Bueno antes que nada les quería aclarar que este es mi primer Fic casi que todavía no se relatar muy bien pero lo hice lo mejor que pude asi que espero que les guste, bueno ustedes diran
-Bien, este será tu cuarto y ni se te acurra molestarme por pavadas ¿entendido?
-Claro- mi cabeza estaba gacha y mi voz era muy suave y baja, mis pasos eran lentos, aun no me acostumbraba a que ya no vería nunca más a mis padres y esa era la razón de mi deteriorada apariencia, pero si voy a contar esto lo hare bien, hace una semana mis padres se fueron de viaje a Inglaterra para visitar a mi abuela que se encontraba en un mal estado de salud, como el viaje solo duraría un día y yo debía ir al instituto me obligaron a quedarme en Francia. El día sin ellos paso rápido ya que tuve un examen y me preocupe más en estudiar que en otra cosa. Recuerdo mi rostro de preocupación cuando pasados dos días ellos aún no habían regresado ni llamado, ni si quiera un mensaje avisando su tardanza, pero supuse que quizá habían perdido el vuelo o algo parecido, unas horas más tarde alguien toco la puerta, me emocione y mi preocupación desapareció enseguida, creo que nunca los había extrañado tanto, es que ellos no son de viajar mucho y si lo hacen siempre me llevan, era la primera vez que nos separábamos tanto y ya los echaba de menos. Abrí la puerta con entusiasmo pero mi cara cambio radicalmente cuando en lugar de a mis padres solo vi a un oficial de policía.
-¿Señorita Jones cierto?- me costaba mucho entender ¿acaso había hecho algo malo?
-S-si ¿Q-que pa-pasa?- la preocupación en mi rostro y en mi habla era evidente, apenas si pude hablar
-Tendrá que acompañarnos por favor
-¿Qu-que? ¿Por-por qué? Yo no he hecho nada
-Lo sabemos, no se trata de usted, es sobre sus padres, ahora si es tan amable me gustaría que venga con migo- ¿Mis padres? Seguía sin entender pero para no causar problemas hice lo que me decían y subí al auto, y ese fue el peor día de mi vida, al llegar me confesaron que mis padres habían muerto, que nunca más los volvería a ver y que necesitaría convencer a algún familiar o amigo de adoptarme si no quería que me mandaran a un orfanato, suficiente para un solo día, pero aunque no lo crean los problemas siguieron, Mi familia no era muy grande, tenía solo dos tías, hermanas de mi mama pero tenían demasiados hijos como para alimentar a una más, mi abuela era viuda y muy mayor para cuidarme y mis padres no tenían amigos que vivieran muy cerca de aquí.
Una mañana llegue al instituto peor que nunca, solo me quedaba un día para encontrar a alguien que me cuidara y aunque preguntara y preguntara todos tenían alguna razón para decir que no, ese día me rompí, me dolía tanto la perdida de mis padres y el saber que tendría que ir a un orfanato que lo único que pude hacer fue correr hacia los vestuarios y llorar desconsoladamente.
Luego de unos dos minutos encontré a Castiel, odiaba que me viera así pero creo que eso solo hizo salir su "lado tierno", me pregunto qué era lo que me pasaba y no paro de molestarme hasta que le conté cada detalle de la historia. Creo que eso en serio le toco el corazón por que pude notar en sus ojos una pequeña pizca de ¿tristeza? ¿Lastima? No lo sé, el punto es que en algún lugar sintió preocupación por mí y me dijo que si quería podía quedarme en su casa hasta que consiguiera a alguien más, me sentí idiota por no haberlo pensado antes ¡El está emancipado, eso es como si fuera un adulto! Pero luego recordé que si se lo pedía probablemente diría que no, o tal vez aceptaría, No lo sé, Castiel es definitivamente la persona más difícil de entender que conozco, pero no puedo ocultar que aun así siento algo por él.
Mire la habitación en la que estaba, el piso era de madera y las paredes eran totalmente blancas, había una cama como para dos personas con sábanas blancas y una manta color beige, había algunas repisas en la pared y un armario de madera con detalles tallados en las esquinas, al lado de la cama había dos mesitas auxiliares hechas de la misma madera que el armario con una pequeña lámpara cada una, se notaba que nadie nunca había usado aquel cuarto ya que estaba de lo más ordenado y, Castiel no es así. Comencé a sacar mi ropa y acomodarla bien, luego tome algunos recuerdos que había traído de mi casa y los acomode en las repisas, mientras lo hacía divise una pequeña foto mía de pequeña con mis padres al lado, los tres sonreíamos mientras mi padre me sostenía entre sus brazos, no pude evitar que una lagrima cayera por mi mejilla y sin darme cuenta me dormí dejándome llevar por los sueños.
Desperté, eran aproximadamente las 6 de la mañana, Salí de la habitación y no encontré a Castiel así que baje al primer piso, tampoco estaba allí, abrí la puerta de calle y me sorprendí cuando lo que vi fue a mis padres, corrí hacia ellos mientras lloraba y gritaba cosas inentendibles y justo cuando iba a abrazarlos desperté, de nuevo, mire hacia todos lados con nerviosismo y busque desesperadamente el botón de la lámpara que se encontraba en la mesita, la prendí rápidamente y al ver las cosas con más claridad pude tranquilizarme.
Toque la puerta lentamente mientras abrazaba mi almohada y miraba todo con preocupación, Castiel salió de su habitación, estaba despeinado y solo llevaba unos bóxer y una musculosa, normalmente me hubiera quedado contemplando esa imagen como una hipnotizada pero no era el momento.
-¿Qué quieres? Son las 3 de la mañana y…- antes de que pudiera terminar de hablar me lance sobre el mientras lo abrazaba y escondía mi rostro en su hombro. No correspondió al abrazo porque claro ¡Él era Castiel! Pero se quedó quieto por unos segundos y luego me alejo.
-No puedo dormir- dije como una niña pequeña
-¿Y qué quieres que haga yo?- puso su típica sonrisa de lado mientras no paraba de mirarme- ¿Acostarme contigo?- La almohada que tenía entre mis manos fue a parar justo a su cara
-Eres un idiota- me cruce de brazos apoyándome contra la pared- solo necesitaba un abrazo
-¿Entonces no quieres acostarte con migo?- otra vez esa sonrisa, dios no podía con él, me sonroje mientras lo miraba con los ojos abiertos de par en par- Sé que quieres- se acercó lentamente a mi oído- Yo también quiero- susurro contra mí. Mis ojos no podrían estar más abiertos y mi sonrojo era cada vez peor pero sobre todo quería lanzar un grito de emoción por lo que acababa de escuchar. Trate de actuar lo más normal posible
-Te odio- dije mientras tomaba mi almohada y me dirigía a mi cuarto.
-Sé que no lo haces tabla- me guiño un ojo y luego cerró la puerta. Realmente no sabía si amarlo u odiarlo, pero por alguna razón siempre hacia lo primero.
¿Tomatasos?¿criticas?¿sugerencias? dejen reviews asi se que les parecio y díganme si quieren que lo siga, se que esta un poco corto pero es solo el primero y es mas que nada para saber si les interesa la historia
