Notas: Aquí es donde podré algunos relatos de Rating M inspirados en escenas de "Tan Solo Fragmentos", no tienen aportación significativa para la trama de la historia solamente y puramente lemons.

ADVERTENCIAS: ¡Léalas! No me haga responsable de futuros traumas.

1, Pompous Pep (Vlad/Danny) es decir Slash, yaoi o como gusten llamarle. Además Danny tiene 16 años, aún es menor de edad para la mayoría de los lugares del mundo.

2, Extraño Sexo Halfa que incluye: Hermafroditismo, uso de sus núcleos como órgano sexual y erotización de la energía espectral, además dado que hay colmillos obviamente mordidas.

3, Solo para este: Muy pero muy leves referencias a violación en el pasado.

Si todavía quieren leerlo pues… Espero lo disfruten a pesar de los errores y posibles incongruencias que encuentren. No suelo escribir este tipo de cosas.


En la Isla.


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Basado en el Capítulo 15. Despues de la tempestad, Vlad y Danny inician su vida como pareja aun tienen mucho que resolver pero se detienen en una isla muy especial para descansar. Pronto se convierte en algo más parecido a una luna de miel.

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Con la mirada perdida en el hermoso paisaje, Danny tomó su decisión. Esto era lo que quería por el resto de su vida, esto era lo que le hacía feliz. Vlad era su Pareja. Estar separados iba en contra de la naturaleza. Se alejó de la ventana sentándose en la cama, dejó su mochila a un lado cerca de él para el momento que sería necesaria. Sus mejillas se calentaron mientras se acomodaba debajo las cómodas sabanas, llenándose de anticipación ante lo que vendría. Aun no sabía cómo convencería al otro halfa pero Danny estaba completamente seguro de lo que necesitaban. Le dedicó una sonrisa a Vlad cuando apareció trayendo consigo comida que contenía un poco de ambos mundos. Comieron y después dejaron los utensilios en el suelo. Vlad se acomodando bajo las sabanas junto al menor.

Estaba frente a frente con su pareja, Danny no dudó en buscar un beso que Vlad concedió sin más. Él no bromeaba al decir que el otro besaba bien, era una sensación tan maravillosa que Danny sentía se convertiría en gelatina. Esa forma que tenía de acariciar su boca con su lengua y los puntiagudos colmillos amenazando con cortar sus labios, le gustaba mucho. Las manos de Vlad no estuvieron quietas mucho tiempo y rápido buscaron acariciarle, la electricidad siempre presente en cualquier lado que le tocara así que él le imitó, moviendo sus heladas manos sobre la espalda del otro apretando la tela del traje cada vez que esos colmillos tocaban su piel.

"Te amo, Danny." Murmuró el mayor contra sus labios al cortar el beso.

"Yo también te amo, Vlad." Respondió sin importarle lo meloso que sonaba.

Su pareja le besó de nuevo, esta vez no se quedó en sus labios mucho rato sino que buscó su cuello, besándole, mordiendo sin romper piel. Danny comenzaba a dejar salir sonidos que no sabía era capaz de hacer, atrajo a su pareja con sus manos para que sus cuerpos se juntaran mucho más. La mano llena de estática se movió por su costado izquierdo, paseando por sus costillas tan cerca de su núcleo que Danny sintió tensarse, se regañó a sí mismo por tener temor ahora. Sabía que si Vlad continuaba sentiría la marca de otro fantasma en él, temía cuál sería su reacción.

"¿Estás bien?" Vlad preguntó alejándose para mirarle con preocupación. "¿Quieres que me detenga?"

"No, sigue…" su voz salió casi como un sollozo. "Por favor, sigue… tócame…"

"¿Estás seguro?" la voz de Vlad era mucho más ronca y repartió besos rápidos en su cuello.

"Más que nada." Aseguró. El mayor no necesitó más, su palma se posó justo donde estaba su palpitar y después los pensamientos de Danny se cortaron, sólo podía sentir cómo la electricidad entraba a su cuerpo como un rayo hasta lo más profundo de su ser, acariciándole por todos lados, borrando el recuerdo de esas garras venenosas. Enviando deliciosas corrientes por su columna que bajan a su entrepierna, provocando no solo que pene se endureciera rápido sino una nueva y desconocida sensación de humedad apareciera en el canal que el ascenso le otorgó. Era como si todo su cuerpo reconocía a Vlad como el único que debía tocarle así.

"Eres mío, Danny." Vlad murmuró, besándole fugaz en los labios luego en su mandíbula.

"Sólo tuyo…" respondió y casi gritó cuando de pronto los colmillos se enterraron en su cuello, su núcleo brincando de placer con una onda helada. La lengua de Vlad lamió su cuello herido y su mano libre busco desabrochar su ropa, mientras él hacía lo mismo con las de Plasmius. Logrando que ambos estuvieran con el torso descubierto. La mirada roja de su pareja se paseó admirando su piel, Danny no podía culparle pues él hacía lo mismo. El mayor hizo a sus cuerpos moverse para quedar sobre él. Danny instintivamente separó las piernas para que el otro quedara en medio de ellas y la mano de Vlad sobre su pecho envió rayos a su núcleo tan intensos que Danny podía sentirlos atravesarle. Mientras su hambrienta boca se encargaba de dejar marcas en su cuello.

"Sólo mío. Nadie más va posar sus manos en ti…"

"¡Sí! Vlad… sólo tuyo." Pronunció fuerte, ondulando sus caderas al mismo tiempo que el mayor empujaba contra él dejándole sentir lo excitado que estaba con sus actividades, Vlad estaba tan duro como él. Sus manos cargadas de energía congelante se movieron por al espalada musculosa, paseando por los bíceps de Vlad buscando tocar su pecho ahora sin la barrera de la ropa y pretendía ir más allá. Quería tocar a Vlad de la forma en que los rayos de invadían haciéndole gemir, quería lo mismo para Vlad.

Cuando posó su mano sobre el origen de los rayos y envió la onda helada hacia el cuerpo del mayor, Vlad gruñó feroz, sus caderas frotándose con las suyas. Danny pudo sentir el núcleo contra su palma. Una estructura fascinante que cabía bien en su mano, caliente, palpitante, que le invitaba a poner su hielo allí como una señal de propiedad. Era tan placentero tocar como lo era ser tocado, haciendo que su pene endurecido doliera apretado con sus pantalones y esa nueva humedad entre sus piernas aumentando ahora que Vlad se frotaba descaradamente contra él. Danny estaba seguro que iba a alcanzar el orgasmo sólo con esto, pero quería más así que su mano abandonó el núcleo de Vlad bajando hasta toparse con los botones del pantalón.

"Danny, detente…" Vlad capturó su mano antes que pueda lograr su cometido y rápido se quitó de encima de él evitando que tuvieran contacto tanto físico como de energía. Danny frunció el ceño, él era terco y cuando quería algo luchaba por ello. Así que su mano fue directo hacia a la erección de Vlad palpando sobre los pantalones, ganándose un gutural sonido. "Es en serio… debemos detenernos."

"No te veo poniendo mucha resistencia." Danny rió mientras acariciaba. Tanteó el tamaño, la dureza, el calor… quería todo eso dentro de él, allí donde sintió humedecerse aún más, debía estar empapado y listo.

El halfa mayor estaba en su propio mundo de dulce tortura, nunca imaginó que Danny pueda ser así de atrevido. Claro que Vlad no estaba poniendo resistencia, cómo hacerlo, cómo luchar contra esa mano fría que se cerraba sobre su erección, curiosa e inexperta pero confiada en lo que quería. Una alarma se encendió en su mente, tenía que frenar todo esto, darse una ducha muy fría para masturbarse con el recuerdo de esa bolita palpitante de hielo y esas traviesas manos. Antes que encontrara la voluntad para ponerse de pie y salir de la cama, Danny logró sentarse a horcadas de sus caderas y se movió de tal forma que Vlad sintió no solo su erección sino lo mojado que su pantalón negro estaba quedando

"¡Danny!" siseó entre el placer y el enfado. "¡Podrías embarazarte! Tenemos que…"

Su objeción fue cortada cuando Danny colocó un pequeño objeto sobre sus labios, los ojos verdes brillaban con travesura, sus mejillas con un sonrojo, sus hinchados y sensuales labios torcidos en una sonrisa casi maliciosa. Vlad estaba impactado, su mente dejó de enviarle pensamientos lógicos salvo la idea de usar la oportunidad. Tomó el envoltorio cuadrado mirándolo con impresión.

"No me embarazaré si lo usamos," el menor dijo en su susurro.

"¿Por qué tenías esto contigo?" preguntó Vlad, sorprendido por la forma en que Danny previó esto. Un condón era la respuesta a sus problemas. "Me tendiste una trampa."

"Algo así." Danny rió, moviendo sus caderas de esa forma que enloquecía a Vlad.

Fue como si le hubieran quitado una gran barrera, la lujuria le llenó y empujó a Danny de nuevo para dejarle abajo, Vlad quedó arrodillado en medio de sus piernas. Se desabrochó los pantalones, mirando a Danny animándole a que hiciera lo mismo que él, Vlad los bajó con todo y su ropa interior sin quitar la mirada de su pareja quien se relamió los labios cuando tuvo una vista de su erección, haciéndole sentir especial orgullo. Danny fue un poco más tímido al deslizar sus pantalones negros por sus piernas y necesitó la ayuda de Vlad para desecharlos. Sus ojos rojos recorrieron al hermoso muchacho expuesto ante él, Danny cerró las piernas contra su cadera.

"Déjame verte, Danny." Vlad le tocó ambas rodillas, apenas haciendo un poco de fuerza pues el menor las separó voluntariamente exponiendo sus genitales a la vista del otro halfa. Su erección palpitó ante lo que vio, sin resistirse cerró su mano en su pene acariciándose, esparciendo el pre-semen a lo largo. "Que sexy, amor… mírate… no creo puedas entender lo mucho que me prende, tenerte así…"

"Me doy una idea." Danny dijo y su mano helada reemplazó a la de Vlad, masturbándole. A él le encantaba que el muchacho fuera tan confiado, pese a su inexperiencia no dudaba en tomar iniciativa.

"Más lento, tejón… o esto va a terminar rápido." Dijo al oído del menor quien sólo rió y sus manos se aferraron en su espalda mientras Vlad adoraba su cuello, dejándole otro par de moretones. Bajó repartiendo besos por el esternón y con una mano tocó uno de los pezones, sintiéndolo duro bajo su palma, sus labios tocaron justo sobre el palpitar de su núcleo sintiéndolo mucho más frio que el resto de su piel y no dudó en enterrar sus colmillos allí, Danny gimió su nombre alto, arañándole la espalda al borde del orgasmo. Tampoco quería que Danny terminara antes así que se apartó un poco ganándose un quejido de decepción.

Le guiñó el ojo y su atención se fijó en la entrepierna del menor, frotó un poco la erección de Danny solo por el gusto de hacerle gemir, después bajó más, allí donde normalmente deberían estar sus testículos en el escroto estaba lo que el ascenso le otorgó a Danny. Sus dedos curiosos tocaron los empapados pliegues, abriéndose paso al húmedo canal dejando que uno de sus dedos entrara sintiéndolo apretado y caliente pese a que Danny normalmente era frio. Movió su dedo dentro del canal, ganando más humedad y quejidos de parte de Danny.

"Vlad, ya…" gimoteó Danny. "Hazme tuyo…"

"Con gusto, Danny." Respondió casi sin aliento, tomó el condón que había dejado a un lado y sus dedos desataron el envoltorio, le avergonzaba un poco admitir que en todos estos años su vida sexual había estado estancada, así que se sintió como un novado mientras colocaba el condón en su erección, desenrollándolo a lo largo de su pene. Vlad se acomodó sobre el cuerpo de su pareja y mirándole a los ojos le pidió: "Dime si te duele."

El menor parecía no poder encontrar su voz pues sólo asintió, cerrando los ojos en anticipación. Vlad no estaba seguro si se aplicaría lo mismo que con las mujeres pero no quería lastimar a su pareja, con una mano guió su erección hacia el húmedo canal, Danny se tensó cuando la cabeza de su pene separó los pliegues besando la entrada.

"Relájate…" susurró, una mano se paseó por su pecho para que con la energía Danny se tranquilizara. Empujo suave, la intromisión fue dificultosa al principio pero después su miembro fue engullido y gruñó ante la sensación. Estaba tan caliente y apretado. Danny por su parte se estremeció y soltó un gemido agudo, al ser llenado. Vlad juraría que nunca había escuchado melodía más erótica que esa, no veía ninguna pizca de dolor así que se retiró un poco balanceando sus caderas uniendo sus cuerpos de nuevo, ganándose más de esos gloriosos sonidos.

Su frente se apoyó en el hombro de Danny, sintiendo las manos frías recorrer su espalda, y cada vez que Vlad empujaba, Danny enviaba desde sus palmas ondas de energía helada que le llegaban al núcleo. Las manos de Vlad se aferraron a esas piernas firmes, sensuales acariciándolas junto con su energía, acelerando su ritmo y Danny estuvo gustoso de abrirlas todo lo que podía para que Vlad le penetrara más hondo, moviendo sus caderas para encontrarse con Vlad. Sus gemidos volviéndose casi gritos cuando el mayor consiguió golpear puntos más sensibles en tu interior.

El fuego eléctrico que le estaba consumiendo era tan intenso, Danny apenas podía procesar por dónde venía cada oleada de placer. Vlad entraba a su cuerpo, duro y grueso en su interior, moviéndose con facilidad gracias a la abundante humedad de su canal, tocando partes de cuerpo que enviaban deliciosos rayos directo a su centro y además estaban sus manos que le tocaban por todos lados. Su excitado núcleo solo podía responder sacando cada vez más frio haciendo que los alientos de ambos fueran visibles mientras respiraban agitados.

"Vlad," Danny gimió su nombre, estaba tan cerca del orgasmo. "Más… fuerte, dame más…"

Un gemido se le escapó a Vlad, acelerando sus embestidas metiéndose cada vez con más fuerza, asegurándose que la punta de su pene golpeara eso nervios que hacían a Danny gritar. Palabras entrecortadas comenzaron a salir de la boca del mayor, diciéndole que era suyo, diciéndole lo mucho que disfrutaba de su cuerpo y había algo especial en la forma que Vlad jadeaba estas cosas en su oído que hacía a Danny sentirse amado. Sin esperarlo, Vlad clavó sus colmillos una vez más a altura de su pecho, la herida fue profunda, enterrándose hasta que no podía más y Danny tuvo que aferrarse a las sabanas con fuerza pues su orgasmo hizo estallar su mundo en placer. Su pene desatendido expulsando chorros de semen sobre el abdomen de ambos.

Si su boca no hubiera estado ocupada marcando el núcleo de su pareja, Vlad hubiera gritado. El clímax del menor hizo a su ya de por sí apretado canal abrazarle rítmicamente, como si le estuviera pidiendo por su semilla. Él estaba seguro que no había nada que le pueda negar a este hermoso muchacho, así que tan solo dos embestidas después empujó con fuerza permaneciendo inmóvil, lo más profundo que podía llegar sintiendo la avalancha de su orgasmo. Su respiración dificultosa, exhalando por su boca abierta. Estuvo así unos momentos, invadiendo a Danny por todas partes posibles. El muchacho respiraba agitado, flácido en la cama mientras Vlad apenas podía sostenerse para no aplastarle. Extrajo primero sus colmillos pasando su lengua por la herida quitando el poco ectoplasma que se filtraba de las heridas y miró a Danny, él aún tenía sus ojos cerrados pero cuando Vlad le besó rápido en los labios los abrió para mirarle, una sonrisa en sus labios.

"Quisiera quedarme dentro de ti," murmuró el mayor con pesar. Danny solo rió un poco pero dejo salir un quejido cuando Vlad se movió sacando su pene del cuerpo del otro. Retiró el condón y tuvo que abandonar momentáneamente el paraíso que era el espacio entre las piernas de Danny para desecharlo además tomó una toalla para quitar los restos del semen de Danny que tenían los dos encima o sería molesto después.

Cuando regresó a la cama, el otro halfa se había acomodado de costado, su respiración todavía en proceso de normalizarse. Se recostó junto a él abrazándole por detrás, sus brazos rodeando su cintura, Danny pegó su espalda a él, se le veía cansado pero sonreía y puso sus manos sobre las de Vlad. Sus energías conectándose, ya no de esa salvaje forma sexual sino transmitiendo ese amor que inundaba a cada uno, no resistió el besar su hombro.

"Gracias, Danny…" susurró Vlad. "Gracias por dejarme amarte. Dime, ¿cómo te sientes?"

"Fue mágico, Vlad…" Danny respondió girando su rostro para unir sus labios en un beso fugaz. "Nunca creí que… iba a sentirme tan… bien… tan amado. Te amo, también."

Permanecieron así, disfrutando de la compañía y el amor mutuo, como envueltos en una burbuja donde sólo importaban ellos. El muchacho se removió un poco, un sonido de inconformidad salió de sus labios. Esto preocupó a Vlad, estaba consciente que Danny era virgen en muchos sentidos antes de esta noche, además su cuerpo recientemente pasó por una batalla grande y sus heridas apenas acaban de curar. Así que comenzaba a preguntarse si acaso fue demasiado rudo.

"¿Tienes dolor?" preguntó con mucha preocupación. "¿Te lastimé?"

"No, claro que no." Danny rió, eso le alivió. "Fue un poco incómodo al principio… nada más. Lo que pasa es que se siente raro estar tan… mojado. No deja de salir…"

Eso llamó la atención de Vlad más de lo que debía, tanto su núcleo como su pene brincaron con interés y estando tan pegados claro que Danny lo notó. Su risa sería angelical de no ser porque tomó una de las manos de Vlad guiándola hacia abajo y separó un poco las piernas.

"¿Quieres sentir?"

Su voz casi ni se escuchaba como la suya, Danny volvió a sentirse poderoso cuando escuchó a Vlad gruñir ante sus palabras. Suspiró cuando los dedos de Vlad acariciaron la entrada, jugando con los fluidos que se acumulaban. Abrió un poco más piernas para darle más acceso y tocó su propio pene que rápidamente iba despertando. Los dedos de Vlad entraron en su dilatada entrada y no aguantó un gemido cuando volvió a tener la sensación de algo escurriese. De haber prestado más anteción se hubiera dado cuenta que algo allí andaba mal, en su defensa todo esto era nuevo para él y además Vlad había comenzado a restregar su creciente erección entre sus muslos.

"Creí que necesitarías tiempo antes de otra ronda, por tu edad…" se burló juguetón.

"¿Ah sí?" el otro halfa rió y le hizo sentir lo duro que ya estaba. "¿Te parece que necesito tiempo? Ah, estás tan receptivo… ¿Tienes otros condones?"

"Si…" gimió su respuesta. "En mi mochila."

"Bien," Vlad levantó la pierna de Danny y su pene entró en contacto con la humedad, frotándose sin penetrarle. "Porque voy a tomate una y otra vez."

El joven halfa no dudó en entregarse, dejándose amar por su pareja de nueva cuenta. Una vez con el condón puesto Vlad entró en él por segunda ocasión con mucha facilidad, reclamándolo como suyo con su grueso pene y con esos rayos que se metían a su núcleo. Quitando toda duda de a quien pertenecía haciendo a Danny perderse en las placenteras sensaciones llevándole a otro orgasmo igual de intenso, haciéndole sentirse tan completo, tan vivo y tan feliz… reconoció que aquí es donde él pertenecía, en los brazos de Vlad, siendo amado como nadie más debía hacerlo. Después de esa segunda ronda ambos estaban tan agotados Vlad tiró el condón a un lado negándose a abandonar la comodidad de la cama. El sueño le vino estando en brazos de su pareja, llenándole de ese calor propio de los fantasmas con núcleo de fuego, cuya variante era la electricidad. Danny cerró los ojos aun con una sonrisa en los labios.

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Notas: No puedo creer que esto llevó poco más de 3mil palabras. Había pensado que la primera vez la tuvieran en forma humana lo que significaría sexo anal… pero en fin, para la próxima.

Respecto a la anatomía de Danny en forma fantasma: en el capítulo 9 se dan algunas pistas de que los testículos "desaparecen" para convertirse en un canal similar a una vagina mientras que el pene y el resto de las otras estructuras permanecen intactas.

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