Dudó por un instante ante el espejo, renunciar a estar juntos como antes ya se había vuelto prioridad, necesidad, para poder continuar respirando, pero ¿seria suficiente desaparecer su imagen diaria en el reflejo? Ocultó las fotos que pudiera encontrarse en su camino y cerró sus oídos a escuchar nombrarlo, ¿estaría bien? De todos modos vería a su hermano siempre en sus recuerdos… el pelirrojo se observo cuidadosamente, con una mano desacomodo su cabello para observarse el espacio donde alguna vez estuvo su oreja, si Fred estuviera de verdad frente a el, y no solo un ridículo espejo, podría encontrar en la imagen que observaba a alguien sonriendo, no con una línea fina en los labios cerrados, ni una mirada triste, estaría un hermano preparando una broma mentalmente por la falta de ese miembro. Tomó aire.

Apretó los ojos, sí, quería desaparecer el recuerdo que le estaba quemando, que lo hacia querer acompañarlo en donde quiera que ahora estuviera, estar solo, estar separados… ¿no era lo mismo que la muerte? Había perdido la mitad de su alma, no podía continuar con una mitad que sangraba de tristeza, de soledad, aquella mitad que vivía en un infierno pero no terminaba por destruirse.

Destruir los recuerdos, terminar con los momentos donde creía que iba a desaparecer, donde veía a su gemelo y sentía que el aire llegaba de nuevo a sus pulmones, no iba a revivir y lo sabia, y el no podía fingir que de verdad se sentía vivo, o siquiera consiente de su realidad.

Tomó aire de nuevo, y busco con la mano un objeto, el que fuera, sus dedos chocaron solo con un cepillo con cabellos rojizos, serviría, esta vez suspiro y con la mirada fija en el lavamanos hizo chocar el cepillo con el espejo, escuchó los crujidos de este, y sintió calor en el dorso de su mano, había fallado y ahora un liquido cálido bajaba por ella, la miró, no sentía dolor, no sentía nada, volvió la vista al frente, la imagen lucia terriblemente distorsionada, hundida, y sabia que se desmoronaría pronto, lo miro, se miro, su reflejo le sonreía a pesar de que el no tuviera esa sonrisa en su rostro, sus ojos se abrieron con sorpresa, pero el otro mantuvo una mirada de ternura, después las piezas colapsaron.

Paralizado esperaba que de repente las fragmentos se unieran de nuevo para que el pudiera ver a su hermano otra vez, al no hacerlo busco otro espejo, frustrado recordó que había sido él quien los había ocultado, corrió a donde había colocado la mayoría, respiraba lentamente de la pura presión que su pecho le hacia sentir de nerviosismo, al entrar al cuarto chocó con el mismo varias veces, pero ninguno de esos sonreía, quiso no haber visto esa sonrisa, pero la extrañaba tanto, miro los espejos y sus labios se curvearon para dejarla salir, sencilla y cálida, la carrera había regresado el cabello a su lugar y se vio como su hermano, tan idénticos como siempre lo habían sido, se sintió estúpido por ocultarse, por ocultarlo en el mismo, como si la idea de que podía dejarlo atrás en realidad no fuera imposible como lo era, por que es imposible olvidarse a si mismo ¿no? Y ambos ahora vivían en uno… o eso se estaba haciendo creer para curar mal una herida que seria curada desde adentro, por solo una persona…se sentó y fingió que no existían dichos espejos, que a donde quiera que mirara lo encontraría, y se aseguro de sonreír a todos, para recibir otra...