¡Hola a todos! Me llamo Elena, llevaba ya un tiempo leyendo historia por aquí, hasta que finalmente he decidido escribir yo una. ¿Por qué? Leí la noticia de que teníamos que esperar hasta 2017 para poder ver Piratas del Caribe 5, y esto me enfadó muchísimo. Más aún después del final de En mareas misteriosas, vemos que Jack abandona a Angélica en un isla, y esta encuentra su muñeco voodoo. A mi me gustan las cosas cerradas y después de ver ese final di por hecho que habría otra película. Vale, la habrá, pero en 2017. Y yo quiero a mi compatriota Penélope Cruz en ella. Me encanta ella como actriz, la admiro muchísimo, también a Johnny (es mi ídolo), y me encanta como trabajan juntos. También adoro la historia de Jack con Angélica, ese amor/odio. Pienso que Disney no le está dando a Piratas del Caribe el trato que se merece. Así que voy a intentar dárselo yo. Intentaré cerrar las tramas que la anterior película dejó abierta y me basaré en el argumento que se dijo sobre la quinta parte, irán al Triángulo de las Bermudas, habrá brujas, fantasmas y una boda.
La idea original y todos sus personajes son de Disney. Yo he creado algunos que más adelante conoceréis. Dicho todo aquí empiezo. Espero que lo disfrutéis.
Capítulo 1: El re-reencuentro.
Habían pasado dos semanas desde que Jack dejó a Angélica en la isla. Ella estaba sentada, debajo de una palmera, tenía todo el día para dormir, pero siempre estaba cansada. Sujetaba el muñeco voodoo de Jack entre sus manos, lo miraba con odio. De verdad que ella quería odiarlo y una parte de ella lo odiaba, pero también lo quería, no podía evitarlo, lo odiaba más aún por hacerla quererlo. Finalmente se quedó dormida mirando el muñeco de Jack.
Al rato despertó y miro al frente. Vio un gran barco negro y a un hombre en un bote remando hacía ella. Iban a rescatarla. Se fijó más en ese hombre, ¡era Jack! Había vuelto por ella. Llego a la isla, dejó el bote en la arena y fue hacia ella, Angélica se levantó y también fue corriendo hacia él.
Sin saber por qué ambos fueron corriendo el uno hacia el otro y se fundieron en un beso. Después Angélica lo miró y le sonrió.
"Has vuelto a por mí." Dijo ella confirmando lo que él acababa de hacer. De pronto se puso seria y le dio a Jack un guantazo. "Esto por haberme dejado."
Jack sabía que se lo merecía.
"Escúchame, solo han pasado dos semanas y ya te echaba de menos. Me he dado cuenta que no puedo vivir sin ti. Quiero que estés a mi lado para siempre. ¿Te quieres casar conmigo?" Preguntó Jack.
"Sí, sí, ¡claro!"
Ambos se besaron de nuevo.
Aquello era una gran boda, se celebró en la mismísima Perla Negra, que ahora podría llamarse la Perla Blanca, por toda la decoración de la boda. Estaban todos los amigos de ambos festejando la unión y bebiendo. Jack se acercó hacia ella.
"¿Lista para la noche de bodas?"
"Eso siempre."
La cogió y la llevó en brazos hasta el camarote, dejando atrás la gran fiesta. La tumbó en la cama.
"Espera un momento. Ahora vuelvo." Él le guiño un ojo y salió del camarote, dejándola sola.
Ella se quedó quieta, esperándolo. Pasaba el rato y Jack no regresaba. Sin querer se quedo dormida. Al rato despertó en la misma postura, pero no en el mismo lugar. Se levantó y miró a su alrededor. Estaba en una playa, vestida de novia y sola. Miró el mar y vio como la Perla Negra se alejaba de ella. No podía ser, Jack la había vuelto a dejar. Y esta vez después de casarse con ella.
"¡Jack, amor mío, vuelve, por favor! ¡Jack!" Gritaba todo lo alto que podía entre lágrimas y lágrimas.
Después sintió que agua fría le caía en la cabeza.
Despertó en la misma isla en la que se había quedado dormida. Todo había sido un sueño, o mejor dicho, una pesadilla. ¿Por qué estaba soñando esas cosas? Ignoró su pregunta y miró a su alrededor. Se encontró a dos hombres, piratas, por sus pintas, mirándola.
"¿Ves? Te dije que estaba viva." Dijo un hombre dirigiéndose al otro. "Buenos días, preciosa." Se dirigió ahora a Angélica.
"¿Quiénes sois vosotros?" Preguntó ella.
"Piratas, pero de los buenos. No vamos a hacerte daño. Solo pasábamos por aquí y te vimos. Ya estás a salvo, nos dirigimos a Tortuga. Ven con nosotros, necesitas comer, beber y descansar. Por lo que veo lo necesitas. Aquí hace mucho calor y llevas muchos días. Eso habrá sido lo que te ha causado la alucinación, estabas teniendo una pesadilla." Dijo el otro.
Angélica no respondía. No tenía fuerzas.
"Vamos al barco." Dijo el primero. Cogió a Angélica y la llevo hasta el bote y de allí al barco. Le dieron de comer y beber. Finalmente se durmió en un camarote.
Los dos hombre la dejaron sola y empezaron a hablar entre ellos.
"¿Estás seguro de que esta es la que Sparrow nos pidió rescatar?"
"Sí. La describió así y las coordenadas de esta isla son las que él nos dio. Además, ¿cuántas mujeres abandonadas en islas crees que ahí? Claro que es ella."
"Es guapa, ¿eh? Quiero decir... ¿y si nos la quedamos?"
"No podemos... Le debía un favor a Jack y me pagó mucho dinero. Lo dejó muy claro, la rescatábamos y la dejábamos en Tortuga, sana y salva. ¿Sabes tú lo que nos haría Sparrow si no cumplimos nuestra parte del trato?"
"Tienes razón..."
(Esto ha sido una especie de prólogo, por así decirlo. Suponed que estáis en el cine y esto es la película -ojalá xd-. Primero veríamos en la pantalla la primera escena que acabo de escribir, este espacio de ahora en el que podrían el título de la película -Piratas del Caribe 5: La piedra de los deseos-. Y ahora es cuando empieza la peli. ¿Entendido? Pues empecemos.)
Habían pasado dos meses desde lo ocurrido en la Fuente. Desde que Barbossa se marchó con el barco de Barbanegra y Jack dejó a Angélica en una isla abandonada después de salvarle la da. Él y Gibbs se quedaron con la Perla Negra en la botella, no lograron sacarla, consiguieron salir de ahí robando un navío de los españoles. Hasta llegar a Tortuga.
Aún seguían con la Perla Negra atrapada en una botella. Habían probado de todo, pero nada dio resultado. Habían acudido a toda clase de sabios, hechiceros, magos y brujos; pero todos sus esfuerzo en vano.
Jack y Gibbs se encontraban en una vieja taberna de Tortuga. Estaban en una mesa bebiendo de una botella de ron casi vacía.
Gibbs estaba algo ebrio. Jack había bebido más que él, pero tenía más aguante. Jack estaba normal, bueno, dentro de lo normal que puede ser Jack Sparrow.
"Jack, no aguanto esta situación. Llevamos dos meses aquí sin hacer nada, solo bebemos y bebemos. Además, a ti te pasa algo, en estos dos meses que llevamos aquí... no te has acostado con ninguna mujer. Desde lo de la Fuente estás muy raro, ¿qué te pasa?" Dijo Gibbs muy atrevidamente. Estaba ebrio, jamás hubiera sido capaz de ser tan directo con su capitán, pero en ese estado lo fue.
Jack se limitó a no responder, simplemente le dio otro trago a la botella.
"Jack, ¿qué te pasa?" Repitió Gibbs, pero esta vez ni siquiera le dio tiempo a Jack para responder. "Necesitamos sacar la Perla de la botella y salir a la mar en busca de aventura. Todo volverá a ser como antes." Siguió hablando. "Pero necesitamos a la señorita Teach, es la única que sabe cómo sacarla. Tenemos que volver a por ella, aún no entiendo como fuiste capaz de dejarla allí."
"Rotundamente no. Además, ella ya debe estar a kilómetros de esa isla y a kilómetros de nosotros." En su voz había un toque de pena. "Yo mismo me encargué de todo eso. Soy un caballero, nunca dejaría a una dama en esas condiciones, y menos a ella... Quería darle un escarmiento y alejarla de mi. Es por su bien, Gibbs, se lo debo, solo quiero lo mejor para ella." Respondió Jack de una manera muy sincera.
Esta respuesta nunca la hubiera dado Jack, él no es así. Pero Gibbs estaba ebrio y Jack sabía que para mañana se le olvidaría todo eso y él mismo necesitaba soltárselo a alguien.
"¿Sigues enamorado de ella?" Ahí Gibbs se pasó de atrevido y directo.
"Voy a por más ron." Respondió Jack cambiando de tema.
Se levanto y fue a la barra de la taberna a por otra botella.
"Otra botella de ron." Pidió Jack a la persona que estaba en la barra.
Le dio otra botella, la cogió y quedándose en la barra le dio un trago. Miro a su alrededor para contemplar el local. Un local lleno de, o bien hombre borrachos, o mujeres vendiendo su cuerpo.
Un hombre con una apariencia más escuálida y delgaducha que el resto, se colocó a su lado. Jack se fijó más en él. Iba muy tapado, era de estatura media, de complexión ágil y delgada con unas prominentes curvas, unas caderas llamativas, unas largas piernas y tenía un tono de piel bronceado. Llevaba un sombrero y miraba hacia abajo, ocultado totalmente su rostro y dificultando su propia visión. Tendió un vaso vacío bruscamente en la mesa.
"Llénelo de ron." Dijo al camarero. Su voz no era de hombre. Era una voz femenina que intentaba imitar la de un hombre.
Jack miro fijamente esa mano sujetando el vaso que esperaba ser llenado. Esa mano, su mano llevaba un anillo que Jack conocía muy bien, un anillo que él mismo había colocado en esa mano. En ese momento supo exactamente quién era ella.
Se coloco detrás de ella. Colocó su mano encima de la de ella, agarrando la mano con la que ella sostenía el vaso. De forma que él agarraba su mano, y ambas manos, el vaso. Levantó el vaso sin soltarle la mano y echó en él ron de su botella.
Acercó su cara a la de la chica, ella continuaba de espaldas. Le colocó un mechón de pelo detrás de la oreja. Se acercó más a ella.
"Hola, Angélica." Le susurró Jack en la oreja, en su idioma natal.
Ella inmediatamente se giró. Se encontraron frente a frente, sus miradas se cruzaron. Por un momento ambos sintieron que eran los únicos seres de la Tierra, que el mundo se paraba. Hasta que Jack los sacó del trance.
Jack le puso una mano en la boca, y con la otra mano agarró su cintura, levantándola del suelo. La llevo a la fuerza a una habitación del local, como una bodega. Casi a oscuras. Estaban solos. Ella siguió con su forcejeo. Allí la empotró contra la pared impidiendo totalmente su huída. Le quitó la mano de la boca.
Cambió su agarré. Puso los brazos de ella en ángulo recto, con las manos a la altura de su cabeza y siendo agarradas cada una de sus muñecas por las manos de Jack, aprisionadas contra la pared, como si estuviera presa y esposada a la pared.
"Sparrow, suéltame." Protestó Angélica con una mirada de odio.
"Cariño, en realidad te encanta estar a esta distancia de mi." Replicó él con el tono de voz y la sonrisa típica de Jack Sparrow.
Jack le quitó el sombrero, el bigote postizo y todo aquello que hacía que ella pareciera un hombre.
"¿Siempre tenemos que encontrarnos así?, al menos esta vez no estoy luchando contra mí mismo, ¿te gusta vestirte de hombre?" Preguntó Jack retóricamente.
La verdad, es que Jack estaba realmente feliz de volver a verla, a tocarla...
"Es la única forma de entrar a estos locales sin que cien hombre borrachos se me tiren encima manoseándome." Hizo una pausa. "Y eso también va por ti. Aparta." Gritó ella a la vez que con un movimiento rápido le dio a él un rodillazo en su entrepierna, consiguiendo salir de su agarre.
"¿Por qué tan agresiva? Ten en cuenta que luego podrías hacer mejor uso de esto." Dijo Jack refiriéndose a la parte de su cuerpo que ella acababa de golpear.
"No, gracias. ¿Agresiva? Debería haberte matado." Saltó Angélica a la defensiva.
"Hazlo. Toma." Le tendió una pistola y se colocó delante de ella con las manos arriba. "Mi amor, en el fondo sigues siendo aquella chica inocente que encontré, eres incapaz de matarme." Volvió a poner esa sonrisita.
"No me tientes, Sparrow. Es demasiado fácil. Pero esperaré al momento adecuado." Dijo con cierta mirada de odio en sus ojos.
"Ese momento nunca llegará. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has llegado hasta aquí?" Preguntó Jack. Aunque él ya sabía la respuesta, pero le extrañaba que después de dos meses aún siguiera allí.
"No te importa. Solo he venido aquí a por una cosa: venganza. Y no contigo, la mejor venganza es el olvido, y ahí es donde tú te vas a pudrir. Quiero matar a Barbossa y recuperar el barco de mi padre." Respondió Angélica.
"Ajá, yo podría ayudarte a eso, a cambio de que liberaras mi Perla de la botella." Dijo Jack con un tono de súplica en sus palabras.
"Hecho. Me ayudas a recuperar mi barco y yo libero el tuyo. Después te olvidaré y nada entre nosotros dos habrá pasado. Nunca." La voz de Angélica sonaba segura.
"Me parece bien, pero una pequeña variación. Primero tienes que liberar la Perla y luego iremos a por Barbossa. Si no ¿qué me hace pensar que una vez conseguido tu barco, liberaras el mío?" Preguntó Jack, astutamente.
"Ni hablar. Si consigues la Perla, ¿qué me hace pensar que luego me ayudarás?" Respondió Angélica, también astuta, con otra pregunta, imitándolo, utilizando la misma estructura que él había utilizado en la suya.
"La aventura. Escucha, preciosa, estoy en busca de aventura y necesito un barco. No lo tenemos. Con la Perla podemos ir hasta Barbossa, te ayudaré a encontrarlo y combatirlo, y conseguiré ese barco para ti. Y mientras tanto, te nombraré primera de a bordo de la Perla." Jack la miro fijamente esperando una respuesta.
"¿Por qué debería confiar en ti?"
"¿Y por qué no? No hay trucos, lo prometo, tienes mi palabra y el capitán Jack Sparrow siempre cumple con su palabra. ¿Trato hecho?"
Eso era más que discutible y ella lo sabía por experiencia propia. Su oferta era tentadora, pero Angélica tardó en darle una respuesta.
"Hecho." Angélica le tiende la mano, para sellar el trato.
Jack le estrechó la mano. Apretó más su mano y con un suave tirón la acercó más hacía él. A pocos centímetros Jack la agarró rompiendo la distancia entre sus cuerpos. Puso una mano en su cintura y con la otra le acariciaba la cara.
"Podemos sellarlo con un beso, si tú quieres." Dijo Jack en un susurro con amago de poner una voz sensual.
"Sigue soñando mientras puedas. ¿Cuándo vas a admitir, Jack Sparrow, qué me deseas?" Respondió Angélica también susurrando.
"Lo admito." Jack siguió intentando poner ese tonillo sensual en su voz.
Jack bajó la mano que antes estaba alrededor de su cintura. La colocó en la parte del cuerpo de Angélica que estaba justo debajo de la cintura.
Esta agarró la mano y Jack y la volvió a colocar en su cintura.
"¿Cuándo vas a dejar, Angélica Teach, de hacerte la dura conmigo?" Al igual que ella hizo antes, utilizó la misma estructura en su pregunta que la que ella había empleado antes. "No va a funcionar." Dijo Jack suavemente contra su mejilla. Empezó a dar pequeños besos en su mejilla.
Ante el contacto Angélica se estremeció y antes esa reacción Jack sonrió contra su piel.
Jack siguió dándole besos, bajo hasta el cuello y luego volvió a subir. Su objetivo era llegar hasta su boca. Cuando estaba a pocos centímetros de lograrlo, se paró. Estaban frente a frente, mirándose a los ojos, sintiendo el corazón del otro latiendo contra su respectivo pecho, sintiendo el aliento del otro. Sus cuerpos estaban totalmente pegados y sus bocas estaban a unos dos centímetros de distancia.
"Esta distancia. Así es como mejor estamos tú y yo." Susurró Jack antes de disponerse a hacer esos dos centímetro inexistentes. La no respuesta de Angélica la tomó como un sí.
El ruido de la puerta abriéndose los interrumpió, hizo que volvieran al mundo real y se separaron rápidamente. Miraron hacia la puerta para ver quién había entrado.
"Lo siento, Jack... no pensaba que... Hola, señorita Teach." Dijo Gibbs, quien ahora estaba rojo de la vergüenza.
"Gibbs." Dijo Angélica a modo de saludo, sonriendo.
"Gibbs, ya va siendo hora de zarpar. Angélica va a liberar la Perla y vendrá con nosotros, ya hemos encontrado la aventura. Contramaestre, le presento a la primera de a bordo. En marcha." Concluyó Jack.
Los tres salieron del local. La aventura iba a comenzar.
Hasta aquí el primer capítulo. Esto es lo primero que escribo en mi vida (salvo relatos cortos y esas cosas que a todos nos han mandado hacer en el instituto). Tengo que decir que es realmente difícil escribir a Jack Sparrow, claramente no conseguiré que sea el Jack que el gran genio de Johnny Depp creó, pero lo intentaré hacer lo mejor que pueda. Tal y como dije ha habido boda. No exactamente... pero la ha habido xd. Por si no habéis entendido, os lo explico mejor: [Jack dejó a Angélica en la isla para alejarla de él, por el bien de ambos. Quería que ella pensara que la había abandonado, pero no fue así, él lo tenía todo planeado. Cuando llegaron a Tortuga, Jack encontró a un pirata que le debía un favor y le pagó una cantidad de dinero para que rescatara a Angélica y la llevara sana y salva a Tortuga. Una vez ella estuviera allí, él esperaba que ella encontrase un barco y una tripulación y se alejara de él. Pero eso tampoco fue así, y el destino los ha puesto juntos una tercera vez.] ¿Qué pasará? (De ahí el nombre del capítulo, re-reencuentro.) Y bien... ¿Os ha gustado? Dejad reviews diciéndome vuestra opiniones, ideas, consejos... ¡lo que queráis!
