Hola! Aquí estoy de nuevo! Esta vez no traigo una historia larga! Bueno, no sé qué es exactamente un oneshot, pero creo que esto puede serlo, ya me diréis. En fin, a leer y tal.
Peach llegó corriendo a donde estaban Ike, Marth, Link, Fox, Mario, Falco y Snake, hablando animadamente. Era por la tarde y en la Mansión Smash estaban todos en su tiempo libre. Peach, tras unos jadeos, se lanzó hacia Marth.
- ¡Marthy, querido, ven que tengo que pedirte una cosita!
- D-de acuerdo, Peach, pero no hace falta que tires de mí...- respondió Marth, alejándose con ella.
Los otros seis se quedaron mirándoles. Entonces, Snake empezó una nueva conversación.
- Oíd, ¿Quién os parece que está más buena de todas las chicas que han venido al torneo?
- Uhm... es difícil de elegir...- comenzó Fox, un poco sorprendido por el cambio de tema.
- ¡Obviamente, Zelda es la más guapa!- exclamó Link, con la mano en el pecho.
- No está mal, pero Samus... con ese traje... se le marcan bien las curvas...- murmuró Falco, con la lengua fuera.
- ¡¡Pervertido!!- gritó Link
- ¡¿Qué has dicho?!- gritó Falco.
- ¡¡Dejaos de tonterías, la más guapa es Peach!!- gritó Mario- ¡Creo que es obvio!
- ¡¡No, es Zelda!!
Se empezaron a pelear. Snake se tumbó en la hierba.
- Yo voto por Samus- dijo- ¿Y tú, Ike?
Pero Ike no le escuchaba. Estaba más concentrado en intentar oír lo que le decía Peach a Marth, quien de repente se puso rojísimo, lo que le hizo ponerse más nervioso al mercenario... celoso, sería la palabra adecuada, pues a Ike le gustaba muchísimo el príncipe, pero como eran hombres, no se atrevía a decirle nada. Pero no podía evitar ponerse celoso cada vez que se le acercaba una chica y él sonreía con esa sonrisa suya característica. Arghh, cómo le molestaba.
- ¿Ike?- preguntó Snake, de nuevo.
- ¿Eh?
- ¿Quién de las chicas te gusta más?
- Uhm....
Pero no tuvo que responder. Marth volvía con la cara rojísima. Automáticamente, Link, Falco y Mario se le echaron encima.
- ¡¡Ey, Marth!!- gritó Link- ¡¡Diles a estos dos que Zelda es la más guapa!!
- ¡¡No, es Peach!!- gritó Mario- ¡¿Verdad, Marth?!
- ¡¡Todos sabemos que es Samus!!- grito Falco- ¡¿A que tengo razón?!
- E-e-eh... Pues yo... no sé...- comenzó el príncipe, un poco asustado- Peach tiene unos ojos muy bonitos...
Ike apretó los puños, pero pasó desapercibido.
- ¡¿Habéis visto?!- gritó Mario, triunfal.
- Pero, por otra parte, Zelda y Samus son muy guapas también. Yo no sabría elegir...
Entonces, los otros tres volvieron a su pelea. Ike estaba molesto. Marth se dio la vuelta y se dispuso a marcharse.
- ¿A dónde vas?- preguntó Ike, poniéndose a su lado.
- Con Peach, me ha pedido algo y yo he accedido. Luego te veo.
Ike sintió un vacío en el estómago. Esa princesa...
- Voy contigo, te ayudaré- dijo él.
- No, no, en serio, Ike...- respondió el príncipe, ruborizándose ante la idea- Esto es algo que sólo puedo hacer yo... Nos vemos en la cena.
Y se fue. Ike apretó los puños. Se tiró al suelo con furia, junto a Snake. Los otros tres seguían peleando, pero además habían metido a Fox. Ike suspiró, llevándose las manos a la cabeza. Snake le miró.
- Hey...- dijo- A tí te gusta Marth, ¿verdad?
Ike le miró con los ojos muy abiertos y totalmente rojo.
- ¿Q-q-qué?¿P-por qué lo dices?- preguntó.
- Tío, se te nota en la cara- dijo Snake- ¿Qué le ha dicho Peach?
Ike suspiró. Snake era un buen amigo.
- No lo sé... él dijo que ella le había pedido algo y él había dicho que sí. Y cuando le dije que yo le acompañaba, me dijo que era algo que sólo podía hacer él...
- Mala señal.
Ike le volvió a mirar.
- ¿Eh?¿Por qué?
- ¿Que Peach le ha pedido algo y él ha dicho que sí?¿Algo que sólo puede hacer Marth?
Ike comenzó a comprender.
- ¿Tu crees... que le ha pedido que salga con ella...?
- Eso, o algo peor, teniendo en cuenta lo rojo que estaba. Si de verdad le quieres, ve a por él antes de que sea demasiado tarde.
- S-sí... ¡Tienes razón!- exclamó, levantándose rápidamente- ¡Gracias, Snake!
- Para eso estamos- respondió el otro, cerrando los ojos.
Ike salió corriendo hacia la mansión. En la entrada estaba Samus. Ike preguntó a la cazarrecompensas si habia visto a Peach y/o a Marth.
- Sí, han ido al desván- respondió ésta, riéndose- Peach iba muy feliz y Marth muy rojo.
El mercenario le dio las gracias. Eso le había puesto aún más celo...nervioso. Corrió por las escaleras y llegó al desván. Se oían las voces del príncipe y la princesa. Ike abrió la puerta de golpe. Lo que vio le impactó.
- ¡¡¿I-Ike?!!- exclamó Marth, poniéndose rojo al instante.
- ¡Huy!- Peach se sorprendió.
- ¿Q-qué demonios...?- empezó Ike
- ¡P-puedo explicarlo!- gritó Marth.
Pero la verdad es que Ike no había esperado ver al príncipe con un vestido largo de fiesta, con volantes y encajes, de color azul, y a Peach con un metro en la mano. Supongo que no hace falta decir que a Marth le quedaba MUY bien el vestido.
- ¡Verás, es que Peach le hizo este vestido a Zelda y me pidió que me lo probara, para ver si tenía algún fallo o algo así!- intentó explicar el príncipe- ¡Sólo es un momento, enseguida me lo quito!¡No se lo digas a nadie...!
Ike sonrió y se acercó.
- Vaya, por fin he encontrado solución a mi problema- dijo, tomando a Marth por la cintura- Si sólo lo vas a tener un momento, hay que aprovecharlo...
- ¿Eh?¿I-Ike...?- el mercenario cada vez estaba más cerca de su cara- ¿Qué-
Peach tuvo una hemorriagia nasal y salió corriendo, no sin antes cerrar la puerta. Ike había besado a Marth, quien estaba más rojo que un tomate. Cuando el mercenario se separó de él, miró dulcemente al príncipe.
- ¿Ike...?- volvió a preguntar éste, tímidamente.
Pero Ike estaba demasiado ocupado besándole y mordisqueándole el cuello, pensando en lo siguiente que haría, como para responderle. Aquella noche, nadie vio ni al príncipe ni al mercenario.
Bueno, ya está, espero que os haya gustado. Se me ocurrió una noche, de repente (ya veis en que pienso yo por las noches... jejeje)
Se agradecen los reviews!
Ciaossu!!
