¡Ciao!
He volvido :v Últimamente no se me ocurre nada más que... ANGST, no sé la razón, pero me he estado conteniendo de escribirlos y/o publicarlos xD Siento que llenaría mi Perfil de Angst y Tragedy, y Drama, aunque me gustan esos géneros.
No soy tan asombrosa (pero sí lo soy mucho) como Hima-papa y por eso Hetalia y sus personajes no me pertenecen, sin embargo esto me impide hacer y deshacer todo lo que quiera con y de ellos. La trama es totalmente mía, y también la bonita idea(?).
Pareja: No hay, no sueñen tanto, que esto es para que lloren, maricas(?) Okno
No me insulten, no me peguen, no me maten... yo sé porqué lo digo :'v
Lovi llora. Me empuja. Me aleja de él. Grita. Se aferra al marco de la puerta. Patalea. No quiere salir. Él está haciendo un berrinche y no sé qué hacer.
En su brazo izquierdo, que utiliza para lanzarme cosas con dificultad y una mueca de dolor en su rostro, veo pequeñas marcas del tamaño de unas hormigas. En el dorso de su codo hay cuatro, cuatro amoratadas y verdosas picadas que seguramente le duele. En el dorso de su mano, en cambio, hay sólo dos, y están ligeramente abultadas. A pesar del esfuerzo que supone hacerlo, él me sigue tirando sus libros y demás; sé que le duele mucho el brazo, porque es el brazo que usa para todo, y con el otro no hace más que sujetarse.
La gente que pasa por el frente de mi casa nos ve, pues la puerta principal es grande y está abierta de par en par. Todos oyen nuestro escándalo. Las señoras chismosas incluso tienen el descaro de asomarse por la puerta.
Muchos nos ven, y se quedan asombrados con la escena. Yo sé lo que ellos están pensando, aunque no lo digan en voz alta.
¿Cómo es posible que un niño sea tan malcriado?
Si fuera yo la madre, le daría unas buenas nalgadas
Ese niño necesita disciplina.
¡¿Por qué no le da un buen zurrón a ver si se le quita lo malcriado?!
Yo a mi hijo no le permito que haga eso.
Sé que estas cosas pasan por sus mentes, y sé que algunos le dirán a sus amigos, pareja, familia, etc. sobre lo que vieron el día de hoy mientras iban por la calle:
Un niño pequeño haciendo un berrinche, una pataleta colosal, y lanzándole cosas a su "padre" o a su "hermano mayor", quizás "tutor" o "niñero"... en realidad no sé cómo me vea la gente, si creen que soy su familia o sólo alguien que lo cuida.
Puede que no esté bien dejarlo así, "los niños no deben hacer este tipo de cosas". Pero todo lo que piense el resto me viene importando un poco asombroso bledo, jamás podría siquiera pensar en ponerle una mano encima al italiano... muchísimo menos, en su condición actual.
Me acerco a él, hablando con un intento de voz baja, y prácticamente gateando por el suelo. Él paulatinamente deja de tirarme cosas y sólo continúa llorando, y gritándome que no me le acerque.
-Hey, Lovino...- Me detengo justo frente a él, a poco menos de un metro de distancia
-Déjame- Su voz quebradiza provoca que se me astille todo. Verlo así es algo que no me gusta, para nada. Con su mano derecha trata de alejarme de nuevo, y se aferra a la puerta de su cuarto con la izquierda- ¡no quiero ir!
Esto parece una típica escena de un niño que no quiere salir de casa, o que no quiere ir al colegio por cualquier razón, también podría compararse con un pequeño al que están obligando a ir a casa de la tía o de algún extraño, y se resiste lo más que puede, pero este no es simplemente un acto de malcriadez.
Trato de sonreír de forma amable, sin dejes de altanería, aunque por dentro no tengo ánimos más que de abrazarle y hacer que deje de llorar, sin embargo no soy tan asombroso para lograrlo.
-Lovi, llores. Sé que no te gusta
-¡Lo odio!
Respiro profundo, y trato de acercar mi mano a él, para limpiarle la cara con el pañuelo, mas él insiste en que no lo toque.
Dejo ir un suspiro- Esto no es fácil para ti... sé que no quieres ir allá, yo mismo ya estoy harto de que pasemos tanto tiempo en ese lugar. No es nada asombroso. Pero, necesitamos ir...- Digo lo último entredientes, admitirlo me cala hasta los huesos de la frustración y la rabia- Anda, ya no llores y ven conmigo. Prometo que me quedaré siempre a tu lado, nada malo te va a pasar
Deja de llorar lentamente, y sólo quedan hipos que lo hacen saltar un poco. Sus ojos están rojos, y sus manos tiemblan por lo fuerte que ha estado apretándolas, su cara está empapada en lágrimas y sus mejillas rojas por lo mismo. Ya no me grita ni me arroja nada.
-¿Se-Sempre? ¿Seguro?- Pregunta en un murmullo, asustado y con voz temblorosa
Le dedico la más radiante sonrisa, para luego extender mi mano y limpiar su rostro con el pañuelo. Está más calmado y eso ayuda... nunca quise que se alterara así.
-Confía en el asombroso, Lovi. Él va a cuidarte siempre, hasta el fin de los asombrosos tiempos
Él se queda parado en el umbral, abrazando el marco y mirando al suelo con un puchero. Con sus dedos toquetea la madera, dándole pequeños golpecitos y quitando algunas astillas. Sé que está nervioso, y que no quiere ir a ninguna parte, pero no puedo dejarlo así, aquí, no puedo. Alza la mirada hacia mí, escrutando en mi alma con esos enormes ojos verdes.
-Promételo... júralo...- Extiende su dedo meñique, con un mohín en su rostro
Sin pensarlo demasiado hago lo mismo, alzándolo frente a él mientras sigo en cuclillas.
-El asombroso Gilbert Beilschmidt promete y jura solemnemente estar siempre al lado de Lovino Vargas, y siempre va a cuidarlo y darle un montón de deliciosos tomates- Al terminar de decirlo entrelazo nuestros dedos, y así sello mi promesa con él
-Entonces vamos- Su voz ya no tiembla tanto, y ya no parece tan asustado como antes. Me toma de la mano, llevándome fuera de la casa
Camino con él de la mano, hasta el auto, para tomar rumbo al centro. El trayecto me resulta ya muy familiar, de una forma desagradable y escalofriante; lo he recorrido tantas veces, que ya me sé atajos para llegar más rápido o evitar el tráfico. Pero quisiera que no fuera así, me gustaría que no fuera algo tan necesario.
Volteo a ver a Lovi en uno de los asientos de atrás, con el cinturón de seguridad puesto y en el asiento de en medio. Se ha quedado dormido muy rápido, y veo un camino de lágrimas que surcaron sus mejillan. Aprovecho la luz roja y me acerco a limpiarlas, sin despertarlo.
Hay niños a los que, simplemente, no puedes regañar. Niños a los que no puedes gritarles, pegarles, o negrales algo; no es malcriadez, no es por mal acostumbrarlos... pero dime una cosa...
¿Cómo puedo hacer para reprenderlo por portarse así, cuando él no tiene la culpa? ¿Cómo puedo decirle simplemente que no lo haga? No puedo.
No puedo hacer ese tipo de cosas con un niño que está, prácticamente, luchando por su vida... constantes visitas al médico, análisis, exámenes, químicos dentro de su cuerpo destruyendo lo poco que queda de su sistema inmune, causándole dolor, en grados que la mayoría no hemos experimentado, y que obviamente no querríamos experimentar jamás.
No me insulten, no me peguen, no me maten... por favor(?) Soy sólo una chica con una mente creativa, presa de ideas un tanto crueles, y... Okay, eso no suena bien, ehm...
Esto será una pequeña serie de One-Shots/Drabbles que trataré de ir subiendo cada semana (un cap por semana) usualmente entre Viernes y Domingos. No puedo dar una hora fija, principalmente porque soy un desastre con Fechas Límites, imaginen cómo soy con las Horas... Dios, creo que me parezco mucho a Chiaki ._.
Bueno, así quedamos. Un capítulo por semana entre Viernes y Domingo.
Ojalá que les haya gustado. Repito, por favor, que no me manden a La Parca xD
Y, nos leemos la próxima vez, en este mismo Fic o en algún otro que visiten.
Gracias por leer y, de antemano, por comentar (quienes vayan a hacerlo).
An
