Originalmente por mi amiguitap kata-chan
y yo oslo lo paso .
Bueno aquí ta la nueva historia de mi amiguitap
que les prometí y que promete dejarlas enganchadas de principio a fin. Espero que apoyen esta magnifica historia y dejen muchos muchos muchos reviews
•Enamorada
de mi Hermanastro•
"Desagradable visita"
-¡No!- repetía nuevamente oponiéndose rotundamente a la noticia de le daba su padre, cruzo sus brazos demostrando su molestia, y giro su cabeza al lado opuesto de el hombre de edad.
-Hija, por favor, yo no se que es lo que tanto te pesa, si InuYasha también merece estar con su padre- Higurashi volvió a llevarse la pipa a los labios.
-¡El no es tú verdadero hijo!- chillo- tú solo lo asumiste, pero no es tuyo-replicó la muchacha ya hastiada del tema, he hizo castañar sus dientes.
-Se puede saber que te a hecho InuYasha- el hombre enarco la ceja y boto el humo de su boca placidamente mirándola fijo.
-Pues... él... este... pues… ¡Siempre me está fastidiando con sus tontos apodos!- Kagome golpeo con el talón el suelo, mientras de sus ojos salían chispas de enfado.
-No me parece razón suficiente, todos los hermanos- al ver la mirada de su hija- Muy bien... medios hermanos...
-¡Ni si quiera eso!- interrumpió
-el asunto es...- volvió su padre a hablar con voz más autoritaria- que InuYasha la última vez que vino fue hace 7 años atrás, ya están más grandes tú tienes 22 y el 25, pueden tener temas en común- trato de cómbenserla- lo última vez que se vieron fue cuando tú tenias 15 y el 18...
-No me interesa- hizo un ademán con las manos- y haz lo que se te plazca papá- se giro sobre si misma y cerro la puerta llena de rabia, el no comprendía… OH si vaya que tenían cosas en común... pensó irónicamente.
Higurashi solo movió su cabeza, que demonios le pasaba a su hija.
Kagome salio de la casa como un huracán, se puso sus zapatillas, y tomo su bicicleta para andar un rato por los jardines extensos de la casona, aquellos jardines que tanto había cultivado su madre antes de morir... aun que no tenía recuerdos de ella, pues falleció cuando ella solo tenía 3 años, su padre siempre hablada de su madre orgulloso.
Después de estar dando vueltas hasta la tarde, decidió que era hora de volver al hogar… Dulce hogar, al menos tenía la mente más despejada, pero el solo hecho de pensar en ese hombre, un sentimiento se apodero de ella y comenzó a pedalear más rápido, cegada por esa invasión en su pecho, noto casi enzima ya de la entrada de la casa que había alguien, ¡ups! demasiado tarde, lo había atropellado con la bicicleta, ¿el resultado, la bici metros más haya aun con la rueda girando en el suelo, y ella enzima de la persona.
-Lo... lo lamento mucho- se disculpó mientras se sovaba su cadera sin fijarse mucho en quien era la persona, por la vergüenza de haberlo atropellado.
-Vaya..no me esperaba un recibimiento tan agradable de parte tuya- le ironizo una profunda voz masculina.
Kagome abrió los ojos apresuradamente, y se encontró con un mirar intenso de color dorado, y luego se dio cuenta de la posición en la que se encontraban, ella sentada sobre las caderas de él, antes de que pudiera hacer algo...
-InuYasha! ya haz llegado-lo recibió alegre el hombre- OH mira Kagome y aun así tú te oponías, ja ja ja- rió feliz Higurashi.
-¡Papá!- Kagome se levantó apresurada y tomo su bicicleta, entró como un demonio furioso al interior de la casa, mientras escuchaba las risas de ambos afuera- par de cretinos- susurro.
-Disculpa, sabes como es- le extendió la mano para que se levantara
-No hay problema padre- cojio la mano ofrecida y se incorporo.
-Entremos entonces- InuYasha le siguió y se acomodaron en el living- ¿y como está Isayoi?
-Bien- dijo él mientras dejaba las maletas en el suelo.
-me alegro- encendió una nueva pipa- Kagome! baja un momento!
Se sintió movimiento en el segundo piso, y luego pasos fuertes escaleras abajo y algunos rezongos.
-Que pasa- le habló a su padre con frialdad, sin mirar a InuYasha.
-lleva las maletas de InuYasha a la pieza de huéspedes por favor.-ordeno su padre mirándola con expresión seria pero ojos divertidos.
-¡Pero esa habitación queda al lado de la mía!-se quejó acelerada.
-¿Y?- su padre no veía el problema.
Kagome suspiro- Olvídalo- resignada, se acerco a InuYasha, pero sin mirarle, tomo las maletas y volvió a subir, simplemente no podía entender como su padre era tan distraído, si solo supiera que...
-Ahhh...Idiota, Idiota, idiota- dijo mientras dejaba las maletas sobre la cama.. y miraba concentrada el ventanal de la pieza.
-me llamo InuYasha... no idiota "princesita"- Kagome se exaltó, InuYasha apareció en la puerta de repente, ella le miró seriamente, esta vez... no seguiría su juego... pero cuando trato de salir, InuYasha extendió sus brazos poniendo cada palma de mano a cada costado de la puerta, provocando que la azabache no pudiese salir de la habitación.
-Dejame salir por favor- lo miró a los ojos retandolo con ello- mientras cruzaba sus brazos como de costumbre demostrando que no le gustaba esa situación.
-Y dame una razón para dejarte salir- acercó su cara a la de ella, Kagome dio un respingo intantaneamente.
-Porque si te acercas a mi... te aseguro que tu carita no quedara tan linda, despues de un puño gentilesa mia en tu rostro- Kagome levanto la barbilla, para que el notase que está vez ya no era la niña de el tiempo atras, y le mostro su mano empuñada.
-Ja Ja- se burlo- entonces correre el riesgo- y brillaron sus ojos.
- de que habla...
La joven abrió sus ojos grandemente, InuYasha había unido sus labios a los de ella, se estremeció al sentir las grandes manos de él, que se alojaban en sus caderas, ella se quedó estatica, no correspondeo el beso, estaba demasiado impactada... pero en cambio la boca de él, se movia sin cesar en la de ella, sus labios y los de ella.. unidos... Dios.. eso le traia tantos sentimientos y sensaciones de tiempo atras...
-Kagome! telefono hija!- se escuchó la voz desde abajo de su padre.
Ella reacciono, antes de comenzar a seder en el beso y lo empujo con una furia estremecedora, y salió corriendo escaleras abajo, tragando oxigeno a bocanadas, bajo con el corazón en la mano, su padre la miro con una sonrisa acojedora, y ella ya estaba más calmada.
-Gracias- le dijo y tomo el telefono que su padre tenía en la mano- a..alo..-tartamudeo mientras con sus dedo enredaba el cordon del fono- Ah! Hola Kouga.
InuYasha pasó por su lado, pero no la miró.
-Cretino.. no! no ! Kouga no era para ti- se disculpó ante su imprudencia.
InuYasha se sentó al frente del televisor, y su padre se sentó al lado de él.
-Por cierto hijo, despues de cenar saldre- le habló su padre que dejaba el diario que estaba leyendo sobre la mesa de centro.
-Asi.. entiendo- en verdad no estaba tan interesado en escuchar lo que le hablaba su padre, si no más bien en escuchar la combersación de la muchacha, que se oía muy animada hablando.
-Ajá un beso para tí también- colgó y soltó un suspiro, sabía que él la estaba mirando, podia sentir sus ojos inyectado en su espalda, Decidió darse la vuelta y encararlo. Pero al girarse y verlo con una risa tan sexy, no pudo decir nada, más solo atinó a sacarle la lengua, y subir escaleras arriba tan rápido como un leopardo.
-Ja ja ja, pareces una niña malcriada- se bufo con una sonrisa cinica.
o
La mesa ya estaba servida al fin, y un holor exquisito salia de la cocina.
-Esto uhele estupendo Kaede- le dijo InuYasha mientras cerraba los ojos ante el aroma, las comidas de Kaede eran su vulneravilidad.. bueno y quizas otra cosa.
-Gracias.. avisale que esta servido por favor mi niño.
-eh?.. que vueltas, crees que soy tú mensajero- reclamo él ambarino, Kaede le piñisco.-Que va vieja! ya voy, ya voy- se dirigió asia las escaleras- Papá, Cara de Goma! está servido.
-Idiota me llamo Kagome!-se escuchó de respuesta arriba inmediatamente.
-Ya vamos- concilió su padre
´La anciana sirvió los platos.
-¿Kagome comera?- preguntó la ama de casas, al ver que aun no estaba sentada, cuando siempre era la primera en hacerlo.
-No se.. se está tardando.. quizas saldra con Kouga, porque él la llamo está tarde.
Un aroma se sintió en la sala, y no era precisamente de la comida, si no más bien olia a mujer. Kagome apareció en el comedor vestida con un vestido azúl claro apegado al cuerpo, y enzima una chaqueta de jen cerrada solo con dos botones bajo su busto, denotando más sus pechos y en sus pies unos zapatos Chinos calipso suave, y su boca con un suabe brillo labial pintada, simplemente se veía preciosa.
InuYasha clavo sus ojos con afan en sus curvas, y sus pupilas se dilatarón suavemente, su mirada fue algo fiera. Kagome lo noto perfectamente, pero trato de no darle tanta importancia.
-¿Vas a salir con Kouga?- pregunto su padres despreocupado mientras seguía comiendo.
-Si.. Kouga me llevara y traera asi que no te preocupes- un bosinaso se escuchó afuera- Ups! ese es él, nos vemos papá.
-Cuidate.
-Sip- y le tiro un beso con la mano, para caminar rápidamente asia la puerta.
-¿Quién es Kouga?- preguntó él ambarino.
-un amigo de Kagome, pero no me extraña que pronto sean novios, asi como van- y volvio a meterse otro bocado a la boca.
-Permiso.. se me quitó el hambre- y se levantó como un animal enjaulado para encerrarse en su habitación.
-Dije algo malo...¿?- miró sin entender a Kaede.
-Usted no tiene remedio- le dijo entre risas la anciana mujer.
Pasada las tres de la mañana se sintió el motor de un Toyota llegar a la entrada de la casa.
-Gracias Kouga, me la pase genial- sonrió de buena gana, muy feliz.
-Yo tambien, nos vemos la proxima semana entonces cariño.
-Claro!- respondió animada, no le molestaba que Kouga le dijera asi, él era su mejor amigo, y se la pasaba tan bien con él.
-Adios preciosa que estes bien!- y el toyota se fue a toda prisa.
Para no hacer ruido Kagome se sacó sus zapatitos, y suavemente cerró la puerta tras de si.
-Ahh-suspiro aliviada.
-¿Estas son las horas de llegada de una dama?- escuchó la voz profunda e intensa de él, y de pronto apareció detras de las escaleras una presencia imponente y varonil..
-InuYasha- exclamó sorprendida, pero inmediatamente frunció el seño- no es de tú incumbencia.
-Yo creo que si- rebatió calmado, acercandose a la figura femenina, está aclaro su mente rápidamente.
-Y se puede saber ¿por qué?- reclamó hastiada, se estaba acercando demasiado, y eso le ponía nerviosa... muy nerviosa.
-por que...- acarició la mejilla de Kagome con su palma, tocando la suave piel.
-Inu.. por favor-exigió devilmente- no te metas en mis cosas- cerro los ojos unos segundos.
-y... ¿ por qué no acerlo?- y la mano que antes acariciaba la cara de ella, había desendido acariciando su cuello con el dedo indice.
-No entiendo por que te metes en mi vida- protesto en un susurro, mirandole a los ojos.
-Porque... eres...mi.. hermanastra- acerco su cara más a la de ella...
Esa respuesta hizo a Kagome reaccionar, tomo la mano de él y la alzo, para pasar bajo su brazo, y subió las escaleras, a medio camino se detubo y se dio la vuelta para mirarlo con una mezcla de tristeza y enfado.
-pues los hermanastros no se besan, ni ahora ni menos en el pasado!- corrió a su habitación con las fuerzas que le quedaban...
-mierda..- fue lo único que logró decir enraviado con sigo mismo, mientras asia una mueca...
Continuara...
