Disclaimer: Las Tortugas no me pertenecen. Ni tampoco la imagen de portada. ;)

No he visto muchas historias con estas tortugas (o por lo menos no las he encontrado) Por eso, me decidí en compartir esta idea con ustedes. Aún no se si la continuare, pero espero que les guste.

Resumen

Las tortugas oscuras deciden hacer un viaje al pasado para vengarse de sus originales. Pero un error técnico las envía a otra dimensión y si eso no fuera suficiente son transformadas en pequeños niños.

¿Cómo harán frente a estos cambios y ser criados por sus enemigos?

Crossover TMNT Fast Forward y TMNT 2012

Hola a todos!


CAPITULO 1

Dimensión 2003: Año 2107

"¿Qué haces? ¿Qué haces? ¿Queee haaaceees?" pregunta insistentemente la tortuga amarilla ante la completa falta de atención de su hermano que solo podía limitarse a suspirar con fastidio.

"PARA YA!" grita la tortuga morada. -"No te das cuenta que intento trabajar, ya te he dicho lo que estoy haciendo. Vete a molestar a alguien más"- DarkMikey observa detenidamente a su hermano. "¿Me lo has dicho?" pregunta desconcertado sin encontrar ningún recuerdo que identificara el artefacto que construía el genio. "Grrr dije FUERA!" la tortuga más grande se alza sobre el amarillo con la total intención de sacarlo a patadas, pero el inconfundible ruido de la puerta los alerta de mas visitas.

"¿Cómo vas con la máquina del tiempo?" pregunta DarkLeo con un pedazo de filete. Y bajo la atenta mirada de los menores lo separa y arroja un pedazo a cada uno.

"JEJEJE Hermano eres el mejor!" sonríe ampliamente el amarillo, pero inmediatamente cambia a una mirada acusadora "No como otros" DarkDon resopla ante la mirada y continúa con los preparativos.

"¿Entonces como vas?" DarkLeo se repite esperando una explicación a su anterior pregunta.

"Si mis cálculos no fallan, mañana estará completa y lista para transportarnos" dice DarkDon orgulloso de sus progresos.

"JAJAHA Si tus cálculos no fallan? Amigo, cuando han acertado de todos modos" la tortuga morada mira indignado al amarillo que no paraba de reír. Sin comprender como puede dudar. Él es el clon de un genio, siendo uno también. Dirige su mirada al de azul, a ver si tenía algo que decir solo para encontrarlo sonriendo.

"¿Qué es tan gracioso?" Todos voltean a la nueva intrusión. "¿A ti que te importa mastodonte!" la gran tortuga de rojo se acerca peligrosamente al de morado gruñendo y levantando sus puños. Pero es detenido por DarkLeo.

"No empiecen. Se supone que debemos trabajar juntos para vencer a las molestas tortugas. Así que dejen las payasadas" con una mirada molesta la tortuga azul se retira dejando a los demás a su suerte. Pero deteniéndose después de unos pasos de la entrada "Mañana?" pregunta simplemente.

"Mañana" afirma la tortuga morada observando a su hermano salir del laboratorio. "Y ustedes que esperan torpes? Lárguense!" les grita a los rezagados que solo lo miran con molestia. Pero salen de todos modos, para su gran alivio.

"Mañana regresaremos en el tiempo para vengarnos de ustedes tortugas" dice entre dientes DarkDon solo para ser interrumpido por la molesta voz del amarillo.

"Oye hermano! Hablar solo no es saludable jeje!"

"CALLATE" grita perdiendo la paciencia.

Sale de su laboratorio, decidido a terminar con la vida de su desafortunado hermano pequeño, quien comenzaba a gritar huyendo de un muy enojado genio.


A la mañana siguiente...

"¿Están listos?" pregunta el de morado comprobando los detalles finales para que no se presenten fallas y evitar las molestas burlas que de seguro vendrían por su fracaso.

"Listos" contestas DarkLeo observando a su hermano genio, teclear los últimos códigos para comenzar su viaje.

"Estas seguro que es completamente... seguro?" pregunta DarkRaph dudando muy seriamente de todo esto.

"Por supuesto que es seguro, lo he hecho yo!" responde DarkDon convencido.

"Por eso lo digo" susurra DarkRapha recibiendo una dura mirada de la tortuga morada. Y una de advertencia de la de azul. Todos sabían del mal genio que tenía DarkDon, sobre todo si se burlaban de uno de sus inventos.

Ya todo listo, las tortugas oscuras se dispusieron a entra en el portal. Sin embargo pararon antes, dirigiendo una mirada cuidadosa a DarkMikey quien los miraba sin comprender. Para poco después ser empujado por su hermano rojo sin previo aviso. Logro sostenerse de los bordes del portal. Gritando por ayuda, tratando de no ser completamente absorbido, sin mucho éxito.

Los demás observaban indiferente, como el más pequeño pasaba a través del portal sin que este explotara. Al no pasar nada saltaron dentro.


Dimensión 2012: Año 2013

"Chicos...?" una voz desconocida hizo eco en el lugar. "Vamos chicos! Es hora de despertar!"

DarkLeo froto sus ojos sin poder enfocar nada, todo se veía borroso y oscuro. Intento levantarse pero su cuerpo se sentía adormecido. "¿Qué esperan? A levantarse!" escucho nuevamente esa pequeña voz extrañamente familiar, pero a la vez tan diferente... "Un niño?" pensó sin estar muy seguro de lo que pasaba.

Intento mirar de donde provenía la voz, solo para ver una pequeña mancha amarilla, que parecía mover la mano frente a él. Molesto del movimiento la sacudió con un golpe ligero.

"Grrr" escucho un gruñido no muy lejos de él. No podía descifrar lo que estaba pasando, miro a los alrededores sin encontrar a ninguno de sus hermanos o a la fuente del gruñido. Se había perdido? Había fallado el portal del cerebrito? No sabía si debía sorprenderle ese hecho, nunca se han caracterizado por tener la mejor suerte. Siempre encontraban las maneras más espectaculares para arruinar sus propios planes. Pero, que habían hecho esta vez?

De nuevo se enfoco en la mancha amarilla que parecía sobar su brazo. Rodo los ojos en el pequeño debilucho, para luego abrirlos ampliamente de sorpresa al darse cuenta de quien se trataba.

"¿Cómo..?" una versión muy pequeña de DarkMikey lo miraba con un puchero y lagrimas en los ojos. DarkLeo lo miraba desconcertado.

La pequeña tortuga amarilla sonrió un poco a la cara tonta que le dedicaba su hermano, dándose cuenta de la razón. Dejo de sobarse y le paso un trozo de vidrio. DarkLeo lo sostuvo, y vio su reflejo.

"¿QUE?" escucho a alguin mas gritar, volteo buscando de donde provenía, solo para ver a otra pequeña tortuga morada intentando levantarse no muy lejos de él.

"¿Qué está pasando..? ¿Por qué somos niños?" DarkRaph se acerco a los demás tambaleándose.

"Jajajaja hasta yo sabía que este plan no funcionaria y eso que soy el especial" la risa de DarkMikey se hizo eco por los túneles pero fue cortada cuando la tortuguita morada se le abalanza encima.

DarkLeo los miro con indiferencia. En estos momentos tenía otros asuntos más importantes. Ahora que harían? Miro a los alrededores dándose cuenta que estaban en unas alcantarillas. También se percato de lo extraño que parecía todo, incluso ellos mismos se veían diferentes (obviando la parte de ser niños) el lugar era tan raro. De reojo vio a la pequeña tortuga roja acercársele y sentarse junto a él. "Ahora que haremos? no podemos enfrentarnos a las tortugas así" DarkLeo frunció el ceño dándose cuenta de la razón que tenia.

"Oigan ustedes dos, ya paren. Ahora cerebrito explica lo que paso. Y la manera de revertirlo"

Los dos chicos pararon su enfrentamiento, sin embargo parecían sonreír. Eso sí que era extraño.

DarkDon al ver la intensa mirada del pequeño azul se puso serio, sin entender él mismo como eso le pareció tan entretenido. Ya pensaría en eso.

"Solo puedo suponer que falto alguna pieza... No estoy seguro"

"Estaba todo perfecto, o eso fue lo que nos dijiste. Porque fallo?" dijo DarkLeo viendo acusadoramente a su hermano.

"Yo mismo lo comprobé, estaba todo en su lugar. Nada tenía que haber fallado... No lo entiendo" susurro el final, sin tener idea de que mas hacer. Se sorprendió teniendo unas incontrolables ganas de llorar, su cuerpo le exigía desahogarse. Nunca se había sentido así antes. No podía llorar. No frente a sus hermanos. Pero sin previo aviso lagrimas comenzaros a bajar por sus mejillas, intento apartárselas con las manos pero estas no paraban de llegar.

"¿Estas llorando?" pregunta un sonriente DarkMikey viendo a su hermano genio en esa incómoda situación. Y lo mejor de todo era su cara rabiosa. Pero su sonrisa desapareció al ver a su hermano tomar una piedra y lanzársela, dándole en la cabeza. "¿Pero qué haces?" de la misma manera comenzó a llorar junto con su hermano.

Los mayores observaban la ridícula escena frente a ellos. El de rojo se acerco al pequeño amarillo dándole un golpecito en la cabeza. Se arrepintió inmediatamente cuando este comenzó a llorar más fuerte "Eso me duele, porque lo hiciste?" DarkMikey mira con enojo al más grande sobando su cabeza. "Deja de llorar, torpe" DarkRaph se acerca nuevamente. "¿Qué te pasa a ti feo?" le pregunta el pequeño.

"Te he dicho que no soy feo."

"Claro que si lo eres horroroso" esto pareció herir al más grande quien también comenzaba a restregar su cara con sus pequeñas manos.

"Que no"

"Que si"

"Que no"

"QUE SI"

Ante la absoluta incredulidad de DarkLeo, todas las pequeñas tortugas comenzaron a llorar.

"Tienes que estar bromeando" murmuro, aun sin entender cómo es que le pasaban las cosas más extrañas.

"Dejen de llorar zoquetes" intento gritar pero su pequeña voz no podía hacerse escuchar bajo el escándalo que sus llorones hermanos habían formado.

Escucho voces en la lejanía, agradecido que aún conservaba parte de sus habilidades ninjas. Miro a sus hermanos quienes parecían haberse olvidado del mundo que los rodeaba.

Se escondió detrás de algunos escombros, esperando a que los dueños de las voces se presentaran. Que parecían haberlos escuchado y se acercaban a ellos. Estaba muy nervioso de quien podría tratarse, no estaba preparado para enfrentarse a nadie.

Para su sorpresa y total disgusto, cuatro seres se acercaban cautelosamente a ellos. Abrió un poco los ojos "Son... las tortugas?" pregunto para sí mismo sin poder creer lo que veía. Eran ellas? Pero se veían diferentes, y más jóvenes.

Las tortugas se acercaron bajando la guardia al ver la fuente del ruido.

"Son...?" uno de ellos dijo, no podía saber quién.

"Son tortuguitas, mira que bonitas" dijo el que parecía vestir de naranja. "Puedo quedármelas, son tan adorables"

"No Mikey" escucho la voz cansada del de azul. Entonces, si son ellas. Pero no las que conocían. Tienen que ser otras. Quizás estén en otra dimensión? Eso tendría más sentido. Aunque no sabía mucho sobre el tema, había escuchado una de las divagaciones del genio explicando algo como esto.

"Como te puede parecer adorable eso? Están llorando, y no se callan!" dijo, lo que parecía ser Raphael tapando sus oídos con ambas manos, y mirando a los chicos de manera desagradable.

"Sus cuerpos" todos voltearon a ver a la tortuga de morado. "Envían altas frecuencias de mutageno" dijo levantando un aparato mientras apuntaba a los pequeños.

Lo que vio después hizo que su pequeño cuerpo se estremeciera. No sabía por qué esta sensación de malestar se apoderaba de él. Al ver a una de las tortugas acercarse a sus hermanos, a pesar de que por alguna razón sabía que no le harían daño. Su cuerpo parecía querer correr y asegurarse de que sus hermanos estaban bien.

"Deberíamos llevarlos al laboratorio para hacerles algunas pruebas" Hablo Donatello, mirando a los pequeños y luego a sus hermanos.

"¿Qué? ¿Quieres que los cargue?" pregunta Raphael cruzando los brazos sobre su pecho.

"Se supone Rapha, hay que moverlos de aquí. Quien sabe cuánto tiempo han estado solos en este lugar." Le responde Donatello con una mirada suave.

Mientras escuchaba, no se había percatado de cómo Miguel Ángel se había acercado lo suficiente, cargando a dos de ellos y abrazarlos.

"Esos tontos no se dan cuenta?" pensó malhumorado, viendo a DarkDonnie y DarkMikey en los brazos del de naranja sin hacer nada al respecto.

Esta incontrolable necesidad de saltar y reclamar a sus hermanitos aun carcomía sus entrañas. Tenía que pensar en un plan. Estas tortugas iban a llevarlos a su guarida...

Abrió los ojos en su realización. Por su puesto. Como no se había dado cuenta antes. Las tortugas los llevaran a su guarida. Como podrían sospechar que cuatro pequeñas tortugas podrían hacer algo malo. Por lo menos ya habían comenzado a actuar como verdaderos mocosos, eso podría darles la ventaja para que les crean.

Se asomo nuevamente, y vio como Leonardo tomaba a DarkRaph, mientras Miguel Ángel comenzaba a mecer a los otros dos, que parecían quedarse dormidos.

"Aww entonces si nos podemos quedar con ellos!" Mikey salto emocionado, alterando un poco a los pequeños que descansaban en sus brazos.

"Mikey no son mascotas, tenemos que hablar con el maestro Splinter. Y Donnie debe hacer las pruebas" Leo responde imitando la posición de Mikey, para cargar correctamente al pequeño.

"Obviamente esto fue obra del Kraang" dice Raphael, mirando con molestia a las rocas, como si fueran las culpables de todo.

"Es lo más razonable" dice Donnie comenzando a caminar, de seguro camino a la guarida. "No debo dejar que se vayan" pensó DarkLeo mientras intentaba ponerse al día con los demás y no perderlos de vista.

Sin embargo su pequeño cuerpo no podía con sus pasos, viendo alejarse a las tortugas con sus pequeños hermanos. La sensación de malestar incrementaba y comenzaba a picarle los ojos. "Tienes que estar bromeando. Ahora yo también voy a llorar?" piensa disgustado ante su debilidad. Esto de seguro fue lo que los otros sintieron antes de comenzar sus rabietas.

Los vio alejarse cada vez más. Ya desesperado no tuvo más opción que llamar su atención. Así que comenzó a emitir pequeños gemidos lastimeros.


"Esperen chicos...Escuchan eso?" Leo se detuvo, y volteo buscando la fuente de los sollozos. Vio más atrás una pequeña tortuga azul, que parecía correr hacia ellos.

Se agacho un poco intentando quedar a su altura, esperando que se acercara, pero esta se quedo más atrás observándolo a él y al paquete que llevaba en brazos.

"¿Son tus hermanos?" Leo pregunto a la pequeña tortuga, la vio fruncir el ceño y asentir lentamente.

"¿Qué edad crees que tengan Donnie?"

"No puedo estar seguro, pero puedo calcularles unos dos? O tres años."

Leo observo al niño, esperando que se acercara, pero este no se movía de su lugar. "Vamos, ven. No te haremos daño... Acércate" dijo Leo. La tortuguita parecía indecisa pero a la final pareció decidirse y acercarse con cautela.


DarkLeo sonreía interiormente, burlándose de la ingenuidad de estas tortugas. Aunque estas no fueran sus "tortugas", eran las "tortugas" y eso era suficiente.

Vio a Leonardo estirar su mano para intentar cargarlo, pero él declino su oferta, deteniéndose. Pero sintió dos fuertes brazos envolverlo y levantarlo sin poder hacer nada. Solo gruñir a Raphael quien lo sostenía "Que esperas mocoso?"

Comenzó a retorcerse sin mucho éxito. Su pequeño cuerpo no le permitía hacer nada. Se sentía tan impotente. Tenía que pensar que con el tiempo se acostumbraría, ahora solo debía concentrarse para poner en marcha un plan que pueda permitirles escapar de esta desafortunada situación.

Solo esperaba que los tontos de sus hermanos no arruinen nada. Giro su cabeza en busca de los pequeños, viéndolos completamente dormidos.

"Ellos están bien niño" le susurro Raphael al oído. No sabía porque pero sus palabras lo tranquilizaban.

Ya más tranquilo su cuerpo comenzó a exigir descanso. No podía ceder, estaban en manos de sus enemigos, pero supuso que una siesta no lo mataría. Después de todo, las tortugas nunca le hacían daño a nadie. Así que no había nada de qué preocuparse.

Sin más preocupaciones se permitió cerrar los ojos acurrucándose en los brazos de su cuidador.

CONTINUARA... posiblemente...