Los derechos de HEY ARNOLD pertenecen a Craig Barttlet.
Había pasado por muchas cosas en su vida, cosas buenas, cosas malas, cosas aún peores. Pero nada la había alejado de lo que ella en realidad era, nada podía hacerla cambiar. Si alguien la analizaba diría que era una persona con dos personalidades. Una de esas personalidades sería la de una chica ruda, siempre a la defensiva. Y la otra personalidad era la de una chica dulce, romántica empedernida que disfrutaba el pasar tardes y noches escribiendo poemas. La segunda era la que nadie conocía, la que ella misma se encargaba de ocultar. Eso lo diría cualquiera que conozca cómo se comporta con las personas y a la misma vez lea uno de sus poemas, esa persona estaría confundido y sacaría esta hipótesis Pero Helga no tenía dos personalidades, ella era única. Nadie podría analizarla fácilmente. Su personalidad era algo difícil de descubrir. Helga era un verdadero dolor es cabeza. Es muy difícil llegar a conocerla a fondo.
Ella tenía miedo. Sabía bien que su mal carácter lo utilizaba para esconder su dulce interior. Pero de tanto usar esa coraza, se había acostumbrado a ella. Y tenía miedo, terror, de que un día no pueda dejarla atrás. Tanto tiempo siendo ruda, siendo desagradable con las personas. Habían pasado años y tenía solo una amiga, bueno, una y media. A ella no le importaba ser social, pero si Phoebe se alejaba solo por el hecho de hacer su vida, ella estaría sola.
Era momento de bajar a tierra y no ser tan extrema con sus sentimientos.
-¿Y bien? ¿Qué haremos esta noche? Es viernes y no pienso quedarme en casa escuchando a Bob gritar y a Miriam haciendo sus licuados especiales.- Hablaba una chica rubia a su mejor amiga, mientras acomodaba varios libros en su casillero.
-Lo siento Helga, ya tengo planes con Gerald.- Le respondía su amiga, apenada.
-¿Que? ¿Estas bromeando? Me estas dejando de lado por el cabeza de cep...- Suspira. -Lo lamento, a Helga egoísta le cuesta irse, a veces olvido que te tengo que compartir… tratare de hacer algo sola esta noche.-
-Gracias Helga. Si quieres trato de irme temprano y paso por...- No termino de hablar que Helga la interrumpe.
-No Phoebs, está bien no te preocupes.- Suena la campana que indica que deben entrar a clases.
-Voy a entrar a clases.-
-Yo también, nos vemos a la salida, a no... Hoy me voy con Gerald, lo siento de verdad Helga.- Al decir esto, Phoebe no sabía cómo hacer para que Helga no se deprimiera aún más.
-Descuida, nos vemos.
-¿Mañana?
-Ok.- Le responde la rubia con desgano.
- Mañana será. Adiós Helga.- Y la rubia le responde con un saludo con la mano mientras se dirigía a su salón.
Al finalizar las clases, ella siempre se dirigía a su casa caminando para poder charlar con Phoebe, siempre acababan desviando sus caminos para tener más tiempo juntas, porque no coincidían en casi ninguna clase, y los momentos que tenían para ellas eran muy cortos. Pero estos se habían acortado aún más desde que Phoebe se había hecho la novia de Gerald. Helga no quería ser egoísta, no le importaba compartirla con él, pero no le gustaba que Phoebe usara los momentos en los que usualmente pasaban ellas juntas para estar con Gerald. Eso si la molestaba. No sabía si era por la mala relación que tenía con Gerald, o porque no tenía muchas personas para charlar.
-Tal vez mi destino es estar sola…- Hablaba para sí misma mientras tomaba una malteada. -Tengo pocos amigos, me llevo mal con mis padres, llevo años persiguiendo un amor sin ningún éxito. Voy a tener que acostumbrarme a esto, a la amarga y triste compañía de la soledad.- Y comenzó a tomar de su malteada con cara de pocos amigos. Pero de repente siente una voz muy familiar.
-¿Puedo acompañarte?- Helga gira la cabeza y le responde.-
-Como dice el dicho, es mejor estar solo que mal acompañado.-
-Hay veces que no se si lo dices enserio o es una broma. -
-¿Cuál de los dos te incita a irte?-
-Ninguno, hace mucho tiempo que no hablamos.-
-Como debe ser.-
-No, nosotras somos amigas Helga, debemos tener una charla nosotras solas de vez en cuando.- Helga suspira con frustración.
-¿De qué quieres hablar, Lila?- La pelirroja toma un sorbo de su malteada, hace un corto silencio y la mira.
-¿Cómo te ha ido en clases?-
-¿Enserio?-
-Si.-
-¿A qué quieres llegar?-
-Vamos Helga, solo quiero conversar contigo.-
-Para que quiere una de las porristas más populares de la escuela socializar con Helga Pataki? -No me digas así, solo por el hecho de ser porrista no me hace ser popular, ni superficial como tú crees, tal vez la mayoría de las porristas son superficiales, pero me conoces y sabes que no lo soy.-
-Tienes razón.-
-Además tu y yo somos amigas.-
-En eso no tienes tanta razón.- La pelirroja la mira con un juguetón enojo en sus ojos y le tira la cereza de su malteada en la cara pero Helga la agarra en el aire con la boca.
-Buena puntería señorita perfección.- Al decir esto, Lila comienza a reír. Helga la observa y también comienza a reír.
-¿Nunca vas a deja de llamarme así?-
-Cuando dejes de serlo.-
-Cambiando de tema, Phoebe se ve muy feliz.-
-Lo está. No entiendo como alguien tan tonto pudo cautivar a alguien tan inteligente.-
-Gerald la quiere mucho, y no es un tonto, no se porque siempre le tuviste fastidio.-
-No lo sé, tampoco sé porque tú me fastidias y sigues ahí... sentada en frente mío, no me explico porque.- Lila la mira con recelo.
-A veces me gustaría tener a alguien que me quiera tanto como Gerald a Phoebe, cuando hablo con él, siempre habla de Phoebe. Debe estar muy enamorado, no sé porque se hicieron novios tan tarde. ¿Cuánto hace?-
-Tres meses y medio. Supongo que fue por Phoebe, nunca estuvo muy segura de tener una relación con él, siempre hay muchas chicas a su alrededor.-
-Es verdad, pero no dudo de los sentimientos de Gerald.-
-Pero dudo de la maldad de los demás.-
-No seas tan desconfiada Helga.
-Es que ella es, un poco débil...la conoces, y si a alguien se le ocurre competir por el puesto, ella va a ceder antes de luchar.-
-¿Tú crees? ¿Sabes hasta dónde podría llegar ella por amor? No creo que se rinda tan fácilmente.-
-Tiene que aprender a ser menos sumisa. Tal vez siendo su novia aprenda mucho, como te dije, hay muchas tontas a su alrededor.-
-Veremos. Otra cosa a destacar, hay otro mejor amigo que siente la ausencia de su compañero, no eres solo tu.-
-Bueno ya empezaste. Me tengo que ir.- Lila rueda los ojos.
-Y ahí estas, como siempre, escapando.-
-No estoy escapando, solo es que no quiero hablar estupideces.-
-Está bien Helga.-
-Nos vemos chica popular.-
-Adiós Helga.
Era sábado. Como todos los sábados, Helga dormía hasta tarde, cuando se levantaba se tomaba un baño, comía algo, y llamaba a Phoebe para dejar claros los planes de la tarde y noche, porque aunque estuviera con Gerald, los sábados siempre iban a ser de ambas.
-¿Qué tal Phoebs? ¿Qué tienes pensado para hoy? ¿Voy para tu casa y vemos?-
-Hola Helga. Eh... ya tengo planes.-
-¡¿Que?! ¡¿Como que tiendes planes?! Phoebe los sábados eran nuestros, lo prometiste.-
-Lo se lo siento, pero... en mis planes estas tú, pero no solo nosotras.-
-No me digas que vas a traer a Gerald a las reuniones de NUESTRO día.-
-Algo así...-
-Phoebe...- Le reclamaba.
-Y a alguien más…- Hay un momento de silencio.
-¿A quién?-
-Gerald y yo pensamos en que podría ser divertido que nos juntáramos los cuatro a hacer algo divertido, ya sabes, desde que nos hicimos novios los hemos dejado un poco de lado... No en mal sentido pero...-
-Sí, sí, entiendo.- La rubia apuraba la conversación.
-Por eso pensamos en decirles a ti y a Arnold en salir a divertirnos un rato. Creo que no vas a tener inconvenientes…- Nuevamente volvió el silencio, pero esta vez más prolongado. -Helga, ¿Estas?-
-Sí, sí estoy.- Al escuchar el tono de voz de Helga, Phoebe rio.
-Te pusiste nerviosa. Ven, va a ser divertido.-
-Iré, pero... ¿Pero y si no nos llevamos bien? es decir, nos conocemos y nuestras peleas no son como las de antes pero tampoco hablamos mucho... Nos alejamos...
-Lo sé, y es por eso que quiero que seamos los cuatro amigos, sabes que es buena persona.-
-El piensa que soy pésima persona.-
-Trataremos de que no piense así.-
-¿Pero como debo actuar? ¿Qué hago? ¿Porque me haces estas cosas Phoebe? No estoy preparada.- En su voz se notaban los nervios.
-Tranquila, ya lo hemos hablado Helga, solo se tu… T cuando me refiero a eso, hablo de quien eres en realidad. Tu tranquilízate, solo trata de no ser ruda. Solo eso.-
-Está bien... Demonios.- Se notaba que entre sus pocas palabras su cabeza pensaba mil cosas a la vez.
-Sera esta noche en mi casa, ya que mis padres no estarán por el fin de semana.-
-Hora.-
-A las ocho.-
-Bien.-
-Te quedaste sin palabras.-
-Si.-
-Bien, nos vemos esta noche.-
-Si.-
-Adiós.- Se despide con una risa por las pocas palabras de Helga y corta el teléfono.
Hola chicos! Espero que les guste mucho! No olviden en decirme lo que piensan y resaltar cualquier error que puedan ver. Acepto concejos!
Saludos.
