31 octubre 1981. Mansión Malfoy
Un hombre joven, entraba a la mansión, impaciente sin siquiera prestarle la más mísera atención al elfo domestico que le rogaba esperar ser anunciado ante sus amos. Su rostro estaba descompuesto, pero lo que en verdad te partía el alma eran sus ojos, estos reflejaban el más profundo dolor, ese que solo surge cuando has perdido para siempre lo más preciado y Severus Snape la había perdido a ella…Lo había perdido todo.
-¡MALFOY!.. ¡CISSA!-Grito Snape, su voz sonaba entrecortada producto la desesperación y el llanto.
-Por Merlín Severus acabo de dormir a Draco …-Contesto Narcisa Malfoy que salía a recibirlo, aunque su verdadera intención era callar esos gritos que interrumpían la paz de su hogar, de repente callo de golpe al ver el rostro de su tal vez único amigo leal- ¿Que te ha pasado? ¿Por qué tienes esa cara?
-Han caído…ella…ella esta…
-¿Quiénes han caído?- Pregunto Lucius Malfoy entrando a la sala de estar
-Los Potter…Lily esta…muerta. El señor Tenebroso los ha matado-Sintió como algo dentro de él se quebraba al pronunciar esas palabras.
Hubo un momento de silencio, Snape ya no podía más con su dolor era demasiado. Narcisa no sabía que decir, jamás fueron de su estima los Potter mucho menos la Sra. Potter que era hija de muggle una impura pero ella sabía que tenían un hijo el cual había estado condenado a morir en manos de un Mago tan despiadado como para matar a un bebe de tan solo un año…la edad que tenía su hijo, su Draco y entonces sintió algo. Nadie merecía lo que les paso a los Potter, nadie merecía morir así, nadie merecía ver morir a su hijo. Por muy sangre sucia que fuera sentía lastima por esa mujer y por Severus que la ama profundamente. Tuvo la intención de decirle algo reconfortante, de abrazarlo, de consolarlo pero se contuvo no era propio de una Black y mucho menos de una Malfoy demostrar compasión tan abiertamente. Lo cierto era que desde que había dado a luz a Draco ella ya no era la misma, ya no le interesaban tanto los ideales de conseguir poder, de ser una de las damas más distinguidas de en la sociedad mágica etc. Todas esas ideas que sus padres le inculcaron. Ahora solo le importaba una sola cosa, Draco. Un instinto de protección que desconocía, amor y un pequeño deje de bondad habían despertado en ella pero claro esto solo se permitía mostrarlo con su hijo, con nadie más, ni con su esposo Lucius.
Por otro lado Lucios se debatía entre celebrar la victoria de su Señor Tenebroso o…en realidad no quería otra cosa. Pero sabía que había hecho un pacto con Snape, el juro ayudarle a proteger a Lily Potter a cambio de que él le ayudara a proteger a Draco y a su esposa en caso de que el faltara o si el señor Tenebroso atentaba alguna vez contra la integridad de su familia. Si, Narcisa Malfoy no era la única que había cambia con el nacimiento de su primogénito. Lucios a su manera también lo había hecho.
-¿Qué necesitas que hagamos por ti Snape? –Soltó de repente Lucius Malfoy
-¿HACER POR MI? ¡PROMETISTE AYUDARME A PROTEGERLA!
-No sabía que el señor Tenebroso actuaria hoy. Él me ha enviado a una misión, no estuvo en mis manos evitar esto o poder advertirte –Decía la verdad el señor Tenebroso actuó solo sin ninguno de sus fieles mortifagos después de todo solo se trataba matar a un insignificante bebe.
-Quiero ir al Valle de Godric. Necesito verla antes de que se la lleven, en los funerales no me dejaran acercarme.
-Bien, iremos contigo- Dijo Narcisa de repente
-Cissy tú te quedas con Draco yo iré con Snape.
-Lucius yo iré con ustedes ¿me has entendido?- Narcisa lo dijo en tal tono que no hicieron falta más aclaraciones.
-Bien…pero démonos prisa antes de que el lugar se llene de Aurores, si no es que ya están ahí
31 octubre 1981. Valle de Godric
Una casa comúnmente hogareña ahora ofrecía un aspecto tétrico con la puerta principal abierta en plena madrugada, luces encendidas y un ligero desorden en su interior. Sin duda aquella era una escena de espanto, se podía predecir que algo malo había ocurrido en su interior con tan solo mirarla. Snape estaba reuniendo todo el valor para entrar ahí y ver el cuerpo de su amada Lily pero simple mente entre más lo pensaba menos se sentía capaz de soportar aquello.
-Snape démonos prisa este lugar estará intestado de los allegados de Potter en cualquier momento.
Con todo el dolor que su alma desprendía atravesó aquella puerta y entro con los otros dos mortifagos de tras de él, los tres con varita en mano, tal vez sería insoportable ver a Lily ahí inerte sin sus hermosos ojos verdes mirándolo, pero sería aún más insoportable no verla una vez más jamás se lo perdonaría. Primero encontró a James Potter sin vida derrumbado en las escaleras en posición de defensa supuso que había tratado de detener al señor tenebroso para que no hiriera a su familia, subió las escaleras, las respiración le empezaba a fallar sentía que la vista se le nublaba y como pudo llego a la habitación, sintió derrumbarse cuando la vio tendida en el suelo el dolor que sentía en ese momento al observarla con sus propios ojos tan quieta e indefensa, sin vida, no se comparaba ni por poco con lo que sintió cuando le dieron la noticia, ahora era real ya no había ni un margen de duda estaba muerta, él lo estaba comprobando y el dolor era peor que cualquier maldición imperdonable pudiera igualar, simplemente ya no lo soportaba, ya no tenía sentido nada, recordó cuando se casó con Potter también le había dolido pero tenía el consuelo que ella sería feliz …pero ¿esto? Vivir en un mundo donde ella ya no existía, no, él no se quedaría aquí sufriendo ya nada lo ataba a esta vida…y entonces lo escucho un bebe lloraba.
-¡Severus! ¡Lucius! El niño…el niño no está muerto.- Grito Narcisa Malfoy, cerca de la cuna del bebe estaba sorprendida. Como un bebe podría haber sobrevivido al mago tenebroso, lo tomo en brazos inconsciente de lo que hacía.
-El señor tenebroso fallo el niño ha sobrevivido.-Lucius no podía salir de su asombro como era esto posible, su señor debía estar furioso él deseaba acabar con él por la supuesta profecía la cual decía que al crecer ese niño seria quien tendría el poder de vencerlo. Lucius había reservado sus dudas sobre la veracidad de dicha profecía pero ahora viendo a al niño tan solo con una cicatriz en forma de rayo en la frente producto de la más grande maldición imperdonable, ya no estaba tan seguro de que fuera falsa la profecía.
-¿Qué hacemos con él?- Pregunto Narcisa
-No podemos hacer nada, todos buscaran al niño, déjelo ahí –Ordeno Severus saliendo de un poco de su duelo.
-Debemos irnos Snape no tardan en llegar, Cissy deja al niño de nuevo en la cuna no toques nada deja todo como estaba.
-Pero Lucius no podemos dejarlo solo a su suerte hasta que alguien venga.
-Narcisa por favor ya nos hemos arriesgado suficiente si nos llegan a encontrar aquí nos culparan de participar en su asesinato. Revisare el resto de la casa para ver si podemos salir por otro lado, ustedes dos apúrense, los espero abajo.
Narcisa no dijo nada, le daba un poco de culpa dejar a ese niño ahí solo con el cadáver de sus padres pero Lucius tenía razón no podían arriesgarse, debía pensar en el bien de su hijo. Si los hallaban ahí, Draco también se quedaría sin padres.
Snape le dio un último abrazo a su amada Lili, y se dispuso a salir de esa casa de prisa. Salieron de la habitación del niño cuando estaban pasando por la habitación contigua escucharon un ruido extraño que provenía de ella, ambos sobresaltados enfundaron sus varitas y entraron, si había alguien más en la casa debían encontrarlo y borrarle la memoria nadie podía saber que ellos habían estado ahí, buscaron por lo habitación pero de repente Snape detuvo su mirada en un muy pequeño bulto rosa que yacía sobre la cama, volvió a escucharse el ruido y se dio cuenta que provenía de ese peculiar bulto que se movió ligeramente casi imperceptible a la vista, se acercó apuntando con su varita preparado para cualquier sorpresa, destapo con ayuda de magia aquella cosa envuelta de mantas y se llevó un gran sorpresa. Narcisa que ya también había dirigido su atención hacia la cama soltó otro pequeño grito.
-¡Otro bebe! Por Merlín ¿sabías que tenían otro hijo?
-No, no tenía idea Lily y James llevan escondiéndose casi un año- Admitió Severus
-¡Pero que inconsciencia! Como pudieron tener otro hijo si ya estaban en peligro- Soltó Narcisa- ahora esta pobre criatura también se ha quedado sola, mírale es tan pequeño, solo debe tener un cuantos días de nacido.
Lo tomo en brazos, ahí fue cuando noto que era un niña, sintió algo entraño, era muy pequeña, y sus ojos te cautivaban.
-Es una niña.- le paso un mano por la carita de la bebe y se asustó.- ¡ESTA ARDIENDO EN FIEBRE! no la podemos dejar así.
Severus que se había quedado en shock antes la sorpresa de que Lily hubiera tenido otra hija y que ahora también se quedaría huérfana, reacciono cuando Narcisa le indicó que la pequeña estaba enferma.
-Vamos Cissa tienes razón no la podemos dejar así, pero no tengo nada para darle en este momento.
Bajaron hasta donde se encontraba Lucius esperándolos y cuando vio a su esposa con un bulto en los brazos le dijo.
-Narcisa te dicho que no podíamos llevarnos al niño ¿que no comprendes? Los amigos de Potter lo buscaran, pensaran que el señor Tenebroso se lo ha llevado y moverán mares si es necesario para encontrarlo, la Orden estará tras él, tu primo Sirius Black es su padrino lo buscara, Dumbledore, el ministerio, todos van a querer a ese niño por favor déjalo donde te dije, no le pasara nada- Dijo Lucius exasperado por la actitud de su esposa.
-No es el niño Potter, es una niña tiene unos cuantos días de nacida la encontramos en la otra habitación, está enferma y necesita una poción urgente- Le explico su esposa
-Bien pues déjenla ahí cuando lleguen sus allegados o las autoridades que se encarguen del problema nosotros nos vamos
-No la niña ira con nosotros Malfoy si pasa…- Snape fue interrumpido por un ruido de varios pasos y una moto
-Están aquí…
Los tres se miraron horrorizados debían salir de prisa o estarían perdidos, corrieron hacia la puerta trasera para poder desaparecer una vez estando fuera de la casa. Para desgracia de Lucios Malfoy no hubo tiempo de devolver la pequeña cosa que llevaba su esposa en brazos.
31 de Octubre 1981. Mansión Malfoy
Los tres aparecieron en la mansión Malfoy. Narcisa corrió junto con la bebe hacia la habitación de su hijo, en busca de las pociones que necesitaba para detener la fiebre de la niña. Entro a la habitación y vio a su hermoso hijo durmiendo como un ángel tuvo el impulso de abrazarlo y darle besos pero primero debía darle la poción a la pequeña, le paso la niña a Severus que venía tras ella al igual que Lucius. Saco un pequeña botella del estante donde guardaba las pociones por si Draco se enfermaba, deposito con sumo cuidado tres gotas de la sustancia en la pequeñísima boca de la bebe.
Casi de inmediato la temperatura de la pequeña comenzó a descender hasta normalizarle. Severus que tenía a la bebe en brazos empezó a observarla con detenimiento, era muy chiquita aun, pero ya se notaban algunos rasgos, a diferencia de su hermano que era el vivo retrato de su padre James Potter, la niña tenía ciertos rasgos de Lily una nariz delicada y respingada, la forma de sus cejas eran igual a las de Lily un arco perfecto que hacia simetría en su hermosa carita, sus pómulos aun abultados por tener pocos días de nacida tenían un color rosa muy sutil y su boca también tenía un tono rosa un poca más fuerte que sus mejillas, su poco cabello era negro muy oscuro un contraste perfecto con su piel blanca casi tan blanca como la de los Malfoy resultaba encantador ver esa imagen de una niña tan hermosa e indefensa a la vez. Había quedado sola con su hermano mayor que apenas tenía un año más de vida que ella, un futuro nada alentador y muy incierto les esperaba a estos dos niños.
Mientras Severus miraba a la bebe no pudo evitar pensar en lo que se avecinaba para los hijos de Lily. No sabía que sería de sus vidas ¿a dónde irían a parar? No sabía si los Potter tenían más familia, pero Lily solo tenía a su hermana Petunia y Merlín sabía que ella no era un buena opción para cuidar a un bebe mago mucho menos dos y dudaba que ella quisiera hacerse cargo de sus sobrinos. Entonces ¿Qué pasaría? ¿Irían a un orfanato? Bueno no dudaba que los amigos de Potter quisieran hacerse cargo de sus hijos pero uno era un hombre lobo, no, definitivamente Lupin descartado, quedaba Black era padrino del niño…Harry parece que se llamaba, pero por favor Black no puede cuidar ni su sobra como podría cuidar de un niño de un año y una bebe recién nacida. Entonces interrumpió su propios pensamientos y dijo – Te dejare con Dumbledore el sabrá que hacer contigo y tu hermano- cuando termino de pronunciar eso la niña abrió sus ojos mostrando sus hermoso ojos color violeta, Snape contemplo esos ojos hechizantes y lo supo. El iba a protegerla, él iba a cuidar de ella, él iba a cuidar de los hijos de su gran amor Lily. Tal vez no de la manera más apropiada o la que cualquier niño hubiera deseado, pero los iba a cuidar a su manera, la única que conocía, formando alianzas con buenos o malos quien le ofreciese mejores beneficios, Manipulando, engañado o traicionando lo único importante de ahora en adelante era el bien de esos niños e iba dar su vida si fuese necesario por ellos, por Lily, se lo debía, no pudo salvarla a ella pero ahora salvaría a sus hijos. Y el primer paso para la nueva vida de los ahora sus protegidos seria que nadie absolutamente nadie podría saber que la bebe que cargaba en brazos era una Potter y para ello necesitaba una familia de magos respetable, con influencias, intocables, sangre pura que la adoptara, en la cual el tuviera contacto para que la niña creciera bajo su vigilancia y lo segundo era alejar a Harry Potter del mundo mágico, no sabía cómo lo haría pero era primordial que Harry creciera en un mundo donde nadie le conociera o le hostigara. El seria" el niño que vivió" tendría tantos seguidores como enemigos a su tan corta edad por eso tendría que vivir en el mundo muggle y para pesar de Snape la única persona que podría cuidar de él era Petunia. Se sentía culpable y nostálgico al separar a los dos hermanos que después de todo solo se tenían el uno al otro. Pero no había otra opción para mantenerlos a salvo. Snape se juró que jamás alguien que amara moriría de nuevo por culpa suya…y él ya amaba a esos niños.
