Titulo: Un regalo para mamá
Parejas: SeverusxHarry y lo demás vendrá después XD
Disclaimer: Sinceramente, si Harry Potter me perteneciera el final habría sido algo muuuuuy diferente… me conformo con incendiar el epilogo XD
"Este fic participa en el reto anual "Long Story 2.0" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black"
El clima en las calles de Londres no podía ser más ideal, o al menos eso pensaba el joven de cabellera azabache y despeinada que transitaba a paso distraído por la sección muggle de la ciudad. Aun cuando muchos no compartiesen su opinión, él seguía creyendo que el clima era realmente agradable, podríamos poner como principal ejemplo de desacuerdo a la señora a la cual una feroz ráfaga de viento había arrancado su colorida bufanda o al hombre que había resbalado con el charco tres calles arriba, dejando caer un perfecto pastelillo relleno al suelo.
Aspiró profundamente otra bocanada de aire y sus ojos parecieron brillar con autentico regocijo, el día de hoy finalmente había recibido la tan esperada carta de Dumbledore, aquella de la cual había aguardado respuesta positiva desde principios del año escolar. Podría volver a Hogwarts y, con algo de suerte, permanecería allí de forma indefinida durante los siguientes años de su vida, eso sin duda probaba que hoy era uno de los mejores días que había tenido.
Al fin una buena noticia, se dijo mientras esquivaba el chorrillo de agua que caía desde el techo de uno de los edificios, quizás podría empezar a realizar sus compras navideñas ¿Que más daba que fuesen mediados de noviembre? Su actitud positiva no duraría toda la vida y sus amigos bien podrían beneficiarse de su excelente humor. Viró en la siguiente esquina y se encaminó hasta la parte comercial, aquella que rara vez visitaba, obviamente no contaban las veces que Hermione lo había arrastrado hasta el lugar por 'algo de ropa decente'.
Se maravilló al ver que a pesar de que la época navideña aún no había comenzado, algunos escaparates ya empezaban a lucir los típicos colores de la temporada y a anunciar los caros juguetes que estarían a la disposición de los santas con mayor poder adquisitivo. Uno de los ventanales en especial llamó su atención, en él se exhibían pequeños cachorros que ladraban emocionados y correteaban de un lado a otro meneando sus peludas colitas, aparentemente emocionados al ver su rostro pegado al vidrio.
-Ustedes realmente son adorables- admitió regalándoles una sonrisa, uno de los cachorros realizó una curiosa cabriola que logró arrancarle una suave risa, en verdad estaban completamente locos.
Más por perder un poco de tiempo que por otra cosa realizó unos cuantos mimos al enérgico grupo de caninos que seguía mirándolo ingenuamente a través del frío cristal hasta que finalmente decidió alejarse del lugar, si se quedaba ahí no avanzaría en nada con sus compras y lo único que conseguiría sería un resfriado seguro. Con un último gesto se dio media vuelta solo para terminar directo en el suelo al impactar de lleno con el cuerpo de algún despistado transeúnte.
-Discúlpeme- Se apresuró a decir cuando vio que la otra persona también había caído al suelo. Rápidamente la ayudó a levantarse, sentía que le debía al menos eso, por lo que podía ver su grueso vestido no se había manchado con la caída y eso era algo que interiormente agradecía.
-No te preocupes querido, esta anciana es más fuerte de lo que parece- aseguró su compañera que ya se había puesto de pie, Harry no sabía que era exactamente lo que lo había hecho retroceder cuando se encontró con su brillante mirada, pero estaba seguro de que esa mujer solo había llegado a complicarle la vida. Además de que resultarle vagamente conocida- ¡Oh, pero mira que mono eres!- Chilló la mujer mientras dejaba caer sus bolsas de compra al suelo y se lanzaba en contra de Harry, quien a pesar de sus mejores esfuerzos no logró apartarse de ella a tiempo. Pronto se vio envuelto en un emocionado abrazo que amenazaba con cortarle la respiración.
- Eres la cosita más adorable sobre la cual haya posado mis ojos- agregó mientras daba algunos brinquitos.
Harry empezó a forcejear después de soltar un jadeo sorprendido, no creía que resultara nada normal que una mujer, por muy mayor que fuese, simplemente se te lanzara encima y se negara a soltarte como si se tratara de una chiquilla emocionada, seguramente lo estaría confundiendo con alguien más.
-S-señora, debe de estar confundida- logró decir a través de las variadas capas de ropa que ambos usaban, por más que lo intentaba no podía desasirse de su abrazo y eso que la mujer era solo un poco más alta que él, cosa que atribuía a sus tacones.
-¡Cariño!- empezó a gritar la mujer ignorándolo por completo- ¡Querido ven aquí! ¡Quiero que veas que es lo que quiero para navidad!- Harry solo podía esperar que ese hombre pudiese librarlo de su muy penosa situación, soltando un suspiro derrotado dejo caer sus brazos y simplemente se dedicó a tratar de conseguir algo de oxigeno cuando la presión en sus costillas aumentaba- ¡Mi pequeño príncipe!- volvió a chillar.
-¿Se puede saber que es todo este escándalo?- la voz sedosa y profunda envió un escalofrió directo a su espina dorsal pero, eso no tenía sentido ¿O sí?
-Ya encontré mi regalo de navidad- dijo decidida- ven aquí mi pequeño príncipe, quiero que lo veas bien- contestó la mujer casi saltando de pura alegría, al parecer estaba encantado con el hecho.
-Si lo que quieres es un cachorro, será mejor que lo vayas olvidando madre, no me encargaré de limpiar las gracias de nadie- el borde de un abrigo apareció en el limitado rango de visión del chico-que-vivió-para-ser-aplastado- ¿Pero qué…?- la mujer finalmente aflojó su agarre en Harry quien aprovechó para separarse un buen par de centímetros de ella. Alzó su vista listo para pedirle a su hijo que lo ayudara a librarse de la emocionada mujer cuando, al encontrarse con el dueño de la voz, empezó a boquear en una completa perdida de palabras.
¡Esto no puede estar pasando, se suponía que hoy fuese un día perfecto!
-¿A que es monísimo?- El ojiverde fue vagamente consiente del repentino agarre en su mejilla, sin embargo toda su atención estaba centrada en el pétreo hombre que le devolvía la mirada –Es simplemente el regalo perfecto- dijo apretando nuevamente su abrazo en el chico.
-Hubiese preferido al cachorro- gruñó Snape con sorna- al menos estaríamos seguros de que tiene todas sus vacunas- la mueca burlona logró que el ojiverde reaccionara, no iba a permitirle que lo humillara, menos aun si terminarían siendo compañeros en Hogwarts justo después de las vacaciones navideñas.
- ¿Ahora es cuando me dices que tu si las tienes todas, Snape?- replicó emulando la misma sorna en su tono.
-Escucha Potter, si crees que…
-Oh, vamos, Sevvy. Tienes que admitir que es adorable- Harry observó fascinado como la mujer pellizcaba la mejilla de Snape obteniendo solo una mueca disconforme a cambio, estaba seguro de que cualquier otra persona habría acabado muerta o, como mínimo, maldecida hasta la inconsciencia.
-Potter podrá ser muchas cosas, pero adorable no es una de ellas- masculló el hombre mientras lo miraba impasible y con las cejas alzadas.
-Awww, no puedes hablar enserio, cariño. Solo mira sus mejillitas- Luego, sin darle tiempo a responder, giró su rostro sonriente al chico que apretujaba entre sus brazos- ¡Eres tan lindo! Quisiera que mis nietos se pareciesen a ti, con tus ojos verde brillante o esa piel pálida y adorablemente sonrojada- Snape, poco dispuesto a seguir soportando tales disparates, arrancó al turbado Gryffindor de entre los brazos de su madre, sin importarle mandarlo al suelo en cuanto lo hubo soltado.
-Auch- gimió cuando su trasero recibió de lleno el impacto
-Tienes que estar bromeando, no tocaré al engendro de James Potter solo para tu disfrute madre- gruñó ignorando al chico que murmuraba disgustado mientras se sacudía el polvo.
Harry, pese a todo el alboroto, se consolaba con el pensamiento de que ya sabía de donde conocía a la mujer:un par de recortes acudieron a su memoria, proporcionándole el nombre de Eileen Prince, o mejor dicho Snape.
-¡Pero Sevvy!- gimió la mujer- él es ideal para ti- Snape parecía a punto de reclamar cuando Eileen colocó su pequeña mano sobre su boca para silenciarlo- solo piénsalo, sus cuerpos encajan perfectamente- en este punto tomó a Harry del brazo y lo apretujó contra el pecho de su hijo.
-Y-yo…- La sangre de Harry se arremolinó en sus mejillas cuando comprendió que era lo que la loca mujer sugería, además de que el contacto físico con su ex profesor lo incomodaba.
-Aléjate, Potter!- gruñó empujándolo de forma brusca.
-No fue mi idea, bastardo grasiento- replicó Harry sobándose el pecho ofendido, en esta ultima hora había sido lastimado y aporreado más veces de las que podía contar.
-Me debes respeto niñato ingrato, yo salve tú desconsiderado trasero más veces de las que tú limitado coeficiente te permitiría contar
-Si tanto desea mi respeto tiene que ganárselo, Snape
-Como si necesitara algo de ti
-¡Entonces deje de actuar como si le importara!- En este punto ambos estaban fulminándose con la mirada e ignorando a una muy satisfecha Eileen que decidió continuar con su lista.
-Y por lo que se ve ambos son bastante tercos- prosiguió.
-¡No es verdad!- gritaron a la vez, solo para volver a fulminarse con la mirada.
-No tengo nada en común con la superestrella mimada del mundo mágico- reprochó Snape.
-Como si pudiese tener algo que ver con el amargado murciélago de las mazmorras- refutó el ojiverde.
-Oh, pero si ambos lo son, es más, me atrevería a decir que son lo bastante tercos como para soportarse el uno al otro- Eileen comenzó a caminar y sin saber muy bien porque, ambos la siguieron. Harry incluso recogió las bolsas que había dejado caer y frunció el ceño cuando Snape se las arrancó de las manos.
-Además, según recuerdo, tu odias a las personas que son ruidosas en la cama, Sevvy- comentó como si nada- él es justo lo que podrías desear- tarareó satisfecha.
En este punto era difícil decir cual de los dos magos estaba más mortificado, aunque ciertamente Harry era mucho más evidente.
-¡Oh, Y sus mejillas lucen adorables cuando se sonrojan!- añadió la bruja cuando observó la cara de Harry, pero es que el chico no podía creer tanta desvergüenza ¡Que le podría importar a Snape si era ruidoso o no en la cama!?
Y hablando de eso.
-¡Como sabe eso!- chilló con el rubor negándose a partir de su rostro.
-Tsk, Tsk una dama jamás revela sus secretos, pero créeme, lo sé- respondió tocando la punta de su nariz con el dedo índice- es una de las cosas que se aprenden con los años- continuó caminando mientras tarareaba una canción- ahora... ¿Qué lugar sería ideal para una merienda ligera?- se preguntó en voz alta cuando por fin se detuvo.
Seguramente este sería el momento ideal para escapar.
-Bien, será mejor que me retire- comentó Harry sin perder el tiempo, ignoró decididamente el bufido de Snape.
-No, no, no. Tú tienes que comer con nosotros- replicó Eileen mientras enlazaba sus brazos- Es mejor que tú y mi hijo empiecen a conocerse, después de todo solo falta poco más de un mes para navidad- comentó con una sonrisa que a Harry le recordó a su siempre alegre amiga Luna.
Aunque claro, el momento de ternura no duraría tanto.
-Definitivamente no, Potter no comerá con nosotros- negó en rotundo el pocionista mientras los apartaba por segunda vez en el día.
-Awww, pero Sevvy, seguramente no te dañaría en nada invitarle un café- reprochó la bruja zafándose del agarre- Yo no te eduqué para que fueras así de desconsiderado con tu prometido- agregó mientras agitaba su delgado dedo índice en frente de la cara de un cada vez más crispado Snape.
-¡Él no es mi prometido!- Gritaron ambos a la vez.
-Tsk. Prometidos, novios, amantes, lo que sea… aunque creo que amantes no es correcto decirlo todavía- reflexionó en voz alta ante el horror de ambos hombres- Después de todo aun no pasan su primera noche juntos.
En este punto se detuvo y volteó a mirarlos con una amplia sonrisa- ¡Ya entiendo! Es eso lo que quieren ¿No? Desean ir a un hotel, o quizás a sus apartamentos, si es así no los detendré- agregó mientras los empujaba, instándolos a retirarse.
-¡No!- gritó Harry mientras se removía inquieto.
-Detén esta tontería, madre- gruñó Snape logrando recuperar el control de la situación.
-Como quieran- declaró molesta- pero al menos vayamos por un café, me muero de frío- dijo frotando sus brazos en un intento de conseguir calor.
-No haremos tal cosa, tú y yo partiremos a casa, donde nos olvidaremos de este incidente y Potter podrá congelar su trasero donde se le pegue la regalada gana- añadió fulminando con la mirada al chico, como si creyese que todo este embrollo fuese su culpa.
-Bueno, aunque detesto estar de acuerdo con Snape- contestó el chico respondiendo a su dura mirada- Yo en verdad tengo que irme- declaró empezando a caminar.
-Vamos, ustedes no serían capaces de negarle un simple capricho a esta pobre anciana ¿O sí?- preguntó realizando algunos pucheros que hicieron que el estómago de Harry se retorciera incomodo, no quería dejarla con esa cara abatida.
-Ni estas anciana, ni eres 'pobre' y mucho menos es un 'simple capricho'- declaró el hombre mayor negándose a reconocer que también se sentía turbado por la expresión llorosa de su madre.
¡Estaba claro que era una manipulación, por merlín!
-Jamás pensé que me hablarías así- lloriqueó la mujer mientras escondía su rostro en un pañuelo y se recostaba en el hombro del gryffindor- ¿No se suponía que eras mi pequeño príncipe?- gimió enterrando su rostro en el cuello de Harry.
-Creo que podría tomarme un par de minutos- murmuró Harry negándose a mirar al Slytherin y dedicándose en cambio a brindarle algunas palmaditas de animo a Eileen, nada le costaba cumplirle ese simple capricho. Y sí eso lo ayudaba a llevarse mejor con el hombre, pues entonces no tenía nada que perder, sinceramente sería mucho mejor que encontrárselo en Hogwarts meses después y que ambos tuviesen el recuerdo de esta muy accidentada tarde.
-Supongo que no hay más remedio- aceptó Snape con un suspiro derrotado, estaba claro que no ganaría la batalla.
-¡Perfecto! Conozco un café adorable a solo un par de cuadras- comentó la bruja repentinamente alegre, por su cuenta corría que ese par terminara irremediablemente unido.
N/A: Lo se, lo se, tengo otras dos historias de Harry y Sevvy pero ¿Que puedo decir? necesito asegurarme de que las y los lectores Snarry tengan material nuevo que leer XD y si me apresuro a terminar mis otro pendientes incluso veran a mi bebe mas querido :p
Espero que les guste y oder contar con su apoyo, nos vemos!
