I just want to make you happy
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Canción de Hielo y Fuego es propiedad de George R. R Martin.
Este fic participa del topic "Desafíos: pedidos de fics" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".
~ Arrebol ~
Cuando las nubes adquieres un color rojo al ser iluminadas por los rayos del sol.
Aguasdulces se dibuja anaranjada contra la luz ominosa que desprende el cielo en aquel mediodía, los cascos de los caballos levantan una fina nube de tierra que se vuelve jirones a su paso y el estandarte que guía a la comitiva porta el mismo orgullo que el león, de hilos dorados y carmesí, que lleva bordado en el centro. Una trompeta suena en una torre de vigilancia y el puente levadizo cae pesadamente sobre el río que bordea la fortaleza. La madera cruje cuando los caballeros pican espuelas y eliminan la distancia que los separa de Aguasdulces; los aldeanos se aglomeran junto a las puertas para descubrir si es verdad el rumor que por muchas lunas se extiende por las Tierras de los Ríos.
Ella tiene el cabello dorado como el mismo oro que se encuentra en Roca Casterly y parece que se funde con su vestido cuando lo deja caer sobre su espalda como una cascada, pero lo que más llama la atención de los aldeanos son sus ojos esmeraldas que se ven deslumbrados por el sol de tal modo que tiene que cubrirse con una pálida mano. Un noble caballero, identificado con el escudo de armas de la casa Tully, es quien tiene el honor de prestarle su antebrazo para ayudarla. La trompeta vuelve a resonar entre los muros cuando ellos llegan hasta la puerta, y la muchacha ignora que una perla de su vestido se desprende y cae en las aguas calmas.
Se intercambian las cortesías correspondientes para una doncella de noble cuna y ella responde con el respeto que en antaño su madre le inculcó, dando gracias por tan esplendoroso recibimiento. Edmure Tully intercambia un comentario jocoso con su tío, apodado el Pez Negro, que provoca una súbita carcajada entre los presentes pero que no tiene entidad a los oídos de Cersei Lannister.
Ella solamente tiene atención para las palabras de Lord Hoster.
—Permítame presentarle a mi adorada hija —Se trata de una muchacha de su misma edad que se esconde detrás de una sonrisa inocente y un cabello rojo como el fuego. Tiene las mejillas arreboladas y al contemplarla de ese modo, tan genuina, la colma por completo una sensación que no es capaz de identificar. Algo parecido a la ternura—. No seas tímida, querida.
Entonces, se da cuenta que los presentes desaparecen de repente de la sala. Ya no tiene cabida el recibimiento o el banquete que se va a celebrar en su nombre, solamente existe Catelyn y ella. Dos miradas que se cruzan por un instante que parece infinito y desata nudos en lugares que desconoce hasta el momento. La muchacha tímida tiene ojos que brillan como el Mar de Verano y, de algún modo que no puede precisar, consigue encantarla con ese resplandor.
Sin que pueda darse cuenta, afuera comienza el atardecer y las nubes quedan eclipsadas por el sol. Ya no puede distinguir entre el arrebol y el cabello de Catelyn.
