Este es mi primer fanfic, asi que porfa no sean TAN duros conmigo! pero igual se aceptan criticas de todo tipo. Si tambien me la pueden rayar si quieren xD

Capitulo 1: El boton de una flor.

Cuando despierto, me siento con un humor diferente, entro al baño y me descubro con una sonrisa en el rostro. Es muy raro verme así, no soy yo, es otra versión de Katniss, una mejor Katniss.

Me doy una ducha rápida y elijo un atuendo al azar.

Por primera vez en mucho tiempo, desde que papá murió, no tengo la sensación de querer ir al bosque, lo único que quiero hacer es ver a Peeta.

Bajo dando saltitos, hasta a mí me sorprende lo feliz que estoy.

Feliz, me gusta como suena esa palabra.

Vi una nota de Sae junto a una canasta con panecillos con glaseado recién hechos.

Buenos días Katniss, lamento tener que irme tan rápido pero me necesitaban en el Quemador.

-Sae

Me meto uno en la boca, tomo las llaves, abro la puerta y ahí parado, con la boca abierta esta él.

Al vernos ambos abrimos la boca pero él rápidamente la cierra y me da una sonrisa diferente a todas las que antes me ha dado.

-Hola Kat- dice sin dejar de mirarme alegremente.

-Peeta- digo con un tono extraño, con timidez y sorpresa.

Estaba boquiabierta, contemplándolo, sin duda, ese era Mi Peeta.

Reaccioné rápido al ver como cambiaba su gesto.

–Justo iba a verte, pasa– digo con una sonrisa en el rostro mientras me hago a un lado.

Me dio otra sonrisa.

Se dirige a la cocina y yo lo sigo. Al ver la nota de Sae me pregunta

–¿Sae vino antes de que despertarás? –

–Si, hoy no tuve muchas ganas de ir a cazar– digo con un gesto en mi boca

–¿Tú? ¿No querías ir a cazar? – dice y se acerca arrinconándome a la barra de la cocina y poniendo sus cálidas manos en mi cintura.

–¿Quién eres y que hiciste con Katniss? – dice mientras agacha la cabeza lo justo para poner sus labios frente a los míos pero sin tocarlos

–Tu dime– le sonrío y ahora soy yo quien se acerca para que entremos en contacto.

Es un beso tan suave, siento como sus labios tiernos juguetean con los míos.

Es una sensación de bienestar tan agradable, me siento a gusto en sus brazos.

Nos separamos y nos miramos a los ojos.

Esos ojos azules que tanto me dan confianza y bienestar, me hacen sentir como si todo estuviera bien. Estoy con él, todo esta bien.

Sonreímos y me da un pequeño beso rápido.

¿Que sí podría acostumbrarme a esto? Ya lo hice.

Se separa de mí y busca un panecillo.

–Me quedaron ricos, ¿verdad? – hace un gesto señalando el panecillo que ahora se come

Me rio – Mucho, señor Modesto – esta sonrisa no desaparece de mi cara.

–Si, digamos que la modestia es una de tantas cualidades que poseo – dice con un tono muy elegante. Ambos reímos.

–Hoy tengo ganas de hacer algo diferente – digo mientras pongo los codos junto a la canasta y la cara entre las manos.

–¿Cómo que? –

–No se, y ¿si te acompaño a la panadería? – digo entusiasmada por la idea

Él dudo unos segundos.

–Si, como quieras– dice Peeta tratando de parecer convencido.

¿Soy yo o el dudo? ¿Por qué dudo? Esperaba que respondiera de inmediato con un enorme "¡Si!"

–¿Por qué dudas? – eso casi parece un regaño

–¿Dudar? No, yo no dude–

Le lanzo una mirada asesina y un bufido.

He aprendido del mejor, Buttercup.

–Bueno, no voy si no quieres que vaya– digo mientras le doy la espalda.

–Katniss, por favor–

– ¿Qué? – respondo sin molestarme a mirarlo

El rio, eso me enojo.

– Vamos Kat – hace una pausa – lo pensé porque no sabia si te gustaría del todo la panadería, quizá te podrías aburrir, tú me has visto hacer glaseados, me concentro tanto que se me olvida hablar–

Eso es cierto, pero me encanta ver la cara que pone al hacerlos, de vez en cuando entrecierra los ojos y pone una mueca graciosa en la boca. Definitivamente quiero ir a la panadería. Pero, ¿va a seguir hablando?, esta pausa ha durado mucho.

Me volteo para ver que pasa y él esta a unos centímetros de mí con una sonrisa en el rostro.

–A mí me encantaría que vinieras a la panadería conmigo– dice, me toma la cara entre sus fuertes manos y me da un beso en la punta de la nariz.

Se me para el corazón cada vez que esta tan cerca.

–Vamos Kat, el que se enoja pierde– dice alegremente

No es posible que me venza tan rápido, con tan solo darme una pequeña sonrisa ya me tiene en sus brazos. Él me vuelve tan débil.

Le sonrío porque, ¿qué mas me queda hacer? –Soy el mejor panadero de todo el 12 ¿Real o no real?– dice yendo a la sala de estar –Real– contesto sinceramente sin quitarme la sonrisa.

Lo sigo y ambos nos tiramos en el sillón a ver televisión.

Ahora, ver la tele es algo que disfrutamos. En el pasado era un martirio.

Transmiten programas familiares, algunos mejores que otros. La presidenta Paylor ha hecho un buen trabajo al supervisar que en ningún programa se mencionen Los Juegos del Hambre.

Pero, con Peeta a mi lado, no me concentro en la televisión,

Busco cualquier excusa para acercarme más y él no lo hace difícil.

–Peeta–murmuro y dejo una pausa

Él se separa un poco y contesta –Si amor–

Amor. Esa palabra, de la boca de Peeta, hace que me estremezca. Siento un calor proveniente del pecho que se extiende por todo el cuerpo y me impulsa a besarlo.

No me contengo.

Un beso, es todo lo que necesito para sobrevivir pero no, siempre me encuentro con el hambre que sentí en la playa.

No me gusta separarme de él pero esta esa molestia de tener que recuperar el aliento.

Me quedo mirándolo a los ojos con devoción –Dime que me amas– digo, casi ordenándolo pero en el fondo es más bien una súplica.

–Te amo más que a nada en este mundo Katniss– contesta plantándome otro beso en los labios.

No se porque necesito que me diga que me ama, es solo que me siento tan bien cuando recibo la respuesta deseada.

Es como un veneno invadiéndome el cuerpo haciéndome sentir rejuvenecida.

Él me sonríe y no se porque yo no puedo hacerlo.

–¿No debías estar ya en la panadería? – pregunto

–Si, pero hoy decidí tomarme mi tiempo, ¿de que sirve ser dueño de la panadería si no puedes llegar tarde de vez en cuando? – dice mientras aparta uno de sus rizos de su frente.

Esto me hace reír y siento como los músculos de mi cara se destensan.

–¿No te gusta que este aquí? –pregunta

–Me gusta más que nada en este mundo– respondo y le doy una sonrisa que el me devuelve.

–¿Quieres que nos vayamos ya? –

–No– respondo como un rayo –Vamos a quedarnos así– digo y me recargo en su pecho –por un…solo un momento– digo en un suspiro.

El acaricia mi trenza y yo dibujo círculos en su fornido pecho.

Solo escucho sus latidos de su corazón, es como si tuvieran un ritmo muy especial.

Bum bum, bum bum, bum bum…

Es una cadencia tan suave, tan ligera, como los pasos del cazador, lento, preciso y seguro de lo que quiere.

Bum bum, bum bum, bum…

¡Oh!, podría estar así todo el día, recargada en el pecho de Peeta, sin nada más que hacer, sin nadie más. Solos él y yo.

Bum bum, bum bum, bum…bum bum bum bum bum

¿Por qué? ¿Por qué su ritmo cambio así?

El rápidamente se incorporo y obviamente yo también.

Al fin supe por que se levanto tan rápido.

¿Qué les parece? Ya tengo el capitulo 2, le sigo o ahi muere? xD