Lecciones para Enamorar (+18)

Prefacio:

Edward Cullen un adolescente frustrado sexualmente, está completamente desesperado por tener una mujer en su cama, pero su timidez solapada por la sobreprotectora de su madre le impiden comenzar con su vida sexual. Isabella su mejor amiga ha prometido ayudar a solucionar su problema dándole "lecciones para enamorar"

Este fanfic está protegido legalmente por Safecreative. No apoyes el plagio.

Los personajes le pertenecen a S.M. La historia es mía.

Prologo.

— ¡Maldición…¿Dónde mierda deje mis bóxer? — Edward caminaba desnudo de un lado a otro en su habitación, pasó desesperadamente su mano derecha por aquel corto cabello cobrizo—. Llegare tarde al instituto.

"¡Oh por dios!"

Caminó alrededor de la habitación ¡No quería que su madre viera le evidencia de su sueño anoche! ¡No! prefería morir antes de que su adorada mami supiera lo perverso que podría llegar a ser.

—Bebe ¿Estás listo? — la suave y aterciopelada voz de su madre lo sobresaltó. Edward puso sus ojos en blanco al escucharla; amaba a su madre pero aquellos malditos apodos de bebe no lo dejaban crecer en paz.

—¡Ya voy! — gritó agachándose para mirar debajo de la cama y ¡bingo! ahí se encontraban sus bóxer con aquella asquerosa evidencia.

Agradeció infinitamente a los dioses que le guiñaron un ojo desde el Olimpo. Corrió al baño a ducharse, enjabonó todo su cuerpo rápidamente como si quisiera sacar todo rastro de aquel erótico sueño.

"Idiota, idiota, justo hoy se te ocurrió tener aquellos sueños pecaminosos, ¡soy un idiota!"

Salió hacia su habitación con una toalla blanca anudada en su cadera. Se miro al espejo y negó con la cabeza sintiéndose completamente frustrado. Sacó unos pantalones negros con una camisa de color celeste y bajo hacia la cocina.

—Hola nenito más lindo — lo saludo Esme dejando un beso sonoro en la mejilla del muchacho marcando levemente su lápiz labial rojo—. Está listo tu desayuno nene.

Edward se sentó en la mesa y prácticamente se trago todo, sabía que era imposible siquiera pensar en saltarse el desayuno… Esme era muy capaz de llevarle comida al instituto en una lonchera de dibujos animados. Y eso sería incluso más bochornoso que todos los apodos que ella le había dado a lo largo de su vida.

—¿Te gusto nene? — preguntó su madre acariciando su cabello cobrizo, Edward asintió con la boca llena de yogurt y cereales. La mujer sonrió satisfecha y se dirigió hacia el living.

Edward se lavó los dientes rápidamente y se despidió de su madre.

—Adiós mamá— dijo acercándose a ella y quedando a su altura, esta beso su frente de manera dulce

—Adiós bebe, y suerte con los exámenes finales— le guiño un ojo.

Edward solo sonrió y corrió hacia la salida, ahí estaba su amado volvo. Llegó a los veinte minutos hacia el instituto de Forks, se bajó de su volvo, cuando unos delgados bracitos se colgaron de su cuello como si fuese un molesto bebe.

—Hola "bebe"— dijo imitando perfectamente la voz de su sobreprotectora madre, Edward puso sus ojos en blanco. La muchacha se separó levemente de él para mirarlo a los ojos, le regalo una resplandeciente sonrisa, mostrando sus perfectos y alineados dientes blancos.

—Hola. — dijo Edward fingiendo molestia.

—Ay dios, que amargado Cullen— Bella lo soltó rápidamente alejándose de él levemente— . ¿Tuviste sueños húmedos o algo por el estilo?... lo digo por esas ojeras horribles que traes— dijo cruzándose de brazos, alzando su peculiar ceja derecha… Edward siempre se preguntó cómo diablos hacia eso.

"¡Maldición!, soy un idiota, soy un idiota. ¿Por qué me conoces tan bien Isabella?... odio eso de ti, lo odio enserio."

—Eso… querida amiga, no te interesa, asi que mejor aléjate de mi vista y ve por Mike o por algunos de tus pretendientes. — dijo riéndose, la boquita de Bella se formo una perfecta "O".

"¿quieres jugar Cullen ¿eh?"

—Mike es un idiota, no me hables de él— dijo enfurruñada recordando como la había dejado tirada a punto de tener una de las mejores noches de las últimas semanas… "idiota mal nacido"

—¿Y los chicos? —

—No sé, deben andar en los baños, haciendo quien sabe que cosas, ahora vamos a clases— dijo Bella acogiéndose de hombros, mientras caminaban hacia la entrada. Bella no paso desapercibida las miraditas que le daban los hombres…"son unos niños, necesito algo mejor que esto", los hombres posaban sus ojos en las largas piernas de la muchacha, el jeans que llevaba pegado como una segunda piel con aquella blusa blanca casi transparente era para morirse de una erección espontanea.

—Todos te están mirando — se rió Edward de su amiga, esta lo observo entrecerrando los ojos.

—Niños estúpidos, que tienen erecciones por que una menea el culo. Nada interesante querido Cullen, yo necesito un hombre de verdad—

—¿Acaso quieres decir que todos nosotros somos "niños"? — Edward se puso nervioso, si Isabella no fuese su mejor amiga quizás el también estaría con un problema entre las piernas, pero la conocía tan bien que gracias al cielo no le provocaba eso.

—Bueno, tú te salvas— dijo sonriendo, Edward sonrió nervioso

"¡maldición! Si supiera que soy más niño que todos estos tipos" "Tengo hasta erecciones soñando lo que es mucho peor, ¡diablos estoy enfermo!"

— Aunque tú aún no cortas el cordón umbilical, tu mamá aun cree que te tiene en el vientre— dijo ella soltando una risita, todos en el pasillo se giraron al verla.

—¡Que miran! — estaba molesta, todos volvieron a sus quehaceres evitándola por completo.

—Muy graciosa Dwyer— Edward se molestó— Ahora ve a menear el culo para salvarte de los exámenes finales, a ver si te salvas sin mí— su voz sonó dura, se había molestado, para él era bastante terrible tener una madre sobreprotectora para que Isabella Dwyer su mejor amiga lo molestara constantemente por ello.

—Oh, Edward, no seas asi, era solo una broma— dijo preocupada, odiaba estudiar, era algo que no se le daba, Edward era el "cerebrito" que la ayudaba en todos los exámenes.

—No Dwyer, no bromeo, me pesa la cabeza al tener un cerebro que piensa por dos— dijo sarcásticamente sacándole la lengua, Bella lo golpeó con su pequeño puño en su estomago.

—Edward…no puedes hacerme eso.

—Oh, sí que puedo, haber como le haces para que este…feto te dé las respuesta— dijo sonriendo, entraron al salón, todos estaban expectantes ante el examen final de biología. La mayoría de los jóvenes querían salir de vacaciones, el año había sido duro para la mayoría de los estudiantes, la exigencia, la disciplina, los amigos, el sexo y las fiestas no eran la mejor combinación

—Ya sabes Cullen…estaré en deuda contigo, hare lo que sea necesario, pero por favor ayúdame amiguito del alma— Bella susurró mientras el maestro llegaba con los exámenes… Edward lo pensó un poco, si bien se acercaba el verano… quizás si podría necesitar su ayuda para algo.

"mmm… si quizás si tendré que ayudarte Dwyer, pero nada es gratis en la vida."

—Está bien, pero ya veré en lo que me ayudaras, a medida que pasé el verano— dijo Edward triunfante. Bella suspiró aliviada en el asiento, el maestro comenzó a entregar el examen y rápidamente Edward puso su expresión de "concentrado"

Isabella miraba a todos en el salón, algunos estaban igual o peor que ella, buscando que las respuestas le cayeran del cielo, otros garabateaban tonterías en la hoja, y otros si estaban concentrados como su compañero de asiento.

"Vamos Edward, date prisa" pensaba mordiéndose el labio.

—Usted señorita Dwyer… ¿no tiene nada que hacer? — preguntó el maestro al darse cuenta que Bella se distraía mirando las puntas de su cabello largo… Edward levantó la cabeza para mirarla, ella suspiró.

—Esta es mi manera de concentrarme— dijo muy segura de sí misma, Edward soltó una risita tonta negando con su cabeza… "eres imposible Dwyer"

—Pues quiero que transfiera todos esos pensamientos de sabiduría que usted tiene, y los traspase al examen.

Bella respiró profundamente, no quería malgastar su tiempo con aquel sujeto calvo, ni siquiera se acordaba de su nombre. Tomó el lápiz en su pequeña mano y comenzó a garabatear la hoja con dibujos infantiles.

—Edward, date prisa— musitó apenas moviendo los labios. Edward le sonrió de manera engreída y tomó un pequeño papel que escondía en el puño de la camisa, y fue anotando cada una de las respuestas del examen; miraba de reojo al profesor Banner para que no lo fuera a pillar infraganti. Le pasó el pequeño papel arrugado a Bella, la joven lo anotaba con dificultad, Edward tenía una letra muy clara y pulcra pero quizás el nerviosismo por qué no lo sorprendieran hizo que escribiera con una letra horrible e ilegible.

Pasó todas sus respuestas a la hoja en blanco rápidamente, ya a estas alturas estaba acostumbrada a copiar en los exámenes, sobre todo con este maestro de biología.

A la hora y media después el profesor retiró los exámenes.

—Buenos jóvenes, pueden salir— dijo una vez que todos terminaron, Isabella se levantó del asiento estirando sus delgados bracitos, Edward ordenó sus cosas y ambos salieron hacia la cafetería para reunirse con sus amigos.

—Está dicho, me debes una bien grande Bella.

—Soy una mujer de palabra Edward, pagare el favorcillo— dijo sonriéndole sinceramente, tomando el brazo de su mejor amigo, sin saber qué consecuencias traería aquella promesa, ahora inofensiva.

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Hola mis lindas, les dejo el primer capítulo… recién comenzando pues aun falta mucho por delante, como pudieron darse cuenta, son muy buenos amigos y no se confundan, no sienten nada el uno por el otro jajaja.

Espero que les haya gustado les subiré otro capítulo, para que agarren el hilo de la historia, un beso y gracias a las que me alentaron a subir este fic aquí.

Las adoro Hermosas/os 3