Despertar al día siguiente de una noche de alcohol, nunca fue tan molesto, pero despertar y darte cuenta que ese maldito con el que te acostaste robó todo en tu departamento, era peor que un infierno.

Desesperada abría cada gaveta posible, pero nada. Ni su televisor, ni algunas joyas, ni su cartera con el dinero de la renta. Todo se lo había llevado ese maldito impostor.

Había conocido a ese maldito Uchiha hace un par de meses, en la cafetería donde trabajaba.
Llevaba ya un buen tiempo como camarera en un maid café. No era su trabajo soñado, pero al menos la ayudaba a sobrevivir.

Encantador, de sonrisa perfecta, galante, sofisticado y dueño de una agencia de modelos, era todo lo que ella deseaba.
¿Cómo una persona de su clase se había fijado en alguien como ella? A estas alturas, ya no le preocupaba, él le pertenecía y ella a él.
Un par de citas le bastaron para que ese bombón en traje de cashmere la conquistara.
No solo la había ilusionado con su elegancia, él también era atento, caballero y carismático, era perfecto.

Acostumbraban a salir a bailar, caminar por el parque, ir al cine... Lo que parejas normales hacían. A pesar del tiempo compartido, nunca pudo conocer parte del pasado del Uchiha, era más bien... reservado.

Él siempre esquivaba los temas, evitando que la pelirrosa averiguara o se enterará de más sobre él.

Tres jodidos meses juntos le bastaron para que todo se fuera por el drenaje.

Habían salido una noche después del trabajo a bailar y beber algunas copas. Algunas que se transformaron en muchas.
Sentía el rostro ferviente, y decidió que ya era suficiente por hoy. Pero no, él quería mucho más, y no necesariamente lo conseguiría en ese bar.

Condujo hasta su departamento, lo invitó a entrar y bueno, en menos de lo que se esperaba terminaron en su habitación. Diablos, donde había estado ese hombre toda su vida, ahora si que podía reconocerlo como un ente perfecto en todos los sentidos posibles... Hasta ahora.

Despertó con una cruda terrible, la cabeza estaba a punto de estallarle, y el dolor aumentó cuando se dio cuenta que su compañero no estaba.

— ¿Cariño? — Se levantó de su cama en dirección al baño

Nada. Ni en su cama, ni en el baño, ni la cocina, ni la sala de estar... Él no estaba por ninguna parte.

Quiso excusarlo, pensando que quizás tenía mucho trabajo y debió partir a la oficina, pero su sorpresa fue cuando su móvil le aviso que tenía un texto.

"Me la pasé increíble anoche, pero es hora
de afrontar la realidad. Ya obtuve lo que
quería, no te necesito más.

Ah, gracias por las cosas, espero
no sea mucha molestia. Besos."

Desconcertada, pensó que era una broma estúpidamente cruel. ¿Cosas? ¿De qué hablaba?
Su departamento no era tan grande, por lo que un pequeño recorrido le bastó para darse cuenta que lo único que dejó ese maldito traidor eran los muebles y su ropa.
Ni su televisor, ni el juego de té de porcelana de su abuela, ni el reloj de plata que tenía en la pared, ni su cartera, ni el dinero de la renta que había ahorrado durante todo el mes... !Maldito ladrón en traje!
Tres malditos meses estuvo engañándola con una personalidad que era difícil de resistir, para darse cuenta que era un jodido ladrón !Ese Uchiha era la peor de las basuras!

Ni al caso hacer una denuncia policial, ese bastardo había desaparecido por completo, su móvil estaba fuera del área de servicio. ¿Así sin más la había dejado? Después de todo lo que pasaron juntos, se sintió traicionada.

¿Que haría ahora? Debía pagar ese dinero antes del siguiente mes o terminaría en la calle, era la última oportunidad que le habían dado para pagar la renta, ahorró durante meses para poder cumplir, y ahora que tenía el dinero ese maldito se lo había llevado.

Se sentó en el sofá, estaba como ida, no lograba asimilar la situación. El hombre del que se estaba enamorando era un mentiroso, un traidor, un imbécil.
No podía quejarse de que "todos los hombres son iguales", no tenía previas experiencias de traiciones ni desilusiones, era primera vez que alguien la lastimaba de esa manera tan cruel.

Desesperada se puso algo de ropa y salió a la calle. ¿A dónde iría? No tenía idea, solo rezaba por encontrarse con ese ladrón y exigir todo lo que le arrebató.

Tocó desesperadamente la puerta de una pequeña casa a unas calles de su departamento.

— ¿Sakura? — abrió la puerta un muchacho de cabellos rubios.

— Na-Naruto

Al fin, al fin había explotado, se había arrojado a los brazos del muchacho a llorar como había aguantado toda la mañana.

Ella no acostumbraba a demostrar sus emociones, era una mujer fuerte, independiente y decidida, pocas veces se le veía derrumbarse, y era solo en el caso de que algo muy grave le había pasado, como ahora.

El joven la ayudó a entrar a su casa, se sentó junto a ella en el sofá esperando a que se tranquilizara para poder hablar.

— !Ese bastardo! — apretó los puños con rabias luego de escuchar entre sollozos la historia de su amiga.

— !Que haré ahora! !Estoy jodida Naruto, malditamente jodida!

— Tu tranquilízate ¿si? Ya encontraremos una solución a lo de la renta — se levantó del sofá — ahora lo que me preocupa es ir a partirle los dientes a ese mentiroso

— Por-favor — lo tomó del brazo — no nos apresuremos quizás... quizás tenía razones para...

— ¿!Razones!? ¿Que razones tiene ese imbécil para traicionarte así? !Sabiendo lo mucho que te esfuerzas en ese trabajo que te pagan una miseria para arrebatártelo todo! Perdóname Sakura pero la única razón que tiene es que siempre te vio la cara de idiota

Se paró prepotente junto a él — !AH! ¿Así que ahora es mi culpa? ¿Por estar con alguien que me mintió durante estos malditos tres meses? ¿Que culpa tengo yo de no darme cuenta lo que había detrás de esa máscara? No me jodas Naruto pero ni un experto se daría cuenta lo que en verdad ocultaba ¿Acaso a ti te dio mala espina alguna vez?

— No — se sentó más tranquilo — !Pero esta no se la voy a perdonar! Las cosas no le van a salir tan simples, nadie viene, traiciona a mi amiga y se va como si nada...

— Te agradecería que no te involucres en esto, Naruto, ya bastante tienes con tus problemas como para encargarte uno más

— ¿Y que harás? ¿Te las arreglarás por tus medios?

— Ya encontraré algo que hacer, pero por favor, yo me metí en esto, y yo tengo que saber como arreglarlo — pidió con los ojos llenos de lágrimas

Nunca pudo negarle nada a Sakura. La conocía desde la preparatoria, y desde primera instancia se volvieron grandes amigos.

— Por favor — la tomó de las manos — sé lo impulsiva que puedes llegar a ser, pero no actúes por la rabia que sientes, te puede ir mal

Rodó los ojos — ¿No era lo mismo que estabas a punto de hacer?

Se encogió de hombros — Pero yo soy hombre, y los hombres siempre actuamos sin pensar

Se miraron y sonrieron cómplices, como llevaban años haciéndolo. Hasta que una voz infantil los interrumpió.

— !Papá! — un pequeño de tres años corría a los brazos de su padre, seguido de una agitada muchacha.

— !Boruto, vuelve aquí que aún no terminas tu comida! — miró al sofá y sonrió — Sakura ¿te encuentras bien?

Ya estaba comenzando a atardecer, por lo que decidió volver a su vacío departamento.
Una vez adentro se dejó caer en el sofá, toda esa rabia que sintió por el hombre que la traicionó, se convertía en angustia y desesperación ¿Que hizo para merecer esto? Quizás nunca tuvo mucho que ofrecer a la lujosa vida que tenía su ex novio, pero siempre fue sincera con él. Ahora comenzaba a dudar si realmente llevaba la vida que tanto le presumía... ¿Quién era en verdad?

Habían pasado tres días desde que el Uchiha se marchó sin dejar rastro. Nunca conoció su departamento por lo que tampoco tenía muchas pistas de donde encontrarlo, llegó hasta a pensar si realmente el nombre que llevaba era de él.

Quedaban un par de horas para terminar su turno en la cafetería, cuando un hombre en traje de cashmere entró. Era inevitable que todas las miradas cayeran en él, era elegante y muy guapo. Tenía un rostro que ella conocía perfectamente. ¿Que hacía ese maldito en aquel lugar? Era momento de exigir varias explicaciones. Esperó a que el muchacho ocupara su mesa para entrar en acción.

— Espera Ino — detuvo a su compañera — déjame este a mí...

Se detuvo frente a su mesa con una falsa sonrisa, tomó aire para evitar un desastre, pero las palabras comenzaron a salir de su boca sin parar.

— Después de todo lo que me hiciste ¿aún tienes el descaro de entrar aquí? No puedo creer la mierda de persona que eres !Maldito embustero! — gritaba con furia bajo la mirada confundida del muchacho.

La atención de todos en el café se centró en ellos dos.

— ¿Perdón? ¿Quién te crees que eres tú para hablarme así?

— !Ah! ¿Y te atreves a negarme? No me jodas Uchiha que sabes bien lo que hiciste !Eres un ladrón, traicionero! !Eres un bastardo!

Se levantó de su mesa — A ver jovencita a mi no me faltas el respeto ¿si? ¿Sabes acaso quien soy?

— !Oh, lo sé perfectamente! Ahora vas a pagar por todo lo que me hiciste !Esta no te saldrá fácil!

— !No entiendo de que me estás hablando, loca! Ahora por favor, te agradecería que dejes de hacer un espectáculo

— !Basta, Uchiha! !Basta ya de fingir! — su rostro estaba ferviente — ¿Cómo puedes actuar con tanta naturalidad después de todo el daño que has hecho?

— ¿!Puedes explicarme que tanto daño hice!?

— !Ah! ¿Quieres que todos se enteren? !Eres un maldito impostor, poco hombre! Te atreviste a engatuzarme para acostarte conmigo y luego robar todo en mi departamento ¿y aún así te haces el desentendido? !Eres una basura!

— ¿Qué?

Una voz femenina tras el pelinegro se dejó oír.

— ¿Sasuke? ¿Que significa todo esto?

EL azabache, en shock, no entendía nada, sus labios se movían como si fueran a decir algo, pero las palabras no fluían.

— ¿Sa-Sasuke? — articuló la pelirrosa en un hilo de voz

— !Karin! !Puedo explicarlo! — comenzó a ponerse nervioso, por toda la gente que se reunía al rededor de ellos para ver el show — !No sé quien diablos es esta loca, en verdad no entiendo nada!

— ¿Y la vas a negar? !Oh Sasuke ya escuché todo no tienes para qué mentir!

— !Karin de verdad no sé quien es esta mujer! — miró a Sakura — Jamás la había visto en mi jodida vida

— ¿Sa-Sasuke? — era lo único que decía Sakura, en estado de shock

— ¿Te acostaste con esta niña y aún así te haces el idiota? !Por favor ya quitémonos las máscaras!

— ¿De qué me hablas, Karin? ¿No me crees?

— !Claro que no! Sabía que este momento llegaría, te la pasas rodeado de modelos Sasuke ¿Crees que no me esperaba? Pero tranquilo, que el favor te lo devolví hace mucho tiempo

— ¿Qué? Ka-Karin no te estoy entendiendo... !Yo nunca te he traicionado!

Bufó — Siempre anticipé que me serías infiel en algún momento de tu vida, por lo que sí, los rumores siempre fueron ciertos, no me acosté una vez con Suigetsu, fueron varias y aún lo hacemos — sonrió con malicia — estamos a mano

— ¿Me mentiste? !Me mentiste durante un año! ¿Karin que diablos está pasando acá? — Golpeó la mesa

— Lo que oíste, Sasuke, solo necesitaba escuchar que lo hicieras tu también para confesártelo, por favor, no te hagas el idiota

— !Me fuiste infiel durante un año Karin! !Nos ibamos a casar!

— Deja el show Sasuke, ni tu ni yo nos tomamos esta relación en serio... — miró a Sakura — gracias por el favor — la registró de pies a cabeza — guarra

Se abalanzó sobre ella — !Cómo me llamaste! — la sujetó del cabello jalándolo fuerte — !Maldita bruja desfigurada de tanta cirugía!

— !Ah! — intentaba defenderse Karin — !Suéltame horrible frentona!

— !Sakura detente! — Intervino Ino tomándola por la cintura para alejarla de Karin

— !Déjame Ino! !Esta zorra me las va a pagar!

— !Sakura! — intervino la voz de una mujer mayor — !Que significa todo este lío!

— !Tsunade! — dijo Ino con temor, soltando a la pelirrosa

— Ino, vuelve a la cocina !El show se acabó! — gritó enfurecida

La rubia obedeció inmediatamente, Tsunade, la dueña del café, era una mujer difícil de tratar cuando se salía de quicio, y si no quería ser partícipe de la masacre, lo mejor sería huir.

— ¿Alguien va a explicarme que pasó aquí?

— Tsunade yo...

— Sakura, nunca me lo esperé de ti, me siento completamente decepcionada

— !Déjame explicarte!

— Ahora mismo vas a ordenar este desorden y luego vendrás a mi oficina !De esta no te vas a zafar!

Agachó la cabeza en un acto de aprobación.
Suspiró agobiada ¿Hasta cuando la iba a perseguir la desgracia? Ahora le debía unas buenas disculpas al muchacho que increpó.

Se volteó a ver a Sasuke, para su suerte, Karin ya se había marchado, como la mayoría de los clientes del lugar. El azabache estaba limpiando su camisa que la cayó un poco de café cuando Sakura se abalanzó sobre su ex novia.

— Creo que te debo una disculpa — se acercó a él ofreciéndole un pañuelo

— Por favor, no me hables ¿si? Ya tuve suficiente contigo

— !Es que no me entiendes! !Te confundí con otra persona!

Bufó — Va, y por tus ocurrencias me costaste mi relación !Joder, gracias!

Se encogió de hombros — por nada...

La miró extrañado — ¿Por nada? ¿En serio crees que te lo estoy agradeciendo? !Se llama sarcasmo, loca!

— Pues deberías agradecérmelo en serio, de la que te salvé...

— ¿Que quieres decir? ¿A caso sabes algo de mí que me estás haciendo un favor?

— No, pero creo que hubiera sido un error que te cases con alguien que te fue infiel...

— !No te metas en mis asuntos!

— No me interesan tus asuntos, pero su conversación tampoco fue muy discreta

— Basta ¿si? No me sigas jodiendo la vida

Se sentó agobiada — Maldito Izuna... !Sigo sin tener pistas de ese embustero!

— ¿Qué dijiste?

— ¿Eh? — levantó la mirada para darse cuenta que el pelinegro la miraba confundido — Dije que sigo sin tener pistas de ese embustero

— !no, no, no! — Se sentó junto a ella — tu dijiste... Izuna ¿no es así?

— ¿Sí?

Se levantó furioso golpeándose la frente con una de sus manos y hundiendo su rostro entre ellas para ahogar un grito.

— !Ese imbécil anda haciendo de las suyas otra vez!

— ¿Qué? — se paró junto al pelinegro — ¿Lo conoces?

La miró como si fuera lo más obvio del mundo — Es mi hermano gemelo ¿Cómo no lo notaste antes?

Bufó — Lo confundí contigo ¿cómo no notar que son iguales? Joder... Lo lamento en serio...

— No, yo lamento que lo hayas conocido, ese bastardo... !Siempre es lo mismo!

— Veo que no se llevan bien...

La miró con desprecio y suspiró.

— !Sakura te ordené que limpiaras este desastre, deja ya de perder el tiempo!

— S-sí Tsunade...

Bajó la atenta mirada del pelinegro, comenzó a ordenar el desastre que dejó al momento de abalanzarse sobre Karin. Un par de tazas rotas, café en el suelo, y su orgullo aplastado.
Sasuke la miró una vez más, pero la pelirrosa no volvió a cruzar miradas con él.
Se dio la vuelta para salir del café, sin otra palabra, sin ninguna otra explicación.

Últimamente se estaba preguntando mucho ¿Podría esto seguir peor? Claro que sí... Tsunade la había revocado temporalmente de su trabajo en el maid, hasta que considerara que era apta para volver. Si sus posibilidades de volver a recaudar el dinero eran escasas, ahora se habían vuelto nulas. Adiós alquiler, adiós departamento.

Después de varias horas escuchando los regaños de su jefa por su comportamiento inadecuado, Caminaba con los ánimos por el piso de vuelta a su casa.

Desde que el Uchiha quizás no tan Uchiha se había marchado, nada le salía bien.

Le quedaban solo unas calles para llegar cuando un convertible negro se interpuso frente a ella, obligándola a retroceder unos pasos para que no la arrollara.

— !Diablos que te pasa casi me matas! — gritó furiosa

— ¿Acostumbras siempre a estar de mal humor? — el joven que se encontraba dentro de el vehículo se quitó los anteojos para mirarla mejor

— Ah, eras tú... Si estás esperando unas disculpas, pues discúlpame... Si quieres algo más, lamento decirte que tu hermano me dejó en la calle

— No quiero eso — se bajó del coche — necesito hablar contigo

Se cruzó de brazos frente a él — pues habla...

— Cambia esa actitud tan agresiva ¿si? Creo que yo también te debo una disculpa, supe que te expulsaron de tu trabajo por tu encontrón con Karin

— !No me expulsaron! Es algo... temporal — el muchacho la miró extrañada — ¿Solo vienes a eso? ¿A disculparte por tu noviecita?

— Creo que dejó más que claro frente a toda la cafetería que estoy soltero...

—¿Y eso a mi qué?

— ¿Tan amargada eres siempre? — sonrió

— No — hizo un mohín — pero ha sido un día horrible ¿si? Te agradecería si dejaras de joderme

— Necesito algo de ti... Me debes una después de todo

— ¿Que yo te debo una? Lo siento cariño pero yo no te debo nada

— ¿Insultarme sin razón te parece poco? ¿Confundirme con un delincuente no es más que suficiente? Lo siento preciosa pero si no quieres que inicie acciones legales por daño psicológico será mejor que cooperes, y créeme, siempre obtengo lo que quiero

— ¿Quién te crees que eres? Si resultas ser igual de basura que tu hermano, no obtendrás nada de mí con tus amenazas

— No son amenazas — su mirada se había vuelto fría y calculadora — Pero soy una persona importante, y si no me ayudas con eso puedo hundirte, Sakura

Bufó — ¿Qué quieres que haga?

— Supuestamente me caso dentro de dos meses con Karin, he invertido mucho dinero en esto y no puedo dejar que mi familia descubra que esa bruja me traicionó durante tanto tiempo, no puedo dañar mi imagen...

— No entiendo... ¿Que tengo que ver yo con que se haya arruinado tu tonta boda?

— Tienes mucho que ver — sonrió con malicia — Después de todo, por abrir esa gran boca que tienes Karin pensó que la engañé y pues... salió a la luz la arpía que era... tu arruinaste mi relación

— No querido, yo te salvé... tu arruinaste solo tu relación involucrándote con una bruja fea e interesada ¿Que acaso no conoces a las personas antes de involucrarte con ellas?

— ¿Porque no sigues tus propios consejos? Después de todo... dudo que Izuna se haya mostrado como era realmente ¿no?

Lo fulminó con la mirada.

— Jaque mate — sonrió

— Ya... me estás hartando... ve al grano ¿Que es lo que quieres de mí?

Otra vez esa maldita y sínica sonrisa.

— En cinco días se realizará una cena donde presentaría oficialmente a mi futura esposa frente a mi familia, ellos vienen de muy lejos, por lo que nunca la han visto, y pues dado que me he quedado sin novia...

— ¿Quieres que te consiga una? — bufó — ¿No tienes ya suficiente dinero como para pagar a alguien que lo haga?

— Aquí es donde entras tú, preciosa... Te quedaste sin empleo ¿no?

— ¿Y qué con eso? — lo miró confundida

— ¿No me escupiste en la cara que Izuna te había dejado en la calle? Supongo que necesitas algo con que costear tus gastos ¿o me equivoco?

Se cruzó de brazos — ¿A qué estás jugando, Uchiha?

— Te pagaré quinientos dólares si finges ser mi novia por el periodo que esté mi familia en la ciudad, además aumentaré el precio si se creen tu actuación...

— ¿Estás loco? ¿Y luego qué? ¿Fingiremos una boda falsa? Eres más imbécil de lo que pienso si crees que me casaré contigo

— No es necesario, ya se me ocurrirá algo para evitar esa boda... Perderé millones, lo sé... pero no puedo cancelar con mi familia y mucho menos quedar mal frente a ellos

Se llevó las manos al rostro, desesperada. Está bien, necesitaba el dinero, pero no estaba tan loca como para aceptar la oferta... Aunque... fuera jodidamente tentador.

— ¿Por qué no les dices la verdad y ya?

— No quiero decepcionarlos, ya bastante tienen con ese bastardo que tengo de hermano como para traer otra decepción más a la familia. Sakura — comenzó a alterarse — soy uno de los empresarios más importantes del país, mi estúpida boda es uno de los eventos más esperados del año ¡A la prensa puedo inventar cualquier estupidez de mi corte con Karin, pero no a mi familia!

— ¿Realmente no quieres fallarles? De todas formas les estarías mintiendo

Agachó su rostro — Será algo momentáneo... Una vez que se vayan esto se acabará y encontraré la forma de evitar que esa boda se realice...

— ¿Por qué mejor no los enfrentas y ya? Evitas todo este circo...

— ¿Realmente estás dispuesta a perder más de quinientos dólares por orgullo?

Lo miró dubitativa... Quizás... si cooperaba... podría conseguir más de lo que el Uchiha le ofrecía...

— ¿Izuna estará allí?

— No, no hablo con él hace más de cinco años, no tenía idea de que estaba en la ciudad...

— Si algo sale mal, seré yo quien confiese todo, y no me importa quedar como la miserable cafetera que confió en un embustero y se prestó para este espectáculo ¿si?

— Te doy mi palabra de que nada saldrá mal... Solo serán un par de días, después de eso tu serás libre y haremos como que este episodio nunca ocurrió

— Yo... no lo sé...

Tomó su mano entre las de él — Me debes una, Sakura... recuerda que si no fuera por ti, yo seguiría con Karin

— Y te seguirían viendo la cara de idiota

— Y tu estarías en la calle... Vamos, es algo que nos beneficia a los dos...

Dudo por un momento... ¿Que más podría salir mal? Ya tenía suficientes problemas como para agregar uno más a la lista, y aunque quisiera negarlo, si saldría beneficiada, tendría dinero por fingir ser novia de un imbécil igual a su ex novio, no sería tan difícil después de todo. Solo esperaba que ambos hermanos, tuvieran diferentes personalidades, porque si Sasuke era igual a Izuna, caería muerta a sus pies.

— Acepto — estiró su mano para que el Uchiha la estrechase — con una condición

— ¿Cuál?

— Una vez que tu familia se vaya, tu y yo volveremos a ser perfectos desconocidos

— Como si nada hubiese ocurrido — estrechó la mano de la pelirrosa.

Y así, Sakura Haruno, acababa de firmar su sentencia de muerte, con aquel hombre que la llevaría directo a la locura.