El feliz grupo de hambrientos de dirigían tranquilamente al siguiente pueblo, habían estado caminando de pueblo en pueblo buscando víveres y ayudando a los habitantes. Sin ir más lejos llevaban consigo una canasta de frutas que les había dado un hombres después de salvar a su única hija de unos secuestradores que pretendían venderla a un señor feudal del reino de Kai, pero ya la habían gastado.
-Hay un mercado cerca- Anunció el dragón azul- No parece peligroso.
-Pyon- Ao salió de su escondite entre las ropas de Yona, alegre de encontrarse con más comida.
-Deberíamos parar a comprar medicinas y comida, no sabemos cuánto tiempo más estaremos caminando hasta llegar al próximo pueblo.
-¡Sí mamá!- Exclamaron todos con la mano en alto.
-¡No soy la madre de ustedes!- Les reprendió Yoon enfadado.
Todos se echaron a reír encantados con la cara de rabia de Yoon. Todos menos Zeno, lo que sorprendió a todos que se giraron a verlo.
-¿Te ocurre algo Zeno?- Preguntó Yona algo preocupada.
-No se preocupe señorita- sonrió Zeno para tranquilizarla- solo presiento que se acerca algo bueno- comentó mirando hacia el horizonte.
-Zeno… eres increíble- comentó Hak
-¿Yo también hak? ¡Ven y demuéstrame lo increíble que te parezco!- El dragón verde vino hacia él con los brazos abiertos, recibiendo un puñetazo de Hak a cambio.
-No se te ocurra acercarte a mi pervertido.
-Yona, Hak ha sido malo conmigo- sonrió de manera picara, como un niño que sabe que va a hacer una travesura mirando hacía Hak- ¿Me consuelas?- preguntó sonriendo para sí mientras veía como la cara de Hak cambiaba de repudiado a inexpresivo para pasar a enfadado, de repente se encontró con la espada de Hak a centímetros de su rostro.
-Solo si quieres perder la cabeza.
-Chicos ¡Se quedan atrás!- exclamó Yona junto con el resto del feliz grupo de hambrientos desde la lejanía a sus retrasados compañeros- dejen de jugar o se nos hará tarde.
Los retardados se dieron prisa para llegar a la altura de los demás, que lejos de esperarlos, seguían caminando sabiendo que sus compañeros eran más rápidos y los alcanzarían.
Llegaron al mercado del pueblo después de 2 horas de intensa caminata por el frondoso bosque. Era un pequeño pueblo pesquero alegre lleno de colores vivos y personas divertidas por cualquier lugar al que miraran.
Al parecer esta noche abría una fiesta y por eso se había organizado ese mercado.
Después de comprar los alimentos y medicinas necesarias decidieron que se quedarían en una posada y así podrían disfrutar del festival. Mañana partirían en busca de otro pueblo que pudiera necesitarles.
Yona se adelantó y se acercó a un pequeño puesto de hierbas medicinales, seguramente Yoon estaría interesado en estas hierbas.
-¿Quiere alguna hierba en particular señorita?- Preguntó el hombre encargado del pequeño puesto.
-Mi compañero vendrá dentro de poco y le comprará lo que necesite- le contestó dedicándole un de sus hermosas sonrisas.
De repente Yona notó como el pequeño peso que sentía en su hombro debido a Ao desaparecía porque este saltó de su hombro para correr a toda velocidad por todo el mercado en dirección al bosque. Al ver esto Yona empezó a seguirlo sin dudar, seguida meticulosamente por su leal grupo de hombres quienes al ver que la princesa corría hacia una dirección desconocida se decidieron a seguirla.
Corrieron alrededor de 20 minutos hasta que se encontraron a su integrante más pequeño del grupo en medio de un pequeño claro comiéndose una de sus adoradas bellotas.
-¡Ao! ¿Por qué te has alejado tanto? –Yona se acercó a él y lo cogió en sus manos para que se posara en el hombro.
- Porque yo lo he llamado- escucharon una voz desconocida delante de ellos intentando encontrar el origen de dicha voz hasta que salió desde unos arbustos una hermosa mujer sonriente con un cabello azabache largo hasta la cintura, ojos verdes, piel morena y vestida de forma exótica con pantalón y top negros decorada con distintas telas de distintos colores y semi transparentes terminadas en pequeñas monedas dejando su vientre al descubierto.
Hak inmediatamente se colocó delante de su princesa, si alguien había hecho que Ao los atrajera, seguramente no sería para nada bueno.
-No te preocupes Hak, no voy a hacerles daño a ninguno de ustedes, solo vengo a hablar.
A Hak se le puso los pelos de punta ¿Cómo coño sabía esa mujer su nombre?
-Hak, ¿Conoces a esta mujer?
-Para nada princesa.
-Entonces… ¿Cómo sabe tu nombre?
Todos la miraron con extrañeza, sintiéndose alertas y cómo los pequeños pelos de su cuerpo se ponían de punta.
-Porque sé todo sobre ustedes.
-Explíquese- exigió el dragón blanco situándose delante de Hak y Yona.
-Om, mi pequeño dragui, ¿Cómo te lo explico para que me creas?
-¿Cómo conoces ese apodo?- se veía cada vez más pálido.
-¿Qué ocurre serpiente blanca?- Hak lo veía con detenimiento.
-Es… un apodo que me puso la anciana, hacía años que no me llamaba así pero… ¿Cómo lo conoce esta mujer?
Sorprendentemente Zeno se colocó delante de sus compañeros, entre estos y la hermosa desconocida.
-¿Por qué no dejamos que se explique?- giró su cabeza hacia ella, dejando pasmados a sus compañeros- no me da mala sensación.
La extraña sonrió y sacó de entre los arbustos un gran espejo, más alto que Hak y como de unos 3 personas de ancho.
-Dejadme que les explique, mi nombre es Kassandra y nací hace ya 20 años con una gran capacidad y responsabilidad- todos la miraban con atención- soy capaz de ver y adivinar el futuro de las personas, hace unos días tuve una revelación con respecto a todos ustedes y el espejo me guio hacia donde se encontraban, así que lo interpreté como una señal de que necesito contarles mis visiones.
-Ya ya, seguro que sí, ¿De verdad cree que creeremos eso?- Comentaron Hak y Kassandra a la vez.
Todos se miraron con asombro entre ellos, ¿De verdad acababan de hablar a la vez?
-Sabía que dirías todo eso, también lo vi- Kassandra sonrió de oreja a oreja- ya he visto toda esta conversación, no tienen por qué creerme, no les haré daño, permaneceré mínimo a 5 metros de distancia de ustedes, solo dejadme hablar- el feliz grupo de hambrientos seguía dudando mirándose entre sí- de verdad ¿Qué mal les haría escucharme? ¿Acaso temen a su propio futuro?
Se miraron entre ellos sin saber que responder, ¿Temor al futuro? A veces no es bueno saber que va a ocurrir, aunque, si fuera algo malo, podrían impedirlo si lo sabían con antelación ¿No?
-¿Por qué no intentarlo?-todos miraron sorprendidos a Hak, él era el más escéptico… ¿Y ahora estaba de acuerdo?
-Hak… ¿Acaso has tomado nadai?- preguntó en broma el dragón verde.
-Por supuesto que no pero… en caso de enterarnos de algo malo solo podremos evitarlo si lo sabemos, si no sucederá, y si suponemos que lo que dice Kassandra es cierto- la miró significativamente- es una ventaja que no podemos desechar.
Los dragones lo entendieron y miraron significativamente a Yona. Seguramente Hak no hablaba por él, muchas veces había demostrado que no le importaba fallecer, pero ella, ella si le importaba y estaba dispuesto a confiar en una desconocida y a confiar en lo que no creía sólo para asegurarse de que ella estuviera a salvo en el futuro.
-Bien- comenzó Yona sin darse cuenta de las miradas que le dirigía sus acompañantes- confiamos en ti Kassandra, por favor, enséñanos nuestro futuro.
Kassandra sonrió, conociendo ya lo que ocurriría cuando les contara a todos su propio futuro, habría nervios, alegría, satisfacción y lágrimas pero cuando tomas una decisión acarreas todas las consecuencias.
-
¡Buenos días! he publicado pocos fanfiction y como han cambiado algunas cosas no me aclaro aún así que aprovecharé y pondré aquí algunas aclaraciones.
1. Intentaré hacer un capítulo por personaje así que supongo que tendrá unos 6-7 capítulos.
2. Es la primera vez que publico un fanfiction de varios capítulos.
3. Acepto críticas constructivas.
3. Sé que arriba dice que habrá lágrimas pero no es un fanfiction triste, no me gustan y me niego a escribirlo, pero a veces debemos pasar por cosas tristes para ser felices después.
4. Me gustaría saber qué les parece así que aunque no sean críticas por favor mándenme un review por favor.
que disfruten mucho leyendo este fanfiction.
