Bajo la lluvia:
(Por Sumi).
Bla,bla,bla... Lo que todos saben, esta serie no me pertenece. Es propiedad de una empresa- a la que odio- llamada Nintendo, y no gano absolutamente nada haciendo esto, etc.
Bajo la lluvia 01:
Observé el cielo cubierto a través de la ventana en mi oficina. Gruesas nubes negras se extendían sobre el horizonte.
-Parece que va a llover- murmuró alguien a mi costado.
-Asi parece- suspiré. El invierno anunciaba de esta forma su llegada. Hacia varios dias que el cielo conservaba ese triste gris plomizo y parecia que finalmente hoy daria rienda suelta a su furia.
A lo lejos se oyeron unos truenos debiles que eructaron el comienzo de la tormenta.
-Bien, creo que es todo por hoy- dije –Hasta mañana-
-Hasta mañana señor-
Cuando llegué a la calle llovia a cantaros y hacia frio. Observé a la gente corriendo de un lado a otro cubriéndose con diminutos paraguas que ante la intensidad del viento parecian hechos del mas frágil papel. Caminé hacia mi auto mientras desconectaba la alarma. Silenciosamente agradecí el lujo de tenerlo.
Manejaba con cuidado, los dias de lluvia suelen ser peligrosos si no se es precavido. Tomé una calle secundaria donde habia menos trafico y entonces la ví.Sentada en un banco de madera en medio de una plaza desierta, sostenia su cabeza con las manos mientras se mecia nerviosa.
¿Qué estaria haciendo una mujer alli sola en esta horrible tormenta?. Sin pensarlo bajé del auto y abri mi paraguas. Me acerqué. Ví sus manos diminutas asi como sus dedos delgados y perfectos. Era una muchacha joven. Vestia un empapado sobretodo blanco y de la capucha que cubria su cabeza resbalaban algunos mechones de cabello rojo.
-¿Señorita?- murmuré alzando la voz, cubriéndola con mi paraguas.
-Déjeme sola por favor- fue la rotunda respuesta hecha sin siquiera mirarme.
Mis zapatos comenzaban a mojarse y mi pantalón también haciendo que se adhiriera a mis piernas..
-Señorita –insistí- El dia está horrible y puede pescar un resfriado si continua aquí-
Alzó la cabeza de entre las manos y me miró. Enormes y llorosos ojos verde azulados permanecieron fijos en mi. Las lagrimas y las gotas de lluvia se confundian en sus mejillas palidas y unos labios temblorosos dejaron escapar un debil lamento.
Yo la conocia. Si, por supuesto. La habia visto miles de veces en las convenciones que la Liga Pokemon organizaba cada año, pero nunca cruzamos palabras. Ella era una mujer hermosa. Bueno, desde niña lo habia sido y aunque no habia tenido oportunidad de tratarla, en ese entonces su belleza estaba tan latente como la palida luz de la luna. Asomándose con sutileza a sus razgos y definiendo su forma. Hoy frente a mi contemplaba el hermoso resultado.
Las pequeñas arrugas en su frente me indicaron que tambien me habia reconocido.
-Señorita Waterflower –dije –Permitame que la lleve a su casa-
Al principio pareció sorprendida por mi palabras como si no pudiera creer que el enemigo numero uno de su mejor amigo estuviera hablándole. Luego meneó la cabeza e intentó secarsela cara con las mangas mojadas.
-Se lo agradezco Sr Oak, pero prefiero quedarme aquí-
Resoplé –Mire, no dejare que se quede bajo la lluvia-
Se mordió el labio mientras nuevas lagrimas corrian por sus mejillas -...Solo déjame sola...-
Me harté tiré el paraguas a un lado y la tomé del brazo obligándola a pararse –Te llevaré a tu casa, Misty- habia olvidado las formalidades y el respeto al decir su nombre. Tambien creo que fue algo brusca mi acción o ella estaba muy vulnerable. Su cuerpo se sentia blando y terso.
-Por favor, deseo quedarme. Vete no te preocupes por mi...-
La tomé de los hombros y la sacudí -¿Qué acaso no ves que estas mojada y esta lloviendo?-
Sus labios empezaron a temblar y mas lagrimas se confundieron con la lluvia.
-¿Es que no lo entiendes Gary..?-
Cuando pronunció mi nombre me estremecí. En su voz habia un sonido extraño.
-¿Es que no entiendes Gary?- prosiguió entre sollozos- No me importa que llueva, ni que me enferme, ni nada de lo que pueda pasar... Solo déjame...- se cortó.
Pero yo sentí que lo hizo porque le dolia terminar la frase. Se cubrió el rostro con las manos. -Este es un problema amoroso- dije para mis adentros. Le toqué el hombro –Ni hablar, te llevaré donde quieras, pero no te quedaras aquí- la rodeé con un brazo y la conduje hasta el auto. Ella no omitió queja, seguia sollozando metida en su mundo de melancolia y no parecia darse cuenta de nada.
-No me lleves al gimnasio, hay cosas de las que no quiero hablar con nadie...- dijo con voz debil una vez que estabamos a salvo de la tormenta.
La miré de soslayo, en silencio. El tema era muy grabe según parecia y creo haber dado en el clavo. Noté que sus dedos temblaban.
-Te llevaré a mi casa. Necesitas ropa seca- concluí con seriedad. Sin embargo no contestó, se limitó a apoyar la cabeza contra la ventanilla cerrando los ojos. Enseñándome como centellaban las lagrimas detenidas entre sus largas pestañas.
-Quitate eso está empapado –Le dije suavemente. Misty se habia quedado en el medio de la salacon expresión cohibida. Me miró apenada.
Me desabroché el sobretodo dejándolo caer en el piso. Me acerqué a ella y le desprendí el suyo. Temblaba. Su largo cabello mojado se desparramó sobre los hombros una vez que se lo hubo quitado. Se veia muy palida.
-Puedes dare un baño si quieres, mi hermana tiene parte de su ropa aquí y puedes usar algo suyo –dije indicándole con un gesto que me siguiera –Ese es su placard escoje lo que te guste. Allá esta el baño y las toallas están en el closed –me volví para dejarla sola en la habitación.
-¿Gary?-
La miré por sobre el hombro -¿Si?-
-...Gracias...-
Asentí –No tienes que agradecer. ¿Quieres un café?-
-No – respondió con un suspiro y se pasó la mano por los ojos como si estuviera muy cansada –Tomaré un baño-
-De acuerdo-
-Un problema amoroso...-mi mente no dejaba de darle vueltas a la idea –Un problema amoroso... Ash ketchum. Claro, Ash y ella estaban juntos, todo el mundo lo comentaba. Eran la pareja favorita de los directivos de la liga durante todo el año pasado y en verdad parecian quererse mucho...- apoyé la taza vacia sobre la mesa –La relación debe de haber terminado en muy malas condiciones y frente a mi tengo a la parte mas herida...-
Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos suaves pasos. Me volví. Misty se detuvo junto a la puerta todavía mas apenada que antes. La blusa de mi hermana que habia elegido para ponerse le quedaba extremadamente grande y junto a los pantalones de jean que tambien le quedaban sueltos, parecia muy ingenua e inocente. Expresión que se acentuaba gracias a su cabello humedo y a sus pies descalzos.
-Frente a mi tengo a la parte mas herida...-recordé.
De repente sentí mucha ternura hacia ella. Hacia elinfinito dolor que lei en su mirada. Me incorporé.
-Sientate ¿Quieres un café?-
Movió l a cabeza con suavidad y luego se tocó la frente. Se sentó colocando un pie bajo la pierna como si tuviera frio.
-Está agradable aquí ¿cierto?- dije tratando de hacer conversación.
Tardó un poco en contestar –En realidad no lo sé...- volvió a tocarse la frente.
-La calefacción está al máximo-
Cambió de posición y se sentó sobre su otro pie. Se estremeció imperceptiblemente –Que extraño, no logro entrar en calor-
-¿Seguro que no quieres tomar algo caliente?-
-No- volvió a reacomodarse y se dedicó a observar a su alrededor. Parecia ausente.
Noté que habia pequeñas arrugas en su frente -¿Porqué haces esto?- preguntó de golpe volviendo sus aguados ojos hacia mi.
-¿Hacer qué?-
-Ser tan... gentil conmigo-
-Bien, no iba a dejarte a merced de esta horrible tormenta-
Bajó la vista, pero antes de hacerlo ví una lagrima deslizándose por su mejilla. La apartó con un gesto –Eres muy amable, no me conoces y...-
-Te conozco – añadí –Nos hemos visto por doce años, solo que nunca cruzamos palabras-
Sonrió levemente –Tienes razon –se masajeó la sien con mano temblorosa.
-¿Te sientes bien?- pregunté al notar sus gestos inciertos y al hecho de que no dejaba de mirarme con sus ojos grandes y desvalidos.
-si...- murmuró en un susurro –Ya... ya me siento mejor-
A pesar de sus palabras, su rostro estaba mas palido que nunca. Se puso de pie torpemente.
-Creo que iré a buscarme un sweater, ¿puedo?-
-Por supuesto-
Se apoyó en el respaldo de la silla y se apretó los ojos. Parpadeó antes de dar un paso. –Gracias- Luego pasó junto a mi dando tumbos.
Frunci el ceño preocupado –Esto no se ve bien...- levanté la taza vacia y la cafetera de la mesa y me dirigía la cocina. Recogí su sobretodo y el mio y los colgué en el lavadero con la esperanza de que se secaran pronto. Después coloqué mis prendas mojadas en el lavarropas.
-Misty ¿por qué no me traes tu ropa humeda?- dije mientras echaba suavisante en la gabeta.
Pasaron varios minutos y ella no contestó. Apoyé el envase en el piso y con preocupación volví al comedor -¿Misty...?-
Oí unos pasos suaves a mis espaldas –Estoy aquí-
Solté un suspiro de tranquilidad al advertir su voz clara y serena. Me volví para reiterarle lo de la ropa, pero al hacerlo me quedé mudo. Frente a mi se encontraba la hermosa pelirroja vestida solo con la amplia camisa blanca de mi hermana. Estaba apoyada contra la pared y me miraba con esa misma expresión indescifrable. De sus turgentes labios escapaba una debil sonrisa nerviosa que rimaba con el sonrojo de sus mejillas. El genero de la blusa era tan ligero que me permitia adivinar cada linea de su cuerpo en forma mas que sugestiva.
Tragué saliva con dificultad al darme cuenta de cómo mis propios ojos recorrian sus delgadas piernas desnudas y seguían con verdadero deleite sus lineas hasta desembocar en sus pies. Mi involuntario estudio finalizó en el escote que los dos primeros botones habian abierto revelando parte de la aterciopelada piel que cubrian sus pechos.
-M-misty...- murmuré con voz ronca -¿Qué haces?-
Habia un brillo de afiebrada confusión que hacia aún mas palidos sus ojos.
-Gary –dio un paso hacia mi mientras ladeaba la cabeza y corria su cabello hacia un costado.
A estas alturas ya estaba sintiendo los reflejos fisicos que no deseaba, pero mi cuerpo tenia sus propias leyes...
Ella dio un paso y otro quedándose frente a mi. Se desprendió sutilmente otro botón de la camisa y alzó una mano hasta posarla sobre mis labios. Yo seguia duro e incomodo con el corazón latiéndome en el cuello.
-Gary...- de un movimiento hizo que la tela resvalara de sobre sus hombros –Quiero retribuirte parte de lo que has hecho por mi...-
Casi podia ver la escena que seguia a continuación y aunque la perspectiva era mas que agradable, sabia que ella no era consciente de lo que hacia. Su mirada desvalida me lo indicaba con creces.
Y mientras tanto Misty corria sus dedos acariciándome las mejillas y con cada acción la blusa cedia revelando mas y mas de sus curvas.
-NO- dije de pronto y demasiado alto. Le agarré las manos -¿Qué crees que estas haciendo...?- casi le grité.
Ella se quedó viéndome desamparada con los labios entreabiertos.
-¿Qué te pasa?. ¿Te volviste loca?- proseguí con mi reprimenda sacudiéndola.
-Yo...-
La aparté de un empujón –Vístete-
Con manos temblorosas se acomodó la ropa. Nuevas lagrimas reverdecieron el camino de las anteriores sobre sus mejillas.
Mi corazón aun seguia latiendo alocado y mi respiración comenzaba a ser tan agitada como si acabara de correr una maratón. Mis funciones corporales no eran ajenos ante la vista de esta preciosa mujer, pero sabia que no podia darme semejante lujo. Ella no me pertenecia.
-P-perdona...-
Reaccioné al oirla. Su semblante estaba muy palido y lloroso. Su mirada confusa aun conservaba ese extraño brillo febril. Cerrose la camisa con un dejo de vergüenza.
-Perdóname...- sollozó bajito. Luego cobró mayor vigor –Por favor, perdóname...- se cubrió el rostro y empezó a llorar.
No supe que hacer. Por un lado veia su tristeza e inestabilidad emocional, pero si yo intervenia perderia para siempre mi propio rumbo... Lo cierto era que ya habia empezado a perderlo.
Solté un suspiro y me acerqué, la rodeé con mis brazos y la atraje hacia mi.
-Oh, Gary... Lo siento...lo siento...- repetia entre sollozos ahogados.
-Sh.... está bien-
Apoyó la cabeza en mi pecho –Lo siento... lo...-
A través del genero, mis dedos podian sentir la frágil consistencia de su cuerpo. Su delgada cintura, su calida espalda... ¿Calida?. Por primera vez noté que su calor corporal excedia por encima al mio. Sobre la tela advertia su piel caliente.
-Perdóname, perdóname...- Misty alzó la cabeza y apoyó su satinada mejilla contra la mia –Ya no sé lo que hago...-
Y aunque mi propio cuerpo se estremecia producto de la estupida naturaleza carnal, pude entender lo que realmente pasaba. Me separé unos centímetros para corroborar con el tacto lo que pensaba. Le puse una mano en la frente y lo obvio. Fiebre. Ardia en fiebre.
-Gary...- no sé si fue un sollozo o un gemido –No... no me siento bien...- sus parpados se cerraron y emitiendo un suspiro se derrumbó en mis brazos.
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Continuará.
Nota:
Hey!, después de casi 5 meses de silencio, lo unico que puedo decir es... ¡No me maten!. ¡No me maten porescribir esta historia! Hacia muchísimo tiempo que queria escribir un Shigeru/Kasumi fic (desde antes de empezar con Meu Anjo) y bueno, recien ahora he tenido los tiempos y la inspiración para hacer esta historia.
Quiero dedicárselo especialmente a Tokio quien es como yo fan de Kasumi/Shigeru y darle las gracias por su magnifico fic Deseo bajo la lluvia invernal, que me ha sido parte de inspiración para escribir este fic.
Mi proxima historia (aparte de esta, obvio nn) es un AAML llamado El Maleficio, que tendría que haber subido hoy en lugar de Bajo la lluvia, solo que mi querida amiga Lys se llevó los primeros capitulos v v. Espero para un par de semanas poder publicarla!.
Bueno, espero que les haya gustado, que no se enojen conmigo por escribirla y que –por favor- entiendan el porqué no actualizo mis otras historias. Ahora gozo de dos semanas de vacaciones de invierno y trataré-lo prometo- de ponerme al dia con los fics. Gracias a todos los que me han escrito mails y reviews, es muy bonito recibir apoyo de parte de ustedes!
Felices vacaciones de verano a quienes las disfrutan, y aquí en el sur suerte con el invierno y ¡abriguense!.
