Esto es un ShikaHina (raro, lo sé). Escribí el prólogo hace un tiempo, y hoy lo leyó una amiga que insistió en que debía publicarlo (bajo amenaza de robarme el precioso helado de chocolate que me estaba comiendo); el caso es que tras releer el prólogo me surgieron las ideas y casi escribí la historia completa. Es corta, cinco capítulos y un epílogo. Subiré todos los días de esta semana y estará terminada a final de semana. De forma que mis musas podrán volver a centrarse en las otras historias.

Es una historia muy sencilla, con hechos cotidianos, así que no esperéis gran cosa.

Sólo deseo algún review.

Advertencias: Muerte.

Los personajes de Kishimoto, como siempre.

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"Han pasado los días como hojas de libros sin leer"

Joaquín Sabina

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Prólogo

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Sólo era una cruz de madera clavada en la tierra, pero bajo ella estaba el cuerpo de aquel que había sido amigo, rival y traidor.

Ya habían perdido la cuenta de a cuantos funerales habían acudido en las últimas semanas, pero aquel era completamente diferente. No había casi nadie, no estaba la piedra del honor. Sólo eran dos tablas cruzadas y lo que quedaba de los que alguna vez habían sido compañeros.

Uchiha Sasuke había muerto. Lo había hecho sin honor, sin gloria; pero salvando la vida de su mejor amigo. Aquel que ahora lloraba mordiendo uno de sus puños para evitar los sollozos. Su otra amiga, vieja compañera de equipo, estaba unos pasos más atrás llorando desconsolada sobre el hombro de su amiga Ino, que había acudido al funeral por respeto a Sakura y por los sentimientos que alguna vez había albergado por el fallecido.

No había muchas más personas. Bajo la sombra de un árbol, algo apartado, Nara Shikamaru presentaba sus respetos al hombre que había perseguido durante los últimos años, por traidor y asesino, aquel hombre con el que había compartido clases siendo tan solo un niño. Estaba allí por Naruto, porque era su problemático amigo y los necesitaba allí. Comprendía su dolor porque hacía un par de meses había perdido a su compañero desde la infancia. La Cuarta Guerra Ninja también se lo había llevado, como a muchos otros.

Encendió un cigarro mientras recordaba que Chouji era ahora sólo un nombre sobre la piedra de homenaje a los caídos.

Dos pares de ojos blancos estaban varios metros alejados de la improvisada tumba. Hyuuga Hinata había llevado un pequeño ramo de flores que había depositado anteriormente. No conocía casi nada a Uchiha Sasuke, pero los había ayudado en la última batalla y ella comprendía el dolor de la pérdida, como todos los presentes. Su primo la custodiaba, estaba allí por ella, no por el Uchiha.

Hinata observó a su mejor amigo Kiba, solo; cerca de Shikamaru. Verlo sin su habitual amigo canino aún le paraba el corazón, hacía que aún pudiese oír los agonizantes gritos de Kiba cuando Akamaru cayó muerto.

Pensó en Shino, que no estaba. Se debatía entre la vida y la muerte en una cama de hospital, y una lágrima le rodó por la mejilla.

La Cuarta Guerra Ninja había finalizado, y no se había llevado con ella sólo vidas de personas que amaban, sino también ilusiones, esperanzas, sonrisas.

Ya no quedaba en ellos nada más que cicatrices, dolor y ausencias. Y una vida completa que aprender a vivir, de nuevo.

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Este primer capítulo es muy dramático, pero es para situaros en el contexto de la historia.

Opiniones, por favor.