Beyblade no me pertenece, es obra del mangaka Takao Aoki y de la animadora TV Tokyo, este fanfic es solo para entretenerlos
En la ciudad de Tokyo Japón se respiraba una cálida y agradable tarde de primavera, había pasado un año desde que la batalla de beyblade más increíble que el mundo haya visto había terminado, un equipo local de beyblade logro salvar a la compañía BBA de su desaparición, desde entonces el mundo del beyblade comenzó a expandirse de forma lenta pero segura, haciendo que todos puedan jugarlo, y nuestro grupo de héroes no es la excepción.
En la casa tatami donde vivía el ya famoso equipo campeón mundial las cosas se veían como ya era costumbre, había 2 chicos bey-batallando en el parque, mientras otros conversaban o jugaban, mientras un chico con su computadora tecleaba mientras tenía una chica a su lado.
- ¿Qué estás haciendo jefe? – le preguntaba la castaña mientras veía la laptop del chico. Ella vestía una camisa morada con mangas a 3/4 ajustada haciéndole ver su figura, usaba unos jeans azules y unos tenis blancos
- Estoy analizando los nuevos discos de ataque de esos beyblades – respondía este mientras se veía en su pantalla muchos códigos. El chico vestía su camisa blanca de cuello, usaba una corbata negra y unos shorts cafés y no podían faltar sus distintivos lentes en su cabello – Estos nuevos prototipos podrían ayudar mucho en las ventas a la BBA.
- Eres muy bueno diseñando estas cosas jefe, sin duda la BBA regresara a como era antes – respondía la chica.
- ¿En serio lo crees Hiromi? – le respondía Rei mientras se acercaba a ella. El chico vestía su típica ropa japonesa, solo que esta vez tenía sus famosas vendas en sus brazos – Siempre que hay un nuevo disco de ataque estos 2 se mueren por probarlos en una batalla y terminan dejándolos inservibles – decía el chico mientras apuntaba a la batalla de beyblade que tenía lugar en frente de ellos.
- ¡Vamos Dragoon! – gritaba Takao. Este vestía su famosa camisa amarilla, su gorra, sus jeans y su chaqueta roja abierta, solo que esta era un poco más larga.
- ¡Vamos Dranzer! – gritaba Kai. El vestía una remera negra y encima su chaleco solo azul fuerte, unos pantalones morados, sus largos guantes morados y su famosa bufanda blanca.
Ambos hacían chocar sus beyblades provocando un salto de chispas, mientras que de otro lado un par de chicos igual veían la batalla.
- Dime Daichi, ¿Quién crees que gane? – le preguntaba Max, el cual vestía una remera azul marino con mangas verdes, sus pantalones sueltos naranjas y sus famosos guantes azules con 2 dedos.
- No veo porque me lo preguntas – le respondía el pelirrojo mientras un par de humitos salían de sus orejas y tenía un par de signos de enojo en la cabeza. El vestía una remera azul de mangas cortas y aparentemente desgarradas y su famoso pantalón sin una pierna – Esos 2 siempre están batallando y siempre empatan y lo que es peor, no nos dejan jugar a nosotros.
- Jeje relájate un poco – le respondía este con una gotita de sudor en la cabeza y con su sonrisa típica.
- ¡Dragoon ataque tormenta!
- ¡Dranzer ataque en picada!
Gritaron los dos al mismo tiempo, acto seguido los beyblades se golpearon con una fuerza bastante grande lo que provoco un estallido de luz, el cual cegó a todos, cuando esa luz se fue se pudo ver que ambos beyblades salieron disparados fuera del ring al mismo tiempo.
- Oh genial, volvieron a empatar – decía Hiromi mientras se ponía la mano en la frente.
- Ha pasado poco más de un año desde que se acabó el último torneo mundial, desde entonces ustedes siempre están entrenando pero últimamente están empatando mucho – les decía Manabu (Kenny) mientras se reajustaba sus lentes entre su cabello.
- Bueno, lo que pasa es que Kai y yo siempre hemos tenido un nivel de pelea similar, por lo que saber quién es más fuerte es complicado – decía Takao mientras recogía su beyblade del suelo – Creo que el haberle ganado en el torneo fue solo suerte, ¿Tu qué opinas Kai?
Takao se volteo para ver a su amigo, pero este solo recogió su beyblade y se fue hacia adentro de la casa sin decir una palabra.
- ¡Oye al menos di que fue una buena batalla! – le reclamaba el peli azul mientras lo veía irse.
- Jajaja tal vez se parezcan en poder pero en el carácter no – opinaba Rei.
- Muy bien ahora es mi turno – decía Daichi mientras se ponía de pie – A menos que estés muy cansado.
- ¡Ja! Claro que no, anda hagámoslo – le respondía Takao mientras apretaba sus beyblade, sin embargo cuando lo vio notó que su disco de ataque estaba muy dañado – ¡Oh rayos! ¡Oye jefe! ¿Crees que puedas encargarte de esto?
- Oh Takao, no puede ser que volvieras a dañar tu disco – le decía el chico cerrando su laptop.
- L-Lo siento.
- Takao, ¿Cuándo vas a aprender? – le reclamaba Hilary – Estos disco de ataque no son sencillos de fabricar para Manabu, estos discos podrían ayudar a la BBA y tú siempre los rompes.
- Dije que lo sentía – le respondía Takao sobándose la nuca.
- Tranquila Hiromi, los regaños no ayudaran – le respondía Manabu mientras tomaba a Dragoon – Lo principal ahora es tratar de arreglarlo.
- ¡O genial! Ahora tendré que esperar para poder ganarle a Takao – reclamaba Daichi.
- Jeje cálmate – le respondía Max mostrando sus palmas mientras sonreía teniendo gotitas de sudor en la frente.
La escena se tornaba bastante graciosa, por un lado Hiromi regañaba a Takao mientras Max trataba de calmar al temperamental pelirrojo, sin embargo Rei, quien veía esa escena no parecía divertirse, por el contrario solo lanzó un suspiro.
- Y aquí vamos de nuevo – decía Rei al ver la escena.
Mientras tanto, en un avión que sobrevolaba se podía ver a una chica viendo por la ventana, la cual solo sostenía su mejilla en su mano mientras veía la ciudad en la que el vuelo iba, esta tenía el cabello largo y lacio color morado, vestía una remera corta color negro pegada a su cuerpo, encima usaba una chaqueta negra y unos guantes morados sin dedos, un short negro, unas mayas de red un poco desgarradas y unas pequeñas botas grises.
- Cielos, no puedo creer que haya pasado tanto tiempo, finalmente después de tanto podremos reunirnos de nuevo – se decía ella mientras veía por la ventana con una gran sonrisa.
Mientras tanto, en las afueras de la BBA las cosas marchaban de manera aparentemente normal, los niños jugaban beyblade en frente en los estadios, mientras que el Sr. Dickenson se encontraba dentro de su pequeña y humilde oficina veía unos papeles.
- Creo que no podremos con todo esto – se decía a sí mismo.
En eso a la pequeña oficina entro el abuelo de Takao.
- Hola Sr. Dickenson, buenas tardes – lo saludaba el carismático anciano.
- Oh buenas tardes, me alegra que haya podido venir.
- Y dígame ¿Cómo van las ventas? ¿Alguna novedad?
- Realmente si hay novedades pero no muy buenas que digamos, por eso le pedí que viniera.
- Vaya eso suena serio, cuénteme que sucede – le decía el abuelo mientras daba un par de golpecitos en el piso con su inseparable espada de bamboo.
- Estoy revisando las ventas de los últimos meses, y a pesar de que tenemos bastantes artefactos que son de interés para las demás empresas, las ganancias de la BBA han ido cayendo cada vez más – decía Dickenson mientras revisaba varias hojas de su escritorio.
- Cielos eso no es bueno – le comentaba el abuelo - ¿Hay alguna manera de poder evitar eso?
- Si, recientemente Manabu me mando unos discos de ataque nuevos que el diseñó, a pesar de que aún están siendo probados creo que esto podría ayudar a que nuestras ventas vuelvan a elevarse, pero temo que necesitare la ayuda de los muchachos nuevamente.
- ¿A qué se refiere?
Justo antes de que esa pregunta fuera respondida, a la oficina entró Hitoshi.
- Oh Hitoshi viniste – lo saludaba el abuelo.
- Hola abuelo, Sr. Dickenson vine tan pronto como pude.
- Hola Hitoshi, ¿Cómo se portan los niños? – lo saludaba Dickenson.
- Bien, hay muchos con mucho talento, la última clase se prolongó un poco, por eso llegue un poco tarde – explicaba el joven.
- Esta bien, me alegra que tú y tu abuelo estén aquí ya que quería discutir algo con ambos – le decía mientras de entre sus muchas hojas sacaba un sobre – Además era necesario que te diera esto.
- ¿Qué es esto? – preguntaba el chico tomando el sobre.
- Es una carta para ti, llego en la mañana, creo que viene desde muy lejos.
- Sr Dickenson, ¿Qué es eso de lo que quiere discutir? – le preguntaba el abuelo mientras que Hitoshi sacaba la carta y empezaba a leerla.
- Necesitare que los chicos me ayuden a promocionar estas nuevas piezas de beyblade por todo el mundo – respondía Dickenson.
- ¿Qué cosa? – preguntaba el abuelo un tanto sorprendido.
Justo en ese momento, la cara de Hitoshi se sorprendió mientras seguí leyendo la carta, este parecía muy sorprendido por lo que acababa de leer.
- ¡N-No puede ser! – decía este.
Mientras tanto en la casa de Takao, todo se encontraban en el cuarto principal del dojo, todos veían a Manabu arreglar a Dragoon, excepto Kai quien se encontraba en una esquina completamente serio.
- Cielos Takao, esta vez sí que dañaste tu disco de ataque – le comentaba Manabu – Oye Kai, ¿Dranzer no necesita reparación también?
Kai tomo su blade y le echó un vistazo.
- Jajaja supongo que eso es un si – decía Max mientras se levantaba e iba con su amigo a tomar a Dranzer – Creo que no te vendría mal hablar de vez en cuando.
- No lo creo, Kai es experto ignorando a los demás – comentaba Takao.
- Como te lo he dicho, la práctica hace al maestro – le respondía Kai.
- Jeje esa respuesta es un tanto extraña – decía Max tomando a Dranzer.
Manabu tomó ambos blades y empezó a repararlos.
- Vaya, ustedes sí que han hecho un desastre, me sorprende que ninguno de los 2 haya resultado herido – le comentaba el chico viendo los blades.
- Takao eres un descuidado – le reclamaba Hiromi - ¿Qué no vez que puedes salir lastimado?
- Lo siento lo siento, pero como vez estoy absolutamente bien.
- ¡Ese no es el punto! – le reclamaba la chica alzando la voz - ¿Qué no vez que podrías salir lastimado si sigues así?
- L-Lo siento Hiromi – le respondía Takao un poco extrañado por la actitud de la chica.
Después de ese sermón Hiromi se relajó un poco y después giró su cabeza hacia un lado. Sus ojos cambiaron, esta vez mostraban una combinación de tristeza y preocupación.
- No quiero que te suceda nada – le decía ella en tono serio.
- Descuida estaré bien estas hablando con el campeón mundial – le respondía Takao con su sonrisa espontanea de siempre.
En ese momento Daichi quien estaba aparentemente tranquilo se abalanzo sobre Takao.
- ¡¿Qué cosa has dicho?! – le reclamaba Daichi mientras alborotaba el cabello de Takao - ¿A qué te refieres con que tú eres el campeón mundial? En el último torneo el jefe y yo te ayudamos, estábamos en el mismo equipo, somos tan campeones mundiales como tú.
- Em… bueno si supongo que tienes razón – le respondía Takao mientras trataba de quitarse al pelirrojo de encima.
- Es una lástima que no haya campeonato mundial este año – comentaba Rei mientras veía a Max.
- Es cierto, hubiera sido interesante poder volver a pelear entre todos – le comentaba Max.
- Si me lo preguntan creo que ustedes hacen mejor trabajo cuando están juntos – les decía Hiromi – Así fue como salvaron a la BBA.
- Sin embargo esta situación no es la mejor de todas – comentaba Rei.
- ¿Eh? ¿De qué hablas Rei? – le preguntaba Daichi.
- Solo piensen un poco, ha pasado un año desde que peleamos contra BEGA, desde entonces solo hemos ayudado a la BBA a que vuelva a crecer, pero realmente no ha pasado algo innovador, todos nuestros días aquí se vuelven rutinarios – le decía Rei a todos.
- Entiendo tu sentir Rei, pero debes saber que ahora nuestra responsabilidad está aquí con la BBA – le decía el jefe mientras ensamblaba unas piezas.
- Supongo que tienes razón Manabu, sin embargo Rei también, debe haber algo nuevo que podamos hacer – comentaba Max.
Dicho esto todo el mundo simplemente se quedó algo callado, ciertamente todos pensaban de la misma manera.
- Ya está – decía Manabu rompiendo con el silencio – Dragoon está como nuevo.
- Vaya genial, muchas gracias jefe – le decía Takao tomando su blade.
- Muy bien, ¿Estás listo para una buena pelea? – le preguntaba Daichi mientras se le quitaba de encima.
- Dalo por hecho, así que vamos al patio a probar a este bebe – le respondía un ansioso Takao.
- Espera Takao, no vas a dañar otra vez tu disco – le reclamaba Hiromi.
- Si si lo sé, el jefe se ha esforzado mucho por repararlo, así que lo cuidare bien, lo prometo.
- No, no lo digo por eso, lo digo porque no quiero que te lastimes – le decía la chica mientras trataba de acercase a él pero fue ignorada.
- Muy bien Daichi vamos al patio.
Después de eso todos los chicos salieron dejando sola a Hiromi la cual solo estaba callada y seria, su cabello le cubría sus ojos.
- Takao…tonto – decía Hiromi visiblemente molesta.
Mientras tanto, en las calles de Tokyo, caminando entre las casas se veía a la chica de cabello morado caminando, ella llevaba jalando una maleta con ruedas, ella caminaba por las calles y veía las casas.
- Wow este lugar no ha cambiado nada, aunque todo lo veo más pequeño jeje – decía ella mientras veía las calles y arrastraba su maleta – Falta poco, espérenme solo un poco.
La chica parecía muy confiada de que caminos tomar cuando de repente se detuvo y empezó a ver a su alrededor.
- Eh…bueno, estoy segura es por aquí, ¿O será por acá? – decía la chica viendo en diferentes direcciones – O cielos estaba segura de que recordaba el camino. Diablos, creo que ya me perdí.
Los Blade Breakers estaban el parque listos para ver la nueva batalla. Takao y Daichi estaban apuntando con sus blades mientras que Max estaba de réferi.
- 3…2…1… ¡Go Shoot! – gritaba Max.
Ambos chicos lanzaron sus beyblades al estadio y empezaron a embestirse, todo parecía ir de manera normal, los blades chocaban y retrocedían.
- Bueno parece que las cosas están resultando muy bien – decía Manabu mientras tecleaba.
- ¿A qué te refieres jefe? – le preguntaba Rei mientras veía la pantalla.
- Tal y como lo prometió, Takao no está atacando con toda su fuerza, por el contrario está atacando defensivamente.
El Strata Dragoon de Daichi se disponía a atacar sin embargo siempre que lo hacías, Dragoon absorbía todos sus ataques.
- Oh vamos, ¿Qué sucede? ¿Por qué no atacas? – le reclamaba el pelirrojo.
- Esta es mi estrategia chico mono, así mejor concéntrate en la tuya.
- ¿Chico mono? Oh muy ya me cansaste, si no piensas atacar entonces simplemente te derrotare. ¡Ataca Strata Dragoon!
Daichi empezó a atacar sin embargo todos sus ataques eran absorbidos por Dragoon.
- ¡Vaya, es justo lo que necesitaba! – decía Manabu viendo su laptop.
- ¿Qué cosa es? – le preguntaba Hiromi quien recién salía.
- Este nuevo diseño del disco de ataque necesitaba ser probado en todos los modos, Takao siempre se la pasaba atacando sin parar, sin embargo aún faltaba probar su defensa, y ahora estoy capturando todos sus datos – contestaba el inteligente chico mientras tecleaba – Su defensa es bastante buena, este disco de ataque está terminado.
- Vaya, eso es genial – le comentaba Hiromi.
Daichi seguía tratando de derrotar a Takao, pero este no retrocedía.
- Muy bien, es hora de ir con todo, ¡Ve Strata Dragoon!
El blade de Daichi se aproximó con todo su poder al de Takao.
- Muy bien no hay manera que pueda resistir un ataque como ese, pero creo que Daichi ya ha tirado bastantes energías con sus ataques, así que ahora iré con el ataque – pensaba Takao al ver el Blade venir hacia el – ¡Dragoon, ataque tormenta!
Ambos blades chocaron creando una gran onda expansiva de aire. Justo en ese momento la chica de la maleta pasaba por la parte de atrás de la casa, la ventisca de aire que salía llamo su atención, ella se acercó, y trataba de ver por encima de la cerca de madera dando algunos saltos.
- ¿Qué pasa ahí? No veo nada – decía ella tratando de ver del otro lado.
Cuando el aire se disipó se pudo ver como Strata Dragoon había salido disparado fuera del bey-estadio.
- ¡Muy bien! ¿Qué te parece eso chico mono? – le decía Takao muy sonriente.
- ¿De qué hablas? Esta batalla aún no se acaba – le respondió este.
- ¿Qué? ¿De qué hablas?
- Mira, mi beyblade sigue en pie – decía Daichi mientras apuntaba a su blade que estaba en el piso, el cuál seguía girando.
- ¿Qué, otra vez con eso Daichi? – le reclamaba Hiromi.
- Ya saben que yo crecí jugando así – le respondió el chico mientras la volteaba a ver cerrando su puño.
- ¡Daichi llevas viviendo aquí un año! ¿Aún no te acostumbras a las reglas? – le reclamaba Takao.
- Jeje chicos por favor no empiecen a discutir – les decía Max con su sonrisa nerviosa de siempre mientras movía sus manos.
Todos solo veían la discusión de manera muy típica, sin embargo Kai, quien estaba sentado en un lado de la puerta fijo su atención en otra cosa, el solo vio hacia el frente, algo había capturado su atención.
- Esto no se acaba hasta que se acaba, pero si quieres que sigamos tus reglas entonces volveré a entrar al bey-estadio – le decía Daichi mientras su blade se disponía a volver a entrar.
- ¡Oye no, espera! ¡Esto ya se acabó! – le reclamaba Takao.
El bayblade de Daichi se disponía a volver a entrar al bey-estadio de un salto, sin embargo cuando estaba a punto de entrar apareció repentinamente otro beyblade el cual lo envistió y evitó que volviera a entrar.
- ¡¿Qué?! – fue la reacción de Daichi.
- ¡Cuidado todos! – gritaba Kai mientras se ponía de pie.
El beyblade que acababa de aparecer toco el suelo y comenzó a moverse con una velocidad bastante alta, este solo se movía por todos lados hasta que repentinamente regreso a la mano de su dueño. Todos dirigieron la mirada hacia la cerca, donde vieron a la chica antes mencionada de pie en esa cerca con su maleta al lado, mientras con su mano sostenía su beyblade.
- Lo siento, pero no soporto a los tramposos – decía ella mientras guardaba su blade.
- ¡¿Y tú quién te crees que eres?! – le reclamaba Daichi.
La chica solo sonrió, después de eso dio un salto al aire sosteniendo su maleta, esto sorprendió a todos, la chica daba una vuelta en el aire y parecía que iba a caer de pie, sin embargo en realidad cayo de cara contra el suelo, haciendo que la sorpresa de todos se fuera.
- ¡Ay ay ay ay! – decía ella mientras se ponía de pie y se sobaba la cara – Estúpida maleta.
- ¡¿Oye porque has entrado así a mi casa?! – le reclamaba Takao mientras la apuntaba.
La chica solo se sacudía si chaqueta, pero acto seguido se sorprendió al ver a Takao.
- ¿T-Takao? – preguntaba ella un poco conmocionada.
- ¿Qué? – se preguntaba este último.
- Eres… Takao…. ¿Verdad? – le preguntaba ella con voz baja, mientras sus ojos eran tapados por sus flecos.
- Si, lo soy, ¿Pero qué es lo…?
Antes de que el chico pudiera finalizar su pregunta la chica repentinamente corrió hacia a él.
- ¡Cuidado Takao! – le gritaba Rei.
En ese momento Daichi y Max quienes estaban junto con Takao corrieron rápidamente a detener a la chica.
- ¡Oye, no se quien seas pero no vas a hacer nada! – le decía Daichi mientras aceleraba su paso y se acercaba a ella.
- ¡Ve Daichi! – le decía Max
Daichi se disponía a detener a la chica, pero repentinamente, con un movimiento rápido ella esquivo a Daichi, lo que provoco que todos se sorprendieran. Ella siguió corriendo hacia Takao, esta solo extendió sus brazos mientras se acercaba a él. Takao estaba bastante sorprendido, no sabía cómo reaccionar, sentía que esa chica en cualquier momento lo iba a agredir, sin embargo ese supuesto ataque no era nada más que un abrazo, la chica abrazo fuertemente a Takao y empezó a apretarlo.
- ¡Takao eres tú! ¡No puedo creerlo has crecido mucho! – le decía la chica mientras lo abrazaba y aventaba corazones.
Todo el mundo se sorprendió al ver esa escena, aunque el más extrañado era Takao.
- ¡Oye espera! – le reclamaba este último mientras trataba de liberarse.
- ¡L-L-L-Lo está abrazando! – reclamaba Hiromi en tono molesto apuntando a la escena.
- ¡No puedo creer que seas tú! – le decía la chica mientras seguía abrazándolo.
- ¡Oye espera suéltame!
- Eh… Takao ¿Quién es ella? – le preguntaba Max al ver la escena.
- No lo sé – respondía este.
Después de decir esas 3 palabras la chica se sorprendió, ella soltó a Takao y después lo vio fijamente, acto seguido ella comenzó a pellizcarle la mejilla izquierda.
- ¡¿Qué cosa?! – le reclamaba la chica - ¡Entiendo que haya pasado tanto tiempo pero, ¿Cómo es que no me reconoces?!
Todo el mundo estaba cada vez más confundido, no tenían ni la más remota idea de que pasaba.
- ¡Ah espera! – le decía Takao mientras liberaba su mejilla, después de eso se la sobó – Me estas agrandando la cara.
Después de decir esa frase, el rostro de Takao se encendió, parecía que se había sorprendido bastante. El solo vio fijamente a la chica.
- No, no puede ser – decía Takao viéndola, la cual solo empezó a sonreír.
- Hmph, siempre has sido bastante torpe – le decía la chica mientras sus ojos mostraban mucha alegría.
Takao empezó a balbucear hasta que 2 lagrimas empezaron a salir de sus ojos, lo cual impacto a todos.
- Vi-Vi- ¡Violeta! – le dijo Takao mientras la abrazaba.
Todos estaban un poco impactados por la escena, ya que no comprendían nada.
- ¡Ahora el la está abrazando! – le decía una molesta Hiromi a Manabu mientras esta lo sacudía.
- Violeta, ¿En serio eres tú? – preguntaba un emocionado Takao.
- Jeje, estaba por preguntarte lo mismo.
- Vaya, creo que llegamos un poco tarde – decía una voz la cual capturó la atención de todos.
Desde el interior de la casa salían Hitoshi, Dickenson y el abuelo.
- ¡Hitoshi! – decía Violeta mientras iba corriendo hacia él y lo abrazaba.
- Violeta, ¿Con que ya llegaste? – le decía Hitoshi mientras la abrazaba.
- Supongo que la carta llegó un poco tarde – decía Dickenson mientras veía la escena.
- ¡Hitoshi, abuelo! Solo vean quien llegó – les decía Takao mientras se acercaba a ellos.
- Jaja lo sabemos pequeño, había llegado una carta a las oficinas de la BBA – le respondía el abuelo.
- ¿Qué, en serio? – preguntaba Takao.
- Si, había mandado un aviso, imagine que si lo mandaba a la BBA Hitoshi se enteraría rápido – respondía Violeta.
Todos estaban muy confundidos, no comprendían absolutamente nada, solo veían como esa misteriosa chica era el centro de atención de todos.
- Ta-Takao, ¿Quién es ella? – preguntaba una celosa Hiromi.
- O si lo siento – decía Takao mientras dirigía su mirada a los demás – Muchachos les presento a Violeta, ella es mi hermana.
Al escuchar esa frase todo el mundo se quedó en silencio, lo que acababan de escuchar parecía una broma, pero era la verdad, cosa que sorprendió a todos.
- ¡¿He-He-HERMANAAAAAA?! – gritaron todos al mismo tiempo (excepto Kai).
- Hola a todos – saludaba Violeta con una sonrisa y haciendo el signo de paz.
Y bueno ese fue el primer capitulo espero les haya gustado, planeo seguir con esta historia hasta acabarla, déjenme sus reviews y sugerencias, muchas gracias nos vemos (ºwº)/
