Disclaimer: Todo los personajes de este Drabble pertenece a la ABC
Su hogar. Su vida
Ben, you're always running here and there
You feel you're not wanted anywhere
If you ever look behind
And don't like what you find
There's something you should know
You've got a place to go
Michael Jackson - Ben
Fuego.
Desde aquella noche, la noche que mató a Jacob, nunca volvería a ser el mismo.
Sentía que todo lo había perdido con la muerte Alex, su hija. Había pasado de ser Benjamin Linus, el hombre que manipulaba a ser Benjamin Linus, el hombre manipulado.
Manipulado por John, que desde el primer momento en el que volvió a pisar la isla y lo vio vivo sabía que lo que quería. Él notaba que no era el mismo, John había vuelto a la isla por una razón, su última voluntad. Matar a Jacob. Pero no con sus propias manos, si no con las manos de una persona que anteriormente se había manchado las manos de sangre. Las manos de un asesino. Desgraciadamente esas eran las manos de Benjamin Linus.
Él siempre tuvo claro que había que pensar con la cabeza, nunca con el corazón. Si alguien le atacaba a él o algo que era suyo, él atacaba. Era su norma fundamental. Era la diferencia entre el resto de hombres y él.
Manipulado por Alex. Aunque él la vio morir delante de sus ojos, apareció cuando fue en busca de su castigo. Ahí se dio cuenta de todo. Se dio cuenta de lo que había hecho. De la persona que realmente era. De lo que él era para Jacob, solo era un simple conejillo de indias, solo eso, al fin y al cabo, era un hombre cualquiera en una isla especial.
Él siempre vivía en la ilusión de que era especial, de que Jacob lo cogió por un motivo, de que la isla quiso que él fuera líder de los otros.
Utilizado por Jacob para poder tener a salvo la isla, dando su vida por ella, ¿Y que recibía a cambio? Nada, solo odio, peleas y muertes.
Él no pedía nada a cambio, pero llevaba más de treinta años trabajando para un hombre que lo único que conocía de él era su nombre. Viviendo en la ignorancia, solo pedía verlo una vez, solo una vez... ¿Era tan difícil?
Pero cuando John llegó y pidió ver a Jacob, nadie rechistó, nadie le puso una piedra en el camino. Todos le acompañaron como si de Moisés se tratase. Como si fuera aquel que iba a salvar a todos los que le siguieran y condenar a los dichosos que se quedaban en el camino.
¿Y que hay de él? ¿Que había de malo en él? Se preguntaba mientras veía el cuerpo de Jacob ardiendo. Probablemente nunca lo llegaría a saber. Probablemente pasaría el resto de sus días en esa isla, odiado por las personas que estaban en ella, pero a él no le importaba, ya había perdido todo.
Probablemente moriría en ese sitio, en esa isla, pero para Benjamin Linus no era una isla cualquiera, era especial, era su hogar. Era su vida.
