antes había ingresado a estos por temor a la reacción de su madrastra. Varios sirvientes y guardias del castillo lo miraban con tristeza, mientras Jon gritaba que debía seguir buscando como salvarlos.

Cuando llegaron a las habitaciones de Lord Stark, Jon miro con sorpresa a su padre sobre la cama. Tendido como si de un cadáver se tratara, pero aun no se lo había llevado el extraño, su respiración era débil y cuando volteo sus ojos para mirar a Jon, les pidió a todos que los dejaran a solas.

Jon se acerco lentamente hacia el hombre que admiraba, su padre el honorable Ned Stark, nunca había sido duro con él, jamás lo había culpado de alguna desgracia a diferencia de Lady Catelyn, a pesar de ser un bastardo Ned siempre se había encargado de darle la misma educación que a su hermano Robb, y Jon quien entendía completamente en esos momentos si estatus como bastardo no podía estar mas que agradecido con ese hombre, con su padre por haberlo amado aunque no tenía la obligación de hacerlo.

Ned intento estirar su mano, pero sus pocas fuerzas le impedían hacer cualquier movimiento, pero Jon se apresuro a sujetarla con fuerza, mientras un rio de lagrimas caían por su rostro.

"¡Tu hermano se ha ido!"

Jon intento no gritar con fuerza en esos momentos, pero se mantuvo a sus nueve años en firme mientras escuchaba a su padre. Aunque por dentro su alma se estuviera desgarrando.

"Te pondrás mejor, ya verás padre y juntos nos despediremos de Robb"

Ned sonrió al escuchar como lo llamaba nuevamente padre habían pasado ya varios años desde que el niño había dejado de hacerlo.

"Eres bueno en muchas cosas mi muchacho, pero eres realmente malo mintiendo"

Ned intento encontrar las palabras para lo que tenia que decirle, esto era realmente difícil tal vez si hubiera tenido mas tiempo, una forma más fácil de encontrar las respuestas que no le podía darle al niño cuando la muerte lo estaba jalando al otro mundo.

"Escúchame Jon, no me queda mucho tiempo así que quiero que me hagas una promesa"

Prométemelo Ned, la voz de Lyanna había comenzado a resonar en la mente del señor de Invernalia. Acaso su hermana venía a vengarse, había fallado en su promesa.

"Prométemelo Jon, prométeme que protegerás a tus hermanas"

El niño asintió con fuerza mientras apretaba con mas fuerza la mano de su padre.

"Prométemelo Jon"

Prométemelo Ned, Prométemelo Ned, Prométemelo Ned.

Lyanna acaso había venido por él, se preguntaba si su hermanita lo estaría esperando en el otro lado.

"Lo prometo"

Ned sonrió ante esas palabras mientras con sus pocas fuerzas llevaba su mano a su rostro, miro con detalle el rostro de niño, cada facción de este recordando tanto a su hermana Lyanna. Pero esos ojos lamentablemente le recordaban demasiado la mirada de Rhaegar.

"El norte es tuyo, siempre serás mi sangre"

La mano de Ned cedió ante su cansancio, el niño se abalanzo sobre su padre mientras intentaba hacer que este reaccionara, el rostro de su padre que estaba cubierto de manchas negras.

"¡Padre, padreee!"

Jon gritaba con mas fuerza hasta que la puerta fue abierta y el maestre junto con varios guardias ingresaban.

Ned miraba con su poca fuerza al niño, dando sus últimos suspiros intentaba hablar.

"Prométemelo, prométemelo… Lyanna"

Nadie escucho mas que un leve susurro mientras la vida de su señor se apagaba. Todo gritaban en esos momentos, mientras Jon solo observaba y miraba como los sirvientes lloraban desconsoladamente sobre el cadáver de su padre.

"¡Papi!"

Esa fue la primera y ultima vez que lo había llamado de esa manera, solo podía observar la mirada perdida de su padre mirándole.


II

El funeral de su padre y su hermano habían sido los momentos mas dolorosos que Jon pudiera recordar. La peste al igual que la muerte había venido y se había ido, llevándose consigo a la mitad de la población de Invernalia.

Todos los abanderados de su padre habían asistido al funeral, sus hermanas. Las pequeñas niñas que sostenían sus manos con fuerza lloraban desconsoladamente y Lady Catelyn solo estaba apartada de todos los presentes mirando desconsoladamente como los hombres llevaban a su marido y esposo a las criptas de Invernalia.

Serian enterrados juntos era la única muestra de respeto que se le podía otorgar en esos momentos de dolor.

Todos los vasallos Stark miraban a los tres niños, todos observaban como las niñas lloraban desconsoladamente una vez que se habían bajado del carruaje que las había traído de regreso del sur no se habían apartado de su hermano bastardo o ex bastardo ahora.

Su madre las había ignorado, ella en realidad estaba ignorando todos que la rodeaban.

Por su parte Jon había recibido un edicto del Sur. Siendo legitimado para salvar el linaje Stark, una carta escrita por Eddard Stark hacia el Rey Robert pidiéndole este favor en caso de que la enfermedad lo consumiera a él y su primogénito.

Nadie realmente sabia que pensar de estas circunstancias, todos murmuraban que este era un castigo de los antiguos dioses por haber construido un Septo en el corazón de Invernalia, otros decían que Jon en realidad era el hijo de Brandon y que Ned había usurpado su lugar como legitimo señor, claro que esto ultimo era dicho por unos muy pocos entre ellos Lady Dustin quien tenía una rencilla personal hacia el antiguo Lord Stark.

Cuando se termino la ceremonia de entierro, Jon intento huir quería realmente estar solo en esos momentos. Pero sus hermanas se negaban a que pudiera apartarse.

No sabia que hacer con ellas, ambas necesitaban a una madre que estaba muerta en vida, Jon solo tuvo que ser fuerte o al menos intentarlo. Se lo había prometido a su padre, sobre cuidar a las dos pequeñas niñas.

Eran lo único que le quedaba de su familia.

Jon miraba los vasallos de su padre, los que debían ser los abanderados de Robb algún día observándole, todos vigilantes. Lo estaban juzgando y viendo si era débil, tenía miedo y temor, pero no podía demostrarlo.

Fue entonces que resonó un cuerno, todos se dirigieron al gran salón de Invernalia dejando atrás las lagrimas por la muerte de su antiguo señor. Era tiempo de jurarle lealtad a su nuevo señor.

Jon intentaba recordar caras, el nombre de casas, sus estandartes y su sigilo. También muchas palabras y juramentos puesto que no todo el norte se arrodillaba ante el señor de Invernalia.

Durante casi cincuenta años su familia había emprendido una serie de expediciones hacia más allá del muro. Las tierras del eterno invierno había sido la ambición comenzada por su bisabuelo Edwyle Stark, aunque sus dos primeras expediciones habían sido un verdadero desastre.

Pero su abuelo Rickard Stark había conseguido grandes logros, incluso creció escuchando como había derrotado a veinte mil salvajes con solo la mitad de hombres. Ahora el dominio de los Stark se extendía más allá de la capital de la tierra del eterno invierno La Casa Austera.

Por su parte su padre hablaba constantemente de las ambiciones de su abuelo como si fuera algo malo – Las ambiciones sureñas de mi padre, fueron la perdición de esta familia - había mucha tristeza en su mirada siempre que hablaba de su abuelo. Siempre pensó que era por la forma como había muerto a manos del rey loco.

Tal vez debió haber puesto más atención a sus clases. Robb era mas listo para estas cosas apenas podía conseguir distinguir la mitad de los pancartas. Todos le miraban expectantes esperando que diera el primer paso.

Camino en silencio por el gran salón donde mas de una veintena de hombres murmuraban en silencio, intentaba no dejarse llevar por las fuertes palabras que pudiera escuchar. En realidad, poco le importaba estaba mas interesado en que sus hermanas pudieran caminar a su lado sin que nada malo les pasara.

Jon sintió temor cuando llego a la gran mesa donde estaban las distintas mesas. Pero le llamaba más la atención el trono de invierno que estaba detrás. Desde el último rey, ningún Stark se vuelto a sentar en ese trono pensaba Jon, por alguna razón se pregunto que se sentiría estar sentado en ese lugar.

Pero olvido cualquier loca idea que tuviera, tomo una de las sillas para hacerla a un lado, era la silla del señor de Invernalia, se sentó en esta temeroso y dándose cuenta que apenas sus pies llegaban a tocar el suelo. Sus hermanas se sentaron a su lado ellas apenas podían arrastrar las sillas.

Pero todos esos Lores, Nobles y lideres del norte solo aguardaron silencio hasta que su nuevo señor estuvo al frente de todos ellos.

Entonces los nobles habían comenzado a dar su juramento, muchos de ellos solo daban una leve reverencia y hacían un voto de eterno juramento hacia la casa Stark y su nuevo señor.

"Lord Glover, Invernalia te da la bienvenida"

Lord Glover miro al niño, su rojiza barba resaltaba por todo el rostro. Solo le observo con intriga mientras se inclinaba levemente ante la presencia del muchacho.

"En estos momentos de dolor, la casa Glover os promete que seguirá siendo fiel amigo de la casa Stark"

Jon asintió en silencio mientras sentía incomodo por la penetrante mirada de uno de los vasallos mas importantes del norte, pero esa mirada poco importo cuando vio esos ojos gélidos, esa mirada llena de muerte mirándole.

"Lord Bolton, mis hermanas y yo os damos la bienvenida"

Lord Bolton era un hombre que poco sonreía o mostraba alguna emoción, el hombre se quedo mirando en silencio. Todas las demás pancartas estaban observando.

La sangrienta historia entre los Stark y los Bolton, era bien conocida. Incluso algunos guardias habían llevado por instinto su mano a su empuñadura.

"Lord Stark lamento la muerte de su padre, será recordado como un gran señor, tendrás un gran vacío que llenar"

Jon sonrió con nerviosismo ante aquel hombre, sintió la mano de Sansa bajo la mesa, estaba asustada y no la culpada.

"Espero llenar las expectativas Lord Bolton"

El hombre solo sonrió en silencio mientras un niño cercano a su edad se ponía al lado de Lord Bolton, ambos tenían una apariencia muy similar, ese debería ser el primogénito Bolton.

"Este es mi hijo Domeric Bolton, mi muchacho se sentiría muy honrado si lo aceptara como su escudero MI señor"

Todos se miraron confundidos en ese momento, era una petición, aunque algo grosera de un vasallo hacia su señor, era también como ofrecer un rehén a una casa rival en su mayor momento de debilidad.

"Me sentiré honrado Lord Bolton"

Al menos el chico no parece tan espeluznante como su padre pensaba Jon mientras Domeric le sonreía levemente y caminaba junto con su padre.

"No debes confiar nunca en un Bolton decía papa"

Jon se sorprendió ante esas palabras para voltear a mirar a su hermanita Arya, era la primera vez que hablaba tan fluidamente desde que había llegado del sur, si alguien ha sufrido mas la muerte de Robb y mi padre han sido ellas.

"Lo sé"

Fue lo único que dijo Jon mientras veía como se acercaba Lord Karstark.

"Mi señor, la casa Stark y los Karstark siempre han sido amigos, somos familia, os juro que seguiremos siendo leales hasta el final, mi hija Lady Alys Karstark podría ser una dama de compañía para vuestras hermanas, también mi hijo Eddard Karstark podría servir con orgullo aquí en Invernalia"

Los señores comenzaron a ofrecer sus hijos e hijas para el servicio de la casa Stark, Jon se sentía realmente obstruido – No puedo negarme – pensaba asustado mientras intentaba complacer y aceptar las peticiones de muchos señores.

"Lord Stark"

Se hizo un profundo silencio ante una de las ultimas casas, Jon los miro con nerviosismo se sentía culpable mas que nunca en esos momentos, su hermano Robb debería estar acá. Su padre nunca lo había preparado para estas cosas quería salir, quería huir, pero no podía.

Se lo prometí a mi padre.

Enfrente de Jon estaba una de las casas mas recientes, Lord Thenn, las casas que se crearon durante la regencia de su abuelo. Mi padre siempre había incluso considerado retirarse de las tierras más allá del muro diciendo que no estaba bien que los Stark gobernaran esas tierras.

"Lord Thenn, os damos la bienvenida a Invernalia"

Hablo con nerviosismo Jon algo que no paso desapercibido lamentablemente. Pero aquel hombre no tenia sonrisa alguna, ni mostraba alguna victoria por haber puesto a su nuevo señor en una posición incómoda.

En vez de ello llevo sus manos a su bolsillo esto hizo reaccionar a la mitad de la guardia e incluso algunos señores de gran cuna se alarmaron llevando sus manos a sus empuñaduras. Pero Jon vio algo brillante y no era un cuchillo.

"¡Esperad!"

Ordeno con fuerza y se sorprendió cuando todos le obedecieron. Vio a Lord Thenn poner varias piedras sobre su mesa.

"Son hermosas"

Dijo con entusiasmo Sansa mientras tomaba una de las piedras. Jon se sorprendió inmediatamente también.

"Es un obsequio de mi gente mi señor"

"Agradezco vuestro esplendido obsequio"

Jon sonrió con gusto mientras veía como hasta la indiferencia de su hermana Arya había sido eliminada para que ella también tomara varias de las gemas mirándola con admiración.

"Mi pueblo aun espera los reconocimientos que Rickard Stark nos prometió, nuestras tierras aun son atacadas por los clanes que se rehúsan aceptar el gobierno de Invernalia y a pesar de nuestra feria defensa su padre Eddard Stark solo nos dio una gran indolencia ante nuestros problemas"

"Las tierras salvajes más allá de la muralla ya han causado la muerte de mas de veinte mil norteños desde que comenzó la conquista"

Ese grito de Jon Umber había sonado con fuerza durante todo el salón.

"Es irónico que sea un Umber quien diga eso, cuando han instalado dos ramas cadetes en las tierras del eterno invierno"

Ese había sido Lord Flint o tal vez Lord Moss, Jon vio como los hombres comenzaban a discutir con fuerza entre ellos.

"Entonces tal vez sea tiempo que los sureños regresen a sus tierras"

Fue lo único que dijo el Thenn mientras se retiraba. Jon observo con interés la esmeralda era bellísima que clases de riquezas guardaban las tierras más allá del muro.

Pero los hombres del norte comenzaron a discutir con su contra parte del otro lado de la muralla. Intento dar unas breves palabras, pero había sido en vano.

"¡Silencio!"

El grito lo había causado quien se suponía era su nuevo escudero Domeric era su nombre, recordaba.

Todos voltearon a mirar a Jon quien por instinto se había levantado. Solo tenia nueve años el no podía manejar esto, debería escribir a su tío Benjen, necesitaba ayuda, pero no podría nombrar una regencia ninguno de esos hombres era de confianza en su opinión.

"Os prometo mis señores que atenderé todas vuestras necesidades, las tierras del eterno invierno hasta el cuello y desde puerto dragón marino hasta la isla de Skagos"

Todos parecían mirarle, todos en silencio, pero una sonrisa apareció en el rostro de algunos. Necesitaba inmediatamente que aprender todo sobre su gente, no por el norte, no por estas personas, si no por la seguridad de sus hermanas.

Lo he prometido padre. Iba a proteger a Sansa y Arya. Tal vez sea también tiempo de leer y entender cuales eran las ambiciones de su abuelo, que estaba planeando ese hombre, tendría que recorrer todo el norte.

Una sola falla y ellos se revelarán, no puedo poner en riesgo a mis hermanas. Las debo proteger y entre toda esa multitud miro la mirada perdida de Lord Reed quien le sonreía en silencio y comenzaba a retirarse del salón.

Pero su atención se enfoco en la de una mujer, en lady Catelyn quien le miraba profundamente. Esa mirada llena de tanto odio y Jon por primera vez no se sintió intimidado por ella puesto que la miro de la misma forma.

Algo dentro de su le decía que esa mujer era en parte culpable por las desgracias de su padre y hermano.