Hooooooooollllllla, aquí les traigo una historia que he estado escribiendo y pensando desde hace mucho, espero lo disfruten XD

Capítulo 1:

Un sentimiento extraño se adueñó de Yakumo al darse cuenta que su peculiar habitación estaba más iluminada que de lo normal. Desde su posición sentada en el sillón con sus piernas flexionas sobre el mismo, contemplaba su normalmente lúgubre habitación del club, ahora extrañamente más iluminada, aunque todo estuviera cerrado.

Decidió restarle importancia a esta cuestión pues lo que más le llamo la atención es que parecía que aunque todo estaba en su respectivo lugar, al mismo tiempo todo parecía estar fuera de lugar, su cómodo sofá, su típica mesa para apostar, las cuatro paredes de ese lugar, absolutamente todo…

Su línea de pensamiento fue interrumpido por el sonido de la puerta al abrirse, su mirada de inmediato se dirigió hacia la fuente del sonido chillante, y desde detrás de la puerta se asomó una cabeza ya familiar, aunque la luz exterior le impedía distinguir bien, su inconfundible cabellera castaña que caí delicadamente sobre sus hombros, esos hermosos ojos celestes, y su sonrisa tonta y alegre eran rasgos suficientes para reconocerla.

El entrar y cerrar la puerta tras ella, le dio a Yakumo la suficiente poca luz que necesitaba para distinguir por completo su figura, su amiga de nuevo había entrado sin siquiera preguntar, estaba a punto de protestar ante tan acción pero al ver su tonta y radiante sonrisa al posar sus hermosos ojos sobre los suyos, no pudo hacer más que contemplarla atontado.

¿Qué le pasaba? Él no era así y sin embargo, las cosas no parecían tener lógica en ese momento y lo único que había pasado es que la tonta de Haruka otra vez entro sonriendo y sin preguntar, era lo más lógico del mundo, no había nada que fuera difícil de entender, entonces ¿Porque? Su mente le decía que estaba mal de alguna forma pero él no quería pensar en eso, así que lo ignoro, quería ver qué pasaba, concentrarse en lo que estaba ocurriendo.

En ese instante la sonrisa de Haruka desapareció, paso su mirada interrogante y confusa por él, repentinamente su sonrisa volvió a aparecer solo que esta vez su mirada ¿Parecía más seductora? No estaba 100% seguro, aunque vio a otras mujeres usarla, nunca lo imagino en Haruka, recio a creer lo que veía, solo continuo mirándola inquisitivo, expectante al ver sus próximas acciones. Ella coloco sus dos manos detrás de su espalda, entrelazándolas y tiro de su cuerpo hacia delante

-Oye, Yakumo, ¿Qué ocurre? ¿Te comió la lengua el ratón o me veo demasiado linda para ti?-pregunto sacándole la lengua al final en gesto aniñado, su antigua amiga había vuelto- Mira, mira, mira, quería mostrarte el vestido que usare en la fiesta-dijo animada dando vueltas a su alrededor

-¿Eh?- el fin Yakumo se dispuso a bajar los ojos de su cara para mirarla por completo, su corazón dio un vuelto rápido al verla tan linda.

Haruka llevaba una vestido rojo con detalles en negro en el volado del final del vestido, y el moño que pasaba justo por debajo de su pecho, resaltándolos, dos tiras de tela negra algo transparente comenzaban en su pecho y se dirigían a su cuello, donde estaban atados, una madias negras con rallas grises verticales se lucían en sus piernas y una botas negras medias altas con una rosa a los costados, en sus brazos llevara dos guantes largos y negros que iban desde debajo del hombro hasta su muñeca donde terminada con un moño. Simplemente se veía hermosa, el color rojo resaltaba más su nívea piel y el hermoso color de sus alegres ojos, de nuevo solo podía contemplarla.

Volvió a reaccionar cuando vio como sus caderas comenzaban a moverse en su dirección, quedando justo delante de él, tuvo que levantar la vista hacia ella y en cambio Haruka bajo la mirada para verlo. Yakumo pudo ver como su cabello caía libremente sobre su cara y una pequeña sonrisa se hizo presente, causando otro vuelco en su corazón que lo dejo sin aliento, de alguna forma sabía que iba a hacer.

Ella levanto sus manos hacia el cuello de su camisa, empujándolo hacia atrás, obligando al chico a ir hacia atrás y quedar respaldado en el sofá, coloco sus piernas a cada lado de su cuerpo, arrodillada en el sofá, a un nivel superior del joven. Haciéndose un poco hacia adelante, pego su cuerpo al del muchacho, mientras sus brazos se colaban por detrás de su cuello empujándolo hacia ella

-Hey, Yakumo, ¿Porque no me respondes? Es de mala educación quedarse callado- sonrió de lado, acercando un poco su cara a la del chico

-No tengo idea de lo que hablas- al instante apartando la vista, mirando a cualquier punto, menos a ella y tratando de pensar en cualquier cosa, menos en la posición en la que se encontraban ahora

-¿En serio?- pudo escuchar levemente su risa cerca de su oído, lo que lo hizo estremecerse cuando percibió su aliento en su oreja

-Entonces pudo preguntar ¿Porque tiras tan firmemente mi cintura?- al instante los ojos de Yakumo se abrieron de la sorpresa, rápidamente giro para mirarla y efectivamente sus manos se había enredado a su alrededor, acercándola inconscientemente. Levanto su vista asombrado, no fue consciente de sus actos, pero ¿Porque? Otra vez ocurría lo mismo

-Hey, Yakumo, ¿Porque lo haces?- pregunto seductoramente acercando de nuevo sus rostros, sin apartar la mirada uno del otro

-No lo sé…- respondió con sinceridad. La mujer se detuvo a escasos centímetros de sus labios

-¿No lo sabes o no quieres saberlo?- al hablar sus labios de rosaron, haciendo que ambos se estremecieran levemente y brevemente cerraran los ojos por la anticipación

-Creo que es mejor no saberlo- una de sus manos abandonaran su cintura y lentamente subió hasta colarse en su cabello, enredando sus dedos en sus sedosas hebras, queriendo acortar la distancia que los separaba. Una extraña mesclas de emociones invadieron los ojos de Haruka, unos que Yakumo no logro descifrar

-Yakumo, ¿Qué quieres?

-Quiero que me beses- respondió sinceramente, ignoro el raro tono de voz que la chica utilizo, todavía consiente del poco espacio que los separaba. No sabía porque pero en ese momento no podía ni quería mentir o evadir la situación, otra vez eso era extraño

-No puedo hacer eso, Yakumo- le sonrió tristemente

-¿Porque no?- la interrogo mirándola fijamente. Ella pasó su suave mano por la frente de chico barriendo los mechones de pelo que obstaculizaba su vista. Yakumo solo pudo cerrar los ojos y disfrutar del tacto de su piel

-Porque no me amas

-Yo no sé si te amo o no lo hago

-Te equivocas, tu no quieres saber lo que siente tu corazón, solo porque sientes miedo de volver a probar la soledad, ya sabes lo que sientes, solo que pretendes ignorarlo

-Es mejor así, si no reconozco lo que siento, entonces no tendré que luchar por tenerte y no te perderé si algo pasa, no podría aguantarlo, esta vez sé que esto es más fuerte que cualquier otra cosa que he sentido antes y eso me atemoriza

-Oye, Yakumo, respóndeme, ¿Si el aire se fuera acabar mañana, dejarías de respirar ahora?- toco suavemente su mejilla haciendo que Yakumo entrecerró los ojos y suspirara

-Por supuesto que no. Es más, respiraría hasta el momento en que el aire se acabara- Haruka le sonrió alegremente de nuevo, aumentando el ritmo cardiaco de Yakumo y agitando un poco su respiración

-Siempre fuiste un chico muy inteligente, Yakumo, sabes, con el amor ocurre lo mismo, no puedes dejar de amar solo porque mañana lo puedes perder. El amor te hará pasar por un montón de cosas, cosas que te entristecerán, te alegraran, te enojaran o lamentaras, pero sabes, en cada situación aprenderás algo que no sabes o ni imaginas en este momento. Las cosas a las que te enfrentaran te harán aún más fuerte y a la vez frágil, crecerás como persona y entenderás mas los sentimientos de los que te rodean, pero es necesario arriesgarse para ganar, nunca sabrás lo que puedes obtener si sigues ignorándolo. A nadie le gusta perder a una persona querida, puede que te duela o te destruya perder algo que amas tanto, pero sabrás como continuar y levantarte porque esa persona te enseñara como hacerlo, solo a su lado aprenderás a levantarte y seguir, ese simple hecho merece todo el sacrificio por el que pasaras- Haruka coloco la otra mano en la mejilla de Yakumo, sonriéndole tiernamente

-Haruka, si te beso, ¿Sabré porque siento esto?

-No lo sé, pero podemos averiguarlo- su sonrisa se agrando un poco más. Acercándose más unió sus frentes y lo miro amorosamente, con los ojos ya cerrados, comenzó a acortar la distancia que los separaba. Sin embargo, el joven permaneció con la vista clava en ella un instante más pero cuando estaban demasiado cerca, inevitablemente comenzó a cerrar sus ojos ante la anticipación.

Al final el beso nunca llego, algo irritado volvió a abrir los ojos y poso su miraba sobre la cabeza de Haruka que ahora estaba apoyada en su hombro izquierdo, con su mano derecha sobre el mismo, pudo distinguir levemente la agitación del cuerpo de Haruka, ¿Se estaba riendo de él?

-HA-RU-KA…- Yakumo la llamo enervado, Haruka se recompuso al oír su nombre separado silaba por silaba- ¿Estás jugando conmigo?-ella levantando la cabeza para mirarlo con una sonrisa divertida en su rostro, luego fingiendo ponerse seria, levanto un dedo sobre su cara y sentencio

-Nop, esto es por todo lo que me has hecho pasar, una pequeña venganza- en la cabeza de Yakumo aparecieron muchas venitas estilo anime y con un rápido movimiento, dejo a Haruka debajo de él, acostada en el sofá, y aprisiono sus muñecas sobre su cabeza con sus manos

-Esta me la pagaras Haruka

-Lo siento, parece que el tiempo se ha acabado- levanto un poco su cabeza y deposito un suave beso en la frente de Yakumo- te deseo la mejor suerte- Yakumo no entendía lo que quiso decir con esto, hasta que un fuerte sonido se hizo presente y el mundo en el que estaba de repente desapareció de golpe, envolviéndolo en la oscuridad.

Al poco tiempo todo fue iluminado por una luz proveniente del exterior, producto de abrir levemente sus ojos, el sonido chillante y conocido lo estaba llevando de vuelta a la realidad. El móvil de Yakumo sonaba repetidamente sobre su mesa, anunciando la llamada entrante de alguien bastante insistente, "otra vez ese oso… o podría ser alguien más…" pensó Yakumo medio dormido.

Se dio vuelta en su cómodo sofá para intentar alcanzar al aparato que chillaba sobre la mesa, pero al estar medios dormido, más dormido que despierto, no calculo bien la distancio, acercándose mucho a la orilla del sofá y cayendo de bruces al suelo, provocando un fuerte ruido sordo al impactar su cuerpo en el frio piso de la sala

-¡Ugh!- el fuerte golpe lo dejo en el piso por un instante, confundido.

Coloco su mano izquierda sobre su cara, apartando de sus ojos la luz que había en la habitación, tratando de procesar todo lo que pasaba.

Él estaba durmiendo su amada siesta, había tenido un sueño muy raro, el celular lo despertó y cayó al suelo tratando de alcanzarlo. Bien ahora estaba todo en orden, lo siguiente era, ese sueño…. ¿De qué trataba? Esa parte la tenía confusa, el repetitivo sonido del celular no lo dejaba pensar claramente.

Se levantó del piso sobándose la parte posterior de su cabeza que ahora le estaba comenzando a doler, cogió el celular, y miro la llamada entrante, "ese oso de nuevo" pensó con algo de fastidio al asumir que su dolorosa experiencia recientemente pasada fue culpa de él. Decidió no contestar, si era algo importante el mismo vendría a buscarlo y lo arrastraría de nuevo con él como siempre hace.

Estirándose un poco, Yakumo vio la hora en el celular, eran pasadas las 4 de la tarde. Se sintió extrañado por un momento, ella no hubiese ido a despertarlo o a molestarlo. Encogiéndose de hombros, decidió que no le importaba lo que hacia ella con su vida, si quería venir que lo hiciera y si no, pues que no.

Ante este pensamiento el corazón de Yakumo se estremeció. ¿Y si no volvía? No es que le agradara su compañía ni nada, pero tampoco le molestaba "Ya basta, no es nada mío, puede hacer lo que quiera" Nuevamente ante este panorama, Yakumo se sintió… ¿Decepcionado? Aunque su rostro inexpresivo nunca lo demostró por afuera, su mano hace rato estaba revolviendo nerviosamente su pelo.

Suspiro al darse cuenta y se detuvo, "¿Que me pasa? No es como si…"

"-¿Qué quieres Yakumo?- -Quiero que me beses" los ojos de Yakumo se abrieron por la sorpresa al recordar parte de su extraño sueño reciente. Sin darse cuenta comenzó a retroceder hasta tropezar con la silla que estaba detrás suyo, trato de estabilizar el cuerpo agarrándose de la mesa pero lo mala posición en la que estaba solo hizo que arrastrara con él la mesa, cayendo inevitablemente al piso, parecía que hoy no era su día

-¡Mierda! – Maldijo bajo a su mala suerte- ¿Porque diabl… espera… yo quería besar a Haruka?- se respondió estático en su posición todavía en el piso, entre la silla y la mesa- no, no es posible, no es como si tuviera sentimientos por ella- lo negó con un movimiento de cabeza como se tratara de convencerse a sí mismo- Ahora que lo pienso, ¿De qué iba ese sueño?- murmuro bajo, mientras trataba de recordar más sobre ese sueño.

La nueva llamada entrante sacudió a Yakumo de sus pensamientos, Gotou nunca fue una persona que se rindiera fácil. Fastidiado y algo enojado, se levantó del suelo e ignorando completamente el móvil, se dispuso a acomodar las cosas para que volvieran a su plano original.

Después de un tiempo sintió la fatigado por el exceso de energía que había gastado en tan poco tiempo, se permitió estirarse mientras un largo bostezo se escapó de sus labios

-Bueno supongo que después lo recordare… o a decir verdad mejor lo olvido, será mejor…. –sentencio perezosamente mientras se refregaba los ojos