¡Holiwis!, muy bien esta historia de verdad que no se como salió pero espero que les guste *-*

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Kishimoto-sama


–Y a-al final e-eso queda así–dijo una pequeña con voz delicada señalando el resultado de su cuaderno– ¿L-Lo viste?

El niño tardó un rato en procesar lo que le había dicho la ojiperla, esto le estaba costando, porque a pesar de que la chica fuera buena enseñando, la multiplicación no era lo suyo, ¡Rayos, odiaba las matemáticas!

–No entendí Hinata-chan–dijo el chico tomándose de los cabellos rubios entre sus manos– ¿Cómo puedes saberte todo eso?

–E-Es que no es difícil Naruto-kun, solo t-tienes q-que practicar–dijo la niña tratando de calmar al rubio, dedicándole una sonrisa, haciendo que el rubio se le quedara viendo– ¿Q-Que sucede?

– ¿Eh? N-nada, es solo que...–trataba de decir el rubio sonriendo–Pareces una muñeca.

La niña bajo la mirada triste– ¿V-Vacía y sin s-sentimientos?–dijo la niña con tristeza.

– ¡No no no, quiero decir linda y delicada!–gritó el rubio sonrojado– ¡No quise decir eso, yo lo decía en buen plan dattebayo!

La niña al oír aquello se le subieron los ánimos al igual que el color en sus mejillas–G-Gracias.

El rubio suspiró, casi lo arruinaba todo, pero que no lo malentiendan no era que le preocupara perder la comunicación que tenía con la Hyuga, ahora que habían formado un vínculo, convirtiéndose en amigos aunque para él no fuera suficiente, no señor, todo era por los estudios claro está...Bufó... ¡A quien engañaba, esa chica era linda, inteligente, sencilla, amigable, no lo rechazaba como los demás y sabía cocinar a tan corta edad, era perfecta!

–D-De nada–dijo rascándose la cabeza.

–B-Bueno sigamos a-ahora c-con la tabla del t-tres–dijo la ojiperla mientras el rubio solo pensaba en ¡¿Quién rayos estaría tan aburrido para crear las malditas tablas de multiplicar?!

Luego de media hora el rubio por fin se había aprendido la tabla del tres, gracias a la ayuda y paciencia de la Hyuga, por ello luego de hacer un escándalo en la mesa de la biblioteca, siendo silenciado por la bibliotecaria como primera advertencia, decidió irse a comprar unos refrescos para los dos como agradecimiento a la ojiperla.

Después de comprar los refrescos en una de las máquinas con el dinero que le quedaba, fue hacia donde se encontraba la ojiperla, encontrándose con algo que le molesto mucho, y como no si allí estaba el teme con su y que quede claro SU Hinata.

– ¿Qué se significa esto?–gritó llamando la atención de los niños.

– ¿Naruto-kun que s-sucede?–preguntó la niña sin saber que pasaba.

– ¿Que sucede?–dijo el chico furioso– ¡Me voy nada más un momento y cuando vuelvo te veo con este teme!

–P-Pero si solo le estaba e-explicando...–trató de decir siendo interrumpida por el rubio.

– ¡Y de paso lo admites!–dijo el rubio ofendido– ¡Nunca lo creí de ti Hinata!

– ¿P-Pero que hice?–preguntó la chica pues no estaba entendiendo nada.

–Se supone que me debes de enseñar a mí no a él–dio señalando acusadoramente al azabache quien solo se limitó a suspirar, aquél rubio era molesto.

–Dobe–se limitó a decir–Hyuga me está explicando algo que tú ni siquiera entiendes así que mejor lárgate–dijo molesto el niño con tono arrogante mientras jalaba a la ojiperla hacia su dirección.

– ¡No te acerques a Hina-chan!–dijo el rubio molesto tomando a la ojiperla de la mano.

– ¿En serio, y por qué no debería de hacerlo?–dijo el azabache retándolo.

El rubio se quedó pensando, esta situación le hacía recordar a cuando un día sus padres y él habían ido a un restaurante y su madre había ido un momento al baño mientras que su padre había ido a pagar la comida, cuando su madre volvía del baño un señor se le acercó y le empezó a "coquetear" según le habían dicho que se le llamaba a eso, pero antes de que su madre golpeara a aquél sujeto llegó su padre a la escena y se puso delante de su madre, por lo que escuchó su padre le dijo al señor que era mejor que se retirara, pero el hombre le preguntó lo mismo que el teme...fue cuando se acordó cuando el hombre luego de que su padre le dijera unas palabras y lo mirara retándolo se retiró molesto, por lo que había escuchado eran efectivas así que para ese momento eran la mejor opción para que el teme se largara de una buena vez.

– ¡Porque ella es mi esposa!–terminó por decir colocándose delante de la una sonrojada ojiperla, para luego unir sus labios en un tierno beso como acto de posesión, obteniendo que el Uchiha bufara y recogiera sus cosas.

– ¿Funcionó?–se preguntaba el rubio incrédulo al separarse de la ojiperla y ver en dirección por donde se había ido el Uchiha, para luego voltear a ver a la ojiperla quien en esos momentos se encontraba más roja que un tomate, sobre todo porque ahora todos los que estaban presentes en la biblioteca la miraban luego de aquél espectáculo– ¿Estas bien Hina-chan?–preguntó inocente.

–Naruto-...–pero antes de que pudiera terminar la pobre chica se desmayó.


Luego de algunos años se encontraban dos jóvenes de dieciséis años en la entrada del instituto, esperando a que sonará el timbre, cuando de pronto vieron a una chica apresurada entrar por la puerta con el cabello a la altura de la cintura de color negro con tonos azulados, unos ojos color perla y un cuerpo deseado por unos y envidiado por muchas, la chica iba tan distraída que no se dio de cuenta cuando tropezó con cierto rubio haciendo que todos sus cuadernos fueran a parar al suelo.

–Y-Yo l-lo l-lamento–dijo la chica recogiendo sus cosas para luego levantar la vista encontrándose con aquellos ojos azules que siempre le habían gustado, tanto como el dueño, a quien había dejado de ver desde la primaria a causa de que su familia se habían mudado por el trabajo de su padre .Al verlo los colores se le subieron a la cara, debía admitirlo, todos aquellos años le habían sentado bien, casualmente el rubio pensaban igual de ella.

– ¿Hinata-chan?–dijo el chico asombrado, obteniendo un asentimiento de parte de la ojiperla– Wuao no te he visto desde...bueno primaria–dijo rascándose el cuello como signo de nerviosismo acordándose de aquella vez en la miró de pies a cabeza...si antes era hermosa, ahora lo era aún más.

Al notar la mirada del rubio encima de ella, la ojiperla solo opto por levantarse y con la cabeza baja decir–Q-Que b-bueno verte de nuevo N-Naruto-kun–de repente sonó el timbre–H-Hasta l-luego Naruto-kun...–dijo haciendo una reverencia y corriendo hacia sus amigas quienes le empezaron a dar codazos y molestarla por el color rojo en su cara.

–Pero mira que pequeño es el mundo–dijo con burla el azabache.

–Cállate–dijo molesto el rubio, haciendo que el azabache se burlara de él.

–Sabes, la Hyuga se ha vuelto muy bonita con el pasar de los años,de seguro y cae rápido a mis pies –dijo arrogante el azabache, cuando de repente recibió un golpe en su cabeza– ¡¿Arg pero qué demonios?!

–Ni lo pienses–dijo el rubio con tono amenazante–Ella es mi esposa–dijo para luego sonreír en dirección hacia donde se había ido la ojiperla.


Okey es mi primer Naruhina...soy nueva en esto pero espero que les haya gustado , si no les gustó son libres de expresar su opinión, todos los comentarios son bienvenidos.

¡Besos y hasta la próxima!