Una joven caminaba en silencio, sus pasos siendo borrados por el viento. El sol, acompañante de los solitarios, se encontraba en lo más alto. Paso a paso, segundo a segundo, su mirada dorada fija en el horizonte.
¿Donde estas?
Se mordía suavemente los labios frustrada, pero aún así seguía buscando. Buscándolo.
Se que estas en algún lugar.
A pesar de todos los lugares en donde había estado. Sabía que todavía que no era el momento. Pero...
¿Cuándo vendrás aquí?
Su esbelta figura se movía con lentitud, pero aún así daba un aspecto ansioso. Suspiró, había perdido cuanta de cuantas veces lo había hecho ya.
Te estoy esperando...
Miraba arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, cualquier lugar donde EL podría estar. Sus brazaletes sonaban en el silencio, como las cascabeles de una serpiente venenosa, dando una señal a cualquiera con el que pudiera encontrarse.
¿Todavía no te han dejado salir?
Sus ropas rojas, cubriéndole todo el cuerpo pero dándole libertad con sus movimientos. Como es debido.
¿O no deseas ser libre? Tal vez por eso no te han dejado salir todavía.
Pensaba y buscaba, podría perder un posible escondite pero era necesario. Debía estar alerta a todo peligro, como si fuera un entrenamiento para el futuro. En el futuro estar alerta no sería una necesidad, sería una obligación. Debía acostumbrarse desde antes, ella misma lo había decidido.
Que pensamientos ridículos, es obvio que deseas ser libre, después de todo... eres tu.
A la mitad de su camino logró ver algo que llamó su atención, una gran... ¿flor? así la había llamado los que le habían advertido de ella. veinte metros de ancho y por lo que había visto mucho más de altura. Esa "flor" intentó alcanzarla con sus tentáculos (que por cierto, se veían bastante viscosos) pero no la alcanzaron, corrió un poco y en unos pocos minutos ya no vio más rastro de ella.
Más le vale a ese tipo que te haya mantenido a salvo, aunque donde te encuentras no creo que te puedan lastimar pero...
Su "familia" no había estado muy de acuerdo con su partida pero ¿Qué le iban a hacer? Si era el destino el que la llamaba. Esas personas... no entendían lo que era su destino, pero la dejaron irse. Aún así, ella sabia mejor lo que había ocurrido, no la querían más cerca suyo.
La soledad debe ser aún peor que no saber que eres ¿Verdad?
Que sencillo era hacer viajes de años en meses, conocer personas en lugares raros, saber más acerca del mundo...pero todavía faltaba que EL llegara, sino no habría sentido en hacerlo.
Pero de alguna forma, se que podrás superar eso. Pero aún así, deberías saber algo:
Había conocido a algunas personas en su búsqueda, y había llegado a una conclusión muy sencilla pero también importante:
"El mundo esta lleno de personas extrañas, que creen que su forma de pensar es siempre la correcta hasta que les demuestras lo contrario"
Últimamente se sentía más ansiosa de lo normal, por eso tal vez buscaba aún más. Pero ella misma sabía que tarde o temprano, lo encontraría.
Al menos, ya falta poco... o eso creo.
Para cuando la joven llegó a una pequeña ciudad, ya era de noche, y la luna y sus compañeras las estrellas habían reemplazado al solitario sol. Había logrado dejar el desierto atrás.
Me siento sola, estoy sola. Y aunque ambos estemos en casi las mismas circunstancias, se que aunque los dos nos sentimos igual ahora, en el futuro va a ser diferente, al menos para ti. Creo que siempre me voy a sentir sola.
Compró todo lo necesario para dos personas(agua,comida,mantas para la noche,ropas, e incluso compró una daga), algunos de los comerciantes le dieron miradas extrañas cuando se enteraron de que nadie iba con ella en su viaje. Pero no le importaba, ¿ si se encontraba con EL en medio de ese viaje? no podía ir sin preparase.
¿Estas cerca? lo puedo sentir.
Cuando estaba a punto de irse de la pensión en donde se alojaba, miró al cielo por la ventana. Vio una estrella, la más grande y brillante, moverse. Fue como si la atravesara, a pesar de estar tan lejos. Pudo sentirlo, EL por fin había aparecido.
Ahora que has llegado, ¿Por donde debo empezar a buscar...
Se quitó la capucha que cubría su rostro, y ahora libre, su cabello rojo como la sangre se balanceaba con el viento de la noche. Era una suerte que los "comerciantes equivocados" no la hubieran visto. Pero eso no importaba en ese momento.
...Aladdin?
Gritó de felicidad, cayendo de rodillas. Lagrimas de alegría amenazando con caer de sus ojos. Sus manos, por reflejo, taparon su boca para que ninguna persona que pasara la escuchara. Una sonrisa sincera que hace mucho que no usaba, se encontraba en ese momento en su rostro.
