Parte I

Cuando la verdad te llama

—Ran... por favor, no mires —La respiración del chico era entre cortada. Podía sentir el acelerado corazón del joven retumbar en su cuerpo. Shinichi estaba agitado.

Hubo una explosión y el primer impulso que tuvo el chico fue proteger a Ran, lanzándose al suelo y cubriéndola con su cuerpo.

Unos segundos antes el chico era perseguido por la joven en un intento de huida de él.

—No me siento muy bien —Fue lo que dijo. Empezó a correr a zancadillas y con su mano derecha se presionaba el pecho. Ran nunca creyó que su cita acabaría así. Luego de unas dos cuadras de persecución llegaron al frente de una plaza, un cuanto alborotada, ahí Ran logró hacerse con la chaqueta de Shinichi.

Intercambiaron miradas, Shinichi seguía agitado y parecía sudar cada vez más. Ran no podía dejarlo irse así, estaba mal y en ese estado era muy vulnerable ¿Y si lo atacaban? ¿Y si era algún problema médico? Fue un transcurso de segundos los que bastaron para darse cuenta de la situación. Los ojos de Shinichi se abrieron de par en par al momento de sentir la explosión, su primer impulso fue cubrirse junto a Ran y protegerla del impacto.

Entre los gritos de la gente, las llamas en el fondo y los rasguños que cada uno tenía en su cuerpo Ran era capaz de sentir el pulso del corazón de Shinichi.

¿Será que tiene problemas al corazón? Se preguntaba. ¿Y si sufría un infarto? ¿Algo parecido? Su novio estaba en problemas, algo le ocurría y se lo ocultaba. Shinichi soltó un jadeo.

—No mires, Ran, por favor... no mires —Podía sentir como las manos de Shinichi se calentaban, su temperatura subía y el sudor aumentaba. Ran no entendía qué estaba pasando.

Le dolía la cabeza por el golpe de la explosión y su vista era un cuanto borrosa. Cuando pudo distinguir él jadeante rostro de Shinichi escuchó cómo liberaba un quejido de dolor. Como si el tiempo se hubiese detenido, Ran observaba en cámara lenta como Shinichi se encogía frente a ella. ¿Era alguna alucinación producto de la explosión? ¿O realmente Shinichi ahora era más pequeño?

Su cuerpo le pesaba y ya no se podía sus párpados. Lo último que vio fue al infantil rostro de su novio gritando su nombre.

... ¿Conan-kun?

.

.

Los murmullos en la habitación llamaron su atención, voces familiares que discutían en algún lugar de ahí. Le dolía la cabeza y sus párpados pesaban ¿Dónde estaba? ¿Cómo llegó ahí? ¿Qué había ocurrido?

Un recuerdo veloz de Shinichi gritándole en medio de escombros se cruzó por su mente. Al recodar que dejo en tan mal estado a su novio antes de desmayarse se trató de poner en pie de inmediato. Los sonidos de sus movimientos llamaron la atención de las voces que se detuvieron de la nada.

¿Dónde estoy? Es lo que se preguntaba, conocía muy bien esa casa, aquel sillón color morado, la distribución de esta, la inconfundible variedad de artefactos que había esparcidos en cada rincón. Estaba en la casa del Profesor Agasa.

Ran trató de caminar hacia el lugar donde provenían las voces, pero le fue imposible al comprobar cómo sus pies tambaleaban y en cada movimiento su cabeza dolía. Con que estos eran los efectos de la explosión...

Shinichi por otro lado había logrado contactarse con el Profesor Agasa al momento en que se transformó en un niño, él nombrado apareció junto a Haibara en su querido escarabajo amarillo y le ayudó para llevar a su desmayada novia a casa del profesor para que se recuperara.

No sabía cómo sentirse en esos momentos, por un lado Ran se había desmayado y eso lo llenaba de preocupación pero por otro lado... si la chica no se hubiese desmayado en ese preciso momento, su secreto saldría a la luz. Sería descubierto. En realidad, no estaba del todo seguro en que eso fuese una opción. Bien recordaba como Ran lo vio por última vez antes de cerrar sus ojos pero en esos momentos ya no estaba en la apariencia de Shinichi Kudō, sino de Conan Edogawa. ¿Recordaría Ran aquel suceso? Si lo hacía, no tenía más remedio que decirle la verdad.

Sabía muy bien los riesgos que implicaba volver a su cuerpo original. Haibara había hecho el honor de enumerarlos antes de que ingiriera la píldora para asistir a esa condenada cita. ¿¡Por qué actuaba de manera tan impulsiva en esos casos!? ¡La mayoría de las veces era capaz de controlarse y no ser un imprudente! ¿Por qué junto a Ran no lograba controlarse? La melancolía de veía en sus ojos cada día como Conan, de Ran esperando su regreso, las lágrimas que veía que la chica derramaba por su causa. Todos esos y muchos más factores lo volvían vulnerable a la hora de tomar decisiones que involucrarán a Ran. Lo que menos quería era dañarla más de lo que ya hacía.

Al momento en que Ran le pidió verlo debido a su cumpleaños él no pudo negarse. En la voz de su novia se notaba la angustia con la que hablaba, probablemente preparada de antemano para alguna negación de su parte.

—Son mis diecisiete... —dijo por teléfono. Su voz aun cuando sonaba calmada se podía percibir su nerviosismo. Usando el cambiador de voz le preguntó que planeaba hacer para esa fecha. Pero su respuesta lo descolocó.

—Nada —respondió en un murmullo—. No voy a celebrar fiesta este año. Tampoco pediré algún regalo a mi padre o madre.

Shinichi se quedó pensando. Casi todos los años hacia una fiesta en la casa de Sonoko... bueno, era Sonoko quien la organizaba y todo eso, pero si Ran no accedía sus padres le daban algún regalo. El otro año le regalaron el celular que él le estropeó...

—¿Entonces no vas a celebrar este año? —La pregunta salió de su boca tan rápido como Ran terminó de hablar.

—Shinichi... —Su tomó de voz cambio tan repentinamente que su cuerpo se exaltó. Su voz se oía quebrada— S-solo llamaba p-para preguntar si tú podrías... no se... s-salir conmigo... e-ese día.

¿Era real lo que sus oídos escuchaban? ¿Ran le estaba pidiendo una cita? ¿Y para su cumpleaños? ¿¡No era el hombre el que debía de invitar a citas en esos casos!? Su mente quedo totalmente en blanco. Por primera vez en mucho tiempo no sabía que contestar. ¿Y si la rechazaba? ¿Qué ocurriría con ellos? ¡No podría soportar verla sufrir por su rechazo! Mierda...

—Tú dime la hora y el lugar... ahí estaré. —No se puede describir la alegría que transmitió Ran al escuchar esas palabras, estuvo de buen humor durante todos los días previos a nuestro encuentro... y Shinichi martirizándose por aceptar tal petición.

Cuando escuchó sonidos provenientes de la sala sus nervios —cosa que no había experimentado hacía mucho tiempo— surgieron. En unos segundos más se tendría que enfrentar a la verdad.

Decidió poner un alto a la conversación que mantenía entre Agasa y Haibara, la chica lo había estado encarando desde que estaba en el auto y diciendo lo irresponsable que fue al verse envuelto en tal situación. ¿Cómo carajo iba a saber él que una explosión iba a terminar atrasándolo y de paso delatándolo?

—Al parecer tú novia ha despertado, Kudō. —comentó Haibara mirando hacia la puerta. A pesar que ella le había aconsejado en inventar otra mentira más y sacarme de encima el hecho de que Ran supiese la verdad, Shinichi se negó rotundamente. Mucho ya había aguantado, arriesgado y soportado con el juego de doble vida.

Subió las escaleras que separaban al laboratorio de la sala principal. El profesor y Haibara se quedaron abajo, le dieron espacio para aclarar todo con Ran.

Tomó el cambiador de voz y lo programó para que sonara con su voz normal como Shinichi Kudō.

—Despertaste... Ran.

Se quedó en un rincón, aún aunque ella lo pudiese ver. Observó cómo movía su cabeza de un lado a otro tratando de localizar su ubicación, sin éxito alguno.

—¿S-Shinichi? ¿Dónde estás?

Se adelantó y terminó posicionado frente a ella. Sin mirarla a los ojos. Esta vez no usó el cambiador de voz para hablar con ella. Se quitó los lentes de a poco y los tiró lejos, era hora de enfrentar la verdad.

—Aquí estoy, Ran.

• •

¡Hola! Este es mi primer Fanfic por aquí. Todo este tiempo he estado publicando mis historias por Amino Detective Conan Español por lo que no se sorprenda alguno de ya conocer esta historia ^^

Pronto subiré todas las historias que tengo ahí y empezaré a publicar tanto aquí como en Amino los fanfic. ¡Espero disfruten mucho este pequeño espacio!

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CONI-Chan