El otro día estaba viendo un episodio al azar de Chicago P. D en donde una de las policías era atacada y boom, no pude resistir imaginar a Lisbon en la situación, eso y que leí un fic digamos que con contenido fuerte y está el tema que ella es poli y es como tipo de ese tipo de cosas no le suceden a los polis y bueno, no alargo la historia.

Los personajes pertenecen a (mi) nuestro amado Bruno Heller.

Tormenta.

Capítulo I.

Son las cuatro cuarenta y cinco de la mañana cuando su celular suena, tiene que obligarse a aclarar su mente antes de contestar.

—Lisbon —dice hablando en voz alta, se prepara mentalmente para levantarse de la calidez de la cama con la misma normalidad que le han precedido años trabajando de policía, la misma normalidad que se anticipa al mensaje y entrelaza llamadas con crimen. Afuera una tormenta empieza a tomar fuerza, la lluvia golpea contra las ventanas y de vez en cuando el cielo es alumbrado por un relámpago.

—Hola Lisbon. —exclama Jane al otro lado de la línea, haciendo que se pregunte internamente la joven agente antes de que él continúe hablando qué hace reportando un crimen —El departamento de policía de Davis informó de un asesinato. Según el Modus Operandi podría tratarse de otra víctima de Red John. —Lisbon escucha la voz del consultor volverse tensa al otro lado de la línea. Es difícil ser específicos acerca de los avances en el caso de Red John, avanzan y retroceden bruscamente casi por igual.

Ella se viste rápidamente, toma su abrigo, bolso, llaves, arma y placa antes de salir. Al llegar al estacionamiento se reprende por no haberse colocado el abrigo dentro del departamento, ahora siente cómo las gotas de lluvia penetran en su blusa enviando pequeños temblores provocados por el frío a todo su cuerpo.

Está abriendo la puerta del auto cuando siente un fuerte golpe en su costado derecho, la conmoción y la sorpresa entorpecen sus movimientos impidiendo que reaccione rápido y encuentre su arma, intenta girarse y ver el rostro de su atacante, pero este golpea su nariz haciendo que suelte la pistola, sostiene las llaves con fuerza entre sus manos, enciende la alarma en el mínimo de tiempo posible e intenta utilizarlas como un arma.

—No le des la espalda. No pierdas a tu atacante de la mira —se recuerda, pero él es mucho más alto y corpulento y logra lanzarla con fuerza contra el pavimento antes de que pueda defenderse.

Su cabeza golpea con fuerza contra el asfalto, ella se esfuerza en no perder el conocimiento, intenta levantarse y ubicar la pistola, y es cuando siente la punta del zapato de él golpear con fuerza en la parte frontal de sus costillas, pierde la respiración y se encoge sobre sí misma, el dolor sube y la marea, las náuseas se intensifican cuando más de tres patadas son lanzadas consecutivamente en su espalda, el vómito y la sangre se mezclan con el agua de lluvia corriendo por la vía.

Entre el dolor y la lluvia logra diferenciar el sonido de una navaja, siente el primer corte, pero el resto son casi indoloros en comparación con el malestar general que se extiende por su cuerpo; luego escucha el sonido de unas voces, alguien llamando a la policía y a la ambulancia, luego oscuridad.

Jane observa a Cho alejarse para contestar una llamada, si no fuera un caso más de Red John, podría utilizar sus habilidades de observador para identificar con quién hablaba el detective.

Camina por la habitación observando la escena del crimen, jura que es el mismo Modus Operandi, pero hay algo que no cuadra; necesita que Lisbon se apresure, que llegue y lo obligue a dejar de guardarse la información para él porque de ese modo, aunque le cueste admitir que ocasionalmente necesita ayuda, puede lograr ordenar la información en su mente.

Cho toca su hombro con un suave apretón sacándolo de su introspección, él lo ve en su rostro, ve que algo no está bien, su cerebro recopila la información que el pelinegro emite, específicamente Lisbon no está bien.

Jane retrocede unos pasos al escuchar la noticia. Negación. No quiere creer lo que acaba de escuchar, no quiere que sea verdad, a pesar de que una parte de él lo hace, retrocede aún más y luego se apresura a llegar hasta su auto, siente el temblor provocado por el miedo expandirse por todo su cuerpo.

Entra de manera abrupta al hospital, asustando a las enfermeras, se detiene. Esto: la familiaridad del lugar; los recuerdos saltando en su mente, rebotando como átomos excitados; la sensación de "déjà vu". Su respiración se vuelve errática, pero se detiene a sí mismo inmediatamente a dejar de traer oscuros recuerdos, está allí por Lisbon, su compañera, su amiga, su amante.

Teresa se despierta bruscamente de una pesadilla, pero el dolor la obliga a acostarse y cerrar los ojos una vez más, no puede evitar llorar al sentirse desorientada, su cabeza empieza a palpitar y siente sus pulmones arder al intentar encontrar aire.

—Eh. Tranquila —escucha la voz de Jane, la reconoce, pero a la vez no parece ser real; intenta abrir los ojos, verificar por sí misma que es él, que Jane está allí, que las cosas estarán bien, pero siente que su cabeza estallará si lo hace.

Su respiración acelera peligrosamente, provocando una arritmia cardíaca, lucha contra sí misma por mantener las emociones a raya, es una lucha imposible, las lágrimas resbalan por sus mejillas e intenta respirar. Jane acaricia suavemente su cabello mientras tararea una canción de Al Jonson intentando calmarla, el camino de Davis a Sacramento suele durar mínimo 20 minutos, él puede jurar que ha batido una marca y no se sorprendería de encontrar mil multas a su nombre; pero ahora aquello no importa, ahora importa la mujer frente a él.

El resto del equipo permanecen en la sala de espera, han regresado lo más pronto posible luego del respectivo procedimiento que tenían que hacer en Davis, del resto de papeleo se encargarán después.

Cho quien suele ser de actitud seria e imperturbable también se muestra abatido después de escuchar a los médicos.

Al parecer todo indica un ataque premeditado, el atacante destruyó la placa de su jefa y robó su arma.

Ta da. Lo sé, no aprendo, mala costumbre la mía de crear historia tras historias sin terminar las historias anteriores.

Los invito a que me dejan sus mensajes ya sean internos o en los comentarios. Besos

PD: ya me veo en vacaciones escribiendo mil fics diferentes sin terminar los anteriores. Pero no se preocupen, sí lo haré, en vacaciones, pero sí terminaré los empezados. Mientras tanto tengo que hacer mil tareas. Hasta la vista terrícolas.

PD 2: pensaba en hacerlo en un inicio un one shot, pero mi parte malvada me encanta tener lectores en espera. *Se retira de la escena con una risa malvada mientras se limpia las manos con gel anti bacterial para villanos*