Aviso: Antes que puedan disfrutar de mi sencillo fanfic quiero aclarar algunos puntitos muy importantes; Los personajes son de su respectivo autor. Este fanfic fue elaborado con fines de entretenimiento. El fanfic está basado en la historia de GW, sin embargo no esta tan apegado a ésta. Traté que el carácter de los personajes no estuvieran alterados, perdón si lo están. Ahora sí comencemos con el:
Capítulo IEran las 8 de la mañana. Heero se encontraba tendido en su cama, quieto. Sus ojos se habían abierto en cuanto las luces artificiales de la colonia de encendieron anunciado un nuevo día y se quedaron perdidos en la inmensidad del color blanco del techo de su habitación. Tenía como hora y media de estar despierto pero no se levantó. Su cuerpo no le respondía a pesar de no estar agotado; su mente divagaba en sus pensamientos que lo mantenían fuera de éste mundo. Aquellos profundos pensamientos lo tenían inquieto día y noche sin poder ponerles fin. Comenzaban cuando una figura con trenza brotaba en su mente como una flor; cuando recordaba su sonrisa, su voz o incluso su mirada. A veces le parecía que estaba junto a él en todo momento aunque no fuera así. Tenía días, semanas que no lo veía, pero para él le parecían años ya que el tiempo pasaba muy lento. Aquellos pensamientos le originaban unas ansias por verlo, eso era lo preocupante, lo que le mantenía vagando por su interior tratando de encontrar una respuesta...
Heero por fin se levanta, un monótono día comenzaba y lo único que se le ocurría por hacer es salir a caminar. Tal vez el sol le haría algo de bien y el distraerse lo ayudaría a relajarse que era lo que más necesitaba, . tal vez...
Suena el teléfono que retumba en el silencio de la habitación. Heero contesta con su corazón agitado, tal vez por el susto del ruido repentino.
¿Hola?
¿Heero? ¡Qué gusto me da escucharte de nuevo, amigo!
La agitación aumenta al reconocer su voz.
No creí que tuvieras mi teléfono
Vaya forma la tuya de saludar, no has cambiado. No, no tenía tu teléfono pero le pregunté a Trowa si lo tenía y él me lo dio.
Ah, se lo dí cuando nos encontramos la última vez... ¿Y para que querías mi teléfono?
¿Cómo que para qué? Pues para comunicarme contigo ¿para qué otra cosa sería?
Un sobresalto. Continua la agitación.
¿Tenías algo que decirme? ¿ O sólo hablaste para saludar?
Quería preguntarte si tienes algo que hacer ésta tarde.
Sorpresa. El corazón da un brinco inexplicable.
No ¿por qué?
Quiero invitarte a comer, hace mucho que no platicamos y ahora que la guerra terminó me parecía buena idea. Entonces ¿puedes venir a mi casa?
Sí, no tengo nada que hacer.
Te daré la dirección. Apuntala bien, no sea que vayas a perderte.
Toma papel y lápiz. La mano tiembla (como nunca lo había hecho) al escribir la dirección.
Te espero. Bye
Nos vemos
Cuelga, el corazón se calma un poco mientras mira el papel con la dirección escrita.
Quiero ir –dice en voz alta para sí mismo. –Quiero verlo, escucharlo de nuevo.
Alegría, añoranza, emoción, melancolía, todo al mismo tiempo, en un preciso segundo.
Termina de arreglarse y desayuna tranquilo pensando en él, ya no con angustia, si no con añoro. La alegría se vislumbra en sus ojos castaños mientras recuerda aquella pequeña conversación; recuerda su voz, la emoción que le transmitieron sus palabras, los latidos fuertes de su mismo corazón, el sobresalto y sobre todo la noticia de que volvería verlo. Una pequeña sonrisa aparece en su rostro cuando ya terminó su desayuno. Pero ahora había una duda ¿por qué tanta dicha?¿por qué le alegró tanto escucharlo? La incógnita hacia regresar su semblante serio y de nuevo la angustia volvió.
Salió de su departamento a las 10:00. Caminó por varias calles mientras pensaba en aquellas preguntas que parecían retumbar en su cabeza. Harto de tanto analizarlo y darse cuenta que aquello era un sentimiento que nunca antes había sentido, terminó sentado en una banca del parque viendo que eran las 12:00. En dos horas había llegado a sólo una conclusión , si lo seguía pensando lo único que conseguiría era angustiarse más y que pasara el tiempo sin darse cuenta. Se levantó y del bolsillo derecho de sus jeans azules sacó el papel donde había apuntado la dirección. Al comparar la dirección del parque con la que él tenía se llevó una gran sorpresa al fijarse que estaba a no menos de 3 cuadras de la casa de Duo.
Aclaraciones: Por si no lo notaron este capítulo es después de la serie y el OVA. Sé que todo el capítulo fue muy reflexivo pero perdonen a Heero, es tan callado...-
Para cualquier comentario o sugerencia escríbanme a: por llegar hasta aquí. Atte: Yui
Pd: sigan leyendo
