Los personajes y la historia no me pertenecen.

advertencia g!p

Esta es una adaptacion

Quinn

Prólogo

El pasado

159 días después de la liberación de las primeras Nuevas especies.

La siguiente sesión le incomodaba, pero Rachel intentó relajarse en su sillón. Miró el reloj y comprobó que llegaba tarde de nuevo. Los minutos seguían pasando y su enojo aumentaba. Esta era la cuarta vez que 466 llegaba tarde a una sesión. Lo hacía a propósito. Un fuerte gruñido amenazador la sobresaltó y su mirada se desvió a la puerta unos segundos antes de que esta sea abriera. El 466 estaba en el pasillo, con su cabello rubio desordenado, como si se lo hubiera secado boca abajo con un secador para darle esa plenitud.

Su oscura mirada mostraba claramente su rabia. Supuso que ella era el que había hecho ese ruido Uno de los guardias la empujó hacia adelante y entró en la oficina detrás de su cliente.

-"Aquí está. Ella no estaba muy contento, pero conseguimos traerla". El hombre lanzó una mirada asesina al 466. -"Cuatro de los suyos lo convencieron para que viniera por las buenas o habríamos tenido que ponerle grilletes y arrastrar su culo hasta aquí. Quería pelear conmigo".

Ella hizo una mueca.- "Por favor, siéntate 466. "

-"Al parecer no tengo otra opción. "Ella caminó hacia la silla que tenía frente a su mesa y dejó caer su cuerpo sobre ella con la fuerza suficiente como para hacerla crujir. -"y eso que decís que somos libres".

-"Tú pueblo y el mío acordaron las sesiones de terapia. Esto es para ayudarte. "

Cruzó brazos sobre sus pechos y puso una expresión de aburrimiento mientras la miraba.- "Si tú lo dices, pero no quiero estar aquí. Tú hablas y yo te escucho, pero hazlo rápido"

-"El objetivo de la terapia es que tú hables conmigo. Hablar sobre tus sentimientos hará que esta experiencia tenga éxito".

Ella la miró con sus ojos verdes. Eran hermosos, extraños, pero a la vez atrayentes.

Tenía las pestañas muy largas. Ella se movió en su silla y cruzó sus propios brazos.

-"No quiero tener una batalla de miradas de nuevo. Ambas sabemos quién va a ganar. Siempre lo hago. "Suspiró. -"Siento que tengas que estar aquí, pero necesitas estas sesiones".

Ella siguió observándola en silencio. Era un maestro en hacer que se sintiera incómoda.

El 466 solía mirarla como si pudiera leer su mente. De todos los sobrevivientes a los que había aconsejado, ella era su mayor preocupación. No tenía la menor idea de su estado emocional, de cómo estaba adaptándose a su nuevo entorno o de si incluso estaba intentado encajar.

-"He oído que no estás interesada en aprender algún deporte". Ella parpadeó. -"Estás pasando demasiado tiempo sola y esquivas a las guardias para alejarte del motel. Sabes que eso es muy peligroso". Ella no dijo nada.-"Ellas están aquí para protegerte. No pueden hacer su trabajo si no te quedas. Este es un lugar seguro y tienes que permanecer donde estás a salvo. ¿Qué pasa si alguien te ve? Los periodistas violaran el área y acosaran a tu gente por conseguir una noticia".

Bostezó y continuó observándola. Rachel se sintió muy frustrada, normalmente tenía mucha paciencia, pero el 466 siempre la estaba empujando. Podría hacer estallar hasta a un santo y, por desgracia, ella no era tan perfecta. Este trabajo en medio del desierto estaba siendo emocionalmente agotador. Había tenido que alejarse de todos sus conocidos y tratar con alguien que no apreciaba todos sus sacrificios estaba comenzado a enojarla de verdad.

Se inclinó hacia adelante y puso las manos sobre la mesa. -"Está bien. Es evidente que cuatro sesiones a la semana no te están haciendo mucho bien".

Sus labios se curvaron hacia arriba y estaba bastante segura de que era felicidad lo que brillaba en sus ojos, aunque era la primera vez que la veía. Eso hizo que su sangre hirviera.

-"Por fin estamos de acuerdo. No más sesiones. "Ella descruzó los brazos y parecía lista para irse. Su culo se levantó unas pulgadas de la silla cuando ella habló.

-"No tan rápido". Ella se dejó caer de nuevo y se recostó en la silla, pero su sonrisa murió a la vez que su mirada se endurecía.

-"Voy a aumentar el número de sesiones de cuatro días a la semana a siete días."

Eso provocó en ella una reacción de pura "rabia". Ella disfrutó un poquito al verla, ya que 466 parecía complacerse en hacer de su vida un infierno. Era su turno de sonreír.

-"¿Vas a hablar conmigo, 466? Estoy tratando de hacer mi trabajo y voy a ayudarte, tanto si te gusta como si no. Pasaremos más tiempo juntas hasta que te sientas cómoda y te abras conmigo. Quiero saber por qué eres tan antisocial con tu propia gente, por qué no quieres aprender algún deporte y cómo te estás adaptando a la vida fuera del laboratorio. No puedo darte el visto bueno hasta que hablemos de todo eso. "Ella se echó hacia atrás.- "No es como si estas sesiones adicionales vayan a interrumpir tu vida social. No tienes una. "

-"Tú no quieres realmente forzarme a más sesiones. Te hago miserable y no te gusto". Su suposición la sorprendió.- "No me caes mal. No te conozco porque no quieres hablar conmigo. Además, eso es irrelevante".

Volvió la cabeza para mirar a Glower, el guardia apostado en la puerta.

-"Haz que se vaya." El guardia soltó un bufido.

-"No va a pasar. Conoces el procedimiento".

466 la miró fijamente y se relajó en su silla.-"¿Crees que voy a matarte?"

A veces se preguntaba a si ella la odiaba. Era obvio que le molestaba que lo requiriese para las sesiones de terapia, pero no creía que 466 pudiese atacar a una mujer. No había visto en ella indicación alguna de una vena cruel y no mostraba tendencias de matón.

-"No."

-"¿Quieres que hable?"

-"Eso sería un buen cambio. Sí".

-"Haz que el guardia salga. No me abriré con nadie más que contigo. He leído sobre la confidencialidad médico-paciente y quiero eso".

Sus cejas se arquearon por la sorpresa.- "Todos los guardias han jurado mantener nuestras sesiones en privado y no pueden repetir lo que oigan en ellas. Él está presente porque soy una mujer. Está para protegernos a los dos".

-"Tú crees que voy a matarte." Ella le frunció el ceño. -"¿O es que piensas que voy a agarrarte, rasgarte la ropa y montarte contra la pared? "Sonrió mientras su mirada bajó por su cuerpo.- "Una referencia pesquera que aprendí en el último mes acaba de venir a mi mente; "Pequeñines, no gracias". No sería divertido para mí. Te rompería fácilmente. Eres muy frágil"

.

-"Cuida tu boca y muestra un poco de respeto," ordenó el guardia y dio un paso amenazante.

A Rachel le desconcertó un poco las crudas palabras del 466, pero era la primera vez que le oía hablar tanto, así que levanto la mano para prohibir al guardia que interviniera nuevamente y después apoyó la mano sobre su escritorio.

-"Déjanos." Miró al guardia.

-"De ninguna manera, Dra. Berry, este tipa es inestable."

-"Por lo menos está hablando. Fuera. Puedes esperar en la recepción o en el pasillo. "

466, obviamente, trató de ocultar su sorpresa, pero no pudo y recompuso rápidamente su expresión serena. -"Deberías agregar "Me escucharas gritar si ella me ataca".

El guardia negó con la cabeza y la irritación estalló dentro de Rachel. Sólo había unos pocos guardias varones en Site Four, pero nunca tomaban bien las órdenes.

-"Esta es mi oficina y yo decido como dirijo mis sesiones. Cierra la puerta al salir y espera en el pasillo. Estarás lo suficientemente cerca si hay algún problema. Es una orden directa, no una petición. "

-"Está bien." El guardia se giró, salió fuera y cerró la puerta tras de sí.

Rachel estudió al 466. -"Ahora estamos solas. Habla conmigo. ¿Por qué no haces deporte?"

Ella parpadeó un par de veces y el silencio se prolongó. -"Dijiste que hablarías si estábamos solas. Lo estamos. No me pareces el tipo de persona que incumple su palabra".

-"¿Cómo lo sabes?"

-"Hablo con un montón de nuevas especies. Sois muy orgullosos y respetáis la honestidad".

Sus manos soltaron los brazos de su silla y cruzó de nuevo los brazos sobre sus pechos.

-"Ellos no me interesan. Eso es una cosa humana y no lo soy. "Sus ojos se estrecharon.

-"Tú eres un híbrido humano."

-"Soy un animal en forma humana."

Ella encontraba fascinante las diferencias entre las nuevas especies y lo seres humanos.

Esas líneas estaban dibujadas con firmeza dentro de sus mentes. Le ayudaba a entenderlos un poco mejor. El 466 era aún más firme que la mayoría de las especies. El 466 aún estaba resentida y la entendía, teniendo en cuenta que había estado encerrada en una celda durante toda su vida y a merced de Industrias Mercile. Esa compañía farmacéutica los había creado mezclando la genética animal y humana y los había utilizado en sus investigaciones.

-"¿Por eso te has negado a elegir un nombre y mantienes tu número?"

-"¿Me veo como una Lissa, Mariana o Carla para ti?" Levantó una ceja. -"¿Parezco normal? "

Ella captó la indirecta de dolor que brilló en sus ojos y le dolió por ella. También le rompía el corazón y horrorizaba escuchar las historias de los sobrevivientes. La forma en como los había tratado Industrias Mercile. Nadie merecía la vida infernal que ellos habían llevado hasta que los habían descubierto y recatado. Los empleados de Mercile los había tratado como a simples sujetos de pruebas, sin compasión y sin humanidad. Para ellos simplemente eran números sin derechos humanos. Simples ratas de laboratorio. Su mirada recorrió su rostro. Tenía pequeñas diferencias físicas que siempre le diferenciaran de los seres humanos normales. Los huesos faciales de las nuevas especies estaban más pronunciados en las mejillas y el mentón. Sus narices eran más anchas y un poco más planas de lo normal. Muchos de ellos tenían los labios más carnosos y también colmillos. La forma de sus ojos podían reflejar su ascendencia animal. Ella se estremeció interiormente, al recordar la acalorada discusión que tuvo con su jefe la semana pasada. Habían discutido sobre la posibilidad de ofrecer cirugía plástica a las víctimas. Rachel le había dicho que eso sólo los traumatizaría más. Su jefe creía que cambiar su apariencia les ayudaría a encajar en el mundo. ¿Hice mal? Se mordió el labio. Quizás deberíamos ofrecerles la oportunidad de corregir algunas de sus anomalías faciales . Creía que ya habían tenido suficientes cambios en sus vidas e incluso le parecía una oferta ofensiva. Nadie debería cambiar su apariencia para adaptarse a la sociedad. Por supuesto, que ella no era la que tenia que tomar esa decisión, pero tampoco la ofrecería a las victimas hasta que alguien decidiera que era lo apropiado. El 466 y sus otros pacientes eran atractivos para ella, incluso hermosos. Ellos eran únicos y especiales, perfectos tal y como estaban.

-"Bien, ¿verdad?" su voz profunda la sacó de sus reflexiones.- "¿Puedes verme llamándome Carla en vez de 466?"

-"No y supongo que eres una especie canina. Puede que te distingas de los demás, pero no creo que sea algo malo".

Parecía sorprendida de nuevo.- "Me impresiona que no niegues que soy diferente."

-"No soy fan de los engaños. Soy psiquiatra. Estoy aquí para aconsejarte. Trato con verdades y emociones. Mentir y jugar sólo podría perjudicarte y quiero ayudarte. ¿Alguna vez has considerado la posibilidad de elegir un nombre? Algunas especies han optado por nombres atípicos. Nombres que reflejan emociones con las que se identifican o cosas que les gusta. Tú eres más que un número ".

Ella se encogió de hombros. Lo tiene. Ella ocultó la sonrisa que amenazaba con salir a la superficie, por fin empezaba abrirse un poco. Durante cuatro meses, ella había obstruido cada paso que daba.

Incluso había cambiado la hora de su cita y le había puesto al final del día, ya que no quería detenerlo si alguna vez se decidía hablar.

-"¿Cómo te sientes?

-"Molesta. Me gustaría no tener que venir aquí".

-"¿Qué harías en este momento si no estuvieras aquí?" Dudó. -"¿Quieres la verdad?"

"Estaba siendo sincera cuando dije que no soy fan de las mentiras."

-"Está bien. Probablemente estaría en mi habitación viendo videos porno en Internet y liberando alguna… tensión. "

Sus mejillas se calentaron por la vergüenza pero se negó a mostrarla. El tema sexual no era su especialidad pero no se alejaría del tema.- "¿Liberas la tensión a menudo? ¿Te ayuda con algunos de tus problemas de agresión? "

-"¿Cómo sabes que los tengo?"

-"Porque tienes una viruta en el hombro, porque parece que evitas la interacción con la mayoría de la gente de aquí y porque se me informó que trataste de iniciar un par de peleas con los guardias varones. Los provocas a pesar de saber que no tendrán ni una oportunidad contra ti. Tú eres físicamente superior. "

El orgullo en su rostro le resultó fácil de leer. -"Lo sé."

Eso le decía más de ella y le gustaba que ella tuviera autoestima. Era un paso prometedor en el proceso de recuperación.

-"¿Has probado a boxear? Algunos de tus compañeros disfrutan de ese deporte y les ayuda a liberar su ira".

Inclinó la cabeza.- "Ese no es mi concepto de pasar un buen rato."

-"¿Qué te interesa entonces? Veré que puedo hacer si me lo dices. Sé que todos tenéis Internet y televisión por cable para aprender mucho más sobre el mundo exterior ".

-"Dudo que quieras buscarme lo que quiero."

-"No lo sabrás a menos que lo pidas."

-"Está bien." Él sonrió, esta vez era una sonrisa verdadera. -"Mujeres. Me gustaría jugar con algo, pero no con una bolsa de arena. "

No debería haberse sorprendido con su respuesta, pero para ser alguien que se había negado hablar con ella durante tanto tiempo, parecía decidido a decir cosas que le incomodaban. Sospechaba que lo hacía a propósito.

-"Hay un montón de mujeres a tu alrededor, 466. El noventa por ciento del personal es del sexo femenino y algunas mujeres de las especies viven aquí".

-"El noventa por ciento de las hembras humanas están embarazadas o acaban de tener a su bebé. Tu pueblo sabe que nunca les atacaríamos y por eso las envían aquí con nosotros. Nuestras mujeres no quieren que las toquemos. No hay ni una a la que pueda joder. "

Ella no tenía palabras. Ninguna. Se inclinó hacia delante para mirarla, sin dejar de sonreír y de repente se puso en pie. Ella se echó hacia atrás en su silla, un poco de asustada con ella de pie. Estaban solas. No creía que le hiciera daño pero parecía que ella quería intimidarla y lo estaba consiguiendo. Ella olió mientras se inclinaba, puso las manos sobre su escritorio, a centímetros de las suyas y gruñó suavemente.

-"No tienes a un hombre en tu vida y no estás embarazada."

Ella tragó saliva.-"Tú no sabes nada sobre mi vida personal. Por favor, siéntate. "

-"Puedo olerlo todo sobre ti." Ella la miró fijamente a los ojos. -"Ya no llevas ese apestoso perfume y cambiaste a un jabón orgánico. "

-"Se me informó que hace daño a vuestro sentido del olfato."

-"Tuviste sexo esta mañana, pero estabas sola. ¿Ves porno en tu habitación, Dra. Berry?

¿Utilizas los dedos o uno de esos juguetes sexuales que he visto? "

Ella sintió como la sangre abandonaba su cara. ¿Cómo sabe eso? Otro pensamiento le golpeó y quitó las manos de encima de la mesa. ¿Todos los pacientes que he visto hoy saben que me he masturbado? Eso sería asombroso, si no le mortificara tanto y realmente esperaba que estuviera tirándose un farol.

-"Por favor, siéntate y deja de intentar provocarme para que te libere temprano de la sesión ".

-"¿Dónde está tu honestidad ahora?" Se inclinó hacia ella y aspiró lentamente. -"Yo. Puedo. Olerte. "Un suave gruñido salió desde lo profundo de su garganta.- "Me vuelves un poco loca y salvaje. ¿Sabes lo que quiero hacer al respecto? "

-"No. Por favor, siéntate"

Sus ojos eran más hermosos ahora que podía verlos de cerca. Ellos le recordaban a la selva. Sus pupilas parecían reducirse mientras la miraba. Ella gruñó de nuevo y se inclinó un poco más, hasta que podía olerla. Su aroma era agradable, también podía identificar el toque de otro aroma en ella. Había bebido café recientemente.

-"Quiero desnudarte, sentarte sobre este escritorio y lamerte entre las piernas hasta que ruegues que te folle. Entonces te pondré sobre tus pies, te daré la vuelta y haré que te inclinaras sobre ella." soltó un gruñido profundo. -"Te follare hasta que no podamos caminar, pensar o hablar."

Sus manos temblaban en su regazo y las cerró con fuerza. Deseó que la silla tuviera ruedas para alejarse de 466 y del escritorio. Y deseó no hacerlo. Su corazón latía rápidamente dentro de su pecho y la idea de lo que quería hacerle hizo que sintiera cosas raras en su bajo vientre.

-"Se sentiría muy bueno para las dos. ¿Quieres ayudarme? Quítate la ropa. Esa es la única forma en la que puedes hacer que me sienta mejor después de todas las cosas que he sufrido".

Ella se aferró a su última frase como un náufrago ahogándose y admitió que la encontraba demasiado atractiva. Tenía los ojos muy hermosos, era el espécimen, era sexy como el infierno.

-"El sexo no es la respuesta. Hablar sobre tus problemas lo es".

-"Hablaré mientras te follo. Estoy seguro de que hablare sobre lo bien que te siento alrededor de mi polla. "

Se obligó a mirar sus manos. Eran grandes y sabía que tenía callos en las yemas de los pulgares y en palmas. La mayoría de los sobrevivientes tenían esa anomalía y había notado en otras sesiones que ella las tenía también. Se preguntó cómo se sentirían sus manos sobre su piel. ¿Ásperas? ¿Bueno? O ¿cómo el papel de lija?. La idea de averiguarlo era demasiado tentadora.

-"Por favor, siéntate, 466." Ella levantó la vista para mirarle directamente a los ojos. -"O llamare al guardia".

Negó con la cabeza, pero se enderezó y volvió a su asiento. Ella respiró más fácil cuando estaba sentada. Una vez más cruzó los brazos sobre sus pechos y le frunció el ceño.

-"No me van los tríos. Sé que son muy populares entre los seres humanos, pero me pone enferma. No me excita el olor de otro machos en una hembra y tendría estrangularlo si te toca".

Su boca se abrió. -"No pensaba llamarlo para eso" Ella apretó los labios y le frunció el ceño.

-"Sabes que sí. ¿Te estás divirtiendo jugando conmigo? "Sonrió.- "No se me permite jugar contigo." Se lamió los labios, a propósito, para mostrarle la lengua. -"La próxima vez que tengas sexo acuérdate de mí, porque yo estaré haciendo lo mismo ".La diversión brilló en sus ojos. -"Tan pronto como salga de aquí iré a mi habitación " abrió un poco las piernas y ajustó su culo en la silla.-"Ya estoy dura ".

Su mirada se desvió hacia abajo antes de poder detener esa reacción. El contorno de su polla se marcaba claramente a través de los pantalones de chándal que llevaba. La mayoría de las nuevas especies odiaban usar ropa interior y obviamente 466 era uno de ellos. No estaba mintiendo. Ella jadeó ante su gran tamaño y ella se echó a reír. Ella le miró a la cara.

-"Eso es totalmente inapropiado. Veo que necesitas volver a las clases sobre qué decir a las personas y que no. ¿Recuerdas la regla 101 sobre los modales? "

-"Conozco la diferencia." Mantuvo la sonrisa en su lugar. -"Dijiste que querías la verdad y es lo que estoy haciendo. Volveré a mi habitación y-"

-"Entiendo", le interrumpió.- "Yo soy tu terapeuta y hay una cosa que se llama ética. Tienes que dejar de tener esos pensamientos sobre mí, porque nunca tendremos una relación física. " Eso mató su diversión.- "¿Por qué no?"

-"Hice un juramento y tú eres mi paciente. Necesitas mi ayuda y eso sería aprovecharme de tu estado frágil".

Echó hacia atrás la cabeza y se rio. Bajó la cabeza y abrió los brazos. -"¿Te parezco débil? No podrías lastimarme aunque lo intentaras. "Dejó caer las manos y se agarró a los brazos de la silla.- "Podrías morder, arañar, luchar conmigo y ponerte lo agresiva que quieras durante el sexo y lo disfrutaría. Me preocuparía más que te lastimaras".

-"Puedes irte. Nos vemos mañana. "La sesión no avanzaría mientras siguiera con el tema del sexo. Ella no se movió.- "He dicho que puedes irte, 466."

Respiró hondo y exhaló.- "¿Si te hago una pregunta me respondieras la verdad?"

-"Sí." siempre diría la verdad.

-"¿Me dejarías montarte si no fueras mi psiquiatra?"

-"No te conozco lo suficiente como para responder a eso. También te agradecería que me llamaras doctora en vez de psiquiatra. Lo preferimos así".

-"Eso no es ser sincera."

-"Lo es. No tengo relaciones sexuales promiscuas. "No debería contarle algo tan personal, pero ella no era exactamente un paciente normal. Los hombres o mujeres medio-bestias no habían tenido la oportunidad de asistir a una escuela y habían sido creados por una empresa sin ética.

-"Nunca he tenido sexo con alguien del que no estuviese enamorada."

-"¿Nunca compartes sexo?" La incredulidad en su rostro era casi cómica.

-"No lo hago pero tampoco soy virgen".

-"¿Él murió?"

-"¿Quién?"

-"El hombre que amabas. ¿Le asesinaron? "

-"No."

-"No entiendo." Se inclinó hacia delante, mirándola verdaderamente desconcertada.

-"¿Qué no entiendes?"

-"Me estás mintiendo."

-"No lo hago."

-"Dijiste que sólo tienes relaciones sexuales con el hombre que amas."

-"Eso es cierto."

-"No llevas su olor. ¿Dónde está? "

-"No sé exactamente dónde están mis ex-novios. No he vuelto hablar con ellos. Es normal que cortemos toda comunicación cuando una relación termina".

Su mirada se ensanchó y se puso de pie.-"¿Novios?"

Algo le angustiaba, pero que no sabía cuál de sus respuestas había causado reacción.

-"He tenido cuatro novios en mi vida." Ella gruñó. -"¿Qué está mal?"

-"El amor es para siempre." Ella le dio una mirada de disgusto.- "No tienes ni idea de lo que es el verdadero amor, Rachel."

Ella la vio salir de su oficina con las manos apretadas con furia a sus costados. Sólo pudo mirar la puerta abierta por mucho tiempo después de que ella se hubiera ido. Se levantó y se dio cuenta de que su cuerpo había reaccionado a ella. Sus pechos se sentían hipersensibles dentro de las copas de su sujetador y tenía que cambiarse las bragas por otras más secas.

-"Maldita sea", murmuró y cerró los ojos. Esta era la sesión más extraña que había tenido desde que estaba aquí. Se inclinó para coger su teléfono móvil del cajón superiornde su escritorio, buscó entre los números y presionó el que quería.

-"Dra. Megan Green, "contestó una voz alegre.

-"Hola, Meg, soy Rachel."

-"¿Qué pasa?" la preocupación inmediatamente la voz de la mujer.

-"¿Tienes tiempo para hablar por teléfono?"

-"Siempre. Espera. Voy a cerrar la puerta de mi dormitorio. Estoy en casa y hay una de mis compañeras de piso. ¿Qué te pasa? "

-"Me siento atraída por un paciente. La terapeuta necesita que alguien le aconseje ".Ella se echó a reír nerviosamente de la broma de mal gusto.- "Mierda. Nunca piensas que te puede pasar ".

-"Es caliente, ¿eh?"

-"Demasiado. Encima me dijo lo que quería hacerme y tengo que admitir que no es algo que vaya a olvidar a corto plazo".

-"¿Qué quería hacerte?"

-"No te preocupes por eso. El punto es, que es muy atractiva y sexy. "

-"Mierda. Un dos por uno. Quiero su número si también conduce una moto, ya que no es uno de los míos ".

-"Cállate. No bromees. "Ella se apoyó en el escritorio.- "Peor aún, creo que es una romántica. Ella cree que el amor es para siempre. "

Meg se quedó en silencio durante unos cinco segundos.

-"Deja el trabajo inmediatamente. Puedes trabajar aquí. Siempre hay una vacante libre para una buena terapeuta".

-"Eso no es gracioso."

-"No estoy bromeando. Corre, nena. ¿Cuántas sesiones al mes tienes con ella? "

Los hombros de Rachel se hundieron. -"Acabo de cambiar su horario a sesiones diarias. Ella paso por un trauma severo".

-"Creo que tengo una copia de tu currículum. Se lo daré a mi jefe por la mañana. Puedes quedarte en la habitación vacía hasta que encuentres un lugar donde vivir. Una de mis compañeras se mudó con su novio, por lo que es un buen momento. Te espero en dos semanas, cuando tu notificación termine".

-"No puedo hacer eso. Me comprometí a trabajar con ellos hasta su recuperación. Si me voy podría traumatizar a mis pacientes".

-"Ellos pueden contratar a otra. Eres buena, pero también lo son muchos otros profesionales. No quieres meterte en problemas por esto. Podrías perder tu licencia, tomarán medidas legales e incluso podrían multarte".

-"No voy hacer nada con ella, maldita sea. Es por eso que te llamo".

-"Lo harás si no te alejas de ese tipa y no estoy hablando metafóricamente. ¿Quieres un consejo? Sal de ahí".

Rachel cerró los ojos y medito sobre lo difícil de su situación.-"Genial".