Capitulo 0: "The Unsung War"

En el desierto de Zaolam, era de mañana, muy temprano, y una figura bípeda patrullaba la zona. En su espalda cargaba un rifle CS-4, mientras miraba hacia el sol naciente.

-aquí Bravo-34, sector norte despejado y tranquilo.- habló por un comunicador puesto en su cabeza adornada con dos pares de crestas-"recibido Bravo-34, prosiga con su patrulla, cambio y fuera."

Mientras la mañana avanzaba, todas las patrullas estaban en sus puestos, mientras, abajo, miles de metros más abajo, la antigua raza de los templarian se refugiaba del enemigo, un enemigo aún mas antiguo que ellos se expandía y crecia en lo que alguna vez fué el grán mundo de Templarian.

Las patrullas se estremecian al ver el lúminoso y cegador horizonte plagado negros puntos rodeandolos, y todos estaban demasiado aterrados para lanzar la alarma hasta que uno de ellos habló:

-¡AQUÍ SIERRA-10, ADYI-KAL EN LAS CERCANIAS! ¡REPITO, ADYI-KAL EN LAS CERCANIAS! SOLICITMOS AYUDA INMEDIATA!

-Sierra-10, no desespere, desplieguen escudo positrónico, retirense y esperen futuras órdenes.- todos respondieron al mismo tiempo:

-recibido control. Cambio y fuera. - mientras los asustados soldados obedecian y de sus manos salia una luz azul y se materializaba una lanza metálica color negro, los adyi-kal solo estaban ahí como a un kilometro de distancia, parados, con sus aliados alicornios entre ellos.

-¿y bién? ¿que hacen esos templarian?- preguntó una adyi-kal a su alicornio.

-no sé; parece que clavan unas lanzas en la tierra, quizá sean sus tumbas.

-no te fies mucho de ellos, BlackLight, puede ser otra cosa.

-¿y que hacemos?

-esperar. La Kyrila nos va a dar nuestras órdenes pronto.

-ojalá.

Para las cinco de la tarde, la muralla positrónica estaba activada, y todos los soldados templarian estaban en formación cerrada, con sus escudos y rifles hacia el frente, listos para el final. Antes que las tropas enemigas comenzaran a avanzar, el Supremo Comandante, Maelstrom Reginát Metalex Tarkord, habló:

-¡Hermanos y Hermanas! ¡Hoy es nuestro día! ¡Somos pocos, mas cargamos la furia de muchos! ¡Una a una nuestras ciudades calleron! ¡Si hemos de hacerlo también, llevemosnos a estos demonios al infierno con nosostros! ¡Que sea su sangre la que inunde este valle!

-¡SÍ!

-¡VAMOS!

-¡Que sean sus hijos el alimento de los buitres, pues hoy los destruiremos! ¡Y si caemos, que sea luchando hasta el fín de nuestros alientos! ¡Hasta que nuestra sangre se seque! ¡Que nuestros huesos se desagan en polvo!

-¡Y NI ASÍ PAREMOS!- añadia el Comandante Retinax- ¡HOY MARCHAMOS HACIA LA VICTORIA ETERNA!

-¡YO LES DIGO HERMANOS!, ¡AL ATAQUEEEEEE!

-¡SIIIIIII!- y así corrieron a toda velocidad como una locomotora llena de fúria y odio, mientras la tierra misma temblaba ante los cientos de miles de adyi-kal y alicornios que cargaron hacia ellos. Cuando los tuvieron a tiro, todos empezaron a descargar sus rifles contra todo lo que tuviera pelo.

La conmoción de la batalla habia levantado mucha arena, y la visibilidad se habia reducido a apenas tres metros. Lo único que el Comandante Tarkord oia eran relinchos mezclados con horribles gritos de dolor, pero su suspenso acabó cuando una adyi-kal lo atacó por la espalda, tirandolo al ardiente suelo, casi inmediatamente se levantó y de su rifle salió una balloneta con la que apuñaló en el abdomen a la adyi-kal, desparramando sus visceras por en el campo de batalla, mientras el seguia apuñalando y enterrando cada vez mas su balloneta en el cuerpo de la adyi-kal, y esta mostraba una cara de sufrimiento indescritible mientras la vida se le escapaba lentamente atravez de la herida. Cuando la torturada adyi-kal sucumbió ante los brazos de Tánatos, un alicornio blanco con manchas azules por la sangre de los templarian lo cornó por delante, atravezando parte de su armadura azul, Maelstrom tomó al animal por la cabeza y lo lanzó unos metros hacia adelante, entonces saltó un par de metros en el aire, poscicionandose atrás del animal y tomandolo por el cuerno, mientras con sus rodillas presionaba la espalda y alas del pony, arracaba salvajemente la cabeza con todo y columna vertebral.

La batalla duró poco mas de ocho horas, y el Ejercito Templarian tenia enormes bajas: de los mas de sesenta mil soldados que tenian al primcipio, no quedaban ni mil. También la Alianza Adyi-kal/alicornio habia sufrido bajas devastadoras: en tan solo ocho horas, sus mas de veite millones de tropas habian quedado reduicidas a poco menos de un sexto. Todo parecia perdido para las adyi-kal y los alicornios, hasta que en medio de la batalla el Sub-Comandante Zhyfern Ulzemat Imerk Magma abrió un portal utilizando un amuleto de un cristal morado llamado zaemdharín, por el cual lanzó por el cuello al desprevenido Maelstrom, mandandolo cinco mil años en el futuro. Los templarian, al ver a su lider perdido, perdieron todo rastro de cordura, y se lanzaron en un desquiciado baño de sangre con las tropas enemigas. Unos decapitaban alicornios, otros les cortaban los cuernos y los destripaban con ellos, otros mas se subian en ellos, y cuando empezabn a volar y ganar altura les arracban las alas y caían al suelo.

El caos reinaba en el campo de batalla, mientras templarian enloquecidos de furia destruian a todo lo que vieran moverse. Sin embargo, aún con el poder de la furia de su lado, los alicornios pronto doblegaron a los templarian, lanzandoles rayos mágicos desde el oscurecido y nublado cielo del desierto. Para las diez de la noche, tétricas siluetas negras de lo que alguna vez fueron valientes guerreros, pululaban en el rojiazul suelo del desierto de Asterak, y solo quedaban apenas dos templarian vivos: el Comandante Retinax, y el traidor Sub-Comandante.

Retinax, al ser un soldado de alto rango, y con cientos de alicornios con adyi-kal montandolos rodeandolo, materializó en su mano izquierda su granada de zaemdharín. El explosivo tenia forma de daga, y la potencia explosiva de cinco bombas de hidrógeno combinadas, solo tenia que romper el sello, y todos se irian al infierno. Pero Magma no lo permitiria. Tenía ya demasiado como para dejarlo ir por un soldado honorable. Atacó. Desenvainó su espada y le dió un corte diagonal, mas Retinax la paró con su escudo, y antes que el traidor se diera cuenta, el Comandante rompió el sello:

-¡Nahl Varritieri!-y la granada detonó en una explosión negra como la noche, devorando todo lo que tenia a su paso.

Mientras, en Equestria, el dia estaba soleado y despejado. En el desierto de Appleloosa se abria un portal negro en el otrora azul cielo. Nubes rojas como la sangre se formaban y de ellas emergia una extraña figura azul. Caia sin control hacia un pozo de arenas movedizas. Gracias al terriblemente fuerte impacto del objeto, este no se hundió inmediatamente, y le dió tiempo para incorporarse y llegar hasta suelo firme. Veia al hermoso cielo azul y en Cloudsdale eran las pruebas de pegasos. Era el turno de Rainbow Dash, y cuando terminó su turno con la Sonic Rainboom, fué visto por nuestro infortunado viajero. La explosión liberó tanta energia que calló al lodo y mientras se hundia lentamente en el fango, su armadura desplegaba en el VFD:

-"detectados niveles peligrosos de radiación psiónica en ambiente, TAEV, y tejidos internos. Procediendo a activar estasis regenerador. Tiempo estimado de reactivación: 3,650 dias. Apagando sistemas externos."- esto fué todo lo que el desafortunado ser vió antes de sucumbir ante la peligrosa radiación mágica, hundiendose como una piedra en el pozo, mientras su armadura lo descontaminaba y esperaba el dia para volver a emerger.