Konnichiwa. Hace ya bastante tiempo que vengo publicando esta historia, pero ahora quiero cambiar algunas cosas como los errores de ortografía, gramática y el formato en el cual comencé a escribirla (script) el proceso será lento pero planeo continuar con la remodelación del fic la cual incluirá títulos de ahora en adelante. Gracias por leer.

Nota: Debido a que dejé de actualizar hace bastante tiempo y quiero retomar la historia, he decidido comenzar esta nueva etapa con un resumen en el capítulo 17 a partir del cual, todo va a cambiar, espero que para bien (sería negativo que después de tanto tiempo no hubiera mejorado en mi escritura). También pienso re-escribir la historia porque esto ya es un caos antiestético pero... meh.. cuando me paguen :3


Destino Recurrente.

Capítulo 1. Cambio de dirección.

Freezer rompió tratos con los saiyajin antes de que se enterara de la leyenda que dice que un día aparecería un guerrero tan fuerte que no tendría rival en el universo. El hecho fue que el Rey Vegeta comenzó a cobrar demasiado por conquistar planetas y Freezer se negó a pagar. Temiendo una guerra en la que se unieran todos los saiyajin contra él, Freezer dejó en paz a la raza guerrera, en paz aparentemente, pues planeaba vengarse de ellos en el momento indicado.

Un día, los secuaces de Freezer Dodoria, Zarbon y las Ginew Tokusentai, llegaron a la Tierra para conquistarla, uno por uno fueron vencidos por los Z Senshis, con el alto costo de sacrificarse por la Tierra, murieron en los combates, todos excepto Goku que fue, como siempre, la única esperanza para el mundo y que al final se enfrentó cara a cara con Freezer, quien luego de una feroz pelea, descubrió al Súper guerrero legendario y fue derrotado por su némesis.

Sin embargo, todos los amigos de Goku murieron, incluyendo al guerrero Pikkoro, por lo tanto también Kamisama y las esferas del Dragón, además gran parte del planeta fue destruido y muchas vidas inocentes fueron sacrificadas en medio del infierno que se vivía ahí. Al final, los únicos que sobrevivieron fueron Gokú y milagrosamente Bulma.

Pero gracias a Kaioh-Sama, se enteraron de las esferas del Dragón del planeta Namek, y Bulma tomó la decisión de ir a ese planeta mientras Goku se recuperaba de todas las lesiones que había sufrido, que no habían sido pocas. Para eso, ella sola y con todo el coraje que tenía, construyó una nave espacial y se preparó para el viaje.

La noticia del guerrero que derrotó al tirano Freezer, corrió como pólvora por el universo y llegó al planeta Vegeta...

-¡Príncipe! ¡Príncipe!- un soldado saiyajin entró corriendo al salón Real, donde Vegeta se encontraba resolviendo asuntos de la realeza

-¿Qué sucede? ¿por qué entras gritando así?- preguntó extrañado

-Tiene que escuchar esto, señor, nos llegó hace un rato del planeta 79, lo tradujimos- el saiyajin aún agitado tanto por la emoción como por el ejrercicio que había tenido que realizar, extendió un papel amarillento -"Informamos a todos los habitantes de los planetas conquistados por el señor Freezer, que los rumores de su supuesta muerte a manos de un guerrero saiyajin, han sido confirmados. El señor Freezer ha muerto, por lo tanto, y si nadie reclama el lugar del emperador, han obtenido la libertad absoluta, se espera..." –el soldado se detuvo, imaginando que el resto del informe no sería de interés. Hubieron unos segundos de silencio

-¿Qué... que Freezer fue eliminado?- nadie podía creerlo, ni siquiera Vegeta que aguardaba la respuesta con el ceño muy fruncido

-¡Así es señor!- afirmó emocionado el soldado

-Pero... ¿quién? ¿cómo?- preguntó el príncipe sin salir de su asombro

-Señor, la muerte del señor Freezer ocurrió en un planeta llamado Tierra, según nuestros datos, allá fue enviado un guerrero al nacer que registró bajo nivel de pelea... llamado Kakarotto-

-Kakarotto...¿y por qué demonios no regresó a este planeta?-

-N-no lo sabemos, señor-

-¡Pues averigüe! ¡quiero saber cómo demonios eliminó a Freezer! ¡los planes eran que fuera yo! ¡yo soy el guerrero más fuerte!- comenzó a vociferar, todos lo sabían, por esa razón Vegeta se negaba a creer las noticias que habían llevado.

-¡S-si, señor! Si, lo sabemos- respondió el soldado asustado por la ira de su monarca

-¡Largo de aquí!– el soldado retrocedió haciendo caravanas muy asustado -¡maldita sea! ¡no puede ser posible! Yo soy el príncipe de los saiyajin, ¡un guerrero de clase alta! ¿cómo puede ser posible que un guerrero cualquiera se atreva a superarme?– gruñó con fuerza, con la frustración que lo estaba invadiendo, después salió furioso del salón y entró a una habitación contigua, se paró junto a una cama.

-Señor, ¿escuchó la noticia?– una voz fría y enferma le contestó

-Por última vez llámame padre cuando estemos solos- su voz sonaba cansada, hablaba lentamente

-...Padre...– dijo con esfuerzo -¿lo escuchó?-

-Si –el Rey aun era joven, pero estando en su última misión, contrajo una rara enfermedad que lo consumía poco a poco y muy dolorosamente, aún así, seguía reinando y así sería hasta que muriera aunque no faltara mucho para ese día -alguien me lo dijo ¿vas a permitir que se manche tu nombre y el mío?- preguntó con esa voz anciana que no concordaba con la verdadera edad

-No- respondió secamente, odiándolo

-¡Claro que no! Estás a punto de subir al trono ¿quién va a respetar a un rey débil y perdedor? Tienes que superar a ese guerrero que es de clase baja ¿cómo permitiste esta situación? Te advertí que tenias que practicar muy duro diariamente- después de eso, tosió largamente, Vegeta esperó a que el Rey dejara de toser y entonces respondió

-Así lo he hecho-

-¿A eso llamas practicar? ¡un mocoso pelea mejor que tú!- otro ataque de tos en la cual escupió sangre y pedazos molidos de algún órgano interno- ¡me avergüenzo de tener un hijo tan débil!– Vegeta apretó tan duro los puños que comenzaron a sangrar, se mordió la lengua para no hablar- ¡contesta algo no seas tonto!

-Voy a ir a ese planeta para pelear con Kakarotto... señor-

-...Soy tu padre- recordó el rey, odiaba que su hijo le dijera "señor", como si fuera algún desconocido

-Le recuerdo, señor, que los guerreros de clase alta no tenemos familia, usted mismo me lo dijo un día... con permiso –Vegeta salió del cuarto sin hacer caso de los gritos enfermos y patéticos de quien estaba en la cama.

-¿Le sucede algo, príncipe?- preguntó Nappa al verlo salir un poco alterado

-No me pasa nada, quítate de mi camino-

-Le recuerdo que hoy es tu reunión con Damaru-

-No fastidies-

Unas horas después, en el comedor, se encontraban reunidos los guerreros de más alta categoría, todos comían y bebían con gusto. Nappa, sintiendo esa obligación, se levantó de su silla y llamó la atención de todos

-Señores y señoras, es hora de presentarles a la que se convertirá en la mujer del príncipe, en cuanto se celebre la ceremonia de aceptación, por favor, permítanme presentarles oficialmente a: ¡Damaru!– todos aplaudieron, una saiyajin morena de ojos café, largo y ondulado cabello negro se paró de su asiento, sonrío y le hizo una caravana exagerada a Nappa agradeciéndole, todos rieron. Todos notaron que Damaru era una mujer decidida, segura de sí misma, hermosa y esbelta. Más de uno la deseaba, pero lo que más les importaba a los que estaban ahí, más aún que su descripción, eran su gran fuerza y habilidad para los combates. Era una mujer digna del sucesor del trono, era líder, de buena estirpe.

Las leyes de Vegetasei, dictaban que cuando un hombre saiyajin pretendía a alguna mujer y viceversa, se celebraban una serie de combates, primero contra todos los demás pretendientes, y si se ganaba, habría un combate contra el pretendido, no importaba si ganaba o perdía, lo que se aseguraba con esa ceremonia es que ellos dos siempre estarían unidos y se ayudarán mutuamente, pero eso sólo sucedería si el combate resultaba excitante para los dos, si alguno perdía el interés en la pelea, el vínculo se disolvía, todo este procedimiento ya se había llevado a cabo entre Damaru y Vegeta, pero en el caso de la realeza, era necesario realizar una ceremonia oficial en la que los dos debían hacer pública su relación.

-Damaru ¿quieres decir algunas palabras?- preguntó Nappa llevándose el protagonismo de la ceremonia

-Mmm... no– contestó y los demás rieron, incluso Vegeta sonrío

-¿N-no? Bueno, eh... ¿qué tal usted, príncipe?-

-Si- todos guardaron un silencio respetuoso- Cállate ya- los presentes volvieron a reír y siguieron festejando, al terminar de comer, Nappa se volvió a levantar.

-Como todos sabemos, mañana será la ceremonia de unión entre...-

-¿No te había dicho que te callaras? –Nappa decidió acatar la orden, y se sentó abochornado- Ha surgido un imprevisto, mañana a primera hora saldré en una misión importante– en el comedor se escucharon murmullos

-Yo iré con tigo– aseguró Damaru al príncipe

-No es necesario-

-Ya lo sé, pero quiero ir– respondió tercamente, los dos se miraron a los ojos

-Está bien-

-Príncipe, también iré- se incluyó Nappa, y Radditz no muy lejos de ahí, también se ofreció, al igual que otros voluntarios. Vegeta lo pensó unos segundos

-Iremos a conquistar un planeta llamado Tierra, y yo me encargaré de derrotar a un traidor llamado Kakarotto– hubo silencio, Radditz se quedó sorprendido al reconocer ese nombre, tragó saliva pero no quiso decir la causa de su asombro, los demás tenían puesta al mirada en Vegeta -si quieren ir, vayan a prepararse. Partiremos mañana- Todos asintieron y se retiraron haciendo una reverencia. Pronto el salón quedó vacío


A la mañana siguiente, todos estaban reunidos al pie de la nave, y rodeados por el pueblo.

-Saiyajins, iremos rumbo a una misión muy importante, mientras yo no estoy el Rey se encargará de todo– Dijo a modo de despedida su príncipe. Todos vitorearon a los guerreros mientras se metían en la nave.

-Vegeta ¿no vas a despedirte del Rey?- preguntó en voz baja Damaru

-Seguramente ya sabe que me voy- respondió secamente

-Pero deberías- le recordó, pues a ella le parecía que eso era lo correcto

-¡Que no, demonios!– desde el balcón de su cuarto, se podía ver una figura débil, enferma, en una silla, el Rey Vegeta veía partir a su hijo, él sabia que quizás fuera la última vez que lo viera, pero la realeza saiyajin no demostraba remordimientos o sentimentalismos, así que no dijo nada, aparte de susurrar con su voz cansina- te deseo suerte príncipe... hijo.

Ya estando en el espacio, Vegeta se metió en su cuarto de entrenamiento.

-Tengo que superar a ese... Kakarotto ¿cómo derrotó a Freezer? Debe haber tenido algún entrenamiento especial, ni siquiera yo podría haber tenido el poder para... al menos que... no, no creo, no puede ser que ese guerrero de clase baja se haya convertido en... ¡Súper Saiyajin!... ¿pero de que otra forma? Si es así, la única forma de derrotarlo es convertirme en Súper Saiyajin. ¡tengo que lograrlo- se atormentaba mientras entrenaba. Es que simplemente no concebía un saiyajin más fuerte que él -¡Nappa!- el guardián llegó corriendo

-Si, Vegeta-

-Reúne a la tripulación y diles que vengan a pelear conmigo ¡rápido!-

-Enseguida– pronto Vegeta estaba peleando contra 7 saiyajines al mismo tiempo, incluidos Nappa, Radditz y Damaru. Los más fuertes eran estos 3, más rápido de lo que hubiera deseado, acabó peleando sólo con ellos.

-Vamos, peleen con fuerza-

-Eso hacemos-

-Con ese poder no me van a hacer ni un rasguño-

-¿En serio?- preguntó irónica Damaru -¿entonces que es eso que sale de tu hombro? Parece sangre– Vegeta no hizo caso al comentario y siguió peleando.

-Radditz no me digas que ese es todo el poder que tienes, eres un debilucho- se burló el príncipe

-¿C-como sabe, señor?-

-No me gusta esa técnica que aprendió en tu última misión, para detectar el ki, siempre estás diciendo que somos débiles- se quejó el más grande

-Que tristeza ¡peleen!– el entrenamiento continuó, Radditz fue el primero en caer, luego fue Nappa, al final solo quedó Damaru

-Ahora si, prepárate para perder- le dijo la hembra entusiasmada

-JA ¿eso crees?-

-No me subestimes, la última vez casi te gano-

-Si claro, si tan solo no hubieras caído noqueada-

-Pero me recuperé y mi fuerza aumentó-

-Veamos si es suficiente-

-Si no lo es, por lo menos nos divertimos-

Así pasaron algunos días y Vegeta cada vez se obsesionaba más con la idea de derrotar al ser que lo deshonró. Pero no muy lejos de ahí...

-Cápsula 1 llamando a la Tierra... Cápsula 1... ¡papá contéstame! –después de muchos intentos, por fin se escuchó una voz al otro lado del monitor

-¿Bulma?- preguntó la voz de un anciano

-¡Papá, por fin! ¿por que no me hacían caso?- preguntó la chica angustiada

-Ah- el anciano dejó escapar una risita -es que salimos un rato a tomar un cafecito ¿qué se te ofrece?-

-¡¿Un cafecito?! ¿como pueden salir a tomar "un cafecito" cuando su pobre e indefensa hija sufre sola en el espacio?-

-¡Nah! No es para tanto- Bulma rugió como león hambriento

-¡Pásame a alguien que no esté tomando cafecito!- ordenó, no entendía cómo su padre podía estar tan tranquilo sabiendo los peligros que su hija sorteaba

-Mmm... a ver ¿quien ya terminó su cafecito?- se escuchó preguntar -Ah, venga por favor, Bulma quiere hablar con usted...-

-¿Hola?-

-Maestro Roshi ¿cómo están todos?- a la chica le daría un colapso nervioso si no le daban una respuesta pronto

-Muy bien, gracias linda ¿y tu, qué me cuentas, ya vas a regresar?-

-Estoy muy lejos, maestro- respondió tristemente

-¡Que barbaridad! ¿pues a donde te fuiste, de compras?-

-¡No estoy de compras!- gritó Bulma casi dejando sordo al maestro

-¿No? Mmm... ya sé, ¡te fuiste con el novio, pillina!-

-¡PÁSEME A ALGUIEN CON DOS DEDOS DE FRENTE!-

-¿Dos dedos?- Dudó un momento -No, aquí todos tenemos los dedos en las manos, pero mira, aquí está Yamcha que quiere mandarte besos-

-Bulma ¡gracias a Kami! ¿estás bien?- se presentó la imagen de su novio, Bulma casi rompió en llanto

-Ay Yamcha, no sabes por las que he pasado- le reconfortaba mucho que estuviera vivo, pero lo hubiera querido tener a su lado para no estar tan sola en esos momentos tan difíciles

-Me lo imagino...- respondió el guerrero angustiado

-¿Cómo está Goku?-

-Mucho mejor, ya puede hablar y casi, casi, mover un brazo, pero en unos días volverán a nacer las semillas del ermitaño-

-¿Y los demás?-

-Perfectos, gracias a ti todos revivimos y las esferas del Dragón de aquí reconstruyeron todo el planeta, dime ¿te fue difícil reunir las esferas en Namek?-

-No sabes cuánto, pero los namekuseijin fueron muy amables y me ayudaron-

-¿Cuándo vuelves?-

-Yo calculo que más o menos en un mes-

-Te extraño mucho- confesó Yamcha

-Y yo a ti- Bulma sonrió con melancolía, acariciando el monitor como si se tratara de él

-Bulma... yo... quisiera preguntarte... ¿cómo lo digo?- preguntó tímidamente. Pero antes de que el guerrero pudiera hacer su pregunta, Krilyn apareció en la pantalla, empujando a Yamcha

-Bulma ¿me escuchas? Primero, gracias por revivirme y segundo, Yamcha te quiere proponer matrimonio- dijo el muchacho soltando después una gran risa. Todos estaban celebrando volver a la vida y por eso estaban de un contento que irritaba a Bulma, pero en ese momento, su corazón dio un brinco violento al escuchar la proposición

-¿Por qué interrumpes, tonto?- regresó indignado Yamcha -Yo tenía que decírselo-

-¡Yamcha! ¿es... en serio?- preguntó conmovida

-P-pues... pues si– los dos se sonrojaron, Bulma tenía la voz entrecortada

-Yamcha... ay.. – se le escurrieron las lágrimas de la felicidad- te amo

-¿Si?-

-Si...- hubo un silencio en el cual los dos se vieron a los ojos a través de la pantalla -y acepto-

-¿En serio?- sintió una emoción tal que creía no poderla contener en el pecho

-Y en broma también- sonrió -Yamcha yo...- hubo un pequeño silencio, pues la chica creyó escuchar algo, frunció el ceño para luego abrir los ojos desmesuradamente y gritar -¡ay, por dios!-

-¡¿Qué?!- preguntó alarmado

-Yamcha, ¡estoy pasando por un planeta que va a hacer explosión!-

-¡Bulma! ¡No te escucho, se está cortando la comunicación!- gritó asustado por la expresión de terror de su novia. Bulma cortó la transmisión y aceleró hacia otro punto, mientras el planeta entero que estaba a un lado, comenzaba a hacer explosión. Apenas estaba saliendo de la zona, cuando una fuerte onda chocó contra su nave y la arrastró. Bulma trataba de resistir, era demasiada la velocidad y había perdido el control de la nave, que comenzó a dar vueltas sobre sí misma, cuando una roca se estrelló contra ella y Bulma se golpeó muy fuerte la cabeza contra una pared, lo último que alcanzó a ver antes de perder el conocimiento, fueron unos hombres cerca de donde había estado el planeta, regresando a una nave.


-Espero que ahora estés contento Vegeta, nos iban a dar comida- reclamó Damaru

-Bah, la comida de ese planeta no era buena-

-Eso estuvo espectacular, Vegeta- aplaudió Nappa

-Si, a pesar de ser un planeta pequeño, la explosión fue impresionante- continuó Radditz

-¿Ahora si ya entrenaste suficiente?- Damaru se incomodaba ante la incesante obsesión de su prometido

-No, algo falta, necesito entrenar de otra forma- Un soldado saiyajin interrumpió el diálogo

-Señor, acabamos de detectar una nave muy cerca de aquí. Parece estar abandonada, no se detecta actividad-

-No venimos a rescatar naves, sigue el curso-

-Si, señor-

-Pero podría haber alimentos o combustible que podemos aprovechar-

-No quiero perder tiempo, y no somos piratas espaciales- recordó el príncipe

-Bueno, como quieras- respondió Damaru

-Vegeta, podrías enviar a algún soldado, solo para ver... -sugirió Nappa, que sabía que lo que Damaru había propuesto era cierto. Vegeta gruñó molesto, pero pensando bien las cosas, recapacitó

-Está bien, de todas formas estoy aburrido-

-¿Aburrido después de destruir un planeta? ¡tu sí que necesitas emociones fuertes!- la nave saiyajin se acercó a la otra y, aprovechando su habilidad para sobrevivir en el espacio, Vegeta, Radditz, Nappa y Damaru se bajaron a investigar

-Está hecha con una tecnología distinta a la nuestra... tal vez más avanzada- observó Radditz

-Por lo menos está más bonita- dijo Damaru mirando de arriba abajo. Radditz inspeccionando entre algunos escombros, se dirigió a Vegeta

-Señor, encontré a alguien– Vegeta volteó hacia Radditz y vio una figura tendida bocabajo -parece que está muerta- con el pie la volteó hacia arriba, Vegeta se le quedó viendo fija y largamente, y después se acercó a ella, al igual que Damaru

-Si, parece que está muerta- coincidió la prometida del príncipe- es hembra ¿verdad? que rara está- dijo con cierto asco, esperando de alguien la apoyara, pero nadie lo hizo

-No está muerta, tiene un ki insignificante, pero vive- dijo sin dejar de verla, algo en esa muchacha le había llamado la atención

-Vamos por el combustible y la comida y nos largamos- sugirió Nappa

-Aquí las ordenes las doy yo- recordó el príncipe

-Oh... si claro, perdón príncipe-

-A mi me parece buena idea, a eso es a lo que venimos– defendió Damaru, Vegeta se dio cuenta de que los 3 lo observaban, así que apartó la mirada de la chica y la puso en Damaru, enseguida se apartó del cuerpo

-Esta nave tiene una mejor tecnología y está muy bien equipada, vamos a tomarla-

-¿Y qué hacemos con... ella?- señaló a Bulma

-Nos puede ser útil en algún momento, la llevaremos con nosotros- respondió el príncipe sorprendiendo a los demás, más a Damaru que hizo un gesto de enfado

-Pero ¿y nuestra nave?- preguntó Radditz

-Que alguien enganche las dos naves, este será mi cuarto de entrenamiento- respondió y nuevamente sintió que todos lo observaban -¿qué? No me miren así ¡muévanse!- Radditz y Nappa salieron de la nave, seguidos por Damaru que no acababa de comprender la situación. Vegeta dio una vuelta alrededor de la nave, luego fue otra vez con la chica, la cargó en brazos, -sin saber bien por qué, solo siguiendo sus instintos, y la llevó a una cama, se escuchaban ruidos en el exterior, pero él estaba distraído pues podía percibir su aroma, la dejó en la cama y se sonrojó un poco cuando se dio cuenta de que su falda, roja y diminuta, estaba alzada casi hasta las caderas. De pronto, escuchó una voz que gritaba cerca de los controles.

-¡Bulma, Bulma!- Yamcha gritaba desesperado -Creo que no me oye Dr. Brief ¡Bulma, Contesta!- Vegeta fue hacia los controles, había una pantalla arriba, ahí podía ver a un hombre gritando. Se acercó a la pantalla

-Bul... ¡que demonios! ¿quién eres tu?- preguntó extrañado al ver al saiyajin

-¿Buscabas a alguien?– preguntó burlándose

-¿Qué le hiciste a Bulma? ¡contesta!-

-Ah ¿su nombre "era" ese?-

-¡¿Qué le hiciste, infeliz?!- gritó asustado al escuchar "era"

-¿No te enseñaron modales?– en la pantalla aparecieron más personas con caras de preocupación que le provocaron repugnancia. Del otro lado de la de la nave, se escucharon gemidos, Vegeta volteó a ver por el rabillo del ojo

-¡Voy a traer a Gokú!- se escuchó la voz chillona de una mujer de cabello negro

-Te advierto, si le hiciste algo...- Yamcha estaba furioso

-Uy un insecto me amenaza ¡pero qué miedo!- se burló

-Eres un...-

-Vete acostumbrando, por que no vas a volver a ver a la hembra- Justo en ese momento, la chica despertó

-Aaaaaay... mi... cabeza ¿qué me pasó? –se quejó sobándose un chichón y aún sin abrir los ojos

-¡Bulma!- gritó el novio al escucharla

-¿Yamcha?- abrió rápidamente los ojos, sintiéndose un poco mareada, al ver a Vegeta gritó asustada -¿Quién eres tú?– él solo se le quedó viendo. La chica notó entonces la situación de su falda y se la bajó -más te vale que no me hayas hecho nada porque...-

-¡Cállate!- ordénó adolorido por sus sensibles oídos saiyajin

-No te preocupes Bulma, te encontraremos por el radar e iremos a rescatarte- aseguró Yamcha y todos los personajes detrás de él asintieron

-¿Cuál radar? ¿este?– preguntó aparentando inocencia el príncipe y tomando un aparato lo destruyó con las manos -¿o... este?– tomó el radar del Dragón y lo rompió

-¡Noooo! ¡deja eso!- gritó Bulma desesperada

-Milk llevó a Goku en silla de ruedas y su cara (o más bien, la parte que no estaba vendada de ella) apareció en la pantalla-

Goku: ¡déjala en paz, maldito!

vegeta: ¿o que? –dijo sin mirar la pantalla, viendo con curiosidad otro artefacto y rompiéndolo en sus manos-

Goku: tendré que ir a matarte –Vegeta seguía revisando y destruyendo cosas, sin prestar atención a la imagen

Vegeta: no me hagas reir ¿sabes quien soy? Soy el Príncipe de los Saiyajin, el guerrero más fuerte del universo- volteó un segundo a ver la pantalla y se desconcertó un poco al ver una cara muy familiar

Bulma: tu podrás ser el príncipe de los... quien-sabe-qué, pero Gokú es el guerrero que derrotó al tirano Freezer, nadie le puede ganar ¡ja! ¿no te esperabas eso verdad? -dijo eso al ver la cara de sorpresa de Vegeta- Será mejor que me dejes ir o Gokú vendrá por ti –reclamaba Bulma desde la cama-

Vegeta: ¡¿qué?! Tu eres... ¿tú eres Kakarotto?

Goku: no.. mi nombre es Gokú, no conozco a ningún Kakarotto

Vegeta: -cada vez más lleno de odio- ¡a mi no me engañas! Tu eres Kakarotto conozco a tu padre Bardock –Radditz, Damaru y Nappa entraron en ese momento a la nave-

Damaru: ¿qué pasa Vegeta? – los tres miraron la pantalla, Radditz abrió mucho los ojos

Radditz: ¿kakarotto?

Damaru y Nappa: ¡¿qué?!

Gokú: no soy Kakarotto, ya se los dije, soy Gokú y soy un terrícola

Radditz: ¡kakarotto! ¡Eres un traidor a nuestra sangre! -gritó horrorizado-

Vegeta: escúchame bien, Kakarotto, muy pronto llegaré a la Tierra y acabaré contigo y con tu planeta -dijo estrujando entre sus manos otro aparato-

Gokú: no lo voy a permitir... iré a rescatar a Bulma y...

Vegeta: para entonces ya estará muerta

–Vegeta fue por Bulma, la agarró del brazo, lastimándola, y con una gran sonrisa, la amenazó con una bola de energía. Bulma trató de zafarse, gritó y se sarandeó, pero no pudo. En la Tierra todos gritaron, angustiados e frustrados por no poder hacer nada, mientras Vegeta, viendo a los ojos a Gokú y ampliando se sonrisa, arrojaba la energy-dan. Hubo una luz cegadora, y la comunicación se cortó-